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PR- 181-13
29 de mayo de 2013

EL ALCALDE BLOOMBERG PRONUNCIA DISCURSO CENTRAL EN LA 154ta CEREMONIA DE GRADUACIÓN DE COOPER UNION

A continuación, el texto del discurso pronunciado hoy por el alcalde Michael R. Bloomberg:

“Gracias, señor presidente.  Sé que la mayoría de estos estudiantes están diciendo, ‘Con su récord académico, ¿a él le están dando un diploma honorario?’

“Solo para que ustedes, los estudiantes, lo sepan, siempre fue una de las personas que hicieron posible que hubiera un grupo superior en la clase.

“De hecho, esta es una historia real.  Asistí a Johns Hopkins en 1960, lo cual les muestra que yo no podría ser padre de ustedes ― podría ser su abuelo.  Y fui a estudiar física.  Y llegué allí y me enteré de que había un requisito de alemán, porque, si uno piensa en ello, la mayoría de los físicos en este país en 1960 habían venido de Alemania, huyendo antes de la guerra.

“Y después de tres días en la clase de alemán, me pasé a estudiar ingeniería eléctrica.  Ni siquiera estuve cerca.

“Pero me gradué, con un diploma, una Licenciatura en Ciencias de la Ingeniería, creo que la llamaban en 1964.  Y el orador principal de la graduación era alguien que habló por una hora y media ― o al menos pareció así.  Y el presidente me recordó tras bastidores que soy lo único que se interpone entre ustedes y la obtención de sus diplomas, así que me urgió a no pasar la próxima hora y media hablando.  Así que no haré eso, lo mantendré breve, pero tengo un mensaje.

“Primero, déjenme empezar agradeciendo a todos y diciendo buenos días a la facultad y amigos e invitados de honor y, lo más importante para ustedes, a la Clase de 2013.

“Decir que me siento honrado de estar con ustedes y de felicitarlos por hacer este día posible es simplemente quedarme corto.

“Cooper Union fue una de esas escuelas a las que nunca solicité admisión porque nunca habría tenido una oportunidad de entrar.  Los estándares académicos aquí eran mucho más elevados que mis capacidades.

“No obstante, no se preocupen.  Todo resultó bien.

“Ahora, sé que graduarse aquí no ha sido fácil.  Entiendo que la loca carrera para completar sus proyectos finales ha sido extenuante.  Como ingenieros, especialmente los ‘Kemmies’, ustedes han estado viviendo en el laboratorio por semanas y, sin embargo, aquí están. Artistas, ustedes han subsistido, me dicen, casi exclusivamente con Frankie’s Kitchen por meses, y aquí están.  ¿Quién lo habría sabido?  Y arquitectos, ustedes probablemente no han visto la luz del día por cinco años y, sin embargo, aquí están.

“Ahora, ustedes han atravesado todo ― y supongo que eso no debería ser una sorpresa.  El trabajo duro y la dedicación al oficio es el método de Cooper, y sus proyectos finales son apenas el reto más reciente que han sobrevivido.  Pero seguramente no será el último.

“En sus primeros días, entiendo que ustedes también sobrevivieron las largas líneas para inscribirse en clases usando tarjetas informáticas de los años ’50.  Y eso ilustra la primera regla de la ingeniería: Si no está averiado, no lo arregles.

“De hecho, el único programa de computadoras que escribí en la universidad fue en Fortran, para invertir una matriz cuatro-por-cuatro.  Me tomó toda la vacación de Navidad, ya que había que perforar las tarjetas manualmente y luego pasarlas pro un compilador, y luego te enviaban este gran listado con todos los errores que uno había cometido.

“Y cuando terminé, todos volvían de las vacaciones, y una persona me dijo, ‘¿Puedo tomar prestado tu juego de tarjetas?’ Y yo soy como todos los estudiantes ― nada extraño en mí, escribí mi programa.  Seguro.  Y dije, pero asegúrense de sacar las tarjetas que dicen, ‘Escrito por Mike Bloomberg’.

