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PR- 031-05
24 de enero de 2005

EL ALCALDE MICHAEL R. BLOOMBERG OFRECE TESTIMONIO ANTE LOS COMITÉS FISCALES UNIDOS DEL ESTADO DE NUEVA YORK SOBRE EL PRESUPUESTO EJECUTIVO DEL PERÍODO 2005-2006

A continuación se presenta el texto preparado para el alcalde Bloomberg. Por favor confirme con el testimonio final.

Señor presidente Johnson, señor presidente Farrell, distinguidos miembros de los Comités de Finanzas y de Formas y Medios de Asamblea del Senado:

Gracias por esta oportunidad de dirigirme a sus comités con respecto al Presupuesto Ejecutivo propuesto para el Año Fiscal Estatal 2005-2006.

Vengo a ustedes desde una ciudad que en los últimos días ha enfrentado enormes retos y sobrellevado graves pérdidas. La tormenta de invierno del fin de semana probó la capacidad de nuestras agencias municipales para responder a condiciones de emergencia - y estas tuvieron un desempeño excelente manteniendo a los neoyorquinos seguros bajo condiciones sumamente severas.

Pero ayer, mientras combatían dos incendios separados, tres de los Más Valientes de Nueva York, el teniente Curtis Meyran, el bombero John Bellew y el bombero Richard T. Sclafani, cayeron. Varios bomberos más sufrieron heridas graves.

Su valentía, sacrificio y, especialmente, la pérdida de tres hombres valientes que perecieron ayer es un gran peso en nuestros corazones, y nos recuerdan los peligros constantes que son enfrentados valientemente por quienes protegen al resto de nosotros. También ofrecemos nuestras plegarias y condolencias a los seres queridos que ellos dejan atrás.

Todos nosotros tenemos deberes para con la gente de Nueva York - y es por ello que vengo ante ustedes para buscar su cooperación urgente para reparar diversas fallas graves en el presupuesto del gobernador. Porque hay elementos en las partes de ingresos y gastos de este presupuesto propuesto que, si no son corregidos, no alcanzarán a satisfacer las necesidades de nuestra gente o a sostener el futuro de nuestra ciudad.

Peor aún, algunas afectarían a los neoyorquinos, socavando nuestra capacidad para proveer a nuestra gente servicios de salud de primera calidad, mejorar nuestra calidad de vida y asegurar la educación de alta calidad que es el derecho civil básico de todos nuestros niños.

En cuanto a los ingresos, estas incluyen: asegurar un tratamiento justo para los dueños de casas en la ciudad de Nueva York en los programas "Co-Star" y Family Health-Plus; y proveer una rápida exención en los impuestos a las ventas, manteniendo nuestra promesa de eliminar el impuesto regresivo a las ventas de ropa.

En cuanto a los gastos, debemos empezar a reformar Medicaid en una manera que proteja la salud de nuestros neoyorquinos más vulnerables, la viabilidad de los gobiernos locales y el futuro del sector de servicios de salud y la investigación médica en nuestra economía. También debemos hacer más para proporcionar apoyo capital a nuestro vital sistema de transporte público. Y el Estado debe cumplir sus obligaciones para con los niños en las escuelas de la ciudad de Nueva York y la orden judicial en la demanda legal de la Campaña por la Equidad Fiscal (CFE, en inglés).

Estos son retos significativos. La Legislatura y el gobernador deben satisfacer las necesidades de 18 millones de personas. Entendemos que eso no es fácil; por nuestra parte, nosotros tenemos que servir a 8 millones de neoyorquinos.

Pero confío en que la Legislatura y el gobernador puedan trabajar unidos con nuestra Administración para resolver estos y otros problemas. Después de todo, tenemos un sólido récord de éxito para aprovechar.

Primero, en cuanto a los ingresos en el presupuesto del gobernador: Muchos elementos del mismo no tendrán costo alguno para los contribuyentes del Estado, pero proveerán un alivio significativo a la Ciudad. Estos incluyen, por ejemplo, la reforma de agravios, la expansión del programa de cámaras de luz roja y el rechazo a la Ley Estatal de Wicks.

