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PR- 442-08
10 de noviembre de 2008

EL ALCALDE BLOOMBERG PRONUNCIA PANEGÍRICO EN FUNERAL DE TERENCE D. TOLBERT

Designa el campus de la Escuela Intermedia 195 en Harlem con el nombre de Complejo Educativo Terence D. Tolbert

A continuación se presenta el texto del panegírico pronunciado por el alcaldeBloomberg.

“Freida, Carolyn, y toda la familia: Gracias por la oportunidad de decir unas cuantas palabras.  Ustedes saben, Terence siempre podía llenar un salón en cualquier lugar, en cualquier momento, y aquí también lo ha hecho, una última vez.  Esta es una multitud que a él le habría encantado: su familia, sus amigos, compañeros de trabajo, un grupo distinguido de funcionarios electos, muchísimos dignitarios de los gobiernos municipal, estatal y federal.  Lo que algunos de ustedes acaso no saben es que ustedes tienen realmente mucho en común: Terence habría recordado sus cumpleaños.  Él sabía el cumpleaños de todo el mundo, incluso cuando tu familia no sabía tu cumpleaños.

“A menudo hablo sobre Nueva York como una ciudad de la oportunidad, un lugar donde cualquier persona que trabaje y tenga un poco de suerte puede seguir su sueño, y Terence vivió realmente esa historia.  Él era un niño que creció en una vivienda pública, ganó un lugar en Bronx Science — yo nunca lo habría logrado —, trabajó mientras estudiaba en la universidad, y ascendió en la escalera política, ayudando a unos cuantos de nosotros en esta iglesia a ganar elecciones, aprobar leyes e intentar hacer del mundo un lugar mejor.  En su última campaña, este hijo de Harlem culminó una increíble travesía de vida: Él obtuvo un estado ‘bisagra’ que ayudó a elegir al primer presidente afroamericano de los Estados Unidos.  Hay que creer que él está ahí mirando hacia abajo y tiene una sonrisa en el rostro.

“Cuando pensamos en la labor de Terence en esa campaña y lo que significa para nuestro paía, vale la pena recordar una pregunta que Langston Hughes hizo hace menos de 60 años en un poema titulado ‘Harlem’.  Él dijo: ‘¿Qué le ocurre a un sueño diferido?  ¿Explota?’  Bueno, en la noche del martes en Harlem, cuando el conteo de votos llegó — los datos llegaron, [Harlem] explotó, pero no con los disturbios que habían preocupado a Hughes, sino con regocijo, y Terence ayudó a lograr que esto ocurriera.

“Y yo no tengo dudas de que él pasó la última semana regocijándose en esta victoria y en la gloria de Dios.  Yo estaba en Las Vegas pronunciando un discurso hace unos dos meses, y di la vuelta, y quién estaba ahí sino Terence.  Y dije: ‘¿Qué estás haciendo aquí?’  Luego me di cuenta de que él estaba en el campo, trabajando en la campaña de Obama, y bromeamos acerca de Nevada y cuan importante era como estado, y qué tarea imposible era la suya, ganar ese estado.  Y sin embardo, como todos ustedes saben, él hizo su trabajo.

“Terence amaba a Harlem con todo su corazón, pero la verdad es que se sentía igualmente cómodo en cada comunidad en nuestra ciudad.  Él puede haber sido el único tipo de Harlem que podía decirte dónde conseguir el mejor rugelach en Borough Park.  En el 2005, Terence era no solo un estratega mayor en mi campaña de reelección; era, por supuesto, nuestro coordinador de acercamiento a la comunidad judía.  Si nunca lo han visto baila la hora, nosotros tenemos fotos.

“Terence, no les sorprenderá, era también nuestro coordinador de asuntos de Albany.  Él tenía una invitacio abierta a las mejores fiestas del Año Nuevo lunar en Chinatown, y podía impresionar a los rusos en Brighton Beach con historias sobre el prestigioso campamento de verano soviético al que asistió como parte de un intercambio de paz.  Cuenta la historia que, mientras estaba allí, Leonid Brezhnev aparentemente hizo una visita, y Terence tuvo un debate con él — esto no es de sorprender – acerca del futuro del comunismo.  Sí, bueno, adivinen quién resultó estar en lo cierto en este punto.

