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6 de diciembre de 2012

EL ALCALDE BLOOMBERG PRONUNCIA DISCURSO SOBRE CONFORMACIÓN DEL FUTURO DE LA CIUDAD DE NUEVA YORK TRAS EL HURACÁN SANDY

A continuación se ofrece el discurso pronunciado esta mañana por el alcalde Michael R. Bloomberg en el hotel New York Marriott Downtown:

“Bien, buenos días a todos.  Gracias, señor Vicepresidente.  Su liderazgo y vision han inspirado la acción sobre el cambio climático, no solo aquí en los Estados Unidos, sino también por ciudades y países y consumidores en el mundo entero.

“Nadie, creo, ha hecho más para concientizar al público sobre este asunto o para impulsar el cambio en el plano internacional.  Y quiero agradecerle por venir aquí y unir su voz a nuestras gestiones para preparar a la Ciudad de Nueva York para las nuevas realidades que enfrentamos.

“Recuerdo, sí, cuando estuvimos sobre un tejado.  Para aquellos de ustedes que no entienden de qué estamos hablando, si pintan sus techos color blanco, esto refleja al sol, y en un edificio de cinco pisos, reduce el total de las necesidades de energía de ese edificio ― ya que el aire acondicionado cuesta mucho en el verano ― algo así como una cuarta parte.

“Es algo asombroso, y la próxima vez que vuelen desde LaGuardia o desde Kennedy, si tienen la suerte y el avión pasa por encima de la Ciudad de Nueva York, se asombrarán con el porcentaje de tejados que ya son blancos.  Debe ser algo más de 80 por ciento.  Y si miran una cuadra, todo el mundo tiene sus tejados pintados de blanco, y si hay uno que no lo está, ustedes se preguntan, ¿qué está pensando esa persona?  Unas cuantas latas de pintura y pueden reducir drásticamente su factura.  Kevin Burke, de Con Ed, no estará feliz con eso, pero ustedes pueden realmente marcar una diferencia.

“También quiero agradecer a Mike Brune, del Sierra Club, por acompañarnos en el día de hoy.  Creo que, claramente, la respuesta a la tormenta es de importancia nacional ― tanto ambiental como económicamente.  Y el Sierra Club ha marcado una diferencia, y Bloomberg Philanthropies se siente complacida ― principalmente ante la instigación de Rit Aggarwala (quien, junto con Dan Doctoroff, es responsable de PlaNYC) y Patti Harris, nuestra primera vicealcaldesa, por ayudar a dar al Sierra Club los recursos para marcar realmente una diferencia.  Si pudiéramos deshacernos del carbón mineral como una fuente básica de energía en Estados Unidos, ustedes podrían marcar más una diferencia en el volumen de gases invernadero que arrojamos al aire que otras diez cosas cualesquiera juntas.  Y hasta ahora, el Sierra Club tiene un historial fenomenal.  Ellos han detenido prácticamente todas las plantas generadoras nuevas, y ahora con nuestra ayuda ― pero también con la ayuda de gas natural de bajo costo ― han obligado a una enorme cantidad de generadoras a convertirse a gas natural.

“La semana pasada estuve en Washington para cabildear por dinero para las gestiones de recuperación de la Ciudad de Nueva York, y cuando se llega al Aeropuerto Nacional, se vuela por encima de esta enorme planta generadora justo al norte de Washington, DC, que funcionaba con carbón.  Y el campo entero donde almacenaban todo su carbón, todo el carbón, ya no está.  Uno se pregunta qué estaba pensando el Congreso dado que se encuentra en la dirección del viento y respirando el aire, pero eso podría explicar parte de su conducta en los últimos tiempos.  No estoy seguro de eso.

“También quiero agradecer a Marcia Bystryn y a la organización League of Conservation Voters, y a Bob Yaro y a la Asociación del Plan Regional (Regional Plan Association, en ingles) por patrocinar este desayuno ― aunque diré que a mí no me dieron comida, no sé sobre los demás ― y, en serio, por ser unos sólidos colaboradores con nuestra Administración en asuntos del medioambiente.

“También quiero dar gracias a todos los empleados de este hotel, y a la familia Marriott, y a todos aquí en la comunidad del Downtown.  La recuperación que lograron en el nivel inferior ― caminé por algunos de los salones posteriores, y ustedes pueden ver la línea del agua.  Es asombroso la forma como la gente puede recuperarse.

“Somos una ciudad de sobrevivientes; somos una ciudad que cree.  La gente aquí es precisamente el tipo de gente que dice, ‘vamos y hagámoslo’.  Creo que fue Mike que habló sobre la basura afuera de casas al sur, en la costa de Jersey.  Ustedes deberían salir e ir a los Rockaways, por ejemplo ― a Breezy Point, Coney Island, la costa sur de Staten Island ― no hay montañas de escombros.  Y el motive por el que no hay montañas de escombros es que nuestro Departamento de Sanidad Pública (DSNY, en inglés) ha removido algo así como ― creo que las cifras son más allá de 350,000 toneladas de escombros que fueron removidas.  Y se va cuadra por cuadra y se dice: ‘Oh, no hay daños aquí’.  Si ven con atención, notarán que aún no hay electricidad, y la gente tuvo enormes daños de inundaciones adentro, pero afuera, el Departamento de Sanidad Pública ha realizado un trabajo maravilloso.

