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PR- 194-06
10 de junio de 2006

EL ALCALDE MICHAEL R. BLOOMBERG PRONUNCIA DISCURSO DE CONVOCACIÓN EN LA UNIVERSIDAD DE CHICAGO

A continuación se presenta el texto del Discurso de Convocación que el alcalde Bloomberg pronunció en la Universidad de Chicago, en Chicago, Illinois

Gracias, presidente Randel, por esa amable introducción. Ustedes tienen un maravilloso alcalde aquí en Chicago: Richie Daly. ¿Puedo pedirles que le den un merecido aplauso? Cualquier persona que detenga la lluvia justo cuando empieza la procesión merece ser aplaudida.

Espero que Chicago perdone a Nueva York por robarse al presidente Randel. En realidad él llegará a la Fundación Mellon de nuestra ciudad como una cara de la moneda en el cambio que envió al lanzador José Contreras de los Yankees a los Medias Blancas. Y, pueden estar seguros de que si lo hace la mitad de bien que lo ha hecho José, los Mellon estarán muy contentos.

Es excelente estar aquí en Chicago - "la Tierra de Oprah, USA" - hogar de los "duh-Bears" ¡y mi banda favorita, los Blues Brothers! ¿Dónde está John Belushi ahora que lo necesitamos?

Para mí, estar en este campus es un sueño hecho realidad. Acompañarlos aquí en el mismo lugar donde ser filmó la película Proof, estar donde Gwyneth Paltrow estuvo, esto es lo máximo. Esta es la razón por la que entré a la política.

Permítanme empezar esto asegurándoles a ustedes, los graduados, dos cosas:

Primero: No voy a hablar sobre algunas de las camisetas que he visto que visten algunos en el campus. Aunque sus padres están orgullosos de que ustedes se gradúen de esta augusta institución, ellos no necesitan ver la [camiseta] que dice "La Universidad de Chicago es donde la diversión muere". Y, segundo, se que algunos de ustedes llegaron bastante tarde anoche de The Pub, de recoger esos vasos de tragos gratis y otros artículos esenciales, por lo que seré relativamente breve. No quiero ser el mayor obstáculo entre ustedes y su oportunidad de pisar finalmente ese sello universitario en el Reynolds Club, por lo que procederé inmediatamente.

Pero antes de ofrecer el tradicional discurso de iniciación sobre cómo garantizar riquezas, felicidad y paz espiritual para el resto de sus vidas (y en el espíritu del discurso previo a cargo del profesor Chandler), permítanme plantearles una pregunta. La pregunta es: ¿cómo llegamos a este día, ustedes y yo?

¿Cómo llegamos a esta ceremonia - en este hermoso cuadrángulo, rodeados por una impresionante arquitectura neogótica de piedra caliza y con una cosa rosada, violeta, amarilla y naranja que vi detrás de sus espaldas? Bueno, en el caso de ustedes, la mayoría de ustedes sometieron una aplicación hace cuatro años - y fueron aceptados.

Cómo lo hicieron, no tengo idea. Aquí mismo tengo una copia de su aplicación - incluyendo esas infames preguntas de ensayo de la Universidad de Chicago. ¿Mi favorita? "Pregunta de ensayo #3: ¿Qué es algo que usted ama porque refleja un tipo de belleza idiosincrásica? ¿Un vaso con un error interesante, las características disímiles de un perro realengo que adoptó en la perrera, o una boa de plumas que encontró en un parqueo de Wal-Mart?" 

¡Yo no podría inventar estas cosas!

Cuando solicité admisión en la universidad, la pregunta más difícil que tuve que responder fue: "¿Cómo explica usted esa D en francés del 11mo. grado?" OK, bien, eso era lo que había que hacer, pero, ¿cómo llegué aquí hoy?

