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PR- 185-11
1 de junio de 2011

EL ALCALDE BLOOMBERG ANUNCIA NUEVA SOCIEDAD CON EL BANCO MUNDIAL QUE DARÁ APOYO FINANCIERO A LAS CIUDADES DEL C40

A continuación se presenta el texto preparado del alcalde Michael R. Bloomberg, en un discurso pronunciado hoy en el hotel Sheraton Sao Paulo WTC en Sao Paulo, Brasil.

“Gracias — obrigado — Gilberto.  Y bom dia a todos.  Gente de cada rincón del planeta están en esta cumbre.  Pero la hospitalidad de fama mundial de nuestros anfitriones brasileños hace que todos nos sintamos paulistas.  Quién sabe, probablemente todos estaremos bailando samba antes de que termine la semana.  Y por supuesto, todos queremos regresar para la Copa Mundial en tres años.  Mi período como alcalde habrá terminado; tendré mucho tiempo en mis manos.  Es posible que me quede para ver toda la Copa.

“Esta es realmente una de las grandes ciudades del mundo.  Y la historia de Sao Paulo es, en muchos aspectos, similar a la de mi propia ciudad de Nueva York.  Ambas ciudades empezaron como pequeños puestos de frontera coloniales en el Nuevo Mundo.  Al igual que Sao Paulo, Nueva York ha sido a través de los siglos un imán que atrae a inmigrantes del mundo entero.  En la actualidad, tanto Sao Paulo como Nueva York son conocidas como ‘la ciudad que nunca duerme’.

“Con todo el trabajo que tenemos frente a nosotros, para el final de la semana es posible que todos sintamos como si nunca hubiésemos dormido.  E inclusive, el vecindario donde está este hotel es llamado ‘Nuevo Brooklin’.  Todo esto me hace sentir justo en casa.  Donde está la mejor tienda de bagels?

“Pero, a pesar de todas esas similitudes, también  está esta diferencia muy significativa entre nuestras ciudades.  Se necesitaron largos siglos para que Nueva York surgiera como la gran metrópolis en que se ha convertido hoy.  El crecimiento de Sao Paulo, por otro lado, ha sido mucho más explosivo.  Hace solo 100 años, esta ciudad, que ahora es el hogar de más 11 millones de personas, tenía una población de menos de un millón de habitantes.

“Todos sentimos que la historia se está acelerando.  Lo que una vez fueron procesos lentos de evolución social están dando paso a revoluciones rápidas en casi todas las áreas de la vida humana.  En ningún lugar es esto más cierto que aquí en Sao Paulo, y en otras ciudades del mundo entero — ciudades donde, debido a su intenso crecimiento, ahora viven más de la mitad de los habitantes de la Tierra.

“Consideren esto: Hace tan pocos años como 1950, solo una de las áreas metropolitanas del mundo — la de mi propia Nueva York — tenía un población de más de 10 millones de habitantes.  Hoy existen 26 megaciudades de este tipo, 14 de ellas en Asia.  Y para el año 2025, habrá 17 ciudades con 10 millones de habitantes solamente en la India y China.

“Esta extraordinaria urbanización en Asia, y en naciones en desarrollo en otras partes, es una dramática agitación demográfica con profundas implicaciones para el medioambiente que habitamos hoy y que legaremos a nuestros hijos.  La intensa combustión de combustibles fósiles en las ciudades del mundo — donde se produce 70 por ciento de las emisiones de gases invernadero en el mundo — no solo contribuye al cambio climático, sino que también obstruye las calles, contamina el aire y acorta las vidas de sus millones de residentes.  La forma como los alcaldes respondamos a estos desafíos determinará en gran medida el destino del mundo entero, ahora y en las décadas por venir.

“Eso nos trae al propósito esencial de esta cumbre bianual.  Debido a nuestras experiencias compartidas conduciendo a las grandes ciudades del mundo, y a que, más que nadie más, entendemos la urgencia de los retos que ahora enfrentamos, nadie puede hacer más para producir buenos resultados para el mundo que nosotros, los alcaldes de grandes ciudades.

“La historia nos llama ahora a ese deber — y debemos contestar su llamado.  Ese sentido de gran responsabilidad, y también de inmensas posibilidades, debe orientar nuestro trabajo aquí en Sao Paulo.