El presupuesto del gobernador también propone alivio fiscal para gobiernos locales en todo el Estado. Sin embargo, varias de estas propuestas excluyen a la ciudad o niegan a los contribuyentes de la ciudad los mismos beneficios como contribuyentes en todo el Estado. Estas deben ser corregidas.

Por ejemplo, la ciudad no está incluida en el aumento general de los ingresos compartidos que se proveen a todos los gobiernos locales. En los últimos cinco años, esta es la segunda ocasión en que la ciudad ha sido específicamente excluida de incrementos en esta fuente flexible y consistente de ingresos.

El presupuesto del gobernador también propone "Co-Star". Este proporcionaría alivio fiscal estatal adicional a los dueños de casas en localidades que mantengan el crecimiento en los gastos gubernamentales locales bajo la tasa de inflación del 3%. Esto puede ser posible en algunos de los condados. Sin embargo, los costos fijos y asignaciones sin financiamiento lo hacen imposible en la ciudad de Nueva York.

Esto es lo que quiero decir: En el presupuesto preliminar de la Ciudad que presentaré el jueves, proyectaremos que Medicaid, las pensiones y beneficios adicionales para los empleados municipales, así como otros gastos más allá de nuestro control, crecerán un total de casi 8% en el próximo año fiscal.

No veo razón por la que los dueños de casas en la ciudad de Nueva York deban ser excluidos de Co-Star por circunstancias tan totalmente alejadas de su - o nuestro - control.

El gobernador también propone acelerar la toma de los costos locales del programa Family Health-Plus por parte del Estado. A nosotros nos gusta esa idea - pero, de nuevo, la ciudad de Nueva York está excluida del mismo tratamiento que el resto del Estado. En la actualidad, el presupuesto del gobernador requiere que el Estado asuma el costo total de Family Health-Plus en todos los demás lugares del Estado antes del 1ro. de octubre, pero demoraría el alivio completo para la ciudad de Nueva York hasta el próximo mes de enero. No hay nada justo en eso, y debe ser cambiado.

Los estudiantes universitarios en nuestra ciudad ? muchos de los cuales tienen uno o más empleos y cargan con enormes responsabilidades cuidando a hijos u otros parientes ? también serían cargados con los aumentos propuestos a la matrícula e incluidos en el presupuesto del gobernador. Debemos hacer todo lo que podamos para motivarlos ? no desalentarlos ? en sus estudios.

Estos y otros problemas en el presupuesto del gobernador serán descritos en detalle en la solicitud escrita que mi personal someterá a ustedes en los próximos días. Les urjo a dar pasos para enfrentarlos.

El presupuesto del gobernador también acelera la expiración del sobrecargo a los impuestos por ingresos personales (PIT, en inglés) promulgado tras la reciente crisis fiscal. De hecho, este debería tener una expiración retroactiva del 31de diciembre del 2004.

El sobrecargo a los impuestos de ventas también expiraría a tiempo este 31 de mayo. Quiero aplaudir al gobernador por cumplir su promesa de dejar expirar el sobrecargo a los impuestos de ventas ? un desincentivo económico que se lleva a los clientes de las tiendas y las plazas de trabajo a Nueva Jersey y Connecticut.

Terminar ese sobrecargo como fue prometido también es esencial para mantener la fe de los contribuyentes que sacaron la cara por la Ciudad cuando más importaba. Esa es la misma razón por la que promulgué el descuento a los impuestos por propiedades en la ciudad, que no podríamos haber hecho sin su ayuda y aprobación el año pasado; este también será incluido en el presupuesto del año próximo. El descuento provee un alivio muy necesario a los residentes de la ciudad que pagan una porción mayor que el promedio de los impuestos del Estado.

