“Aquí en la Ciudad de Nueva York hemos hecho todo lo posible para sacar las armas de fuego ilegales de las calles.  Eso incluye ayudar a aprobar la ley más estricta en la nación contra el porte ilegal de un arma cargada.  También incluye inteligentes estrategias policiales proactivas que aumentan la probabilidad de que usted será atrapado si infringe las leyes de armas de nuestra ciudad.  Esas dos realidades se combinan para formar un poderoso disuasivo — y basados en la data, simplemente no hay dudas de que nuestra estrategia está funcionando.

“El año pasado, redujimos los homicidios a una marca histórica — y hasta la fecha, este año ha descendido otro 30 por ciento, y las balaceras también han descendido otro 24 por ciento.  El jueves me uní a líderes del Departamento de Policía (NYPD, en inglés) en el 81er Recinto policial en Bedford-Stuyvesant, una comunidad donde hemos reducido la delincuencia en 18 por ciento desde 2001, para anunciar data federal que deja eso aun más claro.

“Según la oficina federal de Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés), la proporción de adolescentes que portaron armas de fuego en la Ciudad de Nueva York en 2011 — el último año para el que hay datos estadísticos disponibles — cayó a un récord histórico de 2.3 por ciento.  Esa es la tasa más baja de ciudad grande alguna en el país, y es una caída de 36 por ciento, comparado con el 3.6 por ciento de adolescentes en nuestra ciudad que reportaron portar un arma en 2001.  En promedio, el resto de la nación también vio un descenso en el número de adolescentes que portan armas de fuego — pero una caída de solo 11 por ciento.  Eso significa que los adolescentes en el resto del país tienen ahora una probabilidad dos veces mayor de portar un arma de fuego que los adolescentes en la Ciudad de Nueva York.

“Mantener las armas fuera de las manos de los jóvenes es un imperativo moral y social, ya que, pese a la alentadora noticia de la semana pasada, aún persiste una terrible realidad: Con demasiada frecuencia, los jóvenes son las víctimas de la violencia armada.  Y demasiado seguido, los jóvenes son también los perpetradores de los tiroteos.  Como detalla un informe anual publicado el jueves por el Departamento de Policía, la edad mediana de las víctimas de homicidios para 2012 fue de apenas 27 años, y más de un cuarto de todos los sospechosos de homicidios tenían de 16 a 21 años de edad.

“La data de Centros de Control y Prevención de Enfermedades y el reporte del Departamento de Policía también muestran que los hombres jóvenes tienen una probabilidad mucho mayor que las mujeres jóvenes de portar armas de fuego.  Como resultado, la gran mayoría de las víctimas y sospechosos de homicidios en nuestra ciudad eran hombres: 84 por ciento de las víctimas y 93 por ciento de los sospechosos de homicidios.  Y en la mayoría de los casos, estos crímenes se cometieron trágicamente en vecindarios negros e hispanos; el año pasado, 90 por ciento de todos los sospechosos y víctimas de homicidios fueron negros o hispanos.  Al dirigir recursos policiales hacia las comunidades donde son más necesitadas, tuvimos 96 homicidios menos en el año 2012, comparado con el 2011, y eso significa que ahora hay 92 neoyorquinos negros e hispanos vivos que de otra forma no lo estarían.

“Creo que le debemos a cada padre de familia en esta ciudad — y a cada niño en esta ciudad — el realizar las paradas policiales apropiadamente, y basadas en los reportes sobre la delincuencia, no basadas en cuotas raciales o de género o edad.  En la medida en que podamos evitar que más personas porten armas de fuego… podremos salvar más vidas… y tendremos más éxito impidiendo que los adolescentes tomen decisiones terribles de las que se arrepentirán por el resto de sus vidas.

“Les habló el alcalde Mike Bloomberg. Gracias por su atención”.