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PR- 034-11
28 de enero de 2011

EL ALCALDE BLOOMBERG Y EL COMISIONADO DE PROTECCIÓN AMBIENTAL PROPONEN NUEVAS REGLAS DEL COMBUSTIBLE PARA CALENTAR LOS HOGARES A FIN DE LIMPIAR EL AIRE QUE RESPIRAN LOS NEOYORQUINOS

Los nuevos estándares para las calderas avanzan la meta de PlaNYC de reducir las emisiones de fuentes locales

El consumo de combustibles para calefacción crea más contaminación de hollín que todos los autos y camiones combinados

Las reglas podrían prevenir 200 muertes, 100 hospitalizaciones y 300 visitas anuales a salas de urgencias por enfermedades causadas por la contaminación del aire

El alcalde Michael R. Bloomberg, el comisionado del Departemento de Protección Ambiental (DEP, en inglés) Cas Holloway, el director de Sustentabilidad David Bragdon y el comisionado del Departamento de Salud (DOHMH, en inglés) Dr. Thomas Farley propusieron hoy nuevas reglas para reducir emisiones de las casi 10,000 calderas en la Ciudad de Nueva York que consumen los tipos de gasóleo números 4 y 6, los combustibles para calefacción más sucios disponible en la Ciudad.  Los combustibles números 4 y 6 tienen niveles significativamente más altos de azufre, níquel y otros contaminantes a comparación de los otros combustibles disponibles.  Cuando sean puestas en práctica, las nuevas regulaciones requerirán que todas las calderas en la Ciudad de Nueva York consuman gasóleo número 2, que tiene un nivel bajo de azufre, o gas natural.  Estos reglamentos se suman a pasos anteriores dados con el objetivo de reducir emisiones de las calderas, incluso una ley estatal de 2010 que reduce el contenido de azufre en el combustible para calefacción número 2, y la Ley Local 43, aprobada por el Concejo Municipal y promulgada por el alcalde Bloomberg en agosto de 2010, que creó un nuevo combustible para calefacción, el número 4, con un nivel bajo de azufre.  Las reglas representan el cumplimiento de una de las 127 iniciativas en PlaNYC, el plan municipal a largo plazo para una Nueva York más verde y mejor.  Solo 1 por ciento de los edificios locales aún consumen los combustibles para calefacción números 4 y 6, pero estos son responsables por más contaminación de hollín que la combinación de todos los automóviles y camiones en la Ciudad de Nueva York.

“Para limpiar el aire que respiramos los neoyorquinos, vamos a eliminar gradualmente los tipos más sucios de combustible para calefacción”, dijo el alcalde Bloomberg.  “Al cambiar el tipo de gasóleo que usamos, reduciremos los contaminantes y gastaremos menos dinero en el mantenimiento y operación de nuestros sistemas de calefacción.  Esto ayuda a nuestra gestión PlaNYC a combatir el asma, prolongar vidas y mejorar la calidad de vida”.

“Un pequeño grupo de edificios produce una cantidad desmesurada de contaminantes al consumir estos dos tipos de combustible para la calefacción en los hogares”, dijo el vicealcalde de Operaciones Stephen Goldsmith.  “Estas reglas están adaptadas y dirigidas para tener al mayor efecto en la calidad del aire sin cargar indebidamente a los dueños de propiedades”.

“El Departamento de Protección Ambiental se encarga de asegurar que el aire que respiramos los neoyorquinos sea tan seguro como sea posible, y los reglamentos que estamos presentando hoy para el comentario del público son otro paso gigantesco de avance en el mejoramiento general de la calidad del aire”, dijo el comisionado de Protección Ambiental Cas Holloway.  “Los hechos son claros: el combustible para calefacción sucio cuesta vidas, y estas reglas — que afectan a solo 1% del inventario de edificios de la ciudad y están programadas para coincidir con el ciclo natural de reemplazo de calderas — son una forma sensata y rentable de eliminar su uso en la Ciudad de Nueva York.  Las regulaciones que estamos proponiendo hoy son el producto de casi tres años de investigaciones y consultas con médicos, científicos, interesados en el medio ambiente, y dueños de propiedades afectados, y creemos que logran el equilibrio adecuado entre muchas consideraciones imperiosas.  Espero recibir comentarios del público sobre estas regulaciones, e implementar una regla que mejorará la salud de todos los neoyorquinos”.

