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PR- 168-05
2 de mayo de 2005

EL ALCALDE BLOOMBERG HABLA SOBRE ESTRATEGIAS PARA REDUCIR EL CRIMEN EN EL DESAYUNO DE LA CITIZEN'S CRIME COMMISSION

A continuación se presenta el texto preparado para el alcalde Bloomberg. Por favor verifique el mismo comparándolo con el discurso final.

Gracias, Ivan, y buenos días a todos. Esta es la segunda vez que les reporto el éxito de nuestra Administración en la lucha contra el crimen.

Mantener el éxito en la lucha contra el crimen en Nueva York ha requerido organizar, en un grado sin precedentes, todos los recursos del sistema completo de justicia criminal de la ciudad - no solo la policía, sino también los tribunales, fiscales, oficiales de corrección y libertad provisional, y otros.

Nuestra estrategia, como dije en el primer discurso que dirigí a ustedes hace 22 meses, es un "enfoque nuevo, más enfocado y exitoso del NYPD y otras agencias de justicia criminal en la gente que está en problemas y los lugares con problemas".

Este enfoque de "gente y lugares en problemas" ha sido aplicado a una amplia variedad de desafíos en la lucha contra el crimen, desde la supresión de graffiti y ofensas a la calidad de vida hasta la prevención de los delitos más graves y violentos.

Hoy, quiero actualizarles con los extraordinarios resultados logrados. Y también quiero esbozar los que serán los elementos más nuevos de nuestra estrategia para enfrentar el crimen, ya que la lucha contra el crimen nunca puede ser estática, y la satisfacción consigo mismo puede ser el preludio a un fracaso seguro.

Para poner mis palabras en contexto, primero recuerden precisamente dónde estaba la Ciudad de Nueva York al principio de nuestra Administración.

En el período posterior al 11 de Septiembre, la economía de Nueva York sufría una hemorragia de empleos en una severa recesión nacional. El gobierno municipal, hundiéndose en una crisis fiscal, requería que cada agencia municipal, incluyendo el NYPD, se apretara el cinturón.

Como resultado, el comisionado Kelly ha tenido 4,000 oficiales menos para poner en las calles; a la vez, aproximadamente 1,000 de sus mejores hombres y mujeres han asumido nuevas y muy exigentes labores de contraterrorismo e inteligencia.

Dadas estas circunstancias, en el 2002 pocas personas creían que podríamos sostener los avances en la lucha contra el crimen logrados en la década pasada.

Bueno, hemos probado que esta idea estaba equivocada - y aun más. Nuestro éxito en la lucha contra el crimen es verdaderamente la envidia de la nación. Hemos continuado y, en algunos aspectos, incluso acelerado, la histórica caída en el crimen que se inició a principios de los '90.

Hemos llevado el nivel de criminalidad a un 20% más bajo de cómo estaba hace cuatro años. En el 2004 tuvimos el menor número de asesinatos desde 1963. Fue nuestro tercer año consecutivo con menos de 600 homicidios. Tras cuatro meses de este año, los homicidios han descendido otro 14%; están 28% más bajos que hace cuatro años.

El reporte anual del FBI Índice Uniforme del Crimen (Uniform Crime Index Report, en inglés) confirma que estamos en la metrópoli más segura en los Estados Unidos; nos coloca en la posición número 203 entre 217 ciudades con 100,000 o más habitantes. Estamos justo entre Alexandria, Virginia, y Ann Arbor, Michigan.

La estrategia de "gente y lugares en problemas" continúa moldeando cada aspecto de este éxito.

Muchos elementos de esa estrategia eran completamente nuevos o ni siquiera habían sido implementados la última vez que estuve aquí.

Por ejemplo, consideren la "Operación Impacto" del NYPD. Fue lanzada a modo de prueba por seis meses en enero del 2003 - y, en mi último discurso aquí, anuncié que nuestra Administración extendería ese experimento por el resto del año.

Desde entonces, la "Operación Impacto, que ahora hemos extendido a su tercer año, se ha convertido en muchos sentidos en la pieza central del éxito del Departamento de Policía para reducir la criminalidad.

Cada día de los últimos 28 meses hemos desplegado una combinación de hasta 1,000 oficiales nuevos y veteranos en zonas específicas y con alta criminalidad en toda la ciudad. En ese tiempo, estos oficiales han hecho más de 72,000 arrestos. En las Zonas de Impacto, ellos redujeron el crimen en un 33% durante el 2003, más de 26% el año pasado y, hasta hoy, otro 25% este año.