“En las ciudades donde vivimos, hemos asumido claramente el reto.  Cada uno de nosotros ya ha tomado acciones firmes y de gran previsión para hacer a nuestras ciudades más sanas, menos congestionadas, con mayor eficiencia energética y más responsables con el medio ambiente.  Nuestros ciudadanos ya están cosechando los beneficios de un aire más limpio, costos de energía más bajos y vidas más sanas y prolongadas.

“Pero el paso de la urbanización se está acelerando drásticamente en todo el planeta.  Y nuestra respuesta debe hacerse igual de rápida y global.  Podemos y debemos trabajar unidos, colaborar más estrecha y productivamente.  En el proceso, confío en que haremos del C40 la organización principal y más indispensable para el cambio climático en el mundo.

“El C40 ya es ampliamente reconocido por nuestra efectividad.  Eso es un homenaje a los logros de nuestras ciudades asociadas, a la destreza y el trabajo duro de su abnegado personal, y a la visión de un hombre que ha jugado un rol significativo en el surgimiento del C40, y a quien oiremos esta mañana: el ex presidente de los Estados Unidos Bill Clinton.

“Por más de cinco años, el C40 se ha beneficiado en gran medida de una colaboración cercana con un gran proyecto de la Fundación Clinton, la Iniciativa Clinton para el Clima.  Ahora hemos profundizado y fortalecido esa colaboración.  Hoy la Iniciativa y el C40 están integradas bajo una administración central unificada que reporta al comité de dirección del C40.  Este es el próximo paso lógico en la realización de la misión crítica que comparten la Iniciativa Clinton (CCI, en inglés) y el C40, y dará al C40 una mayor capacidad organizativa para abordar los retos que enfrentamos.

“Esos retos están creciendo en alcance y aumentando su urgencia.  Y es la razón por la que, desde el año pasado, cuando el comité de dirección nos designó en la presidencia del C40, que nos hemos involucrado en conversaciones de amplio rango con ciudades miembros acerca del futuro de la organización.  El mensaje general que hemos oído es que debemos enfocar nuestro trabajo más rigurosamente, y con más cooperación, que nunca antes.

“Ese mensaje es la base de la estrategia organizativa de dos años, aprobada por el comité de dirección del C40, que presentamos en nuestro encuentro en Hong Kong el pasado mes de noviembre.  Sus puntos principales son: fortalecer la capacidad organizativa del C40 y su capacidad para trabajar con otras organizaciones internacionales; reorganizar sus programas en redes de ciudades; asegurar que los directores municipales tienen el apoyo pleno de y están integrados a la labora del C40; hacer del C40 un líder más visible y efectivo en la sustentabilidad urbana; y ampliar la membresía del C40 para reflejar mejor no solo a las grandes ciudades del mundo de hoy, sino a las que serán las grandes ciudades del mañana.

“Cómo hemos puesto esa estrategia en movimiento, y los beneficios inmediatos que resultarán de colaboraciones nuevas y muy significativas con otras grandes organizaciones mundiales que estamos a punto de anunciar — ese es el foco de nuestro plenario de hoy.  Permítanme resumir hacia dónde nos encaminamos hoy.

“Nuestra estrategia para el futuro empieza consiguiendo una mejor comprensión de dónde, en realidad, estamos hoy.  En salud pública, eso se llama ‘establecer una data base de referencia’.  Es una práctica que también amerita ser empleada en nuestro trabajo.  Debido a que, aunque muchos estudios académicos han calificado a las ciudades del mundo en base al tamaño de nuestras huellas de carbono, nadie ha realizado una evaluación sistemática de lo que estamos haciendo, o podemos hacer, para mejorar nuestro perfil ecológico.

“O sea, nadie hasta ahora.  Ante nuestra solicitud, en los últimos meses, la firma global de consultores independientes Arup ha trabajado con ciudades del C40 en una revisión completa de este tipo.  Fue un proceso que empezó preguntando a las ciudades: ¿Qué han hecho ustedes en cuanto al cambio climático en los últimos cinco años, desde que fue fundado el C40? ¿Qué están haciendo ahora mismo? Y, muy importante, ¿qué poderes gubernamentales tienen ustedes en áreas esenciales que afectan al clima en las ciudades?

