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PR- 412-05
1 de noviembre de 2005

EL ALCALDE BLOOMBERG Y EL PRESIDENTE DEL CONDADO DE BROOKLYN MARTY MARKOWITZ INAUGURAN MONUMENTO A JACKIE ROBINSON Y PEE WEE REESE

El alcalde Michael R. Bloomberg y el presidente del condado de Brooklyn Marty Markowitz inauguraron hoy el monumento a Jackie Robinson y Pee Wee Reese en KeySpan Park, hogar de los Brooklyn Cyclones. El proyecto realizado con financiamiento privado conmemora el coraje y la nobleza de la amistad forjada entre los dos atletas. La ceremonia que se llevó a cabo en la intersección de la avenida Surf y la calle 19 en Coney Island también contó con la participación del concejal Domenic M. Recchia Jr.; Jeff Wilson, vicepresidente ejecutivo principal y jefe de operaciones de la Brooklyn Baseball Company; Rachel Robinson, fundadora de la Fundación Jackie Robinson y viuda del beisbolista; Dorothy Reese, viuda de Pee Wee Reese; Janie Eisenberg, viuda del columnista Jack Newfield; el escritor deportivo Stan Isaacs; el escultor William Behrends; Bob Daly, ex presidente y ejecutivo principal de Warner Bros., así como antiguo administrador asociado de los Dodgers de Los Angeles; John Franco, legendario beisbolista de Brooklyn y antigua estrella de los Mets de Nueva York; Joel Getz, presidente del Fondo de la Alcaldía para el Avance de la Ciudad de Nueva York; Ken Podziba, comisionado de Deportes; y Adrian Benepe, comisionado del Departamento de Parques & Recreación.

"Jackie Robinson fue una de las más importantes figuras en el movimiento de derechos civiles del siglo XX", dijo el alcalde Bloomberg. "Robinson era un hombre de coraje y atleta talentoso, pero enfrentó muchos obstáculos que la mayoría de nosotros nunca conoceremos o apreciaremos por completo. Como miembro de los Dodgers de Brooklyn, él recibió el apoyo de sus compañeros de equipo y, en particular, del gran Pee Wee Reese. Reese y Robinson eran buenos amigos y realizaron aportes invaluables al juego de béisbol por muchísimas razones. Hoy, la inauguración de este monumento para celebrar uno de los momentos más significativos en su amistad también conmemora uno de los eventos más importantes en la historia del deporte profesional".

El coraje y heroísmo de Jackie Robinson al romper la barrera del color en el béisbol organizado siempre serán recordados. Menos conocido, pero profundamente grabado en la memoria de muchos fanáticos del béisbol, es el juego disputado en Cincinnati en mayo de 1947 y donde, entre amenazas de muerte e insultos racistas, Pee Wee Reese (entonces capitán de los Dodgers de Brooklyn) hizo lo indecible para apoyar a Robinson públicamente, acercándose y poniendo su brazo alrededor del hombro de Robinson, un gesto que le dijo al mundo, y a todos los Dodgers, que Robinson era su compañero. Reese es recordado por esa acción histórica y por su maravillosa carrera de 16 años con los Dodgers.

"Cuando Pee Wee Reese puso su brazo alrededor del hombro de Jackie Robinson en este legendario gesto de apoyo y amistad, ellos le mostraron a Estados Unidos y al mundo que la discriminación racial es inaceptable", dijo Marty Markowitz, presidente del condado de Brooklyn. "Pee Wee y Jackie mostraron coraje y apoyo a la igualdad en un momento adverso, lo que llamamos una 'actitud de Brooklyn'. Es un momento en el deporte y la historia que merece ser preservado para siempre aquí en Brooklyn, orgulloso hogar de toda la gente de todo el mundo".

