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PR- 147-07
15 de mayo de 2007

EL ALCALDE BLOOMBERG PRONUNCIA DISCURSO CENTRAL EN LA CUMBRE DEL CLIMA DE CIUDADES GRANDES C40

El alcalde anuncia que Nueva York se convierte en la primera ciudad de Estados Unidos en unirse al Grupo del Clima

A continuaciĆ³n se presenta el texto preparado para el alcalde Bloomberg. Por favor confirme con el discurso final.

“Seth, gracias por esas palabras tan amables.  También quiero agradecer a todos aquellos que han jugado un rol en hacer de esta histórica cumbre una realidad, incluyendo la Iniciativa Clinton para el Clima, la organización Partnership for New York City, New York City Global Partners y el Grupo del Clima, al cual — me complace anunciar —  se ha unido la Ciudad de Nueva York.  Además, [agradezco a] el Fondo de los Hermanos Rockefeller y la Fundación Rockefeller, Local Governments for Sustainability y los muchos y generosos patrocinadores corporativos de la cumbre.

“Buenas tardes a todos — y bienvenidos a Nueva York, la ciudad más internacional del mundo; y, en ese espíritu, permítanme decir también welcome, wilkomen, huan ying y bienvenue.  También podría continuar en unos cuantos idiomas más, pero no quiero iniciar un incidente internacional con mi acento.

“De alguna manera, eso no se correspondería con la sólida atmósfera de cooperación de esta histórica cumbre sobre el cambio climático, la cual ha traido a líderes gubernamentales y empresariales de las mayores ciudades del mundo aquí, a la que — creo modestamente — es la ciudad más grande del mundo: la ciudad más segura de Estados Unidos, cuyos bonos tienen hoy su mejor calificación en la historia, y con la tasa de desempleo más bajo de la historia y un sistema de escuelas públicas con calificaciones y tasas de graduación.mejorando constantemente.

 “¿Cuál alcalde que merezca lo que gana dejaría pasar la oportunidad de señalar humildemente estos datos resplandecientes? Estos son verdaderos días de esperanza para Nueva York — una ciudad que hace solo unas décadas era considerada por muchos como ‘ingobernable’, con el crimen fuera de control, los parques invadidos por malas hierbas, los trenes metropolitanos sin reparar y muchas vecindades entregadas al abandono y desesperación total.  ¡Qué contraste con nuestra ciudad hoy!  Hemos trabajado duro para recuperar nuestra ciudad, y hemos triunfado más allá de nuestros sueños más disparatados.  Ahora, aprovechando nuestros logros, podemos y también debemos enfrentar los retos que plantea el cambio del clima.

“Porque, este es un momento decisivo para los neoyorquinos y para la gente de todas las ciudades representadas en esta Cumbre del C-40.  Desde la primera conferencia del C-40 en Londres en el año 2005, la comprensión que tiene el mundo de las causas y consecuencias del cambio climático ha alcanzado un verdadero punto de inflexión.

“Aunque todavía tenemos mucho que aprender, y, aunque la investigación científica continua sobre el calentamiento global sigue siendo de la mayor importancia, ahora está tan claro como el cristal que tal investigación en curso debe ser pareada con acciones decisivas en las esferas política y económica.

“Porque ahora sabemos sin lugar a dudas que el calentamiento global es una realidad.  Y la pregunta que todos debemos responder es, ‘¿Qué vamos a hacer al respecto?’ Ese es un reto que todos enfrentamos, ya que, a pesar de lo orgullosos que estamos de las ciudades y naciones que servimos, el calentamiento global también nos convierte a todos en ciudadanos globales.  Realmente estamos unidos en este asunto.

“Permítanme citarles algunas de las conclusiones alcanzadas por Sir Nicholas Stern, ex economista principal del Banco Mundial, en su reconocido estudio sobre el calentamiento global publicado el pasado mes de octubre.  Sobre el efecto de las emisiones de gases de invernadero en el clima global, él dijo: ‘Si no se toman acciones para reducir las emisiones, la concentración de gases de invernaderon en el medioambiente podrían duplicar su nivel pre-industrial tan temprano como el 2035’.

“Esto, advirtió, 'produciría aumentos de temperatura que realmente serían muy peligrosos, con graves efectos en la producción mundial, la vida humana y el medioambiente’.  Todos los países serían afectados, escribió, por ‘riesgos de disrupciones mayores a la actividad económica y social en una escala similar a las asociadas con las grandes guerras y la depresión económica de la primera mitad del siglo XX’.