Pero, en el campo de las exenciones fiscales, creo que podemos hacer más que eso. En vez de acelerar la expiración del sobrecargo PIT, en su lugar les urjo a eliminar el impuesto a las ventas de ropas y zapatos para que expire el 1ro. de junio, como fue programado originalmente. Cumplir esa promesa proveería un alivio fiscal mucho más justo a una cantidad mucho mayor de neoyorquinos de lo que haría la propuesta relacionada con la exención PIT.

Después de todo, el sobrecargo PIT solo se aplica a los dos niveles de ingreso superiores en el Estado. Pero todo el mundo paga el impuesto a las ventas de ropa. Y el sobrecargo PIT también es deducible en los formularios federales de impuestos al ingreso; el impuesto a la venta de ropa ciertamente no lo es.

Con la economía de la ciudad de Nueva York ganando fuerza… con nuestra población creciendo… y con nuestra calidad de vida mejorando… nuestras proyecciones a largo plazo son excelentes. Estas se fortalecerán aún más si el Gobierno estatal sigue trabajando con nosotros para enfrentar nuestros problemas más urgentes en el área del presupuesto dedicada a los gastos.

Primero que todo, entre estos está Medicaid. El programa Medicaid del Estado de Nueva York está entre los más generosos en la nación. Como resultado, el gasto de Medicaid está convirtiéndose cada vez más en una carga para los gobiernos locales, quienes ven sus crecientes gastos como una amenaza a nuestra capacidad de garantizar la seguridad pública y proveer los servicios vitales que son nuestra responsabilidad.

Sólo en la ciudad de Nueva York, se espera que los gastos de Medicaid ordenados por el Estado cuesten $4,900 millones en el próximo ano fiscal. Estos gastos crecientes ? y el hecho de que los gobiernos locales no tienen voz en el diseño del programa ? son la razón por la que este se ha convertido en un problema de gran preocupación para los gobiernos de los condados en todo el Estado.

Esa es la razón por la que en los tres últimos años he venido a Albany y brindado testimonio ante este comité conjunto para apoyar la posición de la Asociación de Condados del Estado de Nueva York: Un tope firme a la porción local de Medicaid en los niveles del 2003, con todo el crecimiento futuro a ser pagado por el Estado.

El gobernador ha dado un importante primer paso hacia la reforma de Medicaid con su propuesta de un límite "flexible" en la porción local de Medicaid en los niveles del 2005 ? flexible porque requiere que los gobiernos locales asuman incrementos anuales pequeños y disminuirían gradualmente en los costos de Medicaid. Esto ahorraría a la Ciudad de Nueva York cientos de millones de dólares todos los años e impulsaría un gasto de Medicaid más responsable.

Aliviar la presión que se ejerce sobre los presupuestos locales es una parte importante de lo que significa el solucionar el problema de Medicaid en el Estado de Nueva York.

Pero es sólo un elemento en una ecuación compleja. Porque, al contener los costos de Medicaid, no debemos sacrificar la calidad del cuidado a nuestros neoyorquinos más vulnerables, ni poner involuntariamente en peligro la estabilidad de nuestros hospitales públicos y privados.

Desafortunadamente, enfrentamos problemas potenciales de este tipo. En el lado positivo, el presupuesto del gobernador proyecta que la Ciudad de Nueva York ahorrará aproximadamente $400 millones en propuestas para la contención de costos y topes para Medicaid - y, como alcalde, creo que eso es una buena noticia. Pero es contrarrestada por el impacto que estas propuestas tendrían en nuestros hospitales públicos y privados.

Bajo las propuestas del gobernador, nuestra Corporación de Salud y Hospitales (HHC, en inglés) sostendría una reducción anual de unos $275 millones en apoyo del programa Medicaid.

Por ejemplo, habría una evaluación en todo el Estado de todos los recibos de hospital de siete décimos de uno por ciento. Esto no parece mucho - pero lo es para un sistema del tamaño de la HHC. De hecho, esto sería un costo anual de hasta $30 millones para la HHC. Este "impuesto bruto a los recibos", también impondría nuevas cargas financieras graves en nuestros hospitales privados.

