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PR- 028-12
20 de enero de 2012

EL ALCALDE BLOOMBERG DETALLA LAS AUDACES GESTIONES DE REFORMA EDUCATIVA DE LA CIUDAD DE NUEVA YORK EN EL ENCUENTRO DE INVIERNO DE LA CONFERENCIA DE ALCALDES DE LOS ESTADOS UNIDOS

A continuación se ofrece el discurso pronunciado hoy por el alcalde Michael R. Bloomberg durante el 80mo Encuentro de invierno de la Conferencia de Alcaldes en Washington, DC.

“Gracias, alcalde Villaraigosa, y gracias a usted por esa amable introducción.  Buenos días a todos.  Es un placer estar aquí.  Espero que todos ustedes hayan tenido un feliz año nuevo.  Yo lo pasé muy bien con mi buena amiga Lady Gaga en Times Square.  Te lo contaría, Antonio, pero nunca hablo sobre mis conquistas.

“Permítanme empezar disipando otro rumor, o sea, que no hay nada de cierto en la especulación de que el único motivo por el que vine aquí fue para cobrar la apuesta que hice con el alcalde de Green Bay, Jim Schmitt, para el partido entre los Packers y los Gigantes.  Pero, si alguien desea comer un poco de queso cheddar de Wisconsin, tiene que hablar conmigo.  Arriba los Giants.

“Ahora, la verdadera razón por la que estoy aquí ― y quiero agradecer a Tom Cochran por la invitación ― es para discutir un asunto con todos ustedes que creo que ha alcanzado un punto crítico en Nueva York y todo el país: la reforma educativa.

“Realmente es asombroso lo poco que se dice sobre nuestras escuelas en las campañas, ya que creo, como todos aquí saben, que la educación es una preocupación central para los padres de familia, y una preocupación central para los estudiantes.  Les afecta a ellos de forma tan personal.  Pero tiene que ser una preocupación central para aquellos de nosotros que no somos estudiantes y no tenemos hijos que van a clases, ya que afeta al futuro del país en algunas maneras muy profundas.  Estas son la gente que va a votar, estas son la gente que van a cuidar de nosotros cuando estemos más viejos ― esos jóvenes en las escuelas.  Así que no se puede dar la espalda a lo que está ocurriendo en las escuelas.

“Todos nosotros hemos visto los informes sobre cómo las escuelas de nuestra nación se comparan con las de otros países desarrollados.  En caso de que ustedes no conozcan las cifras, cuando se trata de matemáticas y ciencias, estamos cerca del fondo del grupo.  Y cuando se trata de alfabetismo, lo mejor que se puede decir es que estamos en el promedio.

“Ahora den un vistazo a nuestra economía y miren cuántos empleos especializados hay disponibles hoy que las compañías simplemente no pueden llenar, aunque hay unos 13 millones de estadounidenses sin trabajo.  La verdad del asunto es que esos 13 millones no tienen las destrezas requeridas para esos trabajos.

“Y ahora miren lo que está ocurriendo a la clase media.  Los salarios reales han estado estancados por años, y demasiados jóvenes no pueden hallar los caminos profesionales que conducen hacia la realización del sueño americano.

“¿Existe alguna conexión entre esos tres sucesos?  No creo que haya duda alguna al respecto.  No hay duda de que, si vamos a seguir siendo la superpotencia económica del mundo, tenemos que dejar de dar nuestro éxito por descontado.

“A medida que la economía global sigue pasando de una impulsada por el trabajo manual a una conducida por el conocimiento y las ideas, tenemos que avanzar con ella ― de hecho, tenemos que dirigir ese cambio.  Y la verdad es simplemente que no podemos hacer eso sin escuelas públicas sobresalientes.

“Ahora, cuando fue elegido alcalde hace 10 años, el gran sistema de escuelas públicas de Nueva York había estado fallando por décadas, y se estaba haciendo muy poco en ese sentido.  Eso era así para prácticamente cada ciudad en este país.  Pero durante la década, alcaldes y gobernadores del país entero han encabezado el esfuerzo de reforma ― renovando estructuras disfuncionales de gobernanza escolar, incrementando el número de escuelas públicas independientes (o charter, en inglés), ayudando a los padres de familia a conseguir más información sobre las escuelas, y haciendo que estas rindan cuentas por el éxito.

