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PR- 501-10
8 de diciembre de 2010

EL ALCALDE BLOOMBERG EXPONE SEIS ESTRATEGIAS CRUCIALES PARA ENFRENTAR EL DESEMPLEO, IMPULSAR LA CREACIÓN DE PUESTOS DE TRABAJO Y TRAER CRECIMIENTO ECONÓMICO A LARGO PLAZO

A continuación se presenta el texto preparado para el discurso del alcalde Michael R. Bloomberg en un desayuno en el Navy Yard de Brooklyn, patrocinado por la organización Association for a Better New York y la Cámara de Comercio de Brooklyn

“Gracias, Bill, por esas amables palabras — es un placer dar la bienvenida a todos en el Brooklyn Navy Yard, que se ha convertido en uno de los más exitosos distritos de manufactura urbana del sector privado en el país.

“Este es el lugar donde Estados Unidos construyó navíos de guerra — el Maine, el Arizona, el Missouri.  Y ahora, las compañías privadas que ustedes ven afuera de estas ventanas hace de todo, desde los chalecos de kevlar que visten las fuerzas especiales del Ejército de los Estados Unidos hasta el [edulcorante] Sweet and Low que ustedes acaban de poner en sus cafés.

“Nos encontramos aquí esta mañana para hablar sobre el más apremiante e inmediato reto que enfrenta nuestro país: ayudar a más gente a volver a trabajar.  La recesión nacional que empezó en 2008 golpeó duramente a Nueva York — como a todos los demás lugares.  Y hoy, muchos neoyorquinos aún están sintiendo el dolor.

“Sin embargo, en los últimos 12 meses, la Ciudad de Nueva York ha estado encabezando a la nación en crecimiento del empleo en el sector privado.  De hecho, nuestra economía ha crecido dos veces más rápido que la del país — y ocho veces más rápido que el resto del estado.  Nuestra economía ha crecido más rápido que la de cualquier otra ciudad grande en el país — y nada de ese crecimiento ha venido de Wall Street.  Desde el pasado mes de octubre, hemos añadido 55,000 empleos en el sector privado — en industrias con salarios promedio de $35,000 a $92,000.  Estos son empleos de clase media — en contabilidad, ingeniería, publicidad, cuidado de salud, comercio, turismo — incluso en construcción.  Aquí en el Navy Yard, hemos añadido 2,300 empleos en los últimos ocho años, y estamos prestos a agregar 3,100 más durante los próximos tres.

“Las políticas económicas que hemos perseguido para impulsar este crecimiento no han sido ni de izquierda ni de derecha, liberales o conservadoras.  A pesar de lo que creen los ideólogos de la izquierda, el gobierno non puede gravar y gastas para volver a la prosperidad, especialmente cuando ese gasto es impulsado por políticas de clientelismo.  Los gastos federales para estimular la economía tuvieron un efecto positivo temporal — pero hace dos años que pasamos el derrumbe económico de 2008, y el desempleo es aún demasiado alto, la economía subyacente es aún demasiado débil, y el déficit federal aún está creciendo demasiada rapido.

“Al mismo tiempo, a pesar de lo que creen los ideólogos en la derecha, el gobierno no debe cruzarse de brazos esperando que el ciclo de los negocios prosiga su curso natural.  Eso sería intolerable, dado el enorme desempleo que enfrentamos, y las cada vez peores posibilidades de empleo para las 15 millones de personas que están intentando conseguir trabajo.

“El gobierno no es un testigo inocente en el mercado, y no debe pretender serlo.  En vista de la debilidad económica actual, el gobierno debe actuar decisiva, resposable e inmediatamente.

“Para que continuemos nuestro crecimiento en la Ciudad de Nueva York, necesitamos que nuestros gobiernos federal y estatal mapeen un camino intermedio — entre un gobierno que se lavaría las manos con el problema, y uno que busque suplantar al sector privado, entre un gobierno que se cruce de brazos o uno que tome el control del juego.

“Esto no es para decir que deberíamos intentar repartir la diferencia entre las posiciones demócratas y republicanas — eso es pensar demasiado estrechamente.  Aunque es cierto que no hay soluciones sencillas a problemas complejos, afortunadamente hay soluciones que nos pueden sacar de esta confusión, que pueden ser acogidas por todos en el escenario político, y pueden empezar a llevarnos en la vía hacia una recuperación sostenible de largo plazo.