Bueno, no se preocupen - no les voy a contar la historia completa de mi vida. Si ustedes son curiosos, ahí está toda en mi autobiografía "Bloomberg por Bloomberg" - un magnífico libro tan grande como "El Código Da Vinci" y que ocupa ahora la posición número 187,733 en Amazon.com. Pero, consiéntanme un poco, y permítanme darles las notas de estudio:

Yo estacioné autos para pagar mi carrera universitaria; luego la escuela empresarial; luego Wall Street, ascendiendo en las filas desde un oficinista de bajo rango a un socio general de una gran firma de banca de inversiones.

Como chico de clase obrera de un pequeño pueblo en Massachusetts, realmente fue un maravilloso paseo de 15 años, lleno de momentos divertidos, largos viajes de negocios e interminables desfases de sueño causados por los aviones, así como mucha motivación y elogios de mis jefes ¡justo hasta el día que me despidieron! Aun entonces conservé mi optimismo y, literalmente, la siguiente mañana aproveché una oportunidad en algo que pensé sería aún mejor. Empecé mi propia compañía. Comenzamos con 4 empleados, en una oficina de una habitación, sin producto y sin clientes.

Y hoy, 20 años más tarde, esa empresa es - si puedo alardear por un momento - una compañía financiera global razonablemente exitosa, que paga la comida de mis hijas y me permite trabajar por un dólar al año. Esas fueron mis dos primeras carreras.

Pero entonces sucedió algo interesante: empecé a notar que mis amigos en el servicio público tenían un destello en sus ojos. Ellos habían encontrado una satisfacción, la satisfacción de ayudar a otros, una satisfacción que yo nunca había experimentado. Y entonces tomé otra decisión hace unos cinco años: buscar una carrera nueva compitiendo por la Alcaldía de una de las ciudades más grandes del mundo.

Todos los expertos políticos dijeron que no tenía posibilidades, lo cual era, por supuesto, como agitar la clásica capa roja frente a un toro. Así que decidí hacerlo, porque la oportunidad de probar algo nuevo e importante - algo que todos decían que no podía hacerse - era simplemente demasiado excitante para dejarla pasar.

Felizmente, el pueblo me dio esa oportunidad, y he tenido la oportunidad de practicar en la esfera pública lo que hice en la empresa privada.

En cada problema que he enfrentado - desde la lucha contra el crimen hasta promover la salud pública, desde mejorar la calidad de vida a balancear el presupuesto -, he intentado hacer lo que todos ustedes deberían hacer por el resto de sus vidas: No lo planeen excesivamente, no eviten aceptar el reto, sólo establezcan las prioridades correctas y enfoquen cada problema con honestidad, integridad y una dosis sana de sentido común. Y, desde el principio, supe que la única forma de hacer eso era manteniendo un atributo esencial: la independencia.

Y eso nos trae al punto del que me gustaría hablarles a ustedes esta mañana.

La independencia - es el fundamento de este país, la convicción detrás de la fundación de nuestra nación, y la fuerza que ha impulsado su éxito. La independencia es fundamental para nuestra identidad como norteamericanos. Es una parte esencial de lo que constituye la democracia más exitosa e igualitaria del mundo. Y sin embargo, si miro a nuestro país hoy, veo un desafío grave a nuestro espíritu de independencia, en liderazgo y en pensamiento, de todos los sectores de la sociedad.

Permítanme empezar con el liderazgo - particularmente algo cercano y que aprecio, el liderazgo político. Nuestro gobierno opera en un ambiente hoy tan profundamente inundado con la condescendencia y el partidismo que nos hemos convertido en casi inmunes al mismo.

Hoy es un procedimiento estándar que cuando los republicanos proponen una idea, los demócratas se oponen a ella, y viceversa - solo porque no es idea de ellos. Hemos llegado a esperar que cuando una minoría arma un escándalo - o recauda mucho dinero -, los políticos de ambos lados del pasillo cederán, en vez de luchar por el bien común.

Nadie se sorprende hoy cuando los líderes electos toman decisiones basándose no en hechos o convicciones, sino en un solo criterio: qué puede llevarlos a ocupar un cargo, y qué puede mantenerlos ahí.