“Alcaldes como A.C. Wharton en Memphis, David Bing en Detroit, Rich Daley y ahora Rahm Emanuel en Chicago, Kevin Johnson en Sacramento, Antonio en Los Ángeles, y uno de los más fuertes defensores en la nación de las escuelas charter, el alcalde Cory Booker.

“En la última década, gracias al liderazgo de tantos de estos alcaldes y otras personas, el número de estudiantes registrados en escuelas charter ha aumentado más del triple ― y me enorgullece decir que una buena porción de ese crecimiento ha sido en la Ciudad de Nueva York.

“Hemos abierto 139 nuevas escuelas charter en nuestra ciudad, y hemos creado más de 500 nuevas escuelas pequeñas, escuelas no charter, sino escuelas que dan a los padres de los niños opciones de la más alta calidad.  Padres y estudiantes merecen eso por igual.  Y la capacidad de elegir escuelas es una forma importante de hacer a las escuelas responsables por el éxito, ya que, cuando la gente vota con sus pies, uno sabe que es real, y es bastante obvio en cuál dirección ellos están avanzando.

“A pesar del tanto progreso que han logrado las ciudades, en transformar sistemas escolares averiados, creo que es justo decir que todos sabemos que aún nos falta muchísimo por hacer.  La verdad es también que el trabajo simplemente se va a hacer más difícil, ya que en Nueva York y en todo el país, las reformas educativas más prometedoras y exitosas están bajo el ataque de ideólogos tanto de la derecha como de la izquierda.

“Recuerdo una conversación que tuve en una ocasión con Bill Bennett ― él era el ex secretario de Educación bajo el primer Presidente Bush, el número 41.  Le pregunté: ‘Bill, sabes, eres un tipo inteligente ― ¿por qué no tenemos exámenes nacionales estandarizados?’ Y él dijo (y nunca he olvidado), solo para mostrarles cuan inteligente era y aún es: ‘Porque la derecha nunca aceptará algo con la palabra nacional incluida, y la izquierda nunca aceptará algo con la palabra examen incluida’.  Y desafortunadamente, creo que eso aún es verdad.

“Ideólogos de la derecha están obstaculizando estándares nacionales que permitirían a lso padres en un distrito ver cómo están trabajando sus hijos comparado a estudiantes en otro distrito ― o en otra ciudad u otro estado, o comparado con estudiantes en otros países con los que nuestros hijos van a estar compitiendo.

“Ustedes quieren rendición de cuentas ― [y] de eso es lo que realmente se trata la rendición de cuentas.

“Entiendo que la educación es un asunto local, y los gobiernos locales deberían tener flexibilidad para administrar sus escuelas, pero para hacer eso aun podemos tener estándares nacionales que hagan a todos responsables por el éxito y nos permitan ver la posición en la que estamos.  Si no se puede medir, no se puede arreglar.  En Nueva York tenemos un dicho: ‘En Dios confiamos; los demás, traigan data’.  Y no tenemos la data que necesitamos para saber el desempeño de nuestras escuelas en cada lugar.

“Ahora, la buena nueva es que estamos acercándonos a esa meta mediante algo llamado ‘Estándares centrales comunes’ (Common Core Standards, en inglés), un estándar común que casi todos los estados están adoptando voluntariamente, y que la Administración Obama, me alegra decir, apoya firmemente.

“Sin embargo, justo al igual que ideólogos en la derecha están resistiendo la rendición de cuentas a través de las pruebas nacionales, ideólogos en la izquierda están resistiendo la rendición de cuentas a través de cualquier examen.  Pero, sin exámenes, no hay rendición de cuentas.  Y sin rendición de cuentas, estamos justo de vuelta adonde estábamos 10 años atrás, con escuelas fallando y nadie haciendo cosa alguna al respecto.  ¿Saben?  La gente dice: ‘Oh, no quiero que nuestros hijos estén sujetos a pruebas de alto calibre en la escuela’.  Permítanme decirles sobre las pruebas de alto calibre que están a punto de enfrentar ― cuando salgan de la escuela, es así com se consigue un empleo, cómo se toma una decisión sobre la persona con quien uno va a vivir.  Cuando es en la escuela, hay que tomar algunas decisiones realmente duras ― ¿paso el tiempo con esa banda callejera o no?  ¿Debería quedar embarazada sin estar casada o no?  ¿Tomo drogas o no?  Esas son las pruebas de tan alto calibre como cualquiera de la que haya oído, y nuestros hijos están sujetos a esos exámenes.