“Y la evolución de quienes fueron los heroes en nuestra ciudad ― empezó con el Departamento de Bomberos (FDNY, en ingles) y el Departamento de Policía (NYPD, en ingles) salvando vidas, y luego, unos cuantos días después, fue el Departamento de Policía que estuvo asegurando que todos estuvieran seguros en las noches, y luego pasó al Departamento de Sanidad Pública, y todo el trabajo que ellos han hecho, y luego pasó a los voluntarios.  Y es simplemente una progresión natural, pero al final, los verdaderos héroes fueron la gente de la Ciudad de Nueva York.

“Fuimos nosotros los que invertimos en el futuro; tenemos el mejor Departamento de Policía en el mundo, el mejor Departamento de Bomberos en el mundo, el mejor Departamento de Sanidad Pública en el mundo.  Ellos están bien equipados, están bien entrenados, saben cómo llegar adonde está el peligro cuando el resto de nosotros estamos alejándonos, y realmente marcaron una diferencia muy grande.  Y otras ciudades, ustedes pueden ver, no tienen lo mismo.

“La semana pasada visité una planta de tratamiento de aguas residuales en los Rockaways, y esta es una planta que está en un nivel muy bajo, tuvo que ser cerrada.  La cerramos por dos días; dos días más tarde empezó a operar de nuevo, y funcionó.  Y ustedes leen historias sobre las plantas de tratamiento de aguas residuales en otros sitios que han estado cerradas desde la tormenta y aún están arrojando todo el residuo de alcantarillas a nuestros ríos y en el agua.

“Es justo decir que, en la larga historia de la ciudad, nunca tuvimos una tormenta como Sandy.  Hemos tenido tormentas con vientos fuertes, pero nunca tuvimos una tormenta que fuera como esta.  Los niveles de agua en el Battery alcanzaron 14 pies; la Agencia federal de Manejo de Emergencias (FEMA, en inglés) había estimado que había una probabilidad de menos de 1 por ciento de que eso ocurriera.  Solo para los libros de records, el nivel más alto antes de los 14 pies, fue de 11 pies en 1960.

“Esta fue una tormenta perfecta ― un huracán que coincidió con una luna llena y una marea alta, y colisionó con un segundo frente climático que había dado un giro pronunciado hacia la izquierda, y en el peor lugar posible.  Cuando la tormenta giró hacia la izquierda, hacia el centro de Nueva Jersey, eso nos puso en el lado noreste de todos los vientos.  Todos ustedes recuerdan por sus clases de física en secundaria y la universidad que, en el hemisferio norte, se va contra las agujas del reloj alrededor de un área de baja presión, y eso llevó al agua justo hacia la Ciudad de Nueva York.  Habríamos estado mejor si hubiera ido a cualquier otro lugar, pero eso no fue lo que ocurrió y tuvimos una devastación, y lamentablemente, 43 personas murieron en esta tormenta.

“Es posible que veamos o no otra tormenta como Sandy en nuestras vidas, pero no creo que es justo decir que deberíamos dejar la preparación para esa posibilidad a nuestros hijos.  Somos una ciudad costera, una ciudad portuaria, qué sorpresa.  Y se espera que los niveles del mar suban otros dos pies y medio para cuando un niño nacido hoy llegue a los 40 años de edad, y eso hará a las marejadas aun más poderosas y peligrosas.  Y es probable que las tormentas intensas se incrementen a medida que siguen aumentando las temperaturas de los océanos.

“Al describió bien detalladamente lo que va a ocurrir allí.  Las sequías en el centro del país son causadas por cambios en el clima.  Se puede discutir sobre qué ocasionó el cambio del clima, pero no hay dudas ― se pueden medir las temperaturas del océano, se puede medir el nivel de humedad en el aire, y eso simplemente conduce al tipo de aberraciones que estamos viendo: tormentas de nieve donde antes no las teníamos, sequías donde antes no las teníamos, huracanes que toman rumbos diferentes, avanzan en direcciones diferentes y tienen fuerzas diferentes.

“No podemos solucionar los problemas asociados con el cambio climático por nuestra cuenta aquí en la Ciudad de Nueva York, pero creo que es justo decir que podemos señalar el camino.  Hemos estado haciéndolo, tanto local como globalmente.  La Ciudad de Nueva York ha sido siempre un líder.  Como una vez dijo Ed Koch: ‘La Ciudad de Nueva York es el lugar donde el futuro viene a su audición’, y tenemos una responsabilidad, he creído siempre, de ayudar al resto del mundo.

“Ustedes pueden remontarse a la expectativa de vida aquí en la Ciudad de Nueva York, que ahora es tres años más que el promedio en todo Estados Unidos.  Uno de los motivos para eso es la disminución en el hábito de fumar.  California prohibió fumar en lugares públicos, y nadie prestó atención.  La Ciudad de Nueva York lo hizo, y una gran parte del resto del mundo siguió haciendo exactamente lo mismo.  Somos un líder, tenemos una responsabilidad, y creo que estamos manteniéndonos a la altura de ella.

