“Esta es una victoria importante para los neoyorquinos — tan buena como una victoria en juicio — y una validación de nuestros esfuerzos innovadores para hacer que los comerciantes de armas de fuego sean responsables de obedecer las leyes federales.  En el año 2006, la Ciudad de Nueva York presentó demandas legales para hacer que 27 comerciantes de armas en cinco estados rindieran cuentas por el cumplimiento de las leyes federales que prohíben las ‘ventas a testaferros’, después que una investigación encubierta reveló que ellos vendieron armas en aparente violación de esas leyes.  Los 27 comerciantes estaban entre las principales fuentes de armas de fuego ilegales recuperadas en la Ciudad de Nueva York, donde aproximadamente 90 por ciento de todas las armas recuperadas en crímenes vienen de fuera del estado.  Las demandas legales han resultado en acuerdos que requieren que los comerciantes cooperen con un monitor designado por la corte que revisa sus prácticas comerciales y registra y trabaja para eliminar la posibilidad de ventas a testaferros.  Un nuevo análisis independiente de las ventas de siete de los comerciantes bajo monitoreo muestra que la supervisión ha sido extraordinariamente efectiva para reducir el flujo de armas de fuego ilegales de estas tiendas hasta las calles de la ciudad.  El análisis, dirigido por Daniel Webster, profesor de Johns Hopkins, halló que ‘la probabilidad de que las armas vendidas por los comerciantes acusados serían recuperadas por la policía en la ciudad en un plazo de un año de su venta disminuyó 75% comparado a los niveles registrados antes de la acción policial’.

“La decisión de hoy del señor Wallace de renunciar a la oportunidad de defender su caso en un tribunal allana el camino para que la corte le asigne un monitor en Adventure Outdoors.  Nosotros siempre hemos dicho que no tenemos ningún interés en arruinar a los comerciantes de armas, solo asegurar que cumplan las leyes federales.  Evidentemente, nuestra estrategia de reclutar monitores asignados por el tribunal ha estado funcionando, y hoy damos otro paso para mantener las armas ilegales fuera de manos delincuentes.  Quiero agradecer a Michael Cardozo, abogado de la Ciudad, a John Feinblatt, coordinador de Justicia Penal, y a nuestro excelente equipo legal pro bono de Pillsbury Winthrop por toda su ardua labor”.