“Este es — no se equivoquen — un juicio que nos hace pensar.  Pero la primera responsabilidad de cualquier líder electo es enfrentar las preguntas difíciles, frente a frente.  Un héroe de mi infancia, el ex presidente de Estados Unidos Harry Truman, dijo una vez que ‘Un líder tiene que dirigir, o de lo contrario no tiene qué hacer en el gobierno’.  Y la participación de cada uno de ustedes en esta Cumbre muestra que ustedes también creen en ese tipo de liderazgo.

“También podemos, y deberíamos, corazón otra de las conclusiones que Sir Nicholas alcanzó en su estudio sobre el calentamiento global, una conclusión también resaltada en forma marcada este mes en el informe final hecho por la conferencia del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de las Naciones Unidas en Bangkok: Que no necesitamos elegir entre evitar el cambio climático, por un lado, y promover el crecimiento y desarrollo, por el otro.  Porque enfrentar el cambio del clima es la estrategia sensata — en realidad, la única — para el crecimiento a largo plazo.

“Cada vez más, líderes empresariales y funcionarios electos de todo el mundo reconocen esta verdad.  Ahora, sin dudas, aquí hay envuelto un fuerte elemento de refinado interés propio — e incluso auto preservación.  ¡Y no hay nada malo en eso!

“Como dijo recientemente un ejecutivo a America’s Business Week, cuando se trata de debatir la reducción de emisiones de gases de invernadero ‘O se está en la mesa o se está en el menú’.  Pero también hay una conciencia cada vez mayor entre los líderes empresariales de que ellos realmente pueden mejorar sus ganancias haciéndose ‘verdes’.

“Apenas la semana pasada, News Corporation, el imperio de medios de $62 mil millones con sede en nuestra ciudad, pero que opera en 50 naciones de todo el mundo, anunció que tiene la intención de reducir sus emisiones netas de gases de invernadero hasta cero para el año 2010.

“Nadie ha identificado jamás a Rupert Murdoch como amante de los árboles, pero nadie lo ha acusado jamás de no prestar atención a los negocios.  Y, por esa razón, es importante notar algunas de sus palabras.  ‘Actuar sobre este tópico’, dijo Murdoch, ‘es simplemente un buen negocio.   Reducir nuestro uso de energía reduce costos.  Invitar a nuestros empleados a ser activos en cuanto a este tema nos ayuda a reclutar y retener a los mejores del mundo’.  Y Rupert Murdoch es solo uno de la creciente alineación de destacados líderes empresariales que están asumiendo los retos del cambio climático.

“Esto está demostrado claramente por la participación en esta cumbre C-40 de tantos ejecutivos, incluyendo a Seth, que han venido a este encuentro para ayudar a dar forma, y luego implementar, las ideas que emergerán de las reuniones de esta semana.

“Al combatir el cambio del clima, el sector público también debe dirigir.  Las ciudades consumen 75% de la energía del mundo y producen 80% de sus gases de invernadero.  Por lo tanto, aunque el calentameinto global claramente requiere acción en los ámbitos nacional e internacional, los que participamos en los gobiernos municipales también debemos tomar un rol de dirección.

“Y eso es algo simplemente natural, ya que los alcaldes están siempre en las primeras líneas de la resolución de problemas que afectan las vidas cotidianas de la gente.  Ya sea luchando contra el crimen o mejorando las escuelas, o limpiando las calles, los alcaldes son responsables de idear soluciones — y ejecutarlas en una manera efectiva.

“Hacer eso requiere que acojamos ideas innovadoras, reunamos a la gente y les demos apoyo, y rindamos cuentas por obtener resultados reales.  El calentamiento global no es diferente, y por ello las ciudades de todo el globo están encabezando el ataque.

“Londres, Estocolmo y Singapur han tomado la delantera en experimentos para poner precio a la congestión del tránsito vehicular, mientras ciudades que van desde París hasta Shanghai y Nueva Delhi están avanzando con mejoras mayores y modernas al transporte masivo.  Chicago está enverdeciendo drásticamente sus calles con miles de árboles nuevos, y Berlín está señalando el camino en el enverdecimiento de los techos de los edificios de esa gran ciudad.  San Francisco, Ciudad de México, Copenhague, Tokio — de hecho, todas las ciudades representadas en esta cumbre — están haciendo lo que les corresponde.

“De hecho, existe una verdad contraintuitiva pero esperanzadora sobre la relación que nuestras grandes ciudades tienen con el calentamiento global.  Y es que, aunque contribuimos tanto al cambio del clima, también tendemos a estar entre los lugares más sustentables y amantes de medioambiente en la tierra.