“En los últimos cinco años ― en colaboración con la presidente Christine Quinn y el Concejo Municipal ― hemos reducido la huella de carbono de la Ciudad en 16 por ciento, y estamos bien encaminados hacia cumplir nuestra meta de una reducción de 30 por ciento para el año 2030.  Hice el cálculo de qué edad tendré en 2030, pero pienso estar vivo para mirar eso.  Y a través del Grupo del Clima C40 ― una coalición de muchas ciudades del mundo ―  hemos trabajado con alcaldes del mundo entero para compartir estrategias e ideas innovadoras.

“Las ciudades no están esperando a los gobiernos nacionales para actuar en cuanto al cambio climático.  Ya sea o no que una tormenta está relacionada con el cambio climático, tenemos que administrar los riesgos, y debemos ser capaces de defendernos mejor contra situaciones climáticas o desastres naturales extremos.  No sabemos si la próxima emergencia será una tormenta, una sequía, un tornado o una borrasca, pero sabemos que tenemos que estar mejor preparados para todos ellos.

“Y también sabemos que cada uno de esos eventos no va a venir exactamente en la manera en que nos habíamos preparado.  Necesitamos asegurar que tenemos gente que está bien entrenada, bien equipada, y capaz de reaccionar en una emergencia y lidiar con lo que sea que la naturaleza nos traiga, aún si no lo habíamos predicho.

“De hecho, la ciudad que conocemos hoy existe, creo que es justo decir, solo porque noeyorquinos que nos precedieron respondieron a la tragedia y la adversidad con una visión inspirada y una determinación impresionante.

“Por ejemplo: El Gran Incendio de 1835 destruyó gran parte del Bajo Manhattan, en parte porque el Departamento de Bomberos no tenía acceso a un suministro adecuado de agua.  En respuesta a eso, la Ciudad de Nueva York y el Estado de Nueva York hicieron una represa en el río Croton, en el condado Westchester, y construyeron un extenso sistema de acueducto para lleva agua a la ciudad.  Fue uno de los grandes logros de ingeniería de su época, pero dejó a la ciudad con la capacidad de lidiar con un gran incendio en el futuro.

“Cuando la Gran Borrasca de 1888 paralizó a los trenes elevados de la ciudad, probó ser un catalizador para la creación del más grande sistema de trenes soterrados en el país.

“El Incendio de la fábrica Triangle Shirtwaist en 1911 que mató a 146 empleados de la industria textil fue uno de los accidentes industriales más letales en la historia de Estados Unidos.  En respuesta, líderes de la Ciudad de Nueva York encabezaron la gestión para adoptar nuevos códigos de salud y seguridad en incendios, nuevas restricciones al trabajo de menores, y otras protecciones en los sitios de trabajo que se convirtieron en modelos para la Era Progresista.

“Y después de los ataques terroristas del 11 de Septiembre, desarrollamos la más grande operación antiterrorista de ciudad alguna en el mundo, y esta ciudad está protegida por el Departamento de Policía, y recuperamos al Bajo Manhattan más rápido y más fuerte que cualquiera creyera posible.  Entre el NYPD y el Departamento de Policía de la Autoridad Portuaria, estamos seguros, y eso es algo que muchos otros sitios no pueden decir.

“Después de cada una de esas calamidades, los neoyorquinos reconocieron que la ciudad tenía que sobrevivir y prosperar, y solo vamos a hacer eso si nos adaptamos.  Y en cada caso, los neoyorquinos pusieron a un lado las prácticas políticas usuales y fijaron un nuevo rumbo que redefiniría el futuro de nuestra ciudad.

“Hoy nos unimos con el mismo espíritu, porque, al igual que esas generaciones anteriores, creemos en la promesa de nuestra ciudad.  Creemos que mañana podemos ser mejores que hoy.  Y sabemos que nos corresponde a nosotros hacerlo así.  Y en vez de hablar sobre ello y tener planes que nunca se cumplen, estamos realmente haciendo algo.

“Aun cuando nuestras operaciones de recuperación siguen siendo una prioridad central, ahora tenemos suficiente perspectiva para empezar a estudiar lo que hicimos bien y lo que podemos y debemos hacer mejor la próxima vez.

“En las últimas cinco semanas y media, hemos movilizado las gestiones de socorro más completas por gobierno local alguno en la historia.  Y no puedo decir bastante sobre todos los empleados de la Ciudad, voluntarios e, incidentalmente, miembros de la Guardia Nacional del Estado de Nueva York que han estado trabajando las 24 horas para ayudar a comunidades a limpiar y recuperarse.

