“Gracias, reverendo Jerome, cardenal Egan, comisionado Scoppetta, jefe Cassano, jefe McNally, miembros de la Compañía de Máquinas 155, representante Fossella, presidente de condado Molinaro, y especialmente familiares y amigos de Bobby Ryan.  Yo estaba afuera en la línea y me di cuenta de que este es el segundo funeral del Departamento de Bomberos al que he asistido en la misma cantidad de semanas.  Jamel Sears fue un bombero que murió hace unas semanas.  Y en mis siete años de servicio público he estado en demasiados funerales.  Siempre son conmovedores, no se hace más fácil el asistir a ellos, y ciertamente no se hacen menos solemnes.  Y hay algo inspirador cuando pasan las gaitas y tambores y se mira a todos los bomberos alineados, miles y miles de ellos, para rendir sus tributos.

“Y lo que fue diferente sobre el de esta mañana fue que me di cuenta de que la Compañía de Máquinas 155, la de Bobby, vino primero.  Y en el parabrisas tenían [escrito] ‘En recuerdo de Robert J. Ryan hijo’.  Y no se por qué tuve ese pensamiento, pero pensé que, si podía subir a ese carro y tomar una navaja y raspar hasta borrarlo, de algún modo u otro Bobby reaparecería mágicamente en su estación, dirigiendo a sus hombres, protegiéndonos a todos.  Y luego me di cuenta de que no puedo hacer eso.  Su Eminencia [es] un tipo muy poderoso, pero no puede hacer eso. Jack McDonald, el líder del sindicato de la Asociación de Oficiales de Bomberos Uniformados (UFOA, en inglés), el sindicato de Bobby, no puede hacer eso, y él es realmente un tipo poderoso.  Nadie puede hacer eso.

“Este Departamento de Bomberos deberá funcionar sin Bobby, y ascenderán a otros y continuarán aprovechando todo lo que aportaron Bobby y otros que han dado sus vidas que se han ido y jubilado de este departamento.  Y el Departamento sigue haciéndose más y más fuerte.

“Lo que es particularmente doloroso sobre hoy no es el día de hoy, sino el de mañana.  Mañana es un día de gracias, el Día de Acción de Gracias.  Para la mayoría de nosotros es pavo y salsa de arándano y fútbol.  Y lo que más me gusta acerca del Día de Acción de Gracias es que la familia se reúne.  En otros feriados la gente tiende a irse, a dividirse.  Este es un feriado donde la gente se une.  Y aun así, la familia Ryan, como sabemos, no va a estar unida, no tan unida como les gustaría estar, de todas maneras.  Y yo voy a sentarme en mi cena del Día de Acción de Gracias, y asumo que todos ustedes lo harán.  Y en alguna forma vamos a pasarla bien; vamos a disfrutar cosas, vamos a decir gracias.

“Pero es, especialmente este año, un poquito difícil contar sus bendiciones cuando se ha perdido a alguien que marcó una diferencia tan grande en esta ciudad, aunque usted haya o no haya conocido a Bobby.  Pero urjo a todos ustedes a llevar una sonrisa en el rostro para agradecer porque hay algo por lo cual dar gracias, y eso es que fuimos suficientemente afortunados como para tener a Bobby Ryan en esta tierra protegiendo nuestra ciudad, incluso si el tiempo que él estuvo aquí fue demasiado breve.

“El FDNY — el mejor departamento de bomberos en el mundo —  fue construido por hombres fuertes, honestos, dedicados como Bobby — hombres con un inherente sentido de lo correcto y lo errado, hombres que dirigieron con su ejemplo, hombres que son siempre los primeros en entrar y los últimos en salir, hombres a quienes los demás vieron en la oscuridad días después de algo como el 11-S y que ayudaron a reconstruir estaciones de bomberos devastadas por tanta pérdida.  El teniente Bobby Ryan fue un líder, un luchador, un maestro, una figura paternal para todos nosotros — y le agradecemos más de lo que nunca podremos decir.

“Tuve realmente la oportunidad de hablar con Bobby hace unos años — justo después de que fue gravemente herido mientras combatía un incendio en Brooklyn.  Él pudo haberse jubilado entonces debido a esas lesiones, y nadie le habría culpado por hacerlo.  Pero estaba claro que nunca se podría sacar al bombero que había en Bobby.  El amor de Bobby por su trabajo y por esta ciudad era simplemente demasiado grande.  Al final, le tomó un año completo recuperarse.  Y en el curso de su rehabilitación, él asumió otra misión: recaudar dinero para el centro de quemaduras del hospital donde recibió tratamiento.  (Justo cuando se pensaría que su corazón no podía hacerse más grande.)