“Debido a que nuestras tiendas están a menudo a poca distancia de nuestros hogares — y tantos de nuestros ciudadanos van a trabajar y a la escuela usando transporte masivo. Porque nuestras casas y apartamentos también tienden a ser relativamente compactos y más aglomerados, nuestra huella de carbono es reducida.

“Los factores que acabo de nombrar ayudan a explicar por qué, entre todas las ciudades estadounidenses, Nueva York es incuestionablemente la más eficiente en cuanto al medioambiente. Pero eso no significa que los neoyorquinos tienen la intención de simplemente darse palmaditas en la espalda y estar satisfechos con lo virtuosos que somos con el medioambiente.  En su lugar, hemos preparado una nueva e innovadora estrategia que nos ayudará a enfrentar los retos que presenta el cambio climático.

“Este es nuestro plan para hacer de la Gran Manzana una verdadera Manzana Verde.  Es el producto de plaNYC, un proceso dirigido por alguien de quien ustedes han oido hablar antes hoy, nuestro vicealcalde de Desarrollo Económico y Reconstrucción Dan Doctoroff.  Pero, para ser francos con ustedes, el cambio climático no fue el foco original de plaNYC.

“Este cobró vida hace año y medio como un ejercidio en planificación estratégica de uso de suelos, una iniciativa para preparar a nuestra ciudad para un crecimiento que se espera añada otras 900,000 personas a nuestra población para el año 2030.

“Pero no tomó mucho tiempo para que nos diéramos cuenta de que no se puede desarrollar un plan de uso de suelos sin pensar en el transporte, y no se puede pensar en transporte sin pensar en la calidad del aire.

“No se puede pensar en la calidad de aire sin pensar en energía, y definitivamente no se puede pensar en energía sin tratar el tema central de esta cumbre C-40: el calentamiento global.

“Cada uno de estos asuntos está interconectado.  Por ello hemos ampliado nuestro horizonte.  Empezamos pensando en una visión integral para enfrentar todos los retos físicos a largo plazo de la ciudad, incluyendo los desafíos medioambientales.

“Para ayudarnos a formular esa visión, creamos una Junta Asesora de Desarrollo Sustentable compuesta por líderes del sector privado, público y sin fines de lucro de la Ciudad de Nueva York.  Y luego nos dirigimos a la gente de la ciudad de Nueva York.  Realizamos encuentros con la comunidad, ofrecimos presentaciones detalladas a grupos cívicos y creamos un portal interactivo.  Y le pedimos a los  neoyorquinos que nos ayuden a desallorrar soluciones a los desafíos del crecimiento, de una infraestructura que envejece y un medioambiente urbano cada vez más asediado.  Permítanme darles un vistazo a cómo respondieron los neoyorquinos.

“El resultado de este proceso es una agenda de 127 iniciativas detalladas diseñadas para lograr 10 metas mayores, incluso la creación de nuevas viviendas asequibles y espacios abiertos… satisfaciendo responsablemente las necesidades futuras de energía de nuestra ciudad y dando a Nueva York el aire más limpio de cualquier ciudad en la nación, entre otros proyectos ambiciosos.  Algo muy interesante surgió como parte del proceso de plaNYC.

“A medida que desarrollamos las iniciativas que componen plaNYC observamos que casi todas ellas tienen que ver con el fomento de viviendas concebidas para necesidades del tránsito o mejorar el drenaje natural enverdeciendo las calles de nuestra ciudad, o promover la conservación de energía en hogares, negocios, escuelas y edificios municipales: díganlo ustedes — prácticamente todos ellos también reducirán la producción de gases de invernadero y nos ayudarán a satisfacer la meta ambiciosa y vital que Seth mencionó en su introducción:

“Una reducción de 30% en las emisiones de calentamiento global de la Ciudad de Nueva York para el año 2030 — incluyendo una de 30% en las emisiones de calentamiento global del Gobierno municipal en los próximos diez años.  Y en el tiempo que me resta esta tarde, permítanme hablar sobre nuestras metas de gases de invernadero, porque son tan críticas para la agenda de esta cumbre sobre el clima.

“A menos que actuemos enérgicamente, el crecimiento de la población que proyectamos — y el aumento del consumo de energía que lo acompaña — aumentaría la emision de dióxido de carbono (CO2) en la Ciudad de Nueva York en el orden de 25% a 30% por encima de los niveles actuales para el 2030.

“Por ello, para lograr nuestras metas de reducir en 30% los niveles de emisiones actuales, hemos fijado un plan de conservación de energía que cuenta con tres elementos principales.  El primero empieza con la evidencia de que hay más de 900,000 edificios en la Ciudad de Nueva York que sumann casi 70% de las emisiones de gases de invernadero en la ciudad.