“Siempre he dicho que los casi 300,000 empleados de la Ciudad integran la fuerza laboral más talentosa y abnegada en el mundo.  Ciertamente, ellos han mostrado eso en las últimas seis semanas, pero siempre podemos aprender de la experiencia.  Y no se equivoquen al respecto: El Gobierno federal, a través del Departamento de Seguridad Nacional (USDHS, en inglés) y la Agencia federal de Manejo de Emergencias, estuvo presente cuando los necesitamos.  La Fuerza Naval estuvo ahí, el Ejército estuvo ahí, los Infantes de Marina estuvieron ahí, los Guardacostas estuvieron ahí.  Tuvimos ayuda de cada parte del Gobierno federal.  Todo lo que pedimos, ellos lo dieron inmediatamente.  Ahora tenemos que conseguir un poco de dinero de ellos, pero ese es otro asunto.

“Creo que seguramente hemos probado que podemos hacerlo mejor.  Tras el huracán Irene, ampliamos la Zona A para incluir a todos los Rockaways, City Island y Hamilton Beach ― y gracias a Dios, lo hicimos, ya que significó que se les ordenó evacuar, lo cual probablemente salvó vidas.  Pero Sandy surgió más allá de la Zona A― hasta Gerritsen Beach, Howard Beach e East Williamsburg.  Así que ahora tenemos que rexaminar las zonas de evacuación y actualizarlas para reflejar la nueva realidad que enfrentamos.

“También tenemos que examinar cómo podemos rendir servicios sociales aun más rápida y efectivamente, y cuáles pasos necesitan dar los hospitales y centros de cuidado crítico a fin de prepararse mejor para la pérdida de electricidad.  NYU Hospital y nuestra Corporación de Salud y Hospitales (HHC, en ingles), dirigida por Al Avilés, condujo una de las mayores evacuaciones jamás emprendidas  de un centro de cuidado crítico ― sin perder una sola vida en los hospitales de NYU, Bellevue o Coney Island, lo cual, creo, es realmente un testimonio de la dedicación de todos en el personal de los hospitales.  Buscamos los registros y no pudimos realmente hallar otros hospitales de ese tamaño que debieran ser evacuados sin un verdadero daño colateral, sin que hubiera personas lesionadas o algo peor.

“Para ver estos asuntos y muchos otros, esta mañana instruí al vicealcalde Cas Holloway y a la vicealcaldesa Linda Gibbs para que conduzcan una revisión exhaustiva posterior de nuestras medidas de alistamiento y operaciones de recuperación.  Ellos se enfocarán en cómo podemos mejorar la forma en que movilizamos y desplegamos recursos y servicios esenciales antes, durante y después de un gran desastre.  Ellos consultarán extensamente con expertos foráneos y con partes interesadas de las comunidades locales afectadas por la tormenta.  Y me presentarán un informe complete y recomendaciones para finales de febrero, el cual publicaremos después.

“Y, al mirar atrás a las últimas cinco semanas, también empezaremos a mirar hacia delante a los retos de recuperación de más largo plazo que enfrentamos por toda la ciudad, y especialmente en las áreas muy golpeadas.

“Cuando la tormenta finalmente amainó el martes 30 de octubre, fui a Breezy Point.  Realmente fue difícil creer el nivel de destrucción allí ― y verlo fue descorazonador.  Cuando estuve allí, me encontré con el representante federal Bob Turner y su esposa Peggy en el lugar donde menos de 24 horas antes había estado su hogar.  Y estuve con el comisionado de Bomberos Sal Cassano, cuyos bomberos aún estaban realizando misiones de búsqueda y rescate.  Les prometí a ellos y a muchos otros que se habían reunido ese día que atenderíamos de manera especial a aquellos que perdieron sus hogares.

“Desde entonces, hemos estado trabajando con comunidades para asegurar que todo el que necesite una vivienda temporal la consiga, y que todo el que necesite ayuda arreglando su hogar la consiga.  En este momento hay equipos que llamamos de ‘Reparaciones rápidas’ (Rapid Repair, en inglés) compuestos por más de 1,600 trabajadores capacitados de gremios ― arreglando alambrados y otros sistemas para que las familias puedan volver a sus hogares tan rápido como sea posible.

“Si ustedes van e intentan hacerlo por cuenta propia, sencillamente no hay suficientes plomeros, electricistas y carpinteros allá afuera, y ustedes no están seguros de cómo contratarlos y cuál es el precio justo para pagar.  Estamos asumiendo esa responsabilidad.  Tenemos a más de 10,000 personas que se han inscrito para este programa.  Nosotros enviaremos al carpintero, enviaremos al plomero, enviaremos al electricista.  Arreglaremos su cableado, los conectaremos de nuevo a la red de servicio eléctrico, les arreglaremos el agua caliente otra vez, le pondremos calefacción a su casa, y la buena noticia es que la Agencia federal de Manejo de Emergencias ha aceptado pagar por todo.

“Hubo 200 hogares que fueron destruidos o no pueden ser reparados, además de más de 500 hogares adicionales que tienen realmente grandes daños estructurales y necesitan verdaderas reparaciones.  El proceso de reconstrucción será un emprendimiento enorme, y no solo para los dueños de casas, sino para comunidades enteras.

