“La ley de inmigración de Arizona promulgada hoy podría tener un efecto estremecedor sobre la inversión, el turismo y los viajes de negocios internacionales en ese estado, ya que es posible que mucha gente de todo el mundo lo piense dos veces antes de visitar Arizona y someterse a posibles confrontaciones con la policía.  Como ciudad, Nueva York bien puede beneficiarse de que otro estado socave su propia competitividad internacional — a nosotros nos place que esos negocios y turistas vengan aquí.  Pero, como país, Estados Unidos será lesionado gravemente si más estados siguen el ejemplo de Arizona.  La inversión y el turismo extranjeros son cruciales para nuestra economía nacional, y esta nueva ley envía exactamente el mensaje equivocado a compañías y viajeros internacionales.  Esta ley afectará de manera adversa la reputación internacional de Estados Unidos como un lugar para hacer negocios, y costará empleos al país exactamente en el momento en que deberíamos estar haciendo todo lo posible para crearlos.  En vez de gestiones erradas por parte de los estados, necesitamos que Washington señale el camino con una reforma de inmigración completa que asegure nuestras fronteras, promueva el crecimiento económico y honre nuestra tradición americana”.