“Los irlandeses — no podemos olvidar a los irlandeses, esto es Nueva York — también amaban a Terence, y hay un grupo de danzas irlandesas en una escuela en el Bronx llamado Celtic Dreams.  Y como esto es Nueva York, los chicos son irlandeses, judíos, negros y latinos, y gracias a Terence, el año pasado ellos viajaron a Irlanda para presentarse ante el presidente de Irlanda.  Estos chicos realmente amaban a Terence, y cuando recibieron la noticia de su muerte el pasado lunes, decidieron dedicarle la presentación de esa noche.

“Terence era por sí solo una olla de razas mezcladas.  Usted podía reunir a todo el mundo, y él podía ponerlos a todos a trabajar juntos, y esa fue toda la premisa de la campaña del 2005, de modo que él era el tipo perfecto para ayudar a dirigirla, y él fue también uno de los primeros que contraté.  Y durante esa campaña, creamos una sofisticada base de datos de votantes que nos permitía enfocar nuestra labor de acercamiento. Pero Terence nos dijo que a él no le impresionaba demasiado ya que, cuando él escribió su propio nombre, el programa le identificó como noruego.  Terence tenía un punto bueno: él era solo parcialmente noruego.  Él era también en parte judío, albanés, chino, ruso, irlandés — y todo lo demás.  Nosotros gastamos una cantidad considerable de dinero en esa base de datos en el 2005, y en muchas otras cosas.  Pero cuando alguien decía que la campaña no había escatimado gastos, Terence siempre se ponía de pie y decía en voz alta: ‘Eso no es verdad.  Ellos no han pagado por la estación para preparar tortilla que yo quería’.  Yo sabía que a Terence le encantaba la buena comida y la comida casera.

“Freida, entiendo que, cuando Terence mostraba que realmente estaba enamorado de ti era cuando probaba tu pollo frito y huevos pericos.  Pero, en vuestra boda, el proveedor del banquete preparó la comida y [Terence] insistió en que su propia madre hiciera los huevos pericos.  ¿Alguna vez aprendiste a preparar huevos pericos buenos?  A Terence le encantaba comer, y era imposible no reírse con él.  Recuerdo que visité nuestra oficina de Albany, no mucho después de que despedimos a alguien por pasar el día jugando ‘solitario’ en vez de trabajar para la gente de la Ciudad de Nueva York.  Y me detuve a ver a Terence, y en su escritorio había un tablero de ajedrez.  Me alegra que alguien haya tenido las agallas de hacerlo.

“Sin duda, Terence tenía agallas.  Él dijo muchas cosas que nadie más diría o podría salirse con la suya [diciéndolas], y no voy a repetirlas, reverendo Taylor.  Pero él podía salirse con la suya porque todos sabían que no había un hueso de malicia en él.  Terence Tolbert amaba a la gente, especialmente a los jóvenes, y por eso su labor en el Departamento de Educación significó tanto para él.  Es solo natural que recordemos la labor política de Terence, pero no olvidemos lo que Terence logró en el Gobierno.

“Dejaré que el asambleísta Wright se encargue de Albany, y me disculpan por no mencionar el nombre de cada funcionario electo aquí, pero son muchos para mencionarlos.  Pero en menos de tres años en el Departamento de Educación, trabajando con muchas personas en la Legislatura estatal, el Concejo Municipal y, de hecho, los funcionarios electos en toda la ciudad, él trajo a casa algunas victorias legislativas mayores que beneficiarán a los niños de las escuelas públicas por décadas.  Él nos ayudó a elevar la cantidad estatal permitida de escuelas públicas independientes (o charter, en inglés), y varias de esas escuelas están ahora en Harlem.  Él nos ayudó a ganar cantidades récord de fondos estatales para construir nuevas escuelas.  Él nos ayudó a entablar la demanda de la antigua Campaña por la Equidad Fiscal.  Él se reunió con directores y maestros, y escuchó.  Si uno tenía un problema, él trataba de arreglarlo.  Si uno necesitaba ayuda, él la ofrecía.  Y si él le prometía algo, siempre lo cumplía.

“Terence solía decir que tenía el mejor empleo del mundo.  Él era un cabildero de los niños que también era un mentor personal para muchos niños, y era un gran modelo de conducta.  Por todo lo que él hizo por los niños de esta ciudad, me alegra decir que hasta ahora, el recinto escolar de la Escuela Intermedia (IS) 195, donde Terence estudió, ahora se llamará Complejo Educativo Terence D. Tolbert.