“En las últimas cinco semanas hemos dado algunos pasos importantes para ayudar a comunidades a lidiar con grandes trastornos.  Por ejemplo, creamos un nuevo servicio de ferry desde los Rockaways y la costa sur de Staten Island hasta Manhattan.  Y con la ayuda generosa del sector privado y donantes al Fondo de la Alcaldía para el Avance de la Ciudad de Nueva York (Mayor’s Fund to Advance NYC, en ingles), recaudamos más de $42 millones, pero hemos organizado un paquete de ayuda de $70 millones para pequeños negocios y entidades no lucrativas a fin de ayudarlos a empezar la tarea de recuperación.

“Por medio de este y otros esfuerzos con nuestros colaboradores estatales y federales, hemos ayudado a más de 1,000 pequeños negocios y cientos de organizaciones no lucrativas con subvenciones, préstamos y otro tipo de asistencia.  Y diré que el gobernador Cuomo ha estado con nosotros en cada paso del camino, y no podríamos pedir más ayuda del Estado.

“Pero sabemos que las comunidades más afectadas necesitarán más recursos individualizados y enfocados — tanto a corto como a largo plazo.  Al mismo tiempo, adaptarse al cambio climático es un reto para la ciudad completa, no solo un reto de la costa.  En vista de Sandy, tenemos que rexaminar toda nuestra infraestructura importante y cómo podemos adaptarnos y modernizarla para protegerla.

“Así que en el día de hoy he instruido a alguien que cuenta con amplia experiencia tanto en el desarrollo de infraestructura como en revitalización comunitaria, a Seth Pinsky, presidente de la Corporación de Desarrollo Económico (NYCEDC, en inglés) para que desarrolle planes concretos de recuperación para las comunidades más impactadas por Sandy, al igual que un plan de acción especifico y exhaustivo a fin de preparar a nuestra ciudad para los riesgos climáticos que enfrentamos.  Los vicealcaldes Cas Holloway y Bob Steel supervisarán directamente la labor — y nuestro equipo completo de City Hall, especialmente nuestra Oficina de Planificación y Sustentabilidad a Largo Plazo (Office of Long Term Planning and Sustainability, en inglés) — estará profundamente involucrado.

“Me da gusto decir que, para acompañarnos en esta labor, hemos reclutado a Marc Ricks, un exmiembro de nuestra Administración que ahora trabaja con Goldman Sachs en cuestiones de infraestructura.  Goldman ha acordado dejar que Marc tome licencia para servir a la ciudad una vez más — y quiero agradecer a ambos por asumir este desafío.

“Esta no es una labor que se puede realizar de la noche a la mañana, pero es trabajo que debe de empezar inmediatamente donde la necesidad es mayor.  Así que en cada una de estas áreas severamente afectadas, Seth y nuestro equipo trabajarán con líderes locales para desarrollar e implementar planes exhaustivos de Recuperación y Reconstrucción Comunitaria.

“Los planes cubrirán todo, desde vivienda pública y privada, hospitales y escuelas, hasta transporte y parques, negocios y organizaciones no lucrativas, incluso instituciones culturales como el Acuario de Nueva York.  Para tener éxito, los planes deben incluir el aporte de la gente que vive y trabaja en estas comunidades — y lo harán.  Miembros de la comunidad ayudarán a conformar e implementar cada plan comunitario — y ese será solo el inicio de nuestra labor. 

“El reto más grande que enfrentamos es adaptar nuestra ciudad a riesgos asociados con el cambio climático.  Y asumir ese reto requerirá que demos un salto al futuro.  Pero creo, como Al indicó, que la buena noticia es, comparado con cualquier otra ciudad norteamericana, que tenemos una ventaja inicial en la carrera.

“Desde que Dan Doctoroff y Rit Aggarwala lanzaron PlaNYC en 2007, hemos dado un número de pasos importantes a fin de alistarnos para un incremento en los niveles del mar y la posibilidad de tormentas cada vez más intensas.  Por ejemplo, creamos un plan de infraestructura verde de $2.4 mil millones que usa métodos naturales de captación de aguas pluviales antes de que inunden nuestras comunidades y sobrecarguen nuestro sistema de alcantarillado.  Con el apoyo del Concejo Municipal y Christine Quinn, adoptamos nuevas regulaciones de zonificación que eliminan sanciones por elevar calderas, generadores y otros equipos eléctricos sobre el nivel de suelo.  Estamos restaurando 127 acres de humedales, que son probablemente las mejores barreras naturales que tenemos contra tormentas.  Y hemos ampliado el Cinturón azul (Blue Belt, en inglés) de Staten Island, que es también un sistema de drenaje natural, en unos 325 acres.

“Para los desarrollos grandes en áreas vulnerables, ahora requerimos una evaluación de riesgo climático.  Por ese motivo, a los desarrolladores de Willets Point — y a los que construyen la nueva instalación de reciclaje de Red Hook — se les requiere elevar el desarrollo fuera de la zona de inundación.  Debido a este requisito, el parque que se está construyendo en Governors Island está siendo elevado cuatro pies, y me da gusto decir que no tuvo grandes daños estructurales en la tormenta, ni tampoco el Parque del Puente de Brooklyn, que diseñamos específicamente para soportar fuertes tormentas — y me da gusto decir que lo logró.