Un cambio en la estructura de beneficios del programa Family Health-Plus (financiado por Medicaid) también agregaría gastos a la HHC, eliminando los reembolsos de pacientes por servicios de salud mental.

Pero, en la ciudad de Nueva York, la realidad es que los pacientes a quienes se les niega servicios de salud mental en Family Health-Plus muy probablemente terminarían como pacientes sin seguro en nuestros hospitales públicos, que tienen la obligación de tratar a todos, sin importar su capacidad de pago. El costo de su tratamiento sería cargado por los contribuyentes de la ciudad de Nueva York.

Voy a citar un tercer y último ejemplo: El Presupuesto Ejecutivo también propone alterar retroactivamente el método para determinar los pagos de la Educación Médica para Graduados (Graduate Medical Education o GME, en inglés) a nuestros hospitales-escuelas municipales. Estos pagos GME son cruciales para mantener la estabilidad fiscal de nuestros hospitales y proveer entrenamiento médico de calidad. Cambiar los pagos GME costaría a los hospitales públicos y privados $275 millones cada año.

Permítanme añadir que el presupuesto del gobernador también añade nuevas cargas a nuestros hospitales públicos y privados al limitar el apoyo a los departamentos de salud locales, incluyendo al de la ciudad de Nueva York. Hemos logrado enormes avances en la reducción del hábito de fumar y controlando enfermedades crónicas tales como la diabetes y el asma, que reducen las costosas hospitalizaciones.

No es sorpresa, entonces, que la Asociación de Hospitales del Área de Nueva York (Greater New York Hospital Association, en inglés) vea graves problemas en el presupuesto del gobernador. Y el resultado es que la salud a largo plazo de nuestra economía, así como de nuestra población, ha sido puesta en peligro. Porque en Nueva York, muchas de nuestras instituciones de servicios de salud también están profundamente involucradas en la investigación médica - y los investigadores médicos, y los descubrimientos y empleos que ellos producen, gravitarán inevitablemente hacia ambientes más hospitalarios.

Ahora mismo, Nueva York no está haciendo suficiente en este campo. California y Nueva Jersey están avanzando en la promoción de la investigación sobre células madre; nosotros no. A pesar del apoyo que por mucho tiempo ha dado el gobernador a fomentar la biotecnología en el Estado de Nueva York  y se evidencia nuevamente en este presupuesto propuesto, Nueva York todavía se está quedando atrás en esta importante y creciente industria. El enfriamiento que nuestros hospitales sienten en la contención de costos de Medicaid podría obstaculizar más aún nuestros esfuerzos para promover la biotecnología en Nueva York.

Contener el costo de Medicaid ha sido el efecto a largo plazo de pasar de nuevo las decisiones sobre la cobertura de Medicaid a las manos de la Legislatura. Pero, ¿pueden ustedes verse en el espejo y decir 'Tenemos el conocimiento médico y técnico necesario para realmente hacer tales juicios de vida y muerte? ¿Sabemos cómo operar un hospital?"

Debe haber un tope para los gastos locales de Medicaid, y debe aprobarse uno este año. Pero, a la vez, también les urjo a aprovechar ustedes mismos la enorme riqueza de talento que tiene nuestro estado en las áreas de medicina, investigación médica, salud pública, administración de hospitales y seguros.

Seleccionen una comisión de nuestras mejores mentes en estos campos. Pidan a nuestros condecorados médicos y administradores de hospitales que sirvan. Busquen su consejo y permítanles tomar las decisiones sobre cómo cuidar mejor a los pacientes de Medicaid de nuestro estado, y cómo nuestros hospitales e instituciones de investigaciones pueden adaptarse a y progresar en el nuevo entorno que estamos creando.

Todos los gobiernos locales necesitan auxilio. Pero debemos enfocar las decisiones sobre la cobertura y reembolsos de Medicaid, y para garantizar la calidad de los servicios de salud que reciben todos los neoyorquinos, con el consejo, asesoría y apoyo de los líderes de nuestra sumamente importante industria de servicios de salud. Las decisiones gubernamentales se beneficiarán de sus conocimientos.