“Soluciones de sentido común que van al grano y son relativamente libres de costos: cosas que podemos hacer juntos para poner a la gente en nóminas privadas e impulsar inversiones nuevas; cosas que incrementan las oportunidades personales, en vez de la dependencia en los rescates que pagan los contribuyentes y regalos de los contribuyentes; cosas que impulsan el emprendimiento y atraen talentos y capitales globales.

“Al dar estos pasos, podemos hacer una labor mucho más eficaz desatando la más poderosa fuerza del capitalismo — la innovación.  A menos que innovemos, no podemos esperar el tener éxito.  Y si innovamos, no hay manera en que podamos fracasar.

“Los obstáculos acuales en el camino de la innovación y la creación de empleos son mucho más políticos que económicos.  Necesitamos cambio, y aún no se ha visto si las recientes elecciones serán una cura para los problemas económicos del país — o solo otro síntoma de nuestra política disfuncional.

“Lo que está claro es, sin embargo, que el país está cada vez más frustrado con la incapacidad del gobierno para mantener a la nación próspera y justa, y cada vez más escéptico de que los empleos que necesitamos vendrán pronto.  A medida que las familias luchan para sobrevivir, han visto poco más que atascos partidistas, complacencia política y tráfico de influencia legislativa.  Acusaciones, juegos de acusaciones mutuas, y ataques incesantes.  En forma sencilla: cuando se trata de crear empleos, el gobierno no ha hecho el trabajo.  El asunto central definitorio del día es el empleo, y es en lo que debe enfocarse el gobierno en todos los niveles.  Washington y Albany no están trabajando y, como resultado, demasiados ciudadanos no tienen trabajo, ahorros o paciencia.

“El mes pasado, los votantes se volvieron en contra de los demócratas en Washington por el mismo motivo por el que se volvieron en contra de los republicanos en 2006.  Los demócratas hoy, y los republicanos ayer, gastaron más tiempo y energías en guerras partidistas que forjando soluciones centristas a nuestros problemas económicos más difíciles.  Esta abdicación de responsabilidad tiene muchas causas, incluyendo las primarias de los partidos que se realizan en distritos divididos en forma manipulativas donde los moderados son superados en cantidad y los  independientes son a menudo excluidos.  Los escritores de blogs y comentaristas partidarios alimentan un ciclo de noticias de 24 horas que valora el conflicto más que el consenso, recompensando a la gente en los extremos que vociferan más alto.

“¿El resultado?  Ambos partidos siguen el estado de ánimo del momento — en vez de dirigir desde el frente.  Los partidos incitan la ira en vez de abordarla — por sus propios intereses partidistas.  Le hablan al mundo sobre cada problema real o imaginario en el país — y no hablan de lo que está bien en el país.  Especialmente en estos tiempos difíciles, necesitamos que nuestros líderes inspiren a todo el país — no que critiquen a la mitad del mismo.

“Es hora de dar un paso hacia atrás y preguntarnos: ¿cuando se convirtió el éxito en una palabra mala en Estados Unidos?  ¿Cuándo se convirtió la cooperación en el gobierno en traición?  La nueva ‘politíca de siempre’ burlarse de nuestra democracia — y hacer un desorden con nuestro país.  Tenemos que detenerlo — porque estamos pagando un precio alto.  De hecho, ahora mismo, estamos cayendo por detrás del mundo en educación, tecnología, oportunidad económica — incluso en expectativa de vida.

“Esto no puede seguir.  Debemos trabajar juntos, y enfocarnos en lo que es importante para el país — y luego arremangarnos las camisas y arreglar las cosas que necesiten arreglarse.  Esta es la nación más grandiosa en la tierra — la Ciudad Resplandeciente en la Colina, como la llamó Ronald Reagan.  Y creo, como dijo Bill Clinton, que no hay nada malo con Estados Unidos que no pueda ser curado con lo que está bien con el país.