“En la mayoría de los casos, el desarrollo de la costa que ha tenido lugar en la última década resistió la tormenta en buena forma, gracias a los estándares medioambientales que adoptamos.  Las nuevas casas en Greenpoint-Williamsburg y Averne-by-the-Sea en los Rockaways sufrieron relativamente pocos daños.  Y al sitio de nuestro desarrollo en Hunters Point South en Queens, el cual está en el río del Este, también le fue bien, a pesar de que hubo grandes inundaciones solo a unas cuantas cuadras de distancia.

“Una de las personas que merece el verdadero reconocimiento por la capacidad de recuperación de nuestros nuevos desarrollos es la persona que, me da mucho gusto decir, el Presidente Obama ha puesto a cargo en la recuperación y reconstrucción de la región: el secretario del Departamento federal de Vivienda, Shaun Donovan.  Shaun, como muchos de ustedes saben, fue nuestro comisionado de Vivienda de 2004 a 2009.  No estuve contento cuando la Administración se lo llevó a Washington, pero por lo menos él puede, una vez más, servir a nuestra ciudad, y será de gran ayuda para nosotros, y para Seth Pinsky y su equipo, mientras proseguimos la labor de incrementar la capacidad de recuperación de nuestra ciudad.

“La Ciudad de Nueva York tiene 520 millas de costas — y es una de las costas más bellas y dinámicas del mundo entero, con las vistas más bellas.  Robert Moses construyó las vías a lo largo de nuestra costa, separándonos de este recurso natural, y hemos trabajado arduamente para tratar de reconectarnos con este maravilloso recurso que tenemos.  Es por eso que la gente ha escogido vivir en la costa por siglos.  Y es por eso que la pregunta que me formulan más seguido tras la tormenta no es sobre el daño causado por Sandy, sino si la gente puede reconstruir sus hogares en sitios como Breezy Point y Midland Beach.

“Permítanme ser claro: No vamos a abandonar las costas.

“No vamos a dejar a los Rockaways o a Coney Island o la Costa sur de Staten Island.  Pero no podemos solo  reconstruir lo que estaba ahí y esperar lo mejor.  Debemos construir de manera más inteligente y más sólida y más sostenible.  Y Seth y su equipo estarán trabajando con todas las agencias de la Ciudad, y muchos expertos foráneos, para determinar exactamente lo que eso significa.

“Por ejemplo: Aunque la Ciudad ya ha ajustado el Código de construcción para fortalecer los estándares de protección contra inundaciones, ahora lo haremos una vez más.  El hecho es que dos tercios de todas las viviendas dañadas por Sandy están fuera de los mapas de inundaciones de la Agencia federal de Manejo de Emergencias que tienen más de 100 años.  Aquí están los mapas existentes de inundaciones de FEMA, de hace 100 años y 500 años, actualizados por última vez en 1983.  Pueden ver la zona de inundaciones de hace 100 años en amarillo, y la zona de inundaciones de hace 500 años extendiéndose hasta afuera en color anaranjado.  Ahora, aquí está lo que el huracán Sandy realmente inundó, en rojo.

“Como pueden ver, el criterio ha cambiado — y así debemos hacer nosotros.  La Agencia federal de Manejo de Emergencias está actualmente en proceso de actualizar sus mapas — y esos mapas nos guiarán en fijar nuevos requisitos de construcción.  Y añadiremos nuevos requisitos estructurales para asegurar que los edificios puedan resistir vientos fuertes y olas que esperamos en un futuro.

“Pero también aseguraremos que nuestras reglas de zonificación no castiguen a los dueños de casas por elevar sus hogares fuera de la zona de inundación.  Existen restricciones de altura en la mayoría de estas áreas para viviendas de una y dos familias, así que trabajaremos con la presidente Christine Quinn y el Concejo Municipal para incrementar la altura en esas restricciones para que la gente pueda elevar sus hogares y aun así reconstruir lo que perdieron.  También trabajamos con el Concejo para permitir que los pequeños negocios ubicados en zonas residenciales reconstruyan — con la condición de que inviertan en medidas que atenúen el riesgo de inundaciones.

“No importa cuánto hagamos para lograr que hogares y negocios sean más resistentes, el hecho es que vivimos al lado del océano, y el océano trae consigo riesgos que simplemente no podemos eliminar.  Durante el mes pasado, ha habido mucha discusión sobre muros de contención marítima.  Sería bonito si pudiésemos impedir la entrada de las mareas, pero el rey Canuto no pudo hacerlo — y nosotros tampoco, especialmente si, como muchos científicos proyectan, los niveles del mar continúan subiendo.  Sin embargo, puede haber ciertas protecciones para la costa que podemos construir que mitigarán el impacto de una marejada — desde bermas y dunas hasta embarcaderos y diques.