“Esa persona no lo hizo.  Ni lo hicieron todos los demás en la clase que copiaron su juego de tarjetas.  Vaya.  Un poco de problema.  Pero de todas maneras, sobreviví.

“Y algunos de ustedes sobrevivieron incluso el taller de madera y la clase de soldadura, y otras que tenían física con el profesor Wolf.  Lo lamento.

“Pero también es verdad que todos ustedes sobrevivieron a miles y miles de pedazos de piza de Two Bros.  Voy a detenerme especialmente y ordenar un pedazo de pizza en Two Bros.  Espero que sea realmente fina.  Así es como me gusta.

“De todos modos, ustedes han atravesado todo eso y más, y deben estar muy orgullosos de sí mismos.  Seguro que sus familias lo están.  Y ellos los han apoyado en buenas y malas.

“Y una de las lecciones que siempre intento dar a los jóvenes es que saquen las palabras ‘Yo’ y ‘mí’ de su vocabulario.  Usen las palabras ‘nosotros’ y ‘nuestro’, porque no puedo pensar de algo que haga alguien y que sea importante en la vida y no requiera la ayuda de otros.

“Y estas familias realmente los han respaldado.  Acaso ustedes desean darles un aplauso.

“Ahora, es un honor acompañarlos en este escenario en este Gran Salón que realmente ha presenciado tantos momentos cruciales en la historia de la nación, incluso el discurso que lanzó la candidatura de Abraham Lincoln a la Casa Blanca y que salvó a la Unión.

“Supuestamente, él uso este mismo podio.  Y la primera vez que pronuncié un discurso aquí hace varios años usando este podio, llamé a mi madre y le dije, ‘Nunca creerás lo que acabo de hacer’.  Estaba tan impresionado conmigo mismo.  Ella me dijo que me fuera a trabajar.

“Es un honor acompañar a un grupo de estudiantes elite bajo la larga sombra de uno de los pioneros más influyentes de nuestra nación, Peter Cooper.

“Como innovador tecnológico, él ayudó a nuestro naciente país a convertirse en una potencia económica de la que todos nos hemos beneficiado.  Y como filántropo generoso, creó esta institución educativa que desde sus primeros días ha impulsado a nuestro país hacia delante en la larga marcha hacia la libertad y la igualdad.

“Hoy, había planificado venir aquí a discutir el estado de esa marcha y la responsabilidad pública en la que creo que ustedes, los graduados, participan ― y hablaré de eso en un momento.

“Pero primero, quiero hablar por un minuto sobre una responsabilidad privada que creo que ustedes tienen, y es una responsabilidad que creo que he tenido y he intentado llevar conmigo durante toda mi vida.

“Como muchos de ustedes, fui a la escuela, como dije, para estudiar y aprender a ser una mejor persona, ser una persona más completa, y tener las destrezas para ganarme la vida.

“Antes de eso, durante la secundaria, tuve que ahorrar para la matrícula.  Y mi padre trabajó como contable en una empresa local de lácteos.  Mi madre creía que lo la mayor cantidad de dinero que ganó en su vida fue $11,000 ― y eso fue en un año.

“La familia arañó y ahorró.  Seguramente no éramos acaudalados, pero trabajamos unidos, y mi madre se aseguró de que mi hermana y yo esperáramos que mi padre llegara a casa, y los cuatro cenábamos juntos todas las noches.  Poníamos la mesa juntos.  Mi madre cocinaba.  Nos sentábamos en la mesa describiendo cada uno lo que habíamos hecho ese día, y luego limpiábamos juntos.  Y fue realmente la parte más informativa de mi vida.  Como he dicho, si meto la pata, mis padres no tienen la culpa.