“Nuestra libertad, nuestra ingeniosidad, nuestra ética de trabajo, nuestra creatividad, nuestra apertura a nuestras ideas y nueva gente, nuestra creencia en un mañana mejor — estas son las cualidades que nos han permitido confrontar y superar los desafíos más difíciles.  Y esas son las cualidades que los funcionarios electos en los niveles local, estatal y federal debemos trabajar para liberar ahora mismo.  Para hacerlo, necesitamos cambiar el rumbo.  Necesitamos que los que están en el gobierno dejen la demagogiay empiecen a cumplir.

“La sabiduría convencional de que los dos partidos tienen creencias diametralmente opuestas sobre cómo promover el crecimiento económico es simplemente falsa.  Es muy alentador que la Casa Blanca y líderes congresuales republicanos hayan alcanzado un acuerdo de compromiso para extender los recortes impositivos y beneficios de desempleo — y es prueba de que el bipartidismo realmente es posible en Washington.  Pero esto no puede ser el final del bipartidismo — debe ser el comienzo.  Recortar impuestos es bastante fácil — recortar el déficit es otra historia.  La Comisión para la Reducción del Déficit (Deficit Reduction Commission, en inglés) ofreció un buen comienzo, pero es desalentador que el Congreso esté escogiendo no debatir sus recomendaciones.  No podemos costear el seguir posponiendo estas decisiones difíciles.  Necesitamos más que una comisión, y más que falta total de convicción.  Necitamos resultados.  Y no el año entrante o el próximo después  — sino ahora.

“Forjar acuerdos bipartidistas relacionados con asuntos económicos no es fácil, pero creo que existen puntos comunes, no solo en cuanto al alivio fiscal, y no solo en cuanto a la reducción del déficit, sino en muchas otras áreas que impulsan la creación de empleos.  En el centro de esos puntos comunes está una idea que tiene el potencial de encender los motores de nuestra economía al dar chispa a la poderosa fuerza económica que mencioné al principio: la innovación.

“Durante toda la historia de Estados Uniidos, las innovaciones combinadas con la inversión gubernamental han creado cambios estructurales fundamentales y duraderos para la economía que impulsaron nuevas inversiones en el sector privado, nuevos empleos y nueva prosperidad para el país.  Por ejemplo, tras el pánico financiero de 1819, fue el gobernador de Nueva York, DeWitt Clinton, quien construyó el canal Erie — anunciando una nueva era de desarrollo y crecimiento hacia el oeste.  En la década de 1860, con la Guerra Civil partiendo al país en dos, el ferrocarril transcontinental de Lincoln sentó las bases para que Estados Unidos cumpliera su destino manifesto, abriendo nuevos mercados y permitiendo al sector privado innovaciones — en industrias tales como el acero y el petróleo — a fin de impulsar una nueva era de crecimiento nacional.  Cuando el país estaba aparentemente cerca del colapso en 1907, no pasó mucho tiempo antes de que gente como Henry Ford revolucionara la producción en masa que anunció una nueva era de crecimiento industrial, con el gobierno construyendo nuevos caminos, puentes y túneles para apoyarlo.

“El Nuevo Trato del Presidente Roosevelt ayudó a mitigar la Gran Depresión.  Pero fue el período que siguió a la Segunda Guerra Mundial — que vió el desarrollo de nuevas industrias tales como la tecnología de la aviación y la energía nuclear — el que dio nacimiento a la economía moderna.  Cuando la Ley federal para el reajuste de hombres en servicio (G.I. Bill of Rights, en inglés) abrió las universidades a la clase obrera por primera vez en la historia, ‘La Generación Más Grande’ — usando la infraestructura creada por Franklin Delano Roosevelt, Truman y Eisenhower — construyó la economía más fuerte y más avanzada que el mundo jamás haya conocido.  Entonces, cuando la recesión vino a finales de los años ’70 y principios de los ’80, salimos de ella con la ayuda de tecnologías — como los microchips y láser — que dieron origen a industrias totalmente nuevas, y millones de empleos bien pagos de altas destrezas.  A la vez, la nación realizó grandes inversiones en ciencias básicas y dejó que el mercado libre hiciera sus maravillas.

“Tras la recesión de principios de los años ’90, el Internet — que se originó a partir de inversiones tanto públicas como privadas — lanzó un auge que ha revolucionado el mundo.  Y hoy, los celulares han mostrado el potencial de aliviar más pobreza global — capacitando a los usuarios para aprovechar el comercio, la educación, el cuidado de la salud y la information — que cualquier otro programa de ayuda gubernamental o privada en la historia.