“Ellos tienen que responder a estas preguntas cada día.  A menos que averigüemos si pueden hacer matemáticas o leer o escribir, no podemos mejorar la calidad de la educación, no podemos ayudar a cada estudiante con las cosas en las que ese estudiante en particular necesita concentrarse.

“Ahora, también hay ideólogos en la izquierda que creen qu las pruebas están bien siempre que los maestros no puedan ser sacados del aula si los alumnos siguen fallando.  De hecho, ese es el problema más grande que estamos enfrentando en Nueva York.

“Hace dos años ganamos fondos de Race to the Top en parte porque nuestra Legislatura estatal aprobó una ley requiriendo que todos los maestros sean evaluados rigurosamente en base a mediciones del logro estudiantil.  Estaba supuesto a darnos la capacidad de identificar a maestros inefectivos para que podamos ayudar a esos maestros a hacerse efectivos, o, si no pueden hacerse efectivos, sustituirlos.  Nuestro sistema escolar tiene que se manejado para los niños, no para la gente que trabaja en ellos.

“Nuestra Legislatura hizo lo que le pedimos que hiciera.  Ellos aprobaron esa ley.  Desgraciadamente, ellos pusieron una pequeña cosa ― un obstáculo gigantesco que era cualquier otra cosa pero pequeña, ya que era lo que, al final, marcaría realmente la diferencia.  Dieron a los sindicatos locales la potestad de vetar cualquier plan de evaluación.  Así que ahora, aquí estamos dos años más tarde, y ningún distrito en el Estado de Nueva York tiene un programa de evaluación.  En su lugar, seguimos teniendo un sistema de aprobar o fracasar ― con un promedio de aprobación de 98 por ciento.

“Ahora, piensen en eso: nuestros los estudiantes no tienen el lujo de ‘pasar o aprobar’, y ustedes o yo tampoco, gente en otras profesiones que tienen que ganarse la vida para alimentar a sus familias, y tampoco deberían hacerlo nuestros maestros.  Tenemos que elevar el estándar para ellos justo como estamos haciendo para nuestros estudiantes.  Nadie, nadie piensa que 98 por ciento de un grupo está en el 30 o 40 por ciento del extremo superior, o 50 por ciento de la cima, o 70 por ciento de la cima, por definición.  Tenemos que elevar los estándares.  Debemos ayudar a los que están en el fondo, y sin no pueden hacer el trabajo, tenemos que remplazarlos.

“La única manera en que vamos a reformar la educación pública es haciendo exactamente eso.  No quiero decir que estamos chapuceando; quiero decir, transformándolo realmente en un sistema de excelencia, y priorizando las necesidades de los estudiantes.

“Eso ha sido mi mensaje en Nueva York ― y me alegra decir que es también el mensaje que nuestro nuevo gobernador, Andrew Cuomo, está transmitiendo.  Andrew Cuomo ha sido gobernador por un año, y en las últimas semanas no podría estar más a favor de asegura que implementemos un sistema de evaluación efectivo, que ayudemos a esos maestros que necesitan ayuda, y, si esos maestros no pueden desempeñarse en las aulas y ayudar a nuestros estudiantes, a hacerlos a un lado.

“El gobernador Cuomo y yo apoyamos firmemente el derecho de organizar y negociar.  Me he expresado un millar de veces y dicho que no estoy de acuerdo con Wisconsin.  Creo que, si la gente quiere organizarse, tiene el derecho de organizarse.  Pero nosotros en el gobierno, y nosotros los ciudadanos que pagamos por ello, tenemos que decidir lo que estamos dispuestos a hacer y qué no estamos dispuestos a hacer.  Y creo que lo que no deberíamos estar dispuestos a hacer es tener maestros que son inefectivos en el aula, ya que estamos dejando a un grupo de nuestros niños a la intemperie sin las destrezas que van a necesitan para ser autosuficientes y sin la educación que necesitan para participar del gran sueño americano.