“De todas maneras, yo trabajaba en las tardes y fines de semana para una empresa de electrónicos en Cambridge, Massachusetts, ahorrando dinero.  Y una mujer con un doctorado del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT, en inglés) me exhortó a solicitar admisión en Johns Hopkins.  Si ella me hubiese exhortado a asistir a The Cooper Union, probablemente lo habría intentado, aunque no estoy tan seguro de que ustedes me hubieran enviado siquiera un formulario de solicitud dado mi historial.

“No obstante, al ir a Hopkins, asistí a una universidad fundada en el siglo XIX por un abolicionista, un emprendedor y un filántropo.  ¿Les suena familiar?

“De hecho, Johns Hopkins ― el hombre ― fue uno de los primeros inversores en el B&O Railroad, que utilizó el primer motor de locomotora a vapor en la nación, diseñado nada más y nada menos que por Peter Cooper.

“Así que gracias a Johns Hopkins ― y a mis préstamos de estudiante y el empleo que tenía en un estacionamiento durante todos los años que estuve en Hopkins para ayudar a pagar mis gastos ― recibí lo que resultó ser una excelente educación.

“Y gracias a la generosidad y visión de Peter Cooper, ustedes, los graduados, también han recibido una educación gratis con absolutamente la mejor clase y la mejor calidad.

“Pero no se van de aquí sin una deuda.  Ustedes no están libres de deuda.

“Cualquier que sea el éxito que encuentren en la vida, aún tienen una deuda con Peter Cooper y con esta gran escuela, justo como siempre pienso que tengo una enorme deuda con The Johns Hopkins University y con Johns Hopkins, la institución que él fundó.

“Ahora, sé que este ha sido un momento difícil para la comunidad de The Cooper Union.  Hay rabia, hay decepción por el asunto de la matrícula.  Y no estoy aquí para tomar partido en eso.  De eso no es de lo que se debe tratar el día de hoy.

“Pero sí, creo que sucesos recientes aquí ofrecen una lección final importante que se aplica mucho más allá de estas paredes.

“Peter Cooper dijo una vez: ‘Den a una persona un regalo, pero no endosen sus pagarés’.  Peter Cooper les dio un gran regalo ― pero no endosó su pagaré.  No los absolvió de su deuda con esta gran institución, y ustedes llevarán eso con ustedes por el resto de sus vidas, justo como yo he llevado mi deuda con Johns Hopkins.

“Y tan frustrados y enojados como puedan estar con la situación actual de la escuela, su futuro realmente está en manos de ustedes.

“Cuando salgan de estas puertas hoy, no dejen atrás la pasión que han mostrado por esta institución y su pasado y su futuro.  Sigan involucrados.  Sigan comprometidos.  Y hagan lo que hizo Peter Cooper: Donen lo que puedan.

“Recuerdo que, tras graduarme de Hopkins, la Asociación de Egresados me llamó y me pidió que hiciera una donación.  Realmente no tenía mucho dinero para dar.

“Empecé a trabajar en Wall Street.  Mi primer empleo fue trabajando en la jaula contando valores en ropa interior porque no había aire acondicionado en el verano.  El bono de mi primer año fue la condonación del préstamo que me hicieron para que pudiera costear ir a trabajar allí, porque pagaban mucho menos que otras firmas que me habían ofrecido un empleo.

“Pero siempre se puede dar algo.  Así que di $5. Esos $5 serían unos $37, que imagino que es probablemente menos que lo que ustedes gastarían en una noche en The Coal Yard.

“En realidad, si ustedes gastan más de $37 en The Coal Yard, la próxima mañana probablemente desearán que hubieran donado el dinero.

“Pero a través de los años, continué dando, y a medida que ganaba más, di más.  Y también invertí mi tiempo y mi energía en la escuela al servir en su Junta de fideicomisarios.

“Porque, pesar de la generosidad de Johns Hopkins y Peter Cooper, ustedes deben recordar siempre: Ellos nos dieron un regalo.  No endosaron nuestro pagaré.