“¿Qué estamos haciendo actualmente para impulsar la innovación?

“La respuesta, desafortunadamente, es: no lo suficiente.  Desgraciadamente, muy poco del paquete de estímulo aprobado en Washington promueve la innovación.  Muy poco de la ley federal de cuidado de la salud aprobada en Washington promueve la innovación.  Y la Administración Obama tendrá que ser muy cuidadosa para asegurar que la ley de servicios financieros aprobada este año no obstaculice la innovación.

“Crear una economía basada en la innovación significa vincular nuestras decisiones políticas y de gastos a metas económicas — no a metas políticas.  Proyectos ‘listos para empezar’ es un bonito eslogan político, pero no es una estrategia efectiva de recuperación económica a largo plazo — o incluso una estrategia para abordar el desempleo.  La mayoría de estos proyectos ‘listos para empezar’ requieren destrezas físicas que los desempleados no tienen — y en la mayoría de los casos, esos empleos están abiertos solo a miembros de sindicatos.  Esto es cierto también para muchos de los llamados empleos ‘verdes’ que fueron respaldados por la ley federal de estímulo.

“Necesitamos estrategias para poner a gente en todas las industrias de vuelta en el trabajo, haciendo trabajos que ellos tengan las destrezas para hacer — o que puedan aprender.  Y eso significa que el gobierno federal debe hacer más — ahora mismo — para crear las condiciones, y perseguir las estrategias, que llevarán a más inversión del sector privado.

“La buena noticia, creo, es que estos motores para el crecimiento no son liberales o conservadores — de derecha o izquierda.  Estos motores están compuestos por medidas centristas y de responsabilidad fiscal que las mayorías en ambos partidos deben apoyar — y expondré brevemente de seis de ellas.  Ustedes pueden llamarlas los Seis Pasos para la Recuperación Económica y la Creación de Empleos.   Y estos son los mismos seis pasoa que estamos usando aquí en el Navy Yard y en los cinco condados.

“Primero — y este es uno fácil — inspirar confianza.

“Desarrollar la confianza en una gran parte de lo que se necesita para llevar al sector privado a invertir.  Hay mucho pesimismo en el sistema, ya que hay mucha incertidumbre acerca de lo que Washington pudiera hacer o no — en cuanto a impuestos, regulaciones y políticas.  Y esa incertidumbre fomenta la parálisis económica.  Los bancos tienen dinero, pero son reacios a prestar.  Los negocios tienen dinero, pero están renuentes a invertir en nuevos equipos o nuevas contrataciones.  Las familias, temiendo una segunda caída en la recesión, se resisten a gastar.  El potencial para el progreso está ahí, pero nada está ocurriendo.  ¿Por qué?  Porque las soluciones gubernamentales exudan ambigüedad.

“Ahora mismo, los burócratas en Washington — bajo la dirección de cabilderos — están escribiendo miles de regulaciones sobre las industrias del cuidado de salud y servicios financieros — las secciones para ‘llenar espacios en blanco’ en las piezas legislativas que el Congreso aprobó en esta sessión.  Escribir estas regulaciones probablemente creará más empleos para que lso abogados y contables interpreten, expliquen y eludan que la cantidad de empleos reales creados por la legislación misma.  Con miles de millones de dólares en juego, este proceso ha congelado la actividad económica.  Necesitamos certeza, racionalidad, consistencia y predictabilidad en las reglas del juego.  Mejorar la confianza de los negocios individuales es la forma más poderosa de estimular la economía — y, lo mejor de todo, es gratis.

“Una de las razones por las que la Ciudad de Nueva York ha estado encabezando a la nación en crecimiento del empleo en el último año es que la gente tiene confianza en el futuro de nuestra Ciudad.  De hecho, menos gente dejó la Ciudad de Nueva York en 2009 que en cualquier otro año desde que empezaron a mantenerse estos registros en 1991.  ¿Por qué se está quedando — y viniendo — más gente?  Porque creen en Nueva York.  Ellos creen en nuestro futuro.  Ellos quieren calles seguras, buenas escuelas, parques hermosos, oportunidades culturales excitantes — y más que nada, quieren oportunidades profesionales.  Y ellos saben que no hay otro lugar en el país que esté cumpliendo tanto en todas estas áreas — de manera tan consistente y efectiva —que la Ciudad de Nueva York.  Por lo tanto — incluso a través de la peor recesión nacional que Estados Unidos haya enfrentado en décades — la gente continúa mudándose a e invirtiendo en nuestra ciudad.

