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  9 de enero de 2005
www.nyc.gov

Una conversación acerca de nuestras escuelas públicas

Por el alcalde Michael R. Bloomberg

No existe una tarea mayor para nosotros que la de reformar el sistema de escuelas públicas de la ciudad de Nueva York y garantizar las mejores oportunidades de educación para nuestros niños - el futuro de nuestra gran ciudad. Con más de 1,300 escuelas, 100,000 maestros y 1.1 millones de estudiantes, es un reto colosal, pero uno que estamos determinados a enfrentar. Los cambios radicales al sistema necesitarán tiempo para enraizarse, pero cada día nos acercamos más a nuestra meta de un sistema escolar más responsable, más efectivo.

Esta semana llegó una indicación clara de que estamos progresando, cuando la cantidad de escuelas que corrían el riesgo de ser cerradas por su desempeño académico consistentemente pobre cayó a un nivel récord en la historia. Esto sucedió después que dieciséis escuelas mejoraron sus calificaciones en los exámenes lo suficiente para ser sacadas de la lista estatal de escuelas bajo "Revisión de Registro". Estar colocadas en esta lista es realmente una advertencia a las escuelas de que sus calificaciones en las pruebas deben mejorar en un período de tres años, o podrían verse forzadas a cerrar. Desde el 2002, hemos cortado a menos de la mitad el número de escuelas municipales en esta lista… hasta el récord de hoy de 35 [escuelas]. Esto simplemente muestra que podemos elevar el estándar de logros si proporcionamos los recursos adecuados y si todos - los directores, maestros, padres y estudiantes - trabajan juntos.

Porque estamos trabajando juntos, también estamos mejorando la seguridad en nuestras escuelas en los cinco condados. Esta semana empezamos a sacar a cinco de las dieciséis escuelas 'de Impacto' de nuestra iniciativa de seguridad de un año de existencia porque habían logrado avances muy dramáticos en la eliminación de la violencia y el desorden. En total, la delincuencia mayor en las dieciséis escuelas 'de Impacto' ha caído 43% durante los primeros cuatro meses de este año escolar, comparado al mismo período del año anterior. En estas cinco escuelas que lograron el mayor éxito, los delitos mayores cayeron un 69%. Sacar a estas cinco del programa nos permite mover nuestra atención a otras seis escuelas donde el crimen y el desorden son inaceptablemente altos. Aunque todas las escuelas que participan en nuestra iniciativa de seguridad tienen maestros comprometidos con sus trabajos (y estudiantes dedicados a aprender), existe una cultura del desorden y desacato a las reglas que está amenazando las oportunidades de educación para todos. Eso sencillamente tiene que terminar.

También estamos poniendo fin al particularmente caro, ineficiente e impredecible proceso de construir y reparar las instalaciones de nuestras escuelas. En los últimos dos años hemos reformado el proceso de construcción de escuelas y lanzado iniciativas que han reducido dramáticamente los costos e impulsado una mayor competencia en la licitación de trabajos - todo esto a la vez que se aumenta la eficiencia y se mantiene la calidad. Esta semana alcanzamos dos acuerdos históricos con el Concejo de Oficios Relacionados con la Construcción (Building and Construction Trades Council, en inglés) que racionalizan los estándares y requerimientos en la construcción y renovación de nuestras escuelas en los próximos cinco años. Estos convenios incrementan nuestro control sobre la calidad y programación de los proyectos de construcción a la vez que generan $500 millones en ahorros para la Ciudad, los cuales se usarán para construir y reparar más escuelas en el futuro. Esa es una fórmula ganadora para los estudiantes y contribuyentes. Y, como cada elemento de nuestro plan de reforma educativa, muestra que hemos dado vuelta a la página y nos encaminamos a crear el mejor sistema de escuelas públicas en el país.

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