En el 75to. Precinto, en East New York, la transformación ha sido realmente extraordinaria. Hace no tanto tiempo esta era una "central de homicidios" en nuestra ciudad. En 1993 hubo 129 homicidios en el Siete-Cinco. El año pasado había sido reducido a 29 - pero, incluso tras ese extraordinario descenso, el Siete-Cinco todavía encabezaba la ciudad en homicidios.

Entonces, en enero lanzamos la Operación Tridente para enfocar mejor los recursos y reducir los crímenes en este precinto. Y, tras cuatro meses, los delitos han disminuido 18% y los homicidios están 33% más bajos. De hecho, el número total de homicidios en el precinto en este año es seis. ¡Seis! Aunque incluso un solo homicidio es demasiado, esto es un avance innegable. Y, por esto, grandes comerciantes están empezando a abrir tiendas en East New York por primera vez en años.

Esta no es tampoco una historia de éxito aislada. Otras áreas tradicionalmente plagadas de altos niveles de criminalidad han visto cambios extraordinarios. En Bushwick, cubierto por el 83er. Precinto, los homicidios han descendido casi 88% este año. En el 60mo. Precinto, en Coney Island, han disminuido un 83%. Y, en la Zona de Impacto que hemos establecido en el área de Port Richmond en Staten Island, la criminalidad se redujo casi 85%.

Aun cuando la Operación Impacto se ha concentrado en los más graves delitos en las calles, el NYPD no dejado de observar la aplicación de regulaciones para la calidad de vida. Sabemos que, si las ofensas que parecen minúsculas - como saltar sobre los controles del metro y pedir limosna en forma agresiva - no son atendidas, crean un ambiente en el cual florece el crimen más peligroso.

Una de las primeras acciones de nuestra Administración fue lanzar la operación "Clean Sweep" para eliminar ofensas como el pedir limosnas agresivamente. Hasta la fecha, esta ha producido unos 33,000 arrestos y 350,000 citaciones.

Y la operación "Silent Night" del NYPD, lanzada en octubre del 2002, se ha concentrado en la queja número uno de la calidad de vida en Nueva York: los ruidos. De hecho, nuestra Administración ha propuesto un nuevo Código municipal de ruidos que será un gran avance para permitir que más de nosotros disfrutemos un poco de paz, tranquilidad y un buen sueño, aun en la Ciudad que nunca duerme. Y estamos solicitando al Concejo Municipal que apruebe el Código de Ruidos este año.

Mientras tanto, "Silent Night" está haciendo el trabajo. Los oficiales han usado servicios de quejas de ruidos en el "311" para identificar los lugares más problemáticos en la ciudad. En los últimos dos años y medio, la operación "Silent Night" ha producido más de 18,000 arrestos, está reduciendo los desórdenes que pueden incubar delitos graves, y nos ha dado un modelo que ahora estamos aplicando a una campaña en toda la ciudad para eliminar los graffiti.

Sin embargo, a pesar de lo impresionante de estos logros, no han ocurrido en el vacío. Han sido coordinados con esfuerzos igualmente informados e intensamente enfocados en los tribunales y otras agencias de justicia criminal. Y esas iniciativas integradas han multiplicado la efectividad de los esfuerzos de aplicación de las leyes del NYPD.

Un ejemplo notable es una iniciativa que era completamente nueva la primera vez que estuve aquí: Las "Cortes de Armas de Fuego". Era nuestra forma de detener la práctica demasiado común de castigar una felonía grave, como es el poseer armas de fuego, con "palmadas" insignificantes. Establecimos una corte en que parte del personal era compuesto por fiscales especialmente entrenados y dedicados a manejar agresivamente la felonía de poseer armas de fuego durante todo el proceso, desde el arresto y la lectura del acta de acusación a la fase de disposición.

Trabajamos con el fiscal del distrito Charles Hynes para lanzar en Brooklyn la primera corte de armas de fuego en mayo del 2003. Su jurisdicción original cubría casos de cinco precintos policiales que representaban la mitad de las balaceras en el condado Kings, y una cuarta parte de todas las balaceras en la ciudad. En enero del 2004 la corte empezó a trabajar con casos similares en todo Brooklyn.

Los resultados han sido precisamente lo que esperábamos. En los últimos dos años, el porcentaje de casos de armas de fuego en Brooklyn que han resultado en encarcelamientos aumentaron del 71% al 88%, las sentencias de un año o más casi se han duplicado, y el tiempo medio de encarcelamiento se ha cuadruplicado. Los efectos se han sentido en las calles; en esos cinco precintos originales, el número de balaceras se redujo el 15% entre el 2002 y el final del año pasado.