“Segundo: Promover el comercio.

“La Ciudad de Nueva York fue fundada sobre el comercio internacional, y es el motivo por el que nos convertimos en el motor económico más grande y más fuerte del país.  Mientras más comercio realicemos con socios extranjeros, más mercados creamos para los productores domésticos, menos precios pagamos por los bienes que compramos, y nos encontramos en mejores circunstancias.

“Me alegró ver al Presidente Obama viajar a la India para defender el caso de las inversiones aquí.  Necesitamos que nuestros representantes federales sean vendedores para el país — no solo en la India, sino en China, el Medio Oriente, América Latina y todo el mundo.  La mayoría de los gobiernos en el mundo entero asumen la atracción de inversiones foráneas, y la venta de los productos que hacen en casa, como una de sus responsabilidades primarias.  Con demasiada frecuencia, nuestros gobiernos estatales y el federal dan esto por descontado.  Y, demasiado a menudo, los gobiernos hacen algo aun peor: impiden a las compañías de otros países invertir aquí, y vender sus productos aquí.

“Proteger industrias domésticas de la competencia extranjera es una manera segura de sofocar la innovación y la creación de empleos, como tristemente prueba nuestra experiencia protegiendo a la industria automotriz nacional.  El acuerdo de comercio que la Administración Obama ha establecido con Corea, que debe ganar el respaldo de una mayoría de ambos partidos, ayudaría a crear empleos en nuestras industria más promisorias, a la vez que permite a consumidores estadounidenses ahorrar más dinero de sus salarios.

“Estados Unidos es aún una nación de productores — pero lo que manufacturamos ha cambiado.  En vez de producir camisetas y televisiones, ahora hacemos productos que requieren mayor destreza — desde modas de diseñadores hasta escribir software y la creación de contenido para los medios y las artes, como aquí en los estudios Steiner de cine y televisión.  Mientras más mercados internacionales podamos abrir para estos productos, más empleos podemos crear aquí en casa.  Y sin no conseguimos entrar en esos mercados, otros países lo harán.   Más y más de aquellos que han estado compitiendo por salarios están ahora compitiendo por destrezas, y esa es una competencia que no podemos permitirnos perder

“Tercero: Reformar regulaciones.

“No es que necesitemos más regulación o menos regulación — es que necesitamos una regulación más inteligente, una regulación basada en lo que las compañías hacen hoy, no en lo que conocemos las industrias desde hace décadas.

“Hoy, los [instrumentos financieros] derivados son igual de importantes para las compañías agrícolas y de seguros como lo son para los bancos.  Pero todos son regulados por agencias gubernamentales distintas que son dominadas por cabilderos, guiados por partidismo, y supervisados por una larga lista de comités legislativos.  Y, como todos sabemos, las agencias gubernamentales inevitablemente se concentran más en lo que es de su competencia y su poder que en la calidad del servicio que proveen a sus clientes.

Las asambleas legislativas inevitablemente imponen capa tras capa de normas y reglamentos sobre las agencias, diseñadas cuidadosamente en base a las necesidades de las industrias que apoyan sus campañas de reelección.

“Aquí en la Ciudad de Nueva York, estamos enfrentando el reto directamente, repensando la manera completa en que nuestras agencias interactúan con el público — para que la labor de una agencia esté enfocada en sus clientes, y no en sus reglas.

“Necesitamos más de este tipo de enfoque no solo a nivel estatal, sino sino también a nivel federal.  Necesitamos reexaminar y reconstruir el gobierno manteniendo al consumidor en mente — eso quiere decir, los trabajadores y los contribuyentes del país, y no a los burócratas e intereses especiales.

“Cuarto: Recortar impuestos a negocios.

“Los impuestos federales elevados para los negocios pueden llevar a las compañías a mudar sus operaciones al extranjero — miren cuan firmemente está manteniendo Irlanda su tasa baja de intereses para las corporaciones.  De forma similar, impuestos locales elevados pueden hacer que los negocios, y líderes de negocios, se muden fuera del estado.

