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PARA DIFUSIÓN INMEDIATA
PR- 529-09
8 de diciembre de 2009

EL ALCALDE BLOOMBERG Y EL GOBERNADOR PATERSON LLAMAN A LOS SENADORES SCHUMER Y GILLIBRAND A ENFRENTAR ESTIPULACIONES DE LEY DE SALUD QUE CARGA EN FORMA DESPROPORCIONADA A NUEVA YORK

El alcalde Michael R. Bloomberg y el gobernador David A. Paterson llamaron hoy a los senadores Charles Schumer y Kirsten Gillibrand a enfrentar estipulaciones de la Ley federal de Protección de Pacientes y Cuidado Asequible (o Ley PPACA, en inglés) del Senado, la cual cargaría desproporcionadamente al Estado y la Ciudad de Nueva York.  Si no son enfrentadas, estas estipulaciones socavarían gravemente las importantes mejoras en la legislación del Senado y en última instancia debilitarían al sistema de provisión de atención médica de Nueva York.

El alcalde Bloomberg y el gobernador Paterson expresaron sus preocupaciones en una misiva dirigida a los senadores de Nueva York en el Congreso federal.  A continuación se presenta el texto de la carta.

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8 de diciembre de 2009

Senador Charles Schumer
313 Hart Senate Office Building
Washington, DC 20510

Senadora Kirsten Gillibrand
478 Russell Senate Office Building
Washington, DC 20510

Estimados senador Schumer y senadora Gillibrand,

Nosotros cuatro hemos sido fuertes y enérgicos defensores de una reforma federal al sistema de cuidado de la salud que ampliará significativamente la cobertura de seguro médico, contendrá los costos de la atención médica para las empresas y familias, y mejorará la calidad del cuidado de salud que se da a los neoyorquinos y todos los ciudadanos.  Aplaudimos sus esfuerzos para avanzar legislación federal para reformar legislación en el Senado, y esperamos continuar trabajando con ustedes para avanzar esta gestión.  A la vez, estamos obligados a indicarles nuestra profunda preocupación compartida por estipulaciones de la Ley federal de Protección de Pacientes y Cuidado Asequible del Senado (PPACA, en inglés) que impondable Care Act (PPACA) que impondrían cargas significativas y desproporcionadas al Estado de Nueva York y la Ciudad de Nueva York, y que, si no son enfrentadas, socavarían gravemente las importantes mejoras por lo demás encarnadas en la legislación del Senado, y en último caso debilitarían el sistema de provisión de atención médica de Nueva York.

Ciertamente, la Ley PPACA contiene importantes reformas que incrementarán la disponibilidad de cobertura de seguro médico asequible y de calidad.  La Ley PPACA provee apoyo financiero significativo para la adquisición de seguro médico para las personas con ingresos de hasta 400 por ciento del nivel federal de pobreza (FPL, en inglés), e incluye un crédito fiscal a cinco años para pequeños negocios.  El proyecto de ley también incluye una opción pública de seguro médico, y no disminuye los derechos reproductivos.  Sin embargo, aunque estas estipulaciones son muy importantes, son eclipsadas por las desproporcionadas cargas impositivas que se pide que soporte este Estado, esta Ciudad, y sus contribuyentes.

Nos preocupa especialmente el enfoque de la Ley PPACA a la provisión de apoyo federal para programas estatales de Medicaid, que penaliza a Nueva York por su liderazgo en la ampliación de cobertura de Medicaid para adultos de bajos ingresos, y amenaza con imponer nuevas cargas desproporcionadas a los neoyorquinos.  Hoy, Nueva York cubre a padres de familia en hasta 150 por ciento del FPL y adultos solteros en un máximo de 100 por ciento del FPL.  Solo un puñado de otros estados provee este nivel de cobertura.  Y, Nueva York lo ha hecho a pesar del hecho de que recibe el promedio más bajo de contrapartida federal (Porcentaje Federal de Asistencia Médica o FMAP, en inglés), un 50 por ciento, y a pesar de la actual crisis fiscal.  A cambio del compromiso temprano de Nueva York con la cobertura, la Ley PPACA niega a Nueva York fondos federales que se extienden a casi todos los demás estados en la nación, al proveer más FMAP a los estados solo en la medida en que estos no cubran actualmente a adultos en hasta 133 por ciento del FPL.  De este modo, Nueva York es elegible para más financiación federal solo para el número relativamente pequeño de adultos solteros con ingresos del 100 al 133 por ciento del FPL.  En contraste, la abrumadora mayoría de los estados recibirán 100 de financiación federal para todos los adultos solteros y la mayor parte de los padres de familia durante tres años, y de 82 a 95 por ciento después de los tres años.