“Bobby Ryan era una valla andante y hablante de lo mejor del FDNY, y también lo mejor de Staten Island, que es el hogar de muchos de los bomberos y policías y otros empleados municipales de nuestra ciudad, particularmente tantos de ellos que han entregado sus vidas para protegernos.  Les urjo a visitar el Monumento Conmemorativo de Staten Island Memorial para el 11-S en St. George, junto al ferry.  Solo miren los nombres en el muro, y la cantidad de veces que las letras FDNY aparecen es realmente muy sorprendente.  Y esto hace a uno entender cuánto contribuye este condado a nuestra ciudad.

“Bobby era tan estimado por tanta gente que ni siquiera pensaré en mencionar su terrible voz al cantar o cómo cantaba todo lo que oía en la radio — ya fuera Mozart, country, o su último favorito, el rock cristiano.  Ni siquiera hablaré sobre su hábito de dar a sus amigos ‘golpes de cumpleaños’ — un recto al brazo por cada año cumplido.  Eso no es muy divertido cuando se cumplen 45 años; me alegro de no haber pasado por la estación de bomberos cuando cumplí 65.  Y ciertamente no mencionaré el apodo que algunos de sus amigos le dieron — ‘Doctor Evil’ — debido a su parecido al calvo malo de la película Austin Powers.

“Para Bobby, había solo una cosa que superaba su amor por el trabajo — y eso era su familia.  Él amó a todos ustedes. Él veía tanto de Chris en sí mismo.  Le encantaba salir contigo al partido de los Mets, y en años recientes ustedes viajaron a estadios de todo el país.  ¿Eres un buen jugador?  ¿Qué posición juegas?  ¿Lanzador?  ¿Izquierdo o derecho?  Derecho.  OK, si alguien necesita un lanzador derecho, aquí hay uno en la primera fila.  Él estaba interminablemente dedicado Kayla. Durante esos primeros meses difíciles, cuando naciste, prácticamente nada podía evitar que pasara la noche en la cama del hospital, sentado a tu lado.  Probablemente no recuerdas eso, pero él estuvo ahí.  Kayla se recuperó bien; ella es obviamente una luchadora — justo como su padre.  Y en años recientes, los momentos más orgullosos de Bobby fueron al llevarte al baile de padres e hijas de tu escuela.  ¿Fue divertido bailar con papá?  Si.  Y luego, cuando Bobby se casó con Kathleen, fue bendecido con dos hermosos miembros adicionales en la familia — Alex y Emma — a quienes acogió como propios.  Él era — como dijo un amigo — padre del año, todos los años.

“Kathleen: Solo puedo imaginar cuan difícil es esto para ti, pero como también sabes, el FDNY es realmente una familia, y siempre cuida a los suyos.  Tú estuviste presente para Bobby durante sus días más difíciles, ayudando a cuidarlo hasta que recuperó la salud, y nosotros estaremos presentes para ti tanto tiempo como nos necesites.

“Chris, Kayla, Alex, Emma: Bobby les amó tanto a todos, y aun cuando se ha ido, su amor por ustedes sigue siendo tan claro como siempre.  Y cuando a ustedes les vaya bien en la escuela — y Chris, cuando subas al montículo el año próximo en la universidad —, ustedes estarán haciendo lo que él habría querido que ustedes hicieran.  Ustedes estarán haciéndolo muy feliz.  Él no quiere lágrimas todo el tiempo.  Él quiere lágrimas acaso hoy, pero ustedes superan esas y crecen.  Eso es lo que él querría para ustedes.

“Carol: Ningún padre debería estar sentado jamás donde estás, simplemente no es natural en el orden de las cosas.  Tú hablaste de eso.  Solo espero que puedas hallar consuelo en el hecho de que Bobby murió haciendo exactamente lo que querías que él hiciera — algo que él nació para hacer, algo que tú le enseñaste a hacer.

“Cuando algo tan desagradable como esto sucede, una parte de nosotros siempre pregunta ¿por qué?  ¿Por qué le ocurre a un hombre tan bueno?  Probablemente nunca sabremos la respuesta — pero podemos asegurarnos de aprender de esta tragedia y evitar que otros sufran por causas similares.  De esa manera, podemos convertir un momento terrible en algo positivo.  Tomar lo malo, y convertirlo en algo bueno; ese era Bobby.  Él hizo de este mundo un lugar mucho mejor — y ahora su fe le ha llevado a casa, a un lugar mucho mejor.

“La forma como Bobby vivió la vida me recuerda una oración que creo que he oído recitar al cardenal Egan, es la Oración de San Francisco.  Estoy seguro de que muchos aquí la conocen: solo recitaré el final, porque creí que sería realmente apropiado aquí.

Oh, Divino Maestro, concédeme
que no busque ser consolado, sino consolar;
ser comprendido, sino comprender;
ser amado, sino amar.

Porque es dando que recibimos;
es perdonando que somos perdonados,
y muriendo en ti que nacemos a la vida eterna.

“Que Dios bendiga a Bobby Ryan.  Y que estemos realmente agradecidos de haberlo tenido por un tiempo tan breve.  Que Dios los bendiga”.