“Ayer publicamos los resultados en nuestro informe de Acciones para el Clima en Megaciudades.  Dos lecciones básicas saltan de las páginas de este estudio, el primero de su tipo.

“Primero, ya hemos hecho una cantidad impresionante.  Encontramos que las ciudades del C40 han implementado más de 4,700 políticas y procedimientos relacionados con el cambio climático, y otras 1,500 más o menos que se están implementando ahora.  Algunas acciones son bastante completas.  Muchas otras parecen ser más modestas, a pesar de que, como alcaldes, todos reconocemos que las grandes victorias casi siempre resultan de muchos pasos pequeños.  Todos ellas demuestran el poderoso impacto que ya ha tenido el C40.

“Segundo, también encontramos que hay mucho más que podemos hacer, especialmente donde, como alcaldes, ejercemos más poder: en el transporte, la administración de residuos sólidos, y la autoridad sobre nuestros edificios públicos y privados en nuestras ciudades.

“De hecho, lo que este estudio nos da es una manera sistemática de pensar sobre dónde y cómo nuestros esfuerzos de cooperación pueden hacer el mayor bien.  En Hong Kong, dijimos que justamente estas colaboraciones estratégicas serían una gran prioridad en los siguientes dos años.  Ahora, tenemos una guía para hacer que se lleven a cabo.

“Al mismo tiempo, necesitamos aplicar nuevos niveles de rigor y uniformidad para medir cómo las ciudades producen, o limitan, las emisiones de gases invernadero.  Ustedes saben, como tuve una larga carrera en negocios, la gente me pide seguido que describa la diferencia entre la administración en el sector público y el privado.  Y les digo, en los negocios el perro se come al perro.  Pero en el gobierno, es justo al revés.  Esperaré que los traductores descifren esa.

“De hecho, tanto en el gobierno como en los negocios, una cosa es fundamental: si no se puede medir, no se puede manejar.  Y hasta hoy en día, ni las ciudades del C40 — ni nadie más — ha impuesto un estándar métrico que indique cómo las ciudades producen gases invernadero, o cómo mitigamos sus efectos.  Necesitamos una mejor manera de medir para así poder administrar mejor.

“Esta es la razón por la que buscamos la ayuda de Carbon Disclosure Project, una organización sin fines de lucro que es líder global en el reporte del cambio climático para los sectores público y privado.  Sus hallazgos — el resultado de una labor exhaustiva con las ciudades del C40, y los cuales también publicamos ayer — no solo muestran el alto nivel de seriedad con el que nuestras ciudades tratan el cambio climático, sino que también y por primera vez presentan sistemáticamente cómo medimos nuestras huellas de carbono, y también cómo estamos trabajando para reducirlas.

“Ahora, acabo de pasar un buen rato hablando sobre la medición y el manejo de datos.  La razón de eso es muy sencilla.  Cuando se trata de las graves cuestiones ambientales que enfrentamos, los riesgos son simplemente demasiado altos para permitir que la confusión sobre los hechos opaque o impida nuestras respuestas.  Así que la mayor claridad y precisión que ahora estamos aportando a la medición de nuestra labor mejorará, a su vez, en gran medida la administración que damos a esa labor.

“Y ahora tengo el placer de anunciar los primeros frutos de ese esfuerzo — los primeros beneficios directos y tangibles a las ciudades del C40, especialmente en ciudades de países en vías de desarrollo.  Esos beneficios son técnicos y financieros.

“Hoy en día, existe un creciente interés en — y también más capital disponible para — la inversión en proyectos ‘verdes’ en las ciudades del mundo.  Pero antes de que pueda tener lugar, habrá que superar un número importante de obstáculos.  Demasiado seguido, el trajín diario del gobierno impide que las ciudades desarrollen la habilidad técnica requerida para solicitar y administrar complejas subvenciones para el cambio climático.  Y ya que hasta este momento se ha presenciado una falta de claridad y uniformidad en cómo las ciudades miden el alcance de los problemas que enfrentamos, y justificadamente, los inversionistas han carecido de la confianza que necesitan para comprometer grandes capitales.

“Hoy, estamos dando un paso gigantesco hacia la solución de esos problemas.  Y estamos haciendo eso en sociedad con una organización global de recursos y pericia sin par, una sociedad que trae consigo pasión y profesionalismo para elevar el estándar de vivienda en todos los países en vías de desarrollo de la Tierra: el Banco Mundial.