Nosotros vemos como estos líderes miran una y otra vez las encuestas en lugar de ver principios.

Ciertamente no hay nada errado con hacer preguntas a la gente para saber cómo se sienten, pero muchos políticos ahora usan las encuestas para determinar no en qué creen sus votantes, sino en qué creen ellos mismos. Eso es lo que llamo "conducir desde atrás". No es liderazgo, y no es independencia.

Tomar oportunidades y decisiones impopulares es una parte necesaria de lo que significa conseguir resultados.

Puede ser solitario el dar un paso al frente, a veces puede ser peligroso para sus carreras, y ocasionalmente es posible que demuestren que ustedes están equivocados, pero es la esencia de la independencia - algo, espero, que el público esté empezando a comprender más y más.

En Nueva York, prohibimos fumar en los bares y restaurantes, eliminamos la "promoción social" en las escuelas públicas, o subimos los impuestos para evitar drásticos recortes presupuestarios. Les puedo decir que no faltaron las personas que expresaron su desacuerdo. Pero el público vio que nuestra administración estaba tratando de hacer lo que pensamos que era correcto. Y, con el tiempo, aun aquellos que estuvieron en desacuerdo llegaron a respetar el hecho decidimos lo que creímos sin importar lo que las encuestas y los partidistas profesionales decían.

Permítanme hablar sobre otro aspecto de la independencia: no el liderazgo independiente, sino el pensamiento independiente de los funcionarios electos y el público por igual.

Tristemente, hoy la gente que levanta su voz para oponer el status quo se encuentran a menudo bajo ataque - en formas no vistas en años. Se que no es agradable abrirse al ridículo y la condena, pero es de una importancia vital. Ustedes tienen que decir lo que piensan o no podrán verse en el espejo en las noches.

Todos hemos estado ahí, y no hay nada peor que saber que se ha transigido o ha faltado el coraje cuando ese día se es sometido a prueba.

Últimamente, un espíritu de intolerancia ha penetrado el discurso político - y el patriotismo de la gente está siendo cuestionado. ¡Todos tenemos que unirnos en este país y detener esto ahora mismo, y hacer frente a aquellos que utilizan demagogia! No hay nada - absolutamente nada - malo con criticar a nuestro gobierno - sobre cualquier tópico - y retarlo a que viva de acuerdo a los ideales democráticos. No es falta de patriotismo. De hecho, ¿qué puede ser más patriótico?

La Primera Enmienda fue escrita no para que ustedes pudieran criticar sin peligro a una película o a sus suegras, sino para proteger el derecho de las personas a desafiar y cuestionar a nuestros líderes y nuestras leyes sin ser encarcelados, o ahorcados.

Recuerden, hasta la Constitución misma fue imperfecta. De otra forma no habríamos necesitado una Quinta Enmienda - o cualquier otra enmienda.

Desafortunadamente, el pensamiento está siendo retado hoy no solo en el gobierno, sino también en el mundo de la ciencia. Hoy vemos a personas en los niveles más altos del gobierno manipulando data para que se ajuste a sus propias agendas. Se puede llamar a este fenómeno una verdadera "ciencia política".

Ustedes la pueden ver funcionar en el movimiento que busca desacreditar la teoría del calentamiento global, y lo pueden ver en la decisión para restringir fondos federales para las investigaciones de células madre, o para refutar métodos comprobados que detienen el flagelo del SIDA aquí y en todo el mundo.

No debemos jamás suprimir la investigación científica o ignorar los hechos por la ideología o la economía a corto plazo. No es solo deshonesto - también es miope. Pone en peligro nuestro futuro y las vidas de nuestras familias.

¿Quieren ahora algunos ejemplos más cercanos a lo que ustedes viven?

En algunos recintos universitarios en el día de hoy, el pensamiento independiente está siendo no sólo criticado - lo cual es necesario y saludable - sino que está siendo sofocado o incluso castigado. Qué irónico es encontrar profesores - muchos de los cuales disfrutan de la libertad académica que les permite su posición para explorar y expandir nuestro discurso - desdeñando a otros en el campus por decir lo que piensan.