“Entonces, nuestros esfuerzos se concentrarán en gran parte en fomentar el uso de combustibles para calefacción más limpios, ofreciendo incentivos por el uso de más sistemas de calefacción y refrigeración, electrodomésticos y otras medidas.

“Una segunda fuente de gases de invernadero son las plantas de energía que generan la electricidad de la ciudad.  Por ello, nos enfocaremos en reemplazar plantas eléctricas viejas y considerablemente contaminantes con generadores más nuevos y eficaces.  Además promoveremos un mayor uso de energía renovable y — creemos — esto hará sacar cerca de 11 millones de toneladas de dióxido de carbono fuera de nuestro aire anualmente para el 2030.

“Tercero, trabajaremos para disminuir las emisiones de CO2 relacionadas con el transporte, reduciendo en gran medida el número de vehículos en nuestras calles y autopistas.  Eso implicará ampliar nuestro sistema, combinado con una idea que ha tenido éxito en tres ciudades que están tomando parte en esta cumbre — Londres, Estocolmo, Singapur: esta es, en una prueba de tres años, el poner precio a la congestión vehicular en las calles de Manhattan bajo la Calle 86.

“Nos gustaría ser la primera ciudad estadounidense que experimenta con el poner precio a la congestión — y ser el primero siempre es lo más dificil.  Pero tengo muchas esperanzas de convertirlo en una realidad. 

“Ha recibido una aceptación entusiasta de parte de Mary Peters, secretaria de Transporte Federal de los Estados Unidos, y pensamos que eso hace a nuestro programa piloto un candidato excelente para fondos federales para apoyar su implementación.  Además ha sido respaldado por una variedad de neoyorquinos que en el pasado han estado muchas veces peleándose entre ellos.

“Grupos de expertos de izquierda y derecha, comunidades laborales y empresariales organizadas, y una amplia gama de escritores y columnistas de los diarios de nuestra ciudad que normalmente no están de acuerdo en la hora del día ahora concuerdan en que es hora de trabajar juntos por el futuro de Nueva York, y apoyan esta idea.

“Justo ayer estaba en la capital del nuestro estado en Albany, y creo que nuestra visión sobre el transporte va a progresar con los líderes estatales cuya colaboración es tan crucial.  Ahora, no hay una solución única, no hay una bala de plata, cuando se trata del cambio del clima.  Pero la clave está en tomar medidas inmediatamente, y responsabilizarnos por sus resultados.  También sabemos que nuestras metas inmediatas son solo el principio. 

“Aun cuando trabajamos para alcanzarlas, también impulsaremos enérgicamente y emplearemos tecnologías emergentes, desde un mayor uso de energía solar a la energía nuclear limpia y segura, a la generación más distribuida de energía de células de combustible.  Pero no podemos contar con la tecnología del futuro para hacer lo que se necesita hacer, urgentemente, en el día de hoy.

“También sabemos que, como ciudad en el litoral, tenemos que prepararnos para las consecuencias del calentamiento global que ya ha ocurrido, incluyendo los crecientes niveles del mar y la posibilidad de más tormentas costeras intensas.  Y eso ya ha cubierto la planificación completa de respuestas a emergencias que nuestra ciudad revisó hace un año.  Existen gastos inevitables para adaptarse — y revertir — el cambio climático.

“Pero como Sir Norman Stern y otros han descubierto, tales costos palidecen en importancia comparados al precio financiero potencialmente catastrófico, social y medioambiental de la pasividad — un precio que sería pagado por los neoyorquinos, y por la gente de todo el mundo.

“Para evitar tal calamidad inmensa, lo que se necesita ahora es una nueva ética global de responsabilidad hacia el prójimo y hacia el futuro de la buena tierra de Dios. Como ususalmente hacía, el Dr. Martin Luther King hijo ya planteó el caso mucho mejor que cualquier otro pudo haberlo hecho alguna vez.

“Así que permítanme dejarlos con algunas de las palabras que él pronunció en un discurso de graduación en 1961.  El Dr. King empezó por exaltar el peculiar ingenio tecnológico de la humanidad, pero luego agregó que ‘El gran problema de hoy es que hemos permitidos a los medios en que vivimos aventajar al objetivo por el que vivimos’.

“Nuestro genio científico, dijo, ha comprimido el tiempo y la distancia e ‘hizo de este mundo una vecindad.  Ahora, con nuestro desarrollo moral y espiritual, debemos hacerlo una hermandad’.

“Ojalá que ese espíritu de responsabilidad y comunidad compartidas informe nuestra labor juntos en esta cumbre, y por igual cuando regresemos a nuestras ciudades.

“Gracias de nuevo, y que Dios los bendiga a todos”.







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