“Y tenemos la responsabilidad de proseguir su legado.  Y cuando los tiempos se ponen difíciles y todo parece perdido, uno no puede simplemente alejarse y pensar que, bueno, que el problema es de otro.  No es el problema de otro.  Es nuestro problema.

“No si ustedes creen realmente en lo que están luchando.  Y cuando ustedes creen realmente en algo, entonces tienen que estar dispuestos  a trabajar muchísimo por ello, y sacrificarse por ello.  De otra manera, lo perderán.

“Y ese es un sueño.  Es válido para una relación.  Es válido para una causa.  Es válido para una carrera.  Es válido para una universidad.

“Y las cosas que importan más en este mundo son las que exigen más de nosotros ― y no solo por unos meses o años, sino para toda la vida.

“Ahora, sé que todos ustedes creen que esta escuela es algo por lo que vale la pena trabajar y sacrificarse ― sus acciones han dejado eso bien claro.  No renuncien nunca a esa creencia, y no olviden que todo es posible cuando la gente se une y se compromete con un objetivo común.

“Y esa es la historia de cada gran movimiento social que Cooper Union ha ayudado a empezar.  Todos esos movimientos habrían fallado si hubiesen dependido de la generosidad y beneficencia de unos cuantos.

“Pero todos triunfaron, después de muchos contratiempos y momentos desalentadores, debido al compromiso y sacrificio de tantos.

“Mi padre me preguntó una vez por qué ― una pregunta que yo tenía, y le dije: ‘Bueno, tú acabas de hablar sobre dar dinero a la NAACP’.  Y le dije: ‘Papá, ¿por qué estamos dando dinero a la NAACP?’  Y recuerdo que eran $50, que era un gran regalo para nosotros en esos días.  Y él dijo: ‘Porque la discriminación contra cualquiera es discriminación contra todos’.

“Y con ese simple acto y con esa simple explicación, creo que él me enseñó una de las lecciones más importantes que he aprendido en mi vida: Cuando se es afortunado de disfrutar derechos y oportunidades que otros no tienen, uno tiene la responsabilidad de ayudar a abrir la puerta a los demás.

“No hay que ser rico para retribuir.  Se puede retribuir involucrándose.  Solo hay que estar comprometido con abrir puertas a los demás.

“Y sin importar cuál camino profesional uno siga o en el que se encuentre, espero que ustedes honrarán el legado de Peter Cooper abriendo puertas para los demás, y no solo retribuyendo a esta gran universidad, sino también extendiendo la tradición de Cooper Union de impulsar a nuestro gran país a vivir a la altura de nuestros ideales.

“Desde el abolicionismo al sufragio de la mujer a los derechos civiles a los derechos de los trabajadores, Cooper Union siempre ha estado en la vanguardia de la marcha de la libertad en nuestra nación, conduciéndonos hacia una sociedad más justa y una unión más perfecta.

“Hace dos años, cuando quise pronunciar un discurso defendiendo la igualdad matrimonial en Nueva York, vine aquí mismo, a este escenario en The Cooper Union, porque creo que la igualdad de matrimonio es el asunto de los derechos civiles de nuestro tiempo.

“También es un gran ejemplo de por qué Peter Cooper creía que la religión y la ley deben mantenerse separadas.

“En la Ciudad de Nueva York acogemos a toda la gente para que practique sus religiones aquí ― y creo que siempre debemos defender su derecho a hacerlo, ya sea que quieren construir una iglesia en Washington Heights o una mezquita en el Bajo Manhattan.

“Pero nunca debemos permitir que las reglas religiosas dicten las leyes de la sociedad.  Y estoy muy orgulloso de haber ayudado a aprobar la igualdad matrimonial aquí en Nueva York, y muy alentado de que, por todo el país, más y más personas en ambos partidos políticos estén saliendo a defenderla.

“Pero a la vez, eventos recientes aquí en nuestra ciudad muestran justamente cuánto trabajo falta por hacer.