En Oregon State University, algunos miembros de la facultad intentaron detener la publicación del estudio de graduación de un estudiante sobre prácticas de explotación forestal cuando temieron que amenazaría a algunas de las fuentes de ingresos para la universidad de la industria maderera.

Y en LSU [Louisiana State University], los administradores urgieron al subdirector del Centro de Huracanes de la universidad a no discutir su nuevo libro sobre las fallas en el sistema de protección contra huracanes de Nueva Orleáns - porque no querían lesionar su relación con el gobierno federal.

Mientras tanto, estudiantes y las facultades de escuelas en toda la nación están tratando de prevenir que quienes tengan opiniones opuestas hablen en sus recintos.

Ustedes pueden llamarme anticuado, pero yo creo que, cuando alguien es su huésped, incluso sin fue invitado por otro miembro de sus familias, ustedes los reciben y los tratan con respeto - aunque a ustedes no les guste sus puntos de vista. Y, ¿desde cuándo el hecho de escuchar simplemente opiniones con las que no concordamos - o acaso desaprobamos totalmente - ha venido a significar una aprobación tácita?

Yo supongo que esa es la razón por la que los partidistas profesionales en la televisión por cable siempre están tratando de callarse a gritos los unos a los otros.

Para mí, encontrar un punto de vista opuesto es una oportunidad para lograr una comprensión más profunda de los temas en juego y una oportunidad para desarrollar mi propio punto de vista.

En cualquier caso, yo siempre he pensado que no tener la voluntad de escuchar es el último acto de cobardía e inseguridad.

En Chicago, ustedes han sido afortunados de ser parte de una institución que por mucho tiempo ha practicado el pensamiento y la investigación independientes. Y no estoy hablando simplemente sobre las camisetas. Desde la defensa de la Universidad contra acusaciones de que enseñaba comunismo hace 70 años hasta su apoyo del derecho del profesor Mearsheimer de criticar la influencia del cabildeo de Israel en la política exterior de los Estados Unidos, este ha sido un lugar donde el debate abierto es alentado y apreciado.

Sin embargo, viajen fuera de los "confines amistosos" de este campus y encontrarán que falta objetividad, sentido común - e independencia.

Y, seamos claros: ambos extremos del espectro político comparten la culpa. Y ambos parecen poco dispuestos a cambiar.

Ese trabajo se les deja a otros. De hecho, ese trabajo, graduados, se les deja a ustedes. Sí. Su misión - si ustedes eligen aceptarla, graduandos del 2006, y cualquiera que sea el camino profesional que ustedes tomen - es pelear esa batalla.

Mantener un escepticismo sano y una integridad honesta.

Y nunca se separen del espíritu de independencia norteamericano.

En un mundo que los bombardeará con analistas, expertos, auto-llamados "expertos" - y publicistas implacables -, ustedes deben levantar la cabeza, porque, cuando se trata de proteger el derecho a hablar, pensar y expresarse, ustedes son la próxima gran generación de guerreros de la libertad.

Y Dios sabe - su país los necesita ahora, más que nunca.

Yo anticipé claramente el discurso del profesor Chandler, ya que empecé esta mañana haciendo la pregunta: "¿Cómo llegamos aquí?"

Permítanme concluir con una segunda pregunta: ¿Cómo avanzamos a partir de aquí?" La respuesta, creo - puede parecer extraño - puede encontrarse en una tercera pregunta: Es la pregunta del ensayo final de su aplicación universitaria hace cuatro años.

Esta les instruía a "plantear una pregunta no común o no tradicional de su propia invención" y luego contestarla desplegando "sus mejores cualidades como escritor, pensador, visionario, crítico social, sabio, mujer u hombre sensible, y como ciudadano del mundo".

No puedo pensar en una mejor pregunta - o respuesta - para ocupar el resto de sus vidas. Buena suerte en todas sus empresas y felicitaciones en este gran día.







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