“El agua potable de la Ciudad es la mejor en el mundo.  Esto es el resultado de la visión de ingenieros de la Ciudad en el pasado, y la excelente labor del Departamento de Protección Ambiental (DEP, en inglés) hoy.  Una amenaza para el suministro de agua que debe combatir el Departamento es el ‘reflujo’ de agua contaminada que sale de los edificios hasta el sistema público de abastecimiento de agua.  Sin la instalación de un dispositivo para prevenir el reflujo, edificios tales como los hospitales, laboratorios y fábricas pueden crear riesgos al sistema de suministro de agua.  El Departamento están en medio de un riguroso programa de inspecciones para identificar lugares donde se requieren dispositivos para la prevención de reflujo, pero que en la actualidad no están instalados.

“La Ley Preliminar número 935-A suma al trabajo del Departamento para mitigar el riesgo de reflujo peligroso al convertir en ley requisitos sobre la instalación de dispositivos de prevención.  La Ley Preliminar 935-A también requiere al Departamento notificar al propietario de cualquier edificación cuando se encuentre que esta requiere potencialmente un dispositivo de [prevención de] reflujo, y reportar al Concejo cada seis meses sobre el trabajo del Departamento sobre reflujos peligrosos.

“Quiero agradecer al comisionado interino Steven Lawitts y su personal en el Departamento de Protección Ambiental por su labor para proteger nuestra agua.  También quiero dar gracias al Concejo por aprobar esta legislación”.