Los aumentos fueron mayores entre las personas negras y latinas registradas como mujeres, lo que refleja el impacto del racismo estructural.
Las mujeres sexualmente activas menores de 25 años deberían hacerse la prueba de la gonorrea y la clamidia al menos una vez al año. Las embarazadas deben hacerse la prueba de la sífilis tres veces: en la primera visita prenatal, en el tercer trimestre y en el momento del parto.
2 de febrero de 2022 — El Departamento de Salud ha anunciado hoy el aumento de la gonorrea y la sífilis entre las personas registradas como mujeres en la ciudad de Nueva York durante el primer semestre de 2021. El Departamento de Salud emitió una reciente alerta de salud (PDF, en inglés) que señala un aumento del 23 % en los casos de gonorrea y de un 17 % en los casos de sífilis primaria y secundaria (P&S), las etapas en que la sífilis es más infecciosa, registrados entre las mujeres desde la primera mitad de 2019 hasta la primera mitad de 2021, con la mayoría de los casos entre las mujeres negras o latinas. Los datos indican que las pruebas de detección de infecciones de transmisión sexual (ITS) en la ciudad de Nueva York disminuyeron bruscamente durante la primera mitad de 2020, lo que dificulta las comparaciones entre 2020 y 2021.
"Estamos muy preocupados por el aumento de las infecciones de transmisión sexual (ITS) entre las mujeres neoyorquinas, y sabemos que muchos neoyorquinos han aplazado los servicios rutinarios de bienestar sexual, como las pruebas de ITS, durante la pandemia", dijo el comisionado de Salud, el Dr. Dave A. Chokshi. "El cuidado del bienestar sexual es esencial para una vida saludable. Si es sexualmente activo, ahora es el momento de volver a realizar las pruebas rutinarias de ITS para que pueda buscar tratamiento lo antes posible si es positivo".
Los casos entre las personas registradas como negras o latinas representaron la mayoría de los casos femeninos de gonorrea (58 % de los casos en mujeres con raza/etnia conocida) y de sífilis P&S (75 %) en el primer semestre de 2021. Las inequidades raciales en las tasas de ITS pueden atribuirse al racismo estructural prolongado, no a los rasgos biológicos o personales. El racismo estructural impide a las comunidades de color acceder a recursos y oportunidades vitales, y afecta negativamente a la salud y el bienestar general.
Para leer este comunicado de prensa completo en inglés.
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