“Reducir el combustible para calefacción con un alto nivel de contaminantes en toda la Ciudad de Nueva York tiene un enorme beneficio de salud para todos los residentes, acaso sólo superado por nuestros logros en la reducción de los índices de fumadores en la ciudad”, dijo el Dr. Thomas Farley, comisionado de Salud de la Ciudad.  “Esta regla hará de la ciudad un lugar más sano donde vivir y trabajar, para nosotros mismos y para nuestros hijos”.

Es sabido que el aumento de la exposición a las partículas finas conocidas como PM 2.5 está vinculado a afecciones pulmonares y cardiacas, contribuyendo al asma y ocasionando una disminución significativa en la expectativa de vida.  Las emisiones del combustible para calefacción sucio contribuyen de forma significativa a las emisiones de carbono.  El consumo de estos combustibles para calefacción crea más contaminación de hollín que todos los autos y camiones en la ciudad combinados.

Al completarse su implementación, estas regulaciones reducirán en un mínimo de 63 por ciento la cantidad de partículas finas provenientes de emisiones por la calefacción de edificios, y podrían disminuir en 5 por ciento la concentración total de partículas finas originadas por todas las fuentes en el aire de la Ciudad.  El Departamento de Salud estima que estas mejoras en la calidad del aire podrían evitar unas 200 muertes, 100 hospitalizaciones y 300 visitas anuales a las salas de emergencia por enfermedades causadas por la polución del aire.  La iniciativa reducirá el dióxido de carbono en aproximadamente un millón de toneladas métricas, más de  3 por ciento del total necesario para cumplir el objetivo de PlaNYC de reducir en 30 por ciento por debajo de los niveles de 2005 los gases que producen el efecto invernadero en la ciudad para el año 2030.

“Eliminar el combustible para calefacción sucio es por sí solo el paso más grande que la Ciudad de Nueva York puede dar para mejorar la calidad del aire local”, dijo David Bragdon, director de la Oficina de la Alcaldía para Planificación y Sustentabilidad a Largo Plazo (Mayor’s Office of Long-term Planning and Sustainability, en inglés). “Aproximadamente 1% del inventario de edificios en la ciudad son responsables por más contaminación de hollín que todos los automóviles y camiones en la ciudad combinados.  Estas reglas nos impulsarán hacia el cumplimiento de nuestra meta de PlaNYC de lograr el aire más limpio de ciudad grande alguna en la nación”.

“Los edificios de la Ciudad de Nueva York contribuyen a casi 90 por ciento de la contaminación de hollín en nuestra ciudad, y por medio de estas nuevas regulaciones para el combustible de calefacción de los hogares, nuestro aire será más limpio, nuestros niveles de consumo de energía serán menores, y los sistemas de calefacción serán más eficientes”, dijo la presidente del Concejo Municipal Christine C. Quinn.  “El Concejo, encabezado por las gestiones del presidente del Comité de Protección Ambiental James Gennaro, se enorgullece de haber colaborado con la Administración en estos cambios significativos”.

“Con esta histórica legislación, la Administración Bloomberg y el Departamento de Protección Ambiental de la Ciudad completan la buena labora de reducir drásticamente las emisiones de partículas y otros contaminantes en la Ciudad de Nueva York provenientes del uso de combustible para calefacción”, dijo el concejal James F. Gennaro, presidente del Comité de Protección Ambiental.  “El Concejo estuvo complacido de trabajar en colaboración estrecha con la Administración Bloomberg para aprobar la Ley Local 43 de 2010, que dio los primeros pasos hacia un combustible para calefacción más limpio para la Ciudad.  Esta legislación lleva a la Ciudad hacia el final del camino en vía hacia combustibles más limpios y un aire más limpio que la Ciudad necesita y merece.  Aplaudo al alcalde Bloomberg y al comisionado de Protección Ambiental [Cas] Holloway por su extraordinaria y dedicada labor en esta legislación, y doy gracias a la presidente del Concejo Christine Quinn y a mis colegas del Concejo, la industria de combustibles para calefacción, y activistas medioambientales y de salud pública, por toda su ardua labor en el proceso legislativo y de creación de normas que condujo a este buen día para la calidad del aire en la Ciudad de Nueva York.  Ha sido un honor especial para mí el colaborar estrechamente en esta iniciativa con el alcalde Bloomberg y la presidente Quinn, dos grandes defensores del medio ambiente que merecen la gratitud de todos los neoyorquinos”.