Mantener y mejorar nuestro sistema de transporte público también es crítico para la salud económica a largo plazo de nuestra ciudad y nuestro estado. Y estoy profundamente decepcionado porque el presupuesto propuesto por el gobernador no da el apoyo adecuado a las necesidades capitales de la MTA.

Observen el programa central de la MTA para mantener el sistema existente de tren metropolitano bien reparado. El gobernador propone un apoyo para ello de unos $2,000 millones menos que lo solicitado por la MTA - mucho menos de lo que se necesita simplemente para mantener al sistema existente operando eficientemente.

El subway de Segunda Avenida y el acceso del tren de Long Island a la Terminal Grand Central también están gravemente sub-financiados, poniendo en peligro el futuro de estos grandes proyectos.

Mantengo la firme convicción - como expresé en mi testimonio del otoño pasado - de que la MTA puede hacer mucho más de lo que ha hecho para poner en orden sus asuntos financieros, reduciendo gastos innecesarios e incrementando la productividad de sus operaciones. Pero eso no cambia la dimensión de sus necesidades capitales.

Los residentes y el Gobierno de la ciudad de Nueva York estamos haciendo más de lo que nos corresponde. Los usuarios de la ciudad de Nueva York ya pagan una mayor parte de los costos operacionales de nuestro sistema de tránsito que los pasajeros de cualquier otro sistema de tránsito en la nación.

La Ciudad aporta directamente unos $400 millones anuales para cubrir necesidades capitales y operacionales de la MTA. Además de eso, la Ciudad ahora incrementará su subsidio anual a la MTA para la operación de siete franquicias de autobuses que sirven a la ciudad de Nueva York en otros $200 millones.

Asimismo, el único gran proyecto nuevo de tránsito incluido en el presupuesto del gobernador es el que la Ciudad de Nueva York está pagando sola: la extensión de $2,000 millones de la línea número 7. Este es sólo un ejemplo más en que la Ciudad está cargando los costos de la inacción del Estado.

Somos, de hecho, el único gobierno local en el área de servicio de la MTA que ha aportado capital en efectivo para la reconstrucción del sistema en las últimas dos décadas. Los otros 11 condados en el área metropolitana no lo han hecho, a pesar de beneficiarse de las mejoras resultantes al sistema de autobuses, el tren metropolitano y otros trenes de pasajeros.

Estamos preparados para continuar apoyando en el futuro las necesidades capitales del sistema y sus gastos operacionales. Pero los contribuyentes en los condados suburbanos y el norte del Estado también deben hacer lo que les corresponde. Es una inversión esencial en el futuro a largo plazo de la región metropolitana de Nueva York - el motor económico del 'estado imperial'.

En última instancia, el futuro de nuestra ciudad y estado dependen más de la reforma exitosa de las escuelas públicas de la ciudad de Nueva York.

Gracias a la autoridad que ustedes nos dieron hace tres años al aprobar la Ley de Reforma del Gobierno de las Escuelas en la Ciudad de Nueva York, hemos revisado y racionalizado el manejo del mayor sistema escolar en la nación.

Hemos establecido la rendición de cuentas donde no existía ninguna. Hemos mejorado el reclutamiento y entrenamiento de la próxima generación de directores de escuelas. Hemos acabado con la desacreditada práctica de la promoción social, y establecido y aplicado estándares en las aulas. Hemos hecho a nuestras escuelas más seguras.

Las calificaciones en las pruebas de los estudiantes están en ascenso; el número de escuelas bajo "revisión de registro" del Estado ha sido cortado en la mitad y ahora está en su nivel más bajo de todos los tiempos. Las tasas de graduación han aumentado cada uno de los últimos tres años.

En resumen, estamos encaminados a crear el mejor sistema de escuelas públicas en cualquier ciudad grande de la nación.

La legislación estatal realizó el trabajo preliminar para estos logros. El apoyo financiero del Estado ha jugado una parte crítica en nuestros esfuerzos.