“Es muy alentador que el compromiso de esta semana entre la Casa Blanca y los republicanos que extiende los recortes fiscales implementados por [el Presidente] Bush también recorta impuestos a compañías que invierten en nuevas plantas y equipo.  Es vital que el Congreso apruebe estos recortes para que nuevos gastos y nuevas inversiones puedan crear nuevos empleos.

“En la Ciudad de Nueva York hemos recortado impuestos a 17,000 pequeños negocios y propietarios únicos, lo cual ha dado un tremendo estímulo a negocios que inician, y alienta a más neoyorquinos sin trabajo a lanzar sus propias empresas.

Cinco: Invertir en la capacitación laboral.

“Hemos visto cuánta diferencia puede marcar aquí en la Ciudad de Nueva York.  Hasta el 2004, nuestros Centros de desarrollo profesional Workforce1 hallaban empleo anualmente para 500 neoyorquinos.  El año pasado, en los peores momentos de la recesión nacional, hallamos empleo para 25,000 individuos — 50 veces más.  Y este año, nos encaminados a llegar a 30,000 colocaciones.  ¿Cómo lo logramos?  Lo hicimos modernizando completamente nuestros centros Workforce, conectando nuestros programas de capacitación laboral a nuestros programas de desarrollo económico y ofreciendo entrenamiento en las destrezas que las compañías requieren ahora — no las de hace cinco años.  Al hacer esto, hemos estado mejor posicionados para conectar la oferta de la fuerza laboral con su demanda.  Y también hemos mejorado el acceso a nuestros servicios de capacitación e inserción laboral, ampliando el número de centros y sus horarios de operación.

“Hoy en día, estamos anunciando que abriremos 10 nuevos centros Express de Workforce One en toda la Ciudad durante el próximo año.  Los centros Express se enfocarán exclusivamente en examinar y conectar a las personas que buscan empleos con empleos — y se asociarán con universidades de estudios técnicos, bibliotecas públicas y organizaciones comunitarias en áreas donde haya altas concentraciones de desempleo.  Nuestra meta es incrementar la colocación a 35,000 personas en 2011, y a 40,000 en 2012.

“Ciudades en todo el país han expresado interés en nuestro enfoque — y el Gobierno federal está financiando sabiamente una réplica de nuestro enfoque en Tulsa, Oklahoma, y en partes de Ohio.  Pero podría ayudar a muchos más desempleados si se abren más centros como los nuestros en todo el país, especialmente en áreas con altas concentraciones de desempleo.

“Asegurar que las compañías puedan contratar a la gente que necesitan nos trae al sexto y último paso: Arreglar la inmigración.

“No hay nada que podamos hacer que pueda desencadenar la innovación y el crecimiento del empleo que pueda ser más poderoso que arreglar nuestro averiado sistema de inmigración.  En este momento, nuestra política de inmigración es una forma de suicidio nacional.  Educamos a los mejores y más inteligentes de todo el mundo, y después les decimos a nuestras compañías que no los pueden contratar.  Los enviamos a sus países de origen, donde toman lo que aprendieron y lo utilizan para crear compañías y productos que compiten con los nuestros.  ¡El resto del mundo nos lo está agradeciendo!  Ellos están haciendo todo lo que pueden para atraer a aquellas personas — y nosotros estamos haciendo todo de nuestra parte para ayudarles.

“Cualquier persona con las destrezas que nuestras compañías necesitan debería poder trabajar aquí.  Y cualquier emprendedor con capital para invertir debería poder inmigrar aquí.  Las empresas de inmigrantes han creado más de 400,000 empleos en toda la nación desde 1990 — y un cuarto de las compañías de alta tecnología fundadas en el país desde 1990 han tenido a inmigrantes como sus fundadores.  La próxima generación de emprendedores inmigrantes está a la espera — y dejarlos entrar sería una de las mejores formas de empezar a resolver nuestro problema de desempleo.

“En Nueva York conocemos el poder económico de la inmigración — ya que lo vemos cada día.  Casi 40 por ciento de los residentes nacieron fuera del país, y más allá de los aportes culturales, religiosos y cívicos que hacen a nuestra ciudad — ellos hacen algo más: trabajan.  Inician negocios.  Crean empleos.  Pagan impuestos.  Necesitamos más de esto, no menos.