“Hoy, nos honra contar con la presencia de Robert Zoellick, el presidente del Banco Mundial.  Estoy por invitarlo a que describa con mayor detalle su nueva colaboración junto con el C40.  Después firmaremos un convenio lanzando esta colaboración.

“En este momento, permítanme simplemente decir esto.  Esta nueva colaboración crea una increíble oportunidad para que las ciudades del C40 obtengan mucho más apoyo técnico y financiero de todas las divisiones públicas y privadas del Banco Mundial.  Esto también hará mucho para que aprovechemos el capital privado, y es posible gracias al compromiso del C40 de estandarizar como reportamos sobre los planes del cambio climático en nuestras ciudades.

“Para asegurar eso, estamos creando un nuevo formato para rendir cuentas sobre nuestros esfuerzos.  Este ha sido desarrollado en cooperación con el Banco Mundial y otras entidades, incluyendo nuestros colaboradores en la representación de las ciudades del mundo: Gobiernos locales por la sostenibilidad (Local Governments for Sustainability o ICLEI, en inglés).

“Nuestra nueva colaboración con el Banco Mundial también es histórica por otra razón.  Es un reconocimiento histórico del liderazgo que las grandes ciudades mundiales están tomando para abordar los retos del cambio climático.

“Es ideal que este tipo de reconocimiento llegue aquí, en Brasil, ya que fue hace 19 años este mes que los representantes de más de 170 países se reunieron en la conferencia vanguardista sobre la Tierra de Naciones Unidas en otra gran ciudad brasileña, Río de Janeiro.  Esa reunión hizo destacar ante el mundo entero la necesidad de una acción coordinada para limpiar nuestro aire y nuestra agua, reducir la congestión en ciudades y reducir la emisión de gases invernadero.

“Desde entonces, ha habido, lamentablemente, desvíos y demoras en la realización de esas metas.  El progreso no se ha logrado tan rápido como se esperaba.  No obstante, el clamor de acciones que se hizo en Río continúa aún en las calles de nuestras propias ciudades, y en ciudades alrededor del mundo.  Aún si las acciones a nivel nacional e internacional han decaído, las ciudades del mundo han seguido adelante.  La razón de esto está clara: como alcaldes — los grandes pragmáticos en la escena mundial — no podemos darnos el lujo de simplemente hablar sobre un cambio y no realizarlo.

“Mi predecesor como presidente del C40, el ex alcalde de Toronto, David Miller, lo ha dicho bien: ‘Las naciones hablan; las ciudades actúan’.  Hoy, representando a las grandes ciudades del mundo, estamos ampliando el alcance y acelerando el paso de nuestra acción.

“Nuestro nuevo acuerdo con el Banco Mundial es clave para ese esfuerzo.  También es representativo de la energía y la visión que Robert Zoellick ha traído al cumplimiento de la misión del Banco Mundial: construir un mejor mundo por medio de un desarrollo económico internacional basado en la cooperación.

“Sin más preámbulos, les pido que den la bienvenida al presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick”.

(El presidente del Banco Mundial Robert Zoellick habla, y a continuación lo hace el alcalde Bloomberg, cuyas palabras se incluyen a continuación).

“Gracias, Bob.  Con esta nueva colaboración, el C40 y el Banco Mundial traerán, tengo la confianza, una nueva esperanza a gente en todo el mundo — especialmente a los habitantes más nuevos y con frecuencia los más pobres de las ciudades en el mundo entero, quienes sufrirán las consecuencias más graves si no actuamos.

“Ahora tengo el privilegio pasar el micrófono a alguien que sabe bastante sobre el tema de la esperanza.  Esperanza es, curiosamente, el nombre del pueblo donde nació [Hope, en inglés].  Y hoy, los programas de su fundación están aportando más esperanza y oportunidad a personas en todo el mundo.  Él ha sido un activista en el cambio del clima durante muchos años.  De hecho, cuando fue gobernador de Arkansas, algunos de sus constituyentes encontraron que su entusiasmo para el desarrollo de combustible alternativo era un poco, digamos, excéntrico.  Pero tenía razón.  Y la tiene hoy.  Y por eso, es un placer presentarles al Presidente Bill Clinton”.







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