“El 23 de octubre, una semana antes de que llegara Sandy, deben ustedes saber que la Oficina de Planificación y Sustentabilidad a Largo Plazo inició una petición formal al Cuerpo de Ingenieros del Ejército a fin de evaluar formas adicionales de reducir el impacto de las tormentas costeras.  Un estudio completo del Cuerpo de Ingenieros tomará de tres a cinco años en ser finalizado — y eso no incluye el análisis de ingeniería requerido, que también puede tomar años.  Y, ya lo he dicho, simplemente no podemos esperar tanto tiempo.  Así que lanzaremos un análisis de ingeniería acelerado de estrategias de protección de la costa para asegurar que persigamos las adecuadas para nuestra ciudad.

“Pero recuerden: no existen panaceas o métodos fáciles.  No importa lo que hagamos, las mareas continuarán viniendo, así que tenemos que hacer a nuestra ciudad más resistente en otras maneras, especialmente cuando se refiere a nuestra infraestructura fundamental.

“Durante el huracán Sandy, todas nuestras redes grandes de infraestructura fallaron, y todas han tomado sencillamente demasiado tiempo en volver a la normalidad.  Nuestro Equipo de Planificación y Sustentabilidad a Largo Plazo ha estado trabajando con muchos de estos operadores de redes para evaluar sus vulnerabilidades.

“Sabemos, por ejemplo, que una porción sustancial de la crucial infraestructura eléctrica de la Ciudad se encuentra en la llanura fluvial de 100 años, así he instruido a Seth para que trabaje con Sergej Mahnovski y nuestro equipo de sustentabilidad para evaluar lo que tomará en hacer que cada red esencial de apoyo a nuestra ciudad sea capaz de resistir un huracán categoría 2 o una ola de calor récord, u otro desastre natural.  Eso incluye nuestra red de transporte, nuestra red eléctrica, nuestra red de gas, nuestra red de telecomunicaciones y nuestra red de hospitales.

“¿Qué es lo que se necesitará para asegurar que aun si llega un huracán categoría 2 o una ola de calor récord ― ¿Qué es lo que cada una de estas redes necesita para continuar en operación?  ¿Cuánto costará?  Y, ¿qué estándares deberán ser fijados para traer a las redes de vuelta rápidamente para que los residentes y negocios tengan expectativas razonables sobre cuánto tiempo estarán fuera de servicio?  Además, ¿cómo podemos asegurar continuidad de las operaciones, no solo de nuestra infraestructura crítica, sino también de las industrias esenciales?

“Muchos negocios — incluyendo la Bolsa de Valores de Nueva York — permanecieron cerrados por varios días debido a que no hubo suficientes personas que pudieran llegar a su sitio de trabajo.  Para ser justos, la Bolsa de Valores de Nueva York tenía generadores, era perfectamente capaz de abrir sus puertas, pero no puede abrir sin personal.  En un mundo inalámbrico, tenemos que hacer un mejor trabajo, no solo en el mantenimiento de nuestras redes en funcionamiento, sino manteniendo a nuestros mercados y negocios abiertos, pase lo que pase.

“Muchas de nuestras redes de infraestructura, como ustedes saben, son administradas por compañías privadas — y el público tiene el derecho de establecer puntos de referencia claros para su desempeño durante un desastre.  Por eso hemos contactado a los ejecutivos principales de Con Ed, National Grid, Verizon, AT&T, Time Warner, Hess y otros y les hemos pedido trabajar con nosotros en este esfuerzo.  Todos han prometido su apoyo incondicional.

“De hecho, desde el 2008, todos han estado trabajando con el Equipo de trabajo para la Adaptación al Clima (Climate Adaptation Task Force, en inglés) que formamos para encontrar maneras de fortalecer nuestra infraestructura crítica.  Pero recordemos que tendremos que decidir cómo asignar recursos monetarios escasos.

“Con fondos ilimitados, uno puede realmente construir un avión imposible de estrellarse — lamentablemente, sería demasiado pesado para elevarlo, y sería demasiado caro de realizar.  Tenemos que vivir en un mundo real — y tomar decisiones difíciles en base a los costos y beneficios de inversiones para evitan riesgos.  Decir que vamos a gastar lo que sea que se necesite no es realista,

“A medida que se inicia este trabajo de planificación, también tendremos que identificar pasos a dar de inmediato.  Por ejemplo: Con Ed reconoce que, para resistir un huracán categoría 2, necesita fortalecer significativamente sus sistemas de electricidad, gas y vapor.  Y para hacer eso, hoy me da gusto anunciar que Con Ed se ha comprometido a proceder en los siguientes meses con una inversión inicial de $250 millones.  Quería, sí, agradecer al ejecutivo principal de Con Ed, Kevin Burke, por unirse a nosotros en este esfuerzo y por su liderazgo durante estas últimas seis semanas, y también por todo el trabajo que Con Ed ha realizado durante el último par de años.  Hace dos o tres años, o hace tres o cuatro años, tuvimos grandes apagones y caídas de electricidad cuando hacía mucho calor en la ciudad.  Acabamos de tener un verano con temperaturas récord y casi no tuvimos apagones, así que mucho de su trabajo, mucho de su inversión, está dando frutos, y es exactamente el tipo de cosas que necesitamos que hagan todas las empresas de servicios públicos.