La corte de armas de fuego ha probado ser un éxito tal que, cuando la extendimos a todo el condado de Brooklyn, también la expandimos a Queens y a El Bronx. Esta también ha producido más sentencias de cárcel y sentencias más extendidas por posesión de armas de fuego en esos condados.

Otra iniciativa, llamada Operación "Spotlight", buscaba acabar con la justicia "de torniquete" que devolvía a nuestras calles a las prostitutas, ladrones en las tiendas, delincuentes menores en el área de narcóticos y otras fechorías, a pesar de tener docenas de arrestos previos. Nos enfocamos en el 6 por ciento de reincidentes que representan tres veces su participación en estos delitos.

Así, hemos marcado sus casos para que reciban atención especial en las cortes de la Operación "Spotlight" en cada condado. Empezamos la primera en Queens con la ayuda del fiscal del distrito Richard Brown. El resultado: desde que se lanzó la Operación "Spotlight" hace dos años y medio, el porcentaje de casos que han resultado en encarcelamientos aumentó del 45% al 67%.

Para combatir las violaciones y ataques sexuales en nuestras calles, establecimos "STOP" (acrónimo en inglés de "Specially Targeted Offenders Project" o "Proyecto Especialmente Dirigido a Delincuentes"). Este identifica a los convictos de delitos sexuales más peligrosos en la Ciudad para que tengan una mayor supervisión y mejores fiscales en cortes especiales en cada condado.

En el 2003 y el 2004 se duplicaron los arrestos por violaciones a la "Ley de Megan" del Estado, que requiere a los convictos sexuales registrarse con agencias de aplicación de la ley. Y han aumentado otro 73% hasta la fecha en este año.

Enfocarnos en los delincuentes sexuales es también un elemento importante en la "Operación Viviendas Seguras" ("Operation Safe Housing", en inglés), nuestra multifacética iniciativa aún en desarrollo de numerosas agencias que busca reducir la criminalidad en los proyectos públicos de viviendas en la ciudad. Uno de cada 20 neoyorquinos habita en viviendas públicas - y es nuestra responsabilidad garantizar su seguridad.

El pasado mes de noviembre pusimos un sistema para acelerar los desalojos de delincuentes sexuales, de armas de fuego y narcotraficantes de las viviendas públicas. También estamos prohibiendo la presencia de narcotraficantes convictos en viviendas públicas y arrestándoles por intrusión si regresan. Y los oficiales de libertad provisional pronto serán asignados directamente a proyectos de viviendas públicas para mejorar la supervisión de los residentes libres bajo palabra.

Todas estas iniciativas aprovechan nuestra capacidad para obtener, refinar y utilizar información de CompStat y otras fuentes sobre la gente y lugares en problemas.

De hecho, hoy la aplicación efectiva de la ley se trata del reconocimiento de patrones. Y el sello de la próxima fase en nuestros esfuerzos para luchar contra el crimen será el cada vez más sofisticado uso de tecnología de la información y evidencia de ADN.

Para identificar y detener patrones emergentes de delitos antes de que se conviertan en olas de criminalidad, y para asegurar que los delincuentes peligrosos - que de otra forma no serían capturados o castigados - enfrenten a la justicia

En una fecha posterior de este año presentaremos en One Police Plaza un "Centro de la Lucha Contra el Crimen en Tiempo Real" ("Real-Time Crime Fighting Center", en inglés). Este combinará la obtención y análisis avanzados de datos bajo un solo techo con el fin de identificar patrones en los delitos y a la gente responsable de los mismos en un tiempo récord. Equipará a los policías instantáneamente para sacar a los criminales de las calles más rápido que nunca antes, dándoles pistas oportunas que necesitan para parar en seco a los delincuentes como los violadores en serie y ladrones empedernidos.

El centro será complementado con una nueva tecnología de información de 12 millones de dólares llamada "DataShare." Esta mejorará dramáticamente la forma como la policía, los fiscales, tribunales, el Departamento de Corrección y otras agencias de justicia criminal se comunican y trabajan juntas.

Usando DataShare, un detective que investigue un patrón de robos podrá recibir un mensaje en su Blackberry en el minuto en que se arreste a una persona que se ajuste a la descripción del responsable en cualquier lugar de la ciudad. Un asistente del fiscal del distrito en El Bronx podrá recibir un correo electrónico cuando un acusado a quien él está a punto de ofrecer un acuerdo judicial sea arrestado en Queens. El comandante de un precinto puede registrarse para ser notificado cuando los delincuentes sexuales sean puestos en libertad y lleguen al área de su precinto.

En resumen, DataShare conseguirá mucha, mucha más información correcta a la gente correcta en el tiempo correcto. El resultado será arrestos más rápidos y una ciudad más segura.