“Nuestro trabajo es hacer lo que es correcto para nuestros niños.  Y todavía no he oído cómo es bueno para los niños el dificultar la remoción de maestros infectivos de las aulas.

“No lo es ― y cuando se trata de negociar un plan de evaluación, solo puedo prometerles que no sacrificaré el futuro de nuestros niños cediendo en ese punto.  El sistema tiene que funcionar para la gente a quienes estamos aquí para servir.

“Los ataques a la educación por ideólogos en la derecha y la izquierda deben ser enfrentados ― y deben ser rechazados ― por la sensibilidad del centro.  Y esa es la gente con quien ustedes están aquí hoy, los alcaldes.  Los alcaldes son pragmáticos y solucionadores de problemas, no ideólogos.  Ellos no tienen el lujo de estar en ambos lados de un asunto.  Tienen que ser explícitos en cuando a sus posiciones.  No pueden decir: ‘Bueno, yo voté por eso, pero no voté para financiarlo’.  Ellos tienen que salir a la calle cada día.  Alguien hizo eso.  Es como decir: ‘Estoy a favor de la libertad de elección, pero no de las mujeres’.  Los alcaldes representan el lugar donde está la acción.  Los alcaldes son el punto donde la llanta besa el camino.  Los alcaldes hacen cosas ― recogen la basura y educan a los niños, y mantienen a la delincuencia baja.  Ellos hacen que la economía de sus ciudades funcione y atraen a gente e incrementan la expectativa de vida, y hacen todas las cosas que querríamos que ellos hicieran.

“De ellos se espera que tomen decisiones tozudas basadas en los hechos ― no en política  de intereses especiales.  Eso es lo que creo que los alcaldes han hecho en tantos asuntos, desde las armas ilegales a la inmigración y el cambio climático.  Y eso es lo que tenemos que hacer en la educación, incluyendo a medidas de responsabilidad como las evaluaciones de maestros y planes sensatos para mejorar o hallar otras carreras para esos maestros que simplemente no están logrando que sus estudiantes avancen u dando lo que los estudiantes necesitan para participar del gran sueño americano.

“En el Día de Martin Luther King hablé en un número de lugares distintos, y dije que todas las batallas son insignificantes si nuestros niños no tienen las destrezas para comprender y ser parte del gran sueño americano.  La educación es uno de los derechos civiles básicos.

“El motivo por el que las evaluaciones de maestros son tan importantes es que todas las mejores investigaciones nos dicen que el factor individual más importante que afecta al progreso de un estudiante es la efectividad del maestro en el aula.

“Y hubo un estudio reciente por economistas de Harvard y Columbia que ocupó mucho lugar en la prensa y halló que las estudiantes con maestros efectivos tienen menos probabilidad de salir embarazadas, más probabilidad de ir a la universidad, y más probabilidad de conseguir empleos bien pagados.  Creo que todos sabíamos eso antes de forma intuitiva, pero, ¿querría alguien aquí que sus hijos estuvieran en un aula con un maestro inefectivo?  Por supuesto que no.

“Sabemos cuán importantes son los maestros excelentes.  Los recordamos por nuestras propias vidas.  Los maestros excelentes hacen una enorme diferencia.  Y si esperamos que el sistema escolar norteamericano supere al promedio y avance a la cima, el único modo en que vamos a llegar ahí es con maestros excelentes señalando el camino.  Y el único modo en que eso ocurrirá es si hacemos más para reclutar, recompensar y retener a maestros excelentes ― y reemplazar a los inefectivos.

“Permítanme hablar solo dos segundos de lo que estamos haciendo en Nueva York.  Después de la paternidad, la enseñanza es probablemente el trabajo más importante que hay.  Tengo un enorme respeto por los maestros y las extraordinarias inversiones personales que ellos hacen en sus estudiantes.