“Aquí en el Navy Yard, tomamos ventaja de un programa federal que provee la tarjeta de residencia a cualquier persona dispuesta a invertir más de $500,000.  Eso ayudó a que el Navy Yard atrajera $60 millones en nueva inversión — y ahora Steiner Studios ha utilizado el mismo programa para atraer otros $65 millones de fondos para su expansión.

“Queremos que aún más capital extranjero llegue aquí — para que se creen más empleos aquí.  El Gobierno federal podría hacer esto de manera muy sencilla: facilitando la calificación para el programa.  Y debería ir aún más allá, creando una nueva visa que permita a emprendedores inmigrantes con inversiones en Estados Unidos venir al país a a lanzar sus empresas.  Cualquier funcionario electo que diga que está a favor de los negocios debería respaldar esta idea.

“Aun si el camino por delante hacia una reforma migratoria integral es más difícil en nuestra situación actual, ambos partidos deberían poder unirse y facilitar que los negocios contraten el personal que necesitan.  En este momento, hay muchos empleos que requieren destrezas especializadas que las compañías del país no pueden llenar, ya que no pueden hallar a los empleados — y otras compañías están luchando para llenar empleos con sueldos bajos que los norteamericanos no aceptarían.  La reunificación familiar es una meta compasiva, pero, cuando se trata de asignar visas, no podemos darnos más el lujo de ignorar las necesidades de nuestros negocios.  Permitir que las compañías contraten mucho más fácilmente y retengan a los mejores y más inteligentes y los que trabajan más duro sería acaso el más poderoso paquete de estímulo económico que el Congreso podría crear.  No costaría ni cinco centavos, y, aún más importante, ayudaría a los negocios a ampliar y contratar a más ciudadanos desempleados.

“En la Ciudad de Nueva York, hemos hecho de la innovación una parte fundamental de nuestras estrategias de desarrollo económico y creación de empleos.  Ya sean las incubadoras de negocios pequeños que hemos creado en industrias que van desde servicios de comidas a modas, o las inversiones que hemos hecho en grandes laboratorios de bio-ciencias, o la infraestructura que hemos financiado aquí en el Navy Yard y en toda la Ciudad, hemos creado las condiciones que incentivan la inversión privada, alientan el emprendimiento y atraen talento global.

“Este no es un enfoque liberal o conservador para la creación de empleos — es un enfoque efectivo.  Y es un enfoque del cual necesitamos más a nivel estatal y nacional.

“No tenemos todas las respuestas aquí en la Ciudad de Nueva York.  Pero sí entendemos que, si adoptamos nuestros puntos fuertes como nación — nuestra base emprendedora, nuestra cultura de innovación, nuestro sistema educativo superior y de primera categoría, nuestra libertad y movilidad social, y nuestra diversidad — si acogemos estas fortalezas, podemos hacer crecer a nuestra economía, crear empleos y reconstruir nuestro averiado sistema.  Si tomamos la decisión de comprometernos con estas metas, obtendremos el cambio que queremos.

“Todos sabemos que nos esperan opciones difíciles — en cada nivel del gobierno.  Aquí en Nueva York enfrentamos opciones fiscales difíciles similares tras los devastadores ataques del 11-S.  En ese entonces, tomamos las decisiones difíciles.  No siempre fueron las decisiones populares — pero fueron las decisiones correctas.  Y establecieron las bases para el resurgimiento de la Ciudad.

“Hoy, tenemos nuestro futuro de nuevo en nuestras manos.  Podemos culpar a otros o ponernos de lleno a trabajar.  Podemos continuar haciendo excusas y permitir que este país caiga aún más bajo, como lo hemos hecho en años recientes, o podemos enfrentar las decisiones difíciles y hacer lo que los norteamericanos han hecho tan bien en un pasado: Unirse, recordar quiénes somos, y por qué nuestros vinieron aquí

“Los neoyorquinos que trabajan duro me inspiran cada día — y creo en la ética laboral del país y el Sueño Americano más que nunca.  Somos fuertes como nación y resueltos como pueblo, y si actuamos y aprovechamos este momento, continuaremos siendo el país más grande que jamás haya existido en el mundo entero.

“Gracias”.







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