“La EPA aplaude al alcalde Bloomberg y al comisionado Holloway por tomar un enfoque progresista para la reducción del uso de algunos de los combustibles más sucios”, dijo Judith Enck, administradora regional de la Agencia federal de Protección Ambiental (EPA, en inglés).  “La exposición a contaminantes en el aire provenientes de combustibles más sucio puede llevar a enfermedades respiratorias, asma y cardiopatía, al igual que reducir la expectativa de vida.  El uso de combustible más limpio mejorará la calidad del aire y beneficiará la salud pública por toda la Ciudad de Nueva York, lo cual es particularmente importante para comunidades con tasas elevadas de asma”.

“El humo negro del combustible sucio está simple y sencillamente asfixiando a los neoyorquinos”, dijo Andrew H. Darrell, director regional en Nueva York y subdirector del programa de energía nacional del Fondo de Defensa Ambiental (Environmental Defense Fund, en inglés).  “Sacarlo de circulación rápidamente es el paso más efectivo e importante que el alcalde puede dar en este momento para proveer un aire limpio”.

“El anuncio de hoy es una gran victoria para el aire limpio en los cinco condados”, dijo Marcia Bystryn, presidente de la Liga de Votantes Conservacionistas (League of Conservation Voters, en inglés).  “El combustible para calentar hogares es uno de los peores contaminantes de la Ciudad, y estas nuevas regulaciones reducen en gran parte sus efectos dañinos sobre la salud pública y el medio ambiente.  Agradecemos al alcalde Bloomberg, el comisionado Holloway y el Departamento de Protección Ambiental por su labor en esta iniciativa y por su compromiso para una Ciudad de Nueva York más verde y más limpia”.

“Nos da gusto que el alcalde Bloomberg y el comisionado Holloway estén dando pasos para finalmente parar el uso del combustible más sucio en la Ciudad de Nueva York”, dijo Scott T. Santarella, presidente y CEO de la Asociación Americana del Pulmón (American Lung Association, en inglés) en Nueva York.  “Por el bien de todos los neoyorquinos que quieran protección de las emisiones que contaminan nuestro aire y nuestros pulmones, estas reglas deben ser adoptadas”.

“Por demasiado tiempo, las comunidades de color de bajos ingresos han sido acosadas por la debilitante conexión entre la exposición al hollín y altos índices de asma”, dijo Eddie Bautista, director ejecutivo de la Alianza de Justicia Ambiental (Environmental Justice Alliance, en inglés) de la Ciudad de Nueva York.  “La promulgación de regulaciones más estrictas para combustibles de hogares permitirá a nuestros hijos pasar más tiempo en las aulas y menos tiempo en las salas de emergencia”.

“METRO aplaude al alcalde Bloomberg y al comisionado de Protección Ambiental Holloway por su innovadora iniciativa para remplazar el combustible número 6 con combustibles más limpios como la biocalefacción con un nivel de azufre extremadamente bajo”, dijo Gene V. Pullo, presidente de METRO Terminals, uno de los centros más grandes de almacenamiento de petróleo, propiedad de una familia, en la Ciudad de Nueva York.  “METRO ha estado haciendo más verdes, de manera independiente, nuestros productos combustibles — incluyendo el gasóleo número 6 — por años y ha defendido ferozmente los mandatos recién aprobados de la Ciudad de Nueva York de combustible biodiesel y el combustible número 4 con bajo azufre.  Una vez más, con la Ciudad de Nueva York tomando la iniciativa, todo el combustible para calefacción — que ha sido por mucho tiempo uno de los combustibles de calefacción más asequibles de Estados Unidos — estará un paso más cerca de convertirse en uno de los combustibles de calefacción más limpios y más sostenibles del país”.