“Eso es lo que Terence hubiera querido, y yo solo quería agradecer a Dennis Walcott y a Joel Klein por ayudarnos a lograr esto.  Es un honor justo, y creo permitirá que Terence continúe inspirando a estudiantes en décadas futuras.

“Los jóvenes más importantes en la vida de Terence fueron sus sobrinas y sobrinos, y esta mañana los conocí.  Saludos para el alcalde, gracias.  Ustedes eran el mundo para su tío Terry, y él no — él seguirá mirándolas y cuidándolas, pero espera que todas ustedes sean buenos estudiantes y que lo enorgullezcan; es tan difícil que ustedes hagan eso, pero tendrán que enfocarse y, cuando se ponga difícil, solo recuerden que eso es lo que el tío Terry habría querido.

“Cuando lo extrañen, solo piensen eso.  Hagan lo mejor que puedan, trabajen lo más arduo que puedan, ayuden a otros y sean buenos amigos para sus familias y todos los demás.  Ese era Terence.  Ese era vuestro tío: siempre uniendo a las personas para reír, trabajar y debatir, ya sea en campaña, o en el gobierno, o en una iglesia, o en Perk’s, o en Sylvia’s, o en Smokey Bones o en Abigail’s, o en cualquier lugar.

“Freida, Carolyn, sé la tristeza y pena que todos sentimos.  Nada se compara a lo que tienen que estar experimentando.  Pero si hay dos personas suficientemente fuertes para seguir, creo que son ustedes dos.  Y recuerden, ustedes dos tienen muchos amigos que queremos ofrecerle todo el consuelo y ayuda que podamos.  Terence espera que nosotros las ayudemos, y eso es lo menos que podemos hacer.  Él siempre estuvo ahí para nosotros y, cuando necesitábamos ayuda, o cuando sencillamente necesitábamos a alguien con quien hablar y que estuviera al mismo nivel que nosotros, él siempre lo hizo.

“Recuerdo que después de que el huracán Katrina devastó a Nueva Orleans y la mayoría de la Costa del Golfo, llamé a Terence.  Las escenas de sufrimiento eran devastadoras para todos nosotros, y la ineptitud del Gobierno federal fue vergonzosa, me enojé y quería hablar con Terence porque él había trabajado en Louisiana y porque sabía que podía confiar en él para ser sincero sin tapujos, y eso es parte de lo que lo hizo tan exitoso.  Él te decía lo que pensaba, aunque fueras el canciller o el alcalde o el primer ministro de la Unión Soviética.  Él acordó reunirse conmigo esa noche en un restaurante en Harlem.  Hablamos sobre Nueva Orleáns.  Hablamos sobre lo que falló y por qué, y hablamos sobre lo que podíamos hacer para ayudar.

“Eso siempre fue lo esencial para Terence Tolbert: ¿Cómo podemos ayudar?  ¿Cómo ayudar a los niños?  ¿Cómo podemos ayudar a los directores y maestros?  ¿Cómo podemos ayudar a los residentes de viviendas públicas?  ¿Cómo podemos ayudar a Harlem?  ¿Cómo podemos ayudar a la Ciudad de Nueva York?  Y, ¿cómo podemos ayudar al país?  Terence hizo más que ayudar — él dirigió.  Él dirigía con valor y determinación, y no importaba cuan difícil se ponían las cosas, él dirigía con una humildad y delicadeza que tocaron a todos en esta iglesia y muchas otras.

“Terence tenía una actitud de que todos estamos unidos en esto, y quizás no estemos de acuerdo en ciertas cosas, pero eso no es razón para no cooperar; eso no es razón para no ser cívicos.  Eso no es razón para no trabajar juntos, para ayudar a todo lo que amamos.  Si Terence se inclinaba hacia un lado en un debate y uno presionaba demasiado — él escogía tu lado, él negaba con la cabeza, y con una sonrisa decía, ‘me quedé contigo lo más que pude’.  Terence se mantenía con uno tanto como podía.  No fue suficiente tiempo para nosotros, pero fue suficiente para que él marcara una diferencia en este mundo, para tener un gran impacto en las personas que tuvieron suficiente suerte de conocerlo.  Y todos nosotros tuvimos esa suerte.  Gracias, Terence y que Dios te bendiga”.







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