Una mayor y mejor recolección y uso de evidencia de ADN también pondrá una poderosa y nueva herramienta en las manos de la policía y los fiscales. Esto es especialmente importante para juzgar a delincuentes que cometen violaciones y ataques sexuales, donde el estatuto de limitaciones de diez años representa un importante obstáculo para los investigadores que trabajan en "casos fríos". Para enfrentar ese problema, hemos desarrollado nuestro proyecto de procesamiento de desconocidos ("John Doe Indictment Project", en inglés).

Los titulares de los diarios mencionaron la semana pasada una evidencia de ADN que identificó a un prisionero en Rikers Island como el sospechoso en dos docenas de violaciones y ataques sexuales cometidos aquí, en New Jersey y Maryland, entre finales de los '70 y principios de los '90.

Bob Morgenthau lo dijo muy bien cuando expresó que "debería asustar a muchos acusados el saber que, después de 32 años, todavía se puede hacer una prueba de ADN".

Como el NYPD tiene una bien merecida reputación de poder resolver casos con años de antigüedad, estamos confiados en que sospechosos acusados en base a sus perfiles de ADN bajo el John Doe Indictment Project sentirán ese miedo. Ya se han completado 55 procesamientos como resultado de los esfuerzos de este proyecto en los últimos 16 meses - y el primero en producir un arresto está siendo manejado ahora por el personal que trabaja con el fiscal del distrito en el condado de Richmond Dan Donovan.

Cuando se conozcan las identidades de los "desconocidos"- aun si los arrestos se producen mucho después de la expiración del estatuto de limitaciones -, ellos enfrentarán la justicia.

Recolectar y preservar evidencia de ADN también juega un rol importante en la labor de los "Equipos de Respuesta a Ataques Sexuales" (SARTs, en inglés) de nuestra Administración. Hace dos años trabajamos con el fiscal del distrito Robert Johnson para establecer el primer SART como un proyecto piloto en El Bronx. Este otoño los SARTs serán implementados en toda la ciudad.

Establecimos los SARTs porque las primeras horas tras una violación son críticas. Las víctimas que han sido traumatizadas y, con demasiada frecuencia, humilladas por sus atacantes, necesitan ser reaseguradas rápidamente de que los investigadores y fiscales estarán a su lado durante todo el proceso. A la vez, las primeras horas tras una violación son críticas para recolectar y preservar evidencia de ADN y otra evidencia forense.

Los profesionales entrenados en salud de los SARTs ejecutarán estas dos importantes y delicadas tareas. Su misión es responder a cada víctima de violación llegando a los hospitales públicos identificados en el plazo de una hora - y, en los últimos dos años en El Bronx, ellos han logrado este objetivo más del 90% de las veces.

El proyecto piloto en El Bronx ha producido una mayor cooperación de las víctimas de violaciones, evidencias más completas de las heridas sufridas y casos mejores y más sólidos para lograr una condena. Y confiamos que estos resultados serán igualados cuando los SARTs se implementen en toda la ciudad.

Gracias a los medios de noticias, todos sabemos cuán valiosa es ahora la evidencia de ADN para investigar y procesar homicidios y violaciones. Ahora también estamos empezando a usarla para resolver delitos contra la propiedad. Un programa piloto del NYPD en Queens, llamado "Bio-tracks," ha dado a los investigadores de robos las herramientas que necesitan para recolectar muestras de ADN en las escenas de crímenes. Los resultados han sido extremadamente alentadores y estamos buscando activamente formas de extender el programa a otros condados, así como a otros campos de la investigación.

Nuestra estrategia de "gente y lugares en problemas" emergió tras el 11 de Septiembre. Y nuestros esfuerzos desde entonces para proteger a nuestra ciudad del terrorismo han sido una prioridad paralela de nuestra Administración. Los neoyorquinos saben mejor que cualquier otro estadounidense que la preparación es esencial. Ese es un mensaje que transmití el mes pasado en Washington cuando visité a Michael Chertoff, el nuevo secretario de Seguridad Nacional.

Los esfuerzos contra el terrorismo de nuestra Administración han sido variados y sólidos.

En los últimos cuatro años hemos incrementado dramáticamente el número de oficiales asignados a las oficinas de inteligencia y contraterrorismo del NYPD.

Hemos enviado detectives a Londres, Singapur, Tel Aviv y otras ciudades al otro lado del mundo.

El NYPD, la más diversa fuerza policial en la nación, ha aprovechado bien su rica reserva de personas que hablan sus idiomas nativos, usando su dominio del urdu, árabe, pashtu y bengalí en la lucha contra el terrorismo.