"Los Cyclones están sumamente orgullosos de albergar este monumento en KeySpan Park", dijo Jeff Wilpon, vicepresidente ejecutivo principal y jefe de operaciones de la Brooklyn Baseball Company. "Es un honor rendir tributo a dos hombres legendarios que se convirtieron en ídolos no solamente en Brooklyn, sino también en todo el país. Jackie y Pee Wee compartieron un vínculo que ayudó a dar forma a nuestra sociedad, y esperamos que, con esta estatua, su historia sea relatada a las nuevas generaciones. Queremos agradecer al alcalde Bloomberg por los incansables esfuerzos de su oficina para completar este proyecto realmente significativo".

"La familia Robinson está muy orgullosa de que la histórica relación entre Jackie Robinson y Pee Wee Reese sea celebrada en la estatua que hoy se dedica en KeySpan Park", dijo Rachel Robinson. "Esperamos que se convierta en fuente de inspiración para todos los que la vean, y en un poderoso recordatorio de que el trabajo en equipo sustenta todo progreso social".

"La familia Reese se siente sumamente orgullosa de poder compartir con la familia Robinson la inauguración de esta estatua tan especial", dijo Dorothy Reese. "Pee Wee no vio a Jackie Robinson como un símbolo y, poco después, no vio ningún color. El sencillamente vio a Jackie como ser humano, una maravillosa persona que casualmente era un excelente beisbolista. Mi esposo tuvo muchos momentos maravillosos en su vida, pero, si estuviese vivo hoy, yo se que diría que este honor fue uno de los mayores en su vida. Yo comparto ese sentimiento".

"Pee Wee Reese y Jackie Robinson son verdaderos héroes americanos cuyos aportes tanto a la historia del béisbol como a las relaciones raciales en nuestro país son inconmensurables", dijo el comisionado Podziba. "Tanto Robinson como Reese son dos magníficos ejemplos de coraje cuyas interacciones muestran el poder del trabajo en equipo. Esta estatua garantizará que su amistad siempre sea recordada".

La idea de conmemorar a estos dos ídolos de la ciudad de Nueva York surgió un poco después de la muerte de Pee Wee Reese en agosto de 1999, cuando el columnista del Newsday Stan Isaacs sugirió que, en vez de nombrar a una autopista o alameda como homenaje a Reese, un tributo apropiado sería honrar este gran momento de Reese y Robinson con una estatua en Brooklyn. La sugerencia de Isaacs fue transmitida en el juego que esa noche disputaron los Mets, y el difunto Jack Newfield, quien trabajaba entonces con el New York Post, escribió varias columnas para apoyar la idea.

"Me siento feliz de que mi idea de recordar un gran momento en la historia del deporte en Estados Unidos se haya convertido en realidad", dijo Isaacs. "Solo lamento que Jack Newfield, quien jugó un rol tan importante en esta empresa, muriese el año pasado y no esté vivo para ver este momento".

El alcalde Rudolph W. Giuliani acogió la propuesta para el monumento, y en diciembre de 1999 anunció la formación de un comité para estudiar el proyecto y comisionar la estatua.

El alcalde Giuliani fue uno de los principales donantes, realizando una donación de $10,000 a título personal tras dejar su cargo. Durante los años 2000 y 2001, el Fondo de la Alcaldía para el Avance de la Ciudad de Nueva York (que entonces se llamaba New York City Public/Private Initiatives, Inc.) trabajó con un comité para supervisar la selección de un artista y un lugar para erigir el monumento.

La selección se estaba realizando el 11 de septiembre del 2001 cuando ocurrieron los ataques al World Trade Center, y tras esa fecha el proyecto fue suspendido por un período de tiempo. Finalmente, William Behrends, un artista de Tryon, Carolina del Norte, fue seleccionado. Behrends es un reconocido escultor cuya obra ha incluido una serie de monumentos de jugadores del equipo de los Gigantes, incluyendo uno de Willie Mays localizado en la parte exterior del estadio SBC en San Francisco.

"Lo más importante es que este monumento debe traducir en forma universal tanto la naturaleza como el espíritu humanos", dijo Behrends. "Jackie Robinson fue un hombre ejemplar y un modelo cuando callaba y cuando hablaba. Pee Wee Reese condujo a sus compañeros con una calmada fortaleza. Espero que la humanidad de esta obra inspire a los espectadores no solo a realizar acciones audaces, sino también a apreciar al prójimo en la vida diaria".