“En los últimos diez años, hemos trabajado duro para invertir en ellos ― ampliando el desarrollo profesional, y elevando sus salarios básicos en 43 por ciento.  Un maestro nuevo en la Ciudad de Nueva York gana ahora por lo menos $45,000, y los maestros veteranos pueden ganar más de $100,000.  Los ingresos de los maestros han aumentado 105 por ciento.  ¿Por qué?  Porque nuestros maestros recibían un pago deficiente, se nos estaban yendo a los suburbios, y no puedo pensar de mejor inversión alguna que podamos hacer para tener un mejor maestro frente a cada niño en el aula.

“Muchos de los estudiantes que se gradúan hoy de la universidad tiene préstamos universitarios que podrían llevarlos a eliminar el magisterio de su lista de carreras posibles.  Hemos visto eso y dicho: ‘¿Qué podemos hacer para lograr que más maestros soliciten entrar en nuestro sistema escolar?’  No podemos dejar que eso ocurra, que ellos se vayan a otro lugar simplemente porque tienen préstamos universitarios que tienen que repagar, y no podemos permitir que nuestros mejores estudiantes que desean ser maestros decidan que no pueden costearlo.  Así que uno de los programas que estamos camino a instituir en la Ciudad de Nueva York es el del incentivo que propusimos para cualquiera que termine la universidad en el país como parte del nivel superior en la clase: Vengan a enseñar en las escuelas públicas de la Ciudad de Nueva York, y si se comprometen a quedarse, les pagaremos hasta $25,000 de sus préstamos estudiantiles.  Nuestros maestros lo merecen.  Y también nuestros niños.  Ese es el reclutamiento.

“También tenemos que preocuparnos por retener a los mejores maestros ofreciéndoles un gran aumento.  Saben, los maestros de hoy tienen muchas opciones.  Si usted es un buen maestro, usted vale mucho dinero en el sector privado.  No solo como maestro, sino en muchas carreras.  Aquí en Washington, a los maestros se les dio una oportunidad de decidir por sí mismos si querían un contrato que les pagara $25,000 extra por año si eran calificados como efectivos.  Adivinen lo que hicieron aquí en Washington, DC.  Los maestros dijeron que sí.  Ellos querían ser recompensados por su éxito ― justo al igual que cualquier otra persona en cualquier otro trabajo.  Por qué eso sorprende a alguien, no lo se.  Todos queremos reconocimiento y respeto, y también sería bueno si pudiéramos conseguir algo de dinero para que podamos disfrutar de más cosas.  Y mientras más duro y mejor trabajemos, creo que la mayoría de la gente diría que mejor debemos ser recompensados.

“Desafortunadamente, los sindicatos de maestros se han opuesto históricamente al pago por mérito, pero más y más maestros de hoy en día, creo, están preguntando por qué.  Y cuando se les da voz, como hicieron aquí en Washington, DC, ellos dijeron que sí.

“De acuerdo a todos los testimonios, estos aumentos han sido esenciales para evitar que maestros efectivos salgan del sistema de escuelas públicas del DC.  Bueno, si la imitación es la forma más sincera de adulación, el alcalde Gray debería sentirse muy adulado, ya que, les estoy diciendo, en la Ciudad de Nueva York queremos hacer el mismo tipo de oferta a nuestros maestros, y hemos propuesto el siguiente trato para todos nuestros maestros: Si ustedes tienen una calificación de ‘muy efectivo’ por dos años consecutivos, elevaremos sus salarios en $20,000 al año.  Una vez más, nuestros maestros merecen eso.  Y también nuestros niños.

“Sin embargo, es algo que debemos negociar con el sindicato de maestros, y la verdadera pregunta va a ser: ‘¿Impedirá el sindicato de maestros que sus miembros más efectivos sean recompensados por todo su trabajo?’

“Creo que esta es una idea cuyo momento ha llegado ― y confío en que, si a los maestros se les permite decidir el asunto por sí mismos, ellos lo apoyarán en la Ciudad de Nueva York de la misma manera que hicieron aquí en Washington, DC.

“A pesar de tanto tiempo luchando en la batalla por estos asuntos, ya hemos ganado la batalla más importante de todas, o sea, la batalla de las expectativas públicas.