“También trabajaremos para modernizar nuestra infraestructura de energía, incentivando a grandes edificios y hospitales a invertir en sistemas de cogeneración — los cuales les permiten generar su propia calefacción y electricidad.  Eso ha funcionado en gran medida.  Trabajaremos con el gobernador Cuomo para explorar cómo podemos acelerar las inversiones en tecnologías de distribución de energía, microredes, almacenamiento de energía y redes inteligentes.  Y para fortalecer nuestra infraestructura de comunicaciones, exploraremos cómo aprovechar los camiones de telecomunicaciones móviles.

“En una era de fibra óptica, no podemos depender tanto del cableado de cobre tradicional.  Creo que Verizon aprendió esa lección durante Sandy, huracán que eliminó el funcionamiento de 95 por ciento de su red de cobre en el Downtown de Manhattan.  Ahora están reconstruyendo de una manera mejor y más inteligente con fibra, pero una restauración completa tomará meses.

“Tuve una conversación anoche con Lowell McAdam, ejecutivo principal de Verizon.  Su programa de trabajo en este momento indica que las noches del Bajo Manhattan volverán a la normalidad hasta en mayo, e indiqué que eso simplemente no es aceptable.  Y juntos hemos elaborado un plan donde la Ciudad puede ayudarles a obtener acceso a edificios y otras cosas en las cuales uno no pensaría para que Verizon pueda acelerar eso.  Se espera que los edificios del Downtown que perdieron la electricidad y calefacción vuelvan a un funcionamiento normal a finales de mes, pero no pueden ser habitados a menos de que tengamos servicio telefónico, y esa será nuestra prioridad número uno para el Downtown.

“Aun hoy, cinco semanas después de la tormenta, hay simplemente demasiadas personas que no pueden volver a trabajar aquí.  No queremos que se muden a otro sitio y necesitan ganarse la vida, y necesitamos sus servicios.  Y un número creciente de neoyorquinos, como todos sabemos, dependemos hoy de redes inalámbricas y estamos abandonando los teléfonos de línea baja.  No podemos, en el futuro, tener torres celulares que tienen solo ocho horas de electricidad en baterías de reserva.  Eso simplemente no es aceptable en el mundo en que vivimos hoy.  El teléfono es nuestra línea de salvamento, es una línea de salvamento no solo para negocios, sino también para nuestra propia seguridad física.  Tiene que continuar funcionando.

“Asumiremos todos estos esfuerzos, pero también tenemos que ser conscientes de no luchar la última guerra y perder la nueva que está frente a nosotros.

“Es posible que un récord de lluvias en nuestra cuenca fluvial en los últimos tres veranos les suene bien a ustedes que están preocupados porque nuestros depósitos estén llenos, pero como las lluvias fueron tan fuertes, grandes porciones de nuestro abastecimiento de agua estuvieron fuera de funcionamiento durante meses a la vez.  Ustedes no se dieron cuenta porque esta ciudad ha invertido una enorme cantidad de dinero en muchas administraciones para comprar terrenos alrededor de los depósitos y en nuevos depósitos, y dinero en las tuberías, los acueductos que traen el agua a nosotros.  Pudimos mantener el servicio sin interrupciones, pero hay un límite de cuánto podemos hacer.

“2011 fue un año récord de calor y que condujo al mayor consumo de electricidad en nuestra ciudad.  Como dije antes, la red eléctrica se mantuvo funcionando, pero se requirieron reducciones masivas de voltaje en toda nuestra red eléctrica para mantener las luces encendidas.  También podríamos fácilmente ver situaciones de menos lluvias que conduzcan a una sequía.

“Así que la labor que realizaremos para preparar a nuestra ciudad para todo tipo de clima extremo solo se está iniciando — y no son solo las tormentas.

“No hay que creer en el cambio del clima para entender que los daños resultantes de un clima extremo ya están aquí.  Y el riesgo de que el cambio climático esté conduciendo estos patrones de clima extremo debe obligarnos a actuar — tanto para prevenir el cambio de clima como para preparase para el mismo.

“Aquí está un ejemplo de esos tejados frescos que Al y yo creamos.  Al, te ves muy bien ahí.  No creo que me cayó pintura en mis zapatos.  Estaba un poco preocupado por ello.  Tuvimos a voluntarios pintando tejados, y después otras personas leen sobre esto y van y lo hacen por su cuenta porque les interesa.

“Los neoyorquinos nunca han sido tímidos sobre asumir grandes retos — y tomar nuestro destino en nuestras propias manos.  Confío plenamente en que tendremos éxito enfrentando este reto directamente — como lo hemos hecho muchas veces antes.  No hay tormenta, incendio, acto terrorista alguno que pueda destruir el espíritu de nuestra ciudad o impedir que veamos hacia delante imaginando un mejor mañana y después haciéndolo realidad.  El futuro está en nuestras manos, y confío 100 por ciento en que está en buenas manos y que lo realizaremos.

“Muchas gracias a todos, y Al, gracias”.







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Marc La Vorgna / Lauren Passalacqua   (212) 788-2958



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