Y ahora más que nunca, el liderazgo estatal para satisfacer las necesidades educacionales de 1.1 millón de niños en nuestras escuelas es esencial.

Subiendo el tope en el número de escuelas públicas independientes ('charter schools', en inglés) que pueden ser creadas en nuestra ciudad, y proponiendo medidas que nos ayudarán a reformar más aún a la Autoridad de Construcción de Escuelas (SCA, en inglés), el presupuesto del gobernador incluye algunos pasos bienvenidos en esta dirección.

Estas nuevas reformas en la construcción permitirán a la SCA reducir más aún el costo de la construcción, lo cual es especialmente importante dadas las enormes necesidades capitales que enfrenta la Ciudad.

Pero debe hacerse mucho más, tanto para ayudarnos a cubrir nuestros gastos normales y fijos como para reenfrentar el prolongado y bien documentado fracaso del Estado en proveer una educación básica sólida a los niños en las escuelas de la ciudad de Nueva York.

Para empezar, necesitamos un firme compromiso del Estado para cubrir una parte justa de los gastos fijos del sistema de escuelas públicas de la ciudad de Nueva York. El presupuesto del gobernador proporciona a nuestra ciudad $85 millones adicionales en fondos para la educación en el año próximo.

Aplaudo al gobernador por reconocer que, aunque la ciudad de Nueva York tiene 37% de los estudiantes en las escuelas públicas del estado, las extraordinarias necesidades de esos estudiantes requieren que recibamos más de 37% del incremento que el Gobierno estatal está efectuando en gastos de educación para todo el Estado.

Esto representa un comienzo - pero sólo eso. Los gastos fijos del Departamento de Educación de la Ciudad de Nueva York siguen aumentando mucho más que los $85 millones propuestos por el gobernador. Antes de que proporcionemos algún financiamiento adicional para las escuelas, o antes de que iniciemos programas nuevos, debemos encontrar los recursos para mantener programas existentes.

Se estima que los costos fijos como las pensiones, los servicios de deudas, el transporte de los estudiantes y beneficios adicionales aumentarán en casi $350 millones en el próximo año fiscal de la Ciudad. El presupuesto para el año fiscal 2006 que publicaré este jueves enfrentará esas necesidades, y espero que el Estado proporcione, por lo menos, la parte que le corresponde de estos gastos fijos en el año próximo.

La mayor decepción en el presupuesto del gobernador es que no presta adecuada atención a la orden judicial y el informe del panel de maestros en la Campaña por la Equidad Fiscal.

El presupuesto deja definitivamente de prestar atención a la necesidad de que el Estado aporte lo que justamente le corresponde a nuestro programa capital de cinco años. Es absolutamente esencial el aliviar el congestionamiento, reducir el tamaño de las clases en los niveles inferiores, y construir los laboratorios, gimnasios y otras instalaciones que - nadie puede disputar - se necesitan desesperadamente en las escuelas de la ciudad de Nueva York.

Permitir que la Autoridad de Finanzas de Transición municipal tome $2,800 millones adicionales prestados, como propone el presupuesto Ejecutivo, no es lo que yo llamo ayuda estatal.

La inacción del Estado en atender las necesidades capitales de las escuelas municipales por los últimos dos años lleva a la inevitable conclusión de que tampoco podemos anticipar asistencia alguna en el año fiscal actual. Por lo tanto, la Ciudad no tiene otra opción que corregir nuestro plan capital actual para reflejar ese fallo.

Quiero dejar claro, sin embargo, que la Ciudad continuará avanzando para atender las necesidades capitales de nuestro sistema escolar. Continuaremos proporcionando un nivel histórico de financiamiento para el plan capital $6,500 millones en cinco años. Y nuestro plan capital preliminar a diez años continuará reflejando un compromiso de fondos de contrapartida del Estado de $6,500 millones.

La donación para Educación Básica Sólida (Sound Basic Education Grant, en inglés) para la Ciudad de