“Recuerdo que hace diez años, la gente dijo: Bueno, no se puede arreglar las escuelas hasta que se solucione la pobreza.  Entonces, el canciller del Departamento de Educación (DOE, en inglés) Joel Klein me dijo: ‘Sabes, ellos están perfectamente equivocados’.  No se puede solucionar la pobreza hasta que se arreglen nuestras escuelas.  Demasiada gente estaba resignada a la realidad de las escuelas malas ― justo como una vez estaban resignadas a la realidad de los altos índices de delincuencia.

“Pero, en la Ciudad de Nueva York, en los años ’90, alcaldes como Giuliani mostraron al mundo que un alto nivel de criminalidad no es algo inevitable, que se podía hacer a las calles más seguras, si se usaban estrategias basadas en data y se hacía a la gente responsable por lograr resultados.  El alcalde Giuliani recortó drásticamente el crimen en la Ciudad de Nueva York ― y nosotros lo hemos recortado otro 35 por ciento desde que llegamos a la Alcaldía.  Hoy, los neoyorquinos esperan que las calles sean las más seguras de ciudad grande alguna en el país ― y los votantes, creo, no elegirán a un alcalde futuro que no esté comprometido 110% con esa meta.

“Los problemas sociales como el crimen y las escuelas disfuncionales son ― hasta cierto punto ― profecías que tienden a cumplirse por su propia naturaleza.  Si usted espera lo peor, consigue lo peor.  Pero si usted espera algo mejor, entonces puede hacerlo mejor, y estamos listos a enfrentar a los ideólogos e intereses especiales que encuentran confort en el estatus quo.

“Esa ha sido ciertamente nuestra experiencia en la Ciudad de Nueva York.  Cuando asumí el cargo por primera vez, el estatus quo en la educación era tan malo como podía ser.  Las tasas de graduación habían estado estancadas en o bajo 50 por ciento durante décadas.  La delincuencia escolar era lo común.  La promoción social era estándar; los niños pasaban de curso sin importar que hubiesen aprendido algo.  Y la contratación en las escuelas se basaba a menudo más en conexiones políticas que en el mérito.

“Rehusamos aceptar algo de eso.  Rehusamos aceptar, como una vez lo llamó el Presidente Bush, ‘la intolerancia suave de las expectativas bajas’.  Esperamos más de nuestros estudiantes ― y eso también significa esperar más de los adultos que estaban a cargo.  Así que, en ese entonces, trabajando con la Legislatura estatal, abolimos la averiada Junta de Educación y entregamos el control de las escuelas a un canciller, nombrado por y hasta tanto no sea removido por el alcalde.

“Y, al elevar estándares e inyectar la rendición de cuentas en las escuelas, hemos elevado las tasas de graduación en 40 por ciento, y me alegra decir, desde 2005 ― y si quieren saben cuan bueno es, compárenlo con apenas 8 por ciento en el resto del estado.  Y el motivo por el que usamos esa comparación es que todos los niños en el estado de Nueva York toman exactamente la misma prueba.  Hemos recortado a la mitad la tasa de deserción escolar y el crimen en las escuelas.  Hemos incrementado el número de estudiantes que toman clases de Colocación avanzada (Advanced Placement, en inglés) y se matriculan en la universidad.

“Creo que es justo decir que, siguiendo cualquier medición, los estudiantes están teniendo mejores resultados y nuestro sistema escolar avanza en la dirección correcta.  Hoy, los padres de familia esperan que las escuelas de sus hijos sean de primera clase.  Y más y más padres, a propósito, están permaneciendo en nuestra ciudad, en vez de mudarse a los suburbios, debido a esos cambios de expectativas.

“Ahora, entiendo que muchos alcaldes no controlan sus sistemas escolares, pero sí que tenemos voces.  Todos tenemos los oídos de otros funcionarios electos.  Y todos tenemos a padres de familia como nuestros electores que esperan que defendamos a sus hijos.

“Así que permítanme concluir diciendo que todos estamos en esto juntos.   Justo como hemos visto en muchos asuntos, cuando los alcaldes se unen y hablan unidos, cuando ponemos la resolución de problemas por encima de la ideología, podemos marcar una enorme diferencia.

“Y si permanecemos unidos en la reforma escolar, podemos asegurar que nuestros hijos en toda la nación obtengan la educación que necesitan para mantener vivo al sueño americano en este nuevo siglo y más allá.

“Hagámoslo.  Gracias”.







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