“Hace doce días ocurrió un asesinato horrible justo a unas cuadras al oeste de aquí.  Un joven, Mark Carson, fue hostigado y luego baleado y muerto.  ¿Por qué? Simplemente debido a su orientación [sexual].

“Pensar que esto todavía puede ocurrir hace que uno se estremezca, pero sucedió.  De hecho, ocurrió justo a la vuelta de la esquina del Stonewall Inn, donde empezó realmente el movimiento por los derechos gay en los años ‘60.

“Ocurrió por el prejuicio y el odio, pero también porque un exrecluso no tuvo problemas para conseguir un arma de fuego ilegal.

“Como estadounidenses, no podemos ignorar ninguno de esos problemas, ya que ambos lesionan el corazón de nuestro país todos los días, matando a demasiados inocentes y dejando a demasiada gente temerosa de sí mismas.

“Pese a toda la libertad que tenemos como ciudad y como país ― en gran medida debido a la gente que ha estado en este salón ― el derecho a la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad aún es demasiado frágil.

“Nuestros Padres fundadores declararon la independencia de Inglaterra para asegurar esos derechos ― y 237 años después, aún estamos trabajando en eso.

“De hecho, si ustedes quieren pensar en algo que sea gratis ― que la gente considera gratis, pero que yo diría que no lo es ― piensen solo en la libertad de practicar su religión; decir lo que quieren decir; manifestarse, para aquellos de ustedes que lo hicieron; vivir donde quieran vivir; estar a cargo de su propio destino.  Esos son derechos que la gente no tiene en demasiadas partes del mundo.

“Y esos son derechos que no son gratis.  Son pagados cada día con jóvenes hombres y mujeres de su edad que sirven a este país en ultramar.  Y en muchos casos, como recordé el lunes al llevar una corona de flores al Monumento de los Soldados y Marineros en el Upper West Side, pagan con el último precio, con sus vidas, para que podamos tener el tipo de vida que queremos.

“La marcha continúa, y espero que todos ustedes sigan los pasos de Peter Cooper ayudando a encabezarla y asegurando que esta escuela siga siendo tanto una parte del futuro de nuestro país como lo ha sido de nuestro pasado.

“El asunto, el debate que ustedes están teniendo, no es realmente sobre si la educación es gratis.  Es realmente un debate sobre quién puede y quién está dispuesto a pagar por ella.

“Pero realmente no hay nada gratis en la vida, todo requiere trabajo, y la gente necesita ganarse la vida.  Y  tenemos que hallar el balance justo entre todo eso.

“Sé que algunos de ustedes están pensando, ‘Oh, es bueno decir eso, que como egresado, voy a tener una obligación de ayudar a la escuela y a mantenerla funcionando.  Pero primero sería bueno si puedo encontrar un trabajo’.

“Bueno, eso es justo.  Pero confíen en mí, ustedes lo harán.

“Puede tomarles un poco, pero ustedes han trabajado tan duro como cualquier otro estudiante universitario en este país, y por mi experiencia, no hay nada más atractivo para un empleador que alguien que tiene una buena ética laboral.

“Si ustedes son artistas, no hay nada más importante que dar vida a lo que visualizan y una buena ética laboral.  El talento es importante, seguro.  Pero el talento es como la suerte ― mientras más se trabaja, más se tiene.

“Si están dispuestos a trabajar largos días y noches, dando lo mejor de ustedes, hallarán oportunidades y éxito.  Y al hacerlo, recuerden solo ayudar a abrir las puertas para aquellos que vienen después de ustedes, porque alguien antes les abrió las puertas a ustedes.

“Así que esta noche, un trago más en el Coal Yard, o mi favorito ― dos tragos más en McSorley’s, que, incidentalmente, fue uno de los sitios favoritos de Peter Cooper.  Y luego salgan y hagan orgullosos a esta escuela, esta ciudad y este país.  Que Dios los bendiga”.







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