Para ilustrar la desventaja comparativa, en la actualidad, el porcentaje de fondos regulares de contrapartida federal de Nueva York es de 50 por ciento, mientras que el promedio nacional es de 57 por ciento; en comparación, con el financiamiento mejorado de Medicaid de la Ley PPACA, el FMAP total de Nueva York se mantendrá esencialmente igual mientras que el promedio nacional aumentará a 65 por ciento o más.

Y el daño de la forma en que el Senado está abordando la Ley PPACA no está limitado a una pérdida de financiación más favorable que se le está otorgando a otros estados; estimamos que las políticas actuales de la Ley PPACA acerca de Medicaid podrían añadir a Nueva York cerca de $1,000 millones anualmente en nuevos costos del Estado sobre Medicaid, con serias implicaciones para los ya estirados presupuestos estatal y municipal.  Para compensar estos costos se requeriría una reducción de 15 por ciento en pagos a los proveedores en cada sector de servicio — incluyendo hospitales, residencias para personas mayores, agencias de salud en el hogar y clínicas comunitarias.

Además, el proyecto de ley actual del Senado haría grandes recortes, de $800 millones a más de $1,000 millones por año, en pagos del programa Hospitales con una Porción Desproporcionada de Medicaid (DSH, en inglés).  En este momento Nueva York depende del programa DSH de Medicaid para apoyar su red de seguridad de hospitales públicos y reembolsar a los hospitales por niveles substanciales de cuidado no compensado.  Los recortes del programa DSH contemplados por la Ley PPACA serían especialmente devastadores para la Corporación de Salud y Hospitales (HHC, en inglés) de la Ciudad de Nueva York, la cual ya está enfrentando serios retos fiscales.  Solo los recortes de la DSH requerirían importantes reducciones en servicios, con la posibilidad de que se cierren todas las clínicas comunitarias de la HHC y la anulación de su servicio de cuidado en el hogar.  Comparado con el recorte que haría la legislación sobre reforma de salud de la Cámara de Representantes, el proyecto de ley del Senado recortará más del doble del programa DSH de Medicaid, dejando así a millones más de individuos sin seguro.  Una vez más, Nueva York quedaría afectada desproporcionadamente por estos recortes al DSH, absorbiendo más de una sexta parte del total nacional en recortes del DSH de Medicaid, ya que Nueva York ha invertido tradicionalmente en apoyar su red de seguridad de hospitales públicos y no lucrativos.

Es una perogrullada que los neoyorquinos pagarán más que lo que les corresponde de incremento del cuidado de salud en todo el país.  Se puede esperar que todas las opciones mayores de financiación — desde los recortes de Medicare, al aumento del impuesto de Medicare, hasta eliminar impuestos en los planes de salud de costo mayor — extraigan más ingresos/ahorros de los neoyorquinos que el promedio nacional per cápita.  Y aun así, Nueva York recibirá mucho menos que el promedio nacional en ayuda federal.

Considerando estos hechos, les instamos a colaborar con nosotros, con sus colegas en la Cámara de Representantes y con sus líderes en el Senado para mitigar el desproporcionado impacto de la propuesta actual del Senado en el Estado de Nueva York y la Ciudad de Nueva York.  Esperamos trabajar con ustedes para atender estos apremiantes asuntos, y apreciamos su liderazgo por parte de nuestro Senado.

Atentamente,

 

Michael R. Bloomberg                         David A. Paterson

 







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