Y nuestros funcionarios que trabajan en la aplicación de las leyes y preparación de emergencia han establecido y mantenido nuevos protocolos para compartir información con sus contrapartes en el gobierno federal.

Estos esfuerzos han producido resultados. Hace dos años, un agente de Al Qaeda llegó al Brooklyn Bridge con planes de destruirlo. Pero se desanimó por toda la seguridad que el NYPD había puesto en el lugar. ¿Recuerdan lo que dijo? "Hace demasiado calor". Si no hubiésemos logrado que hiciera "demasiado calor", Joe Hynes habría tomado el ferry desde Brooklyn para llegar aquí esa mañana. Y, hace un año, un detective del NYPD colaboró en una investigación que condujo al procesamiento de un sospechoso por 11 cargos relacionados con el terrorismo.

La mayoría de los neoyorquinos están solo vagamente conscientes de las amenazas que representaban estos terroristas. Y, en cierta forma, eso es bueno, muestra que estamos dejando que los profesionales realicen el trabajo de proteger a nuestra ciudad.

Pero ellos necesitan ayuda de nuestro gobierno federal. Y esa es la razón por la que hoy solicito vehementemente a los miembros de la Comisión de Ciudadanos Contra el Crimen (Citizens Crime Commission, en inglés) que se unan a mí para expresar las mayores objeciones posibles al proyecto de ley de patrocinio federal a la seguridad nacional (Homeland Security Funding Hill, en inglés) que ahora se dirige al pleno del Senado.

Este representa un gigantesco paso hacia atrás en relación con lo propuesto por el presidente Bush, lo recomendado por la Comisión 9/11 y lo que por mucho tiempo he argumentado que es sencillamente cuestión de sentido común:

Que el patrocinio de la seguridad nacional debe basarse en los riesgos, y solo en los riesgos.

En su lugar, este proyecto aumentaría los fondos que se dirigen a estados que no son objetivos de alto riesgo y disminuiría los fondos para áreas que realmente tienen un riesgo elevado, incluyendo la Ciudad de Nueva York.

El mensaje que esto envía a los enemigos de los Estados Unidos es claro y claramente peligroso: Que el gobierno de los Estados Unidos todavía no ha aprendido por completo las lecciones del 11 de Septiembre. Confirmará su creencia de que las democracias son inherentemente incompetentes y condenadas al fracaso.

Ahora, en nuestros corazones, sabemos que la verdad es justamente lo contrario, que somos gente resistente y capaz, fortalecidos por nuestra devoción a la libertad.

La recuperación de nuestra ciudad en los últimos tres años y medio, una recuperación a la cual nuestro continuo éxito en la lucha contra el crimen ha colaborado tanto, demuestra eso.

Desde el principio, nuestra Administración ha estado determinada a enviar el mensaje claro y consistente de que Nueva York es segura - que somos un lugar seguro para visitar, seguro para vivir y para criar una familia, y un lugar seguro donde empezar o expandir un negocio.

Aunque ese mensaje tiene el beneficio de ser cierto, tras el 11 de Septiembre no fue (en forma comprensible) siempre fácil de transmitir. Pero nuestro éxito continuo en la reducción de la criminalidad ha sido una prueba innegable para apoyarlo.

Recuerden lo que dije previamente esta mañana sobre la desesperada situación de la economía neoyorquina hace cuatro años. Ahora, consideren esto:

Hoy, la tasa de desempleo en la ciudad es 5.2% - la más baja desde enero del 2001. Hemos tenido 20 meses consecutivos de crecimiento en los empleos, y más gente trabaja ahora en la Ciudad de Nueva York que en ningún otro momento desde 1978.

El turismo, que sostiene un cuarto de millón de empleos en nuestra ciudad, se hundió tras el 11 de Septiembre. Hoy, nuestros aeropuertos y hoteles están repletos. El año pasado establecimos un nuevo récord de casi 40 millones de visitantes en nuestra ciudad, y estamos en camino de romper nuevamente ese récord en el 2005.

Nuestra tasa de áreas comerciales vacantes ha descendido consistentemente en los últimos seis trimestres. Un auge en la construcción prosigue en los cinco condados. Los valores de las propiedades residenciales han aumentado más del 80% en los últimos cuatro años.

Hoy, nuestra ciudad está avanzando de nuevo. Nuestro éxito en la lucha contra el crimen ha sido crucial para lograr que eso suceda. Y, si mantenemos el curso que hemos establecido, defendiendo a Nueva York contra todas las amenazas, las que emergen de delincuentes en nuestras calles así como las que son concebidas en otras tierras distantes, entonces nuestros mejores días como ciudad todavía están adelante.







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