El alcalde Bloomberg resucitó el proyecto cuando asumió su cargo y pidió a la vicealcaldesa de Administración Patricia Harris que tomara las riendas para que fuese completado. Se decidió que el monumento estaría localizado en la entrada del estadio KeySpan Park, hogar de los Cyclones de Brooklyn, en un terreno que pertenece al Departamento de Parques de la Ciudad, por lo cual es accesible a todo el público. Se han recaudado casi $1.2 millones para construir y mantener el monumento, así como para obras de paisajismo en el área circundante. La plaza que rodea el monumento fue diseñada por el renombrado arquitecto paisajista Ken Smith como parte del proyecto.

El monumento a Jackie Robinson y Pee Wee Reese fue hecho posible mediante las generosas contribuciones de 110 donantes. El financiamiento inicial del monumento vino de Ted Forstmann, socio principal de Forstmann Little & Co. Los Mets y Yankees de Nueva York también se comprometieron temprano a contribuir con el proyecto. Otra donación notable vino de un grupo de estudiantes en la Escuela Pública 7 Abraham Lincoln de Brooklyn, quienes recolectaron monedas y seleccionaron a este proyecto como uno de los recipientes de sus esfuerzos de recaudación. La mayor donación - $200,000 que llevaron a completar la recaudación de fondos para el proyecto - fue realizada por Bob Daly, ex presidente y ejecutivo principal de Warner Bros. y antiguo administrador asociado de los Dodgers de Los Angeles.

"Yo crecí en Brooklyn, y he sido un fanático de los Dodgers desde que tenía seis años de edad", dijo Daly. "Jackie Robinson era uno de mis jugadores favoritos, y Pee Wee Reese es alguien a quien siempre admiré. La imagen de Reese y Robinson juntos siempre ha tenido un gran significado para mí, ya que representa lo que yo realmente creo: que las personas deben ser juzgadas solo en base a su talento y lo que aporten al equipo. Pee Wee Reese ayudó a hacer eso posible, aceptando a Robinson con ese sencillo gesto. Esta es la razón por la que estoy dispuesto a dar este dinero para el monumento, ya que este tuvo un impacto tan fuerte sobre mí cuando era un joven creciendo en Brooklyn".

El Monumento consiste en dos figuras de bronce de 8 pies de altura apoyadas sobre un pedestal hexagonal e inscrito con las siguientes palabras:

Este monumento honra a Jackie Robinson y Pee Wee Reese, compañeros, amigos y hombres de coraje y convicción. Robinson rompió la barrera del color en el Béisbol de Grandes Ligas, Reese lo apoyó, y juntos hicieron historia. En mayo de 1947, en el Crosley Field de Cincinnati, Robinson soportó los insultos, abucheos y amenazas de muerte de racistas que habrían roto el espíritu de un hombre de menos valía. Reese, capitán del equipo de los Dodgers de Brooklyn, caminó hasta su compañero Robinson y permaneció a su lado, silenciando los gritos de la multitud. Este simple gesto desafió los prejuicios y creó una sólida y duradera amistad".

A continuación se incluyen breves biografías de Robinson y Reese:

"El 15 de abril de 1947 Robinson salió al campo por primera vez con los Dodgers de Brooklyn, rompiendo la barrera del color en el Béisbol de Grandes Ligas. Enfrentando la hostilidad, Robinson mantuvo su determinación, labrando el camino hasta el salón de la fama y los corazones de los fanáticos del béisbol. Robinson fue un campeón del juego de béisbol, de la justicia y los derechos civiles.

"Conocido como Pee Wee, Reese fue capitán de los Dodgers de Brooklyn desde finales de los años '40 a principio de los '50. Reese arriesgó su carrera cuando se paró junto a Jackie Robinson enfrentando el prejuicio de los fanáticos y otros beisbolistas. Con este acto desafiante, el famoso campocorto se convirtió en un ejemplo poderoso e influyente de verdadera humanidad".







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