Por primera vez en casi dos generaciones, la ciudad de Nueva York está saliendo de una recesión sin la dirección de su viejo motor económico — Wall Street. El año pasado añadimos más de 33,000 empleos en el sector privado, incluso cuando las contrataciones en el área financiera mantuvieron un ritmo lento. Hoy, más neoyorquinos tienen empleo que en cualquier otro momento desde antes del 11 de Septiembre.

Entonces, ¿cómo ha ocurrido esto? Una palabra: diversidad. Diversificando nuestra economía — al impulsar el desarrollo en todas las industrias — hemos reducido nuestra dependencia en todas las buenas rachas y fracasos de Wall Street. Esa es una parte esencial de nuestra estrategia en los cinco condados para crear empleos y oportunidad en el siglo XXI.

La semana pasada, por ejemplo, lanzamos un esfuerzo de $26 millones para revivir a nuestro sector industrial, que por décadas fue el mayor empleador de Nueva York. Las empresas de manufactura, almacenamiento e industriales de hoy pueden ser más pequeñas y más especializadas que sus predecesoras, pero todavía juegan un rol importante en nuestra ciudad, generando ingresos fiscales anuales de $1,700 millones y proporcionando un buen estilo de vida para más de medio millón de neoyorquinos.

Para proteger estos empleos y negocios, planeamos establecer más de una docena de zonas industriales en la ciudad que crearán lugares seguros, limpios y atractivos para realizar negocios. Las empresas industriales que se reubiquen en estas zonas serán elegibles para recibir incentivos fiscales. También garantizamos que estas áreas no serán rezonificadas para ningún otro propósito. Eso deberá ayudar a aliviar la incertidumbre de bienes raíces que ha plagado a nuestros propietarios de empresas industriales — casi dos terceras partes de los cuales alquilan sus instalaciones.

Acaso el mayor factor tras la recuperada economía de Nueva York es una industria de turismo y hospitalidad que está en auge. El año pasado, un récord de 39.6 millones de personas visitaron nuestra ciudad, gastando más de $15,000 millones en nuestros hoteles, restaurantes, tiendas y en nuestras atracciones culturales de fama mundial. Y, por primera vez desde el 11 de Septiembre, creció la cantidad de visitantes internacionales.

Mantener a Nueva York como un destino de primer orden para los turistas y viajeros de negocios requiere un compromiso con el turismo en los cinco condados — no sólo en Manhattan. Hace unos días, estuve en el Downtown de Brooklyn para celebrar el inicio de un gigantesco proyecto de expansión en el Hotel Marriott. Es uno de los Marriotts más exitosos en la costa del este, en gran parte porque el Downtown de Brooklyn y los sectores circundantes han dado enormes pasos para mejorar sus espacios comerciales y culturales. Queremos emular ese tipo de éxito en los cinco condados — asegurando una industria de turismo más fuerte y, en general, una economía más fuerte y diversa.

Por décadas, la suerte de nuestra ciudad ha estado íntimamente ligada al desempeño de Wall Street, que es tan susceptible a pronunciados ascensos y súbitas caídas. Nuestro compromiso de diversificar la base de nuestra economía nos libera de esas oscilaciones potencialmente dramáticas. Invirtiendo en otras industrias — que no están fijas en Manhattan — estamos propagando la oportunidad económica a los otros cuatro condados y creando un futuro más luminoso para todos los neoyorquinos.