Para minimizar costos, las regulaciones serán implementadas en varias fases.  Primero, empezando inmediatamente, cualquier caldera recién instalada tendrá que usar combustible No. 2 de bajo azufre, gas natural o el equivalente en términos de emisiones.  Segundo, para el 2015, todas las calderas tendrán que cambiar del combustible No. 6 a un combustible nuevo No. 4 de bajo azufre, o a un combustible equivalente que sea más limpio.  Se estima que convertir una caldera que usa normalmente combustible número 6 a uno que pueda tomar el número 4 de bajo azufre costará aproximadamente $10,000.  Tercero, las calderas existentes que no hayan sido remplazadas para el 2030 deberán ser modificadas para cumplir con las emisiones equivalentes de usar el combustible de calefacción número 2 de bajo azufre o gas natural.

Se sabe que una mayor exposición a partículas finas está conectada con afecciones pulmonares y cardíacas y que contribuyen al asma y a una importante reducción en la expectativa de vida.  El Estudio del Aire en la Comunidad del Departamento de Salud ha mostrado que las mayores concentraciones de partículas y otros contaminantes pueden hallarse en los vecindarios donde un gran porcentaje de los edificios usan los combustibles número 4 y 6.

Las regulaciones nuevas propuestas son el producto de docenas de reuniones con partes interesadas en los sectores ambiental, inmobiliario, de servicios públicos y combustibles, a quienes se les asignó la tarea de crear regulaciones que mejoraran substancialmente la salud pública en un lapso de tiempo alcanzable.  A pesar de que todos los propietarios deben cumplir con las nuevas propuestas una vez que ellas sean promulgadas, los dueños que demuestren una situación financiera crítica podrán solicitar cumplir con las nuevas regulaciones a cabalidad en un plazo de tiempo más largo.  En estos casos, el Departamento de Protección Ambiental tiene la opción de llegar a un acuerdo con estos propietarios sobre un plazo prolongado para cumplir totalmente con la nueva regla.

Las propuestas siguen la promulgación de la Ley Local 43 en 2010, creada por el presidente del Comité de Protección Ambiental James Gennaro, y apoyada por el alcalde Bloomberg, la presidente del Concejo Municipal Christine Quinn y el pleno del Concejo Municipal.  La ley ayudó a reducir la contaminación ambiental, promovió el uso de combustibles alternativos y mejoró la calidad del aire en general en la Ciudad de Nueva York al requerir el uso de 2 por ciento de biodiesel en el combustible de calefacción después del 2012, y creando el nuevo combustible de calefacción No. 4 de bajo azufre con un límite de 1,500 partes por millón, reduciendo a la mitad los niveles de azufre.  Esta ley local complementó una nueva ley estatal promulgada en 2010 por el gobernador Paterson que reduce en 99 por ciento el contenido de azufre en el combustible de calefacción número 2.

Como parte del proceso de reglamentación de la Ciudad, el público tendrá la oportunidad de hacer comentarios sobre las reglas propuestas durante los próximos 30 días.  El 28 de febrero de 2011 habrá una audiencia pública en el Departamento de Protección Ambiental de la Ciudad de Nueva York, ubicado en el 59-17 de Junction Boulevard, 6to piso, Flushing, NY 11373, de 10:00 AM a 12 del mediodía.  Los comentarios por escrito podrán ser enviados en o antes del 28 de febrero de 2011, y también por www.nyc.gov/nycrules.







CONTACTO PARA LOS MEDIOS:


Stu Loeser / Jason Post   (212) 788-2958

Farrell Sklerov   (Department of Environmental Protection)
(718) 595-6600

Susan Craig   (Department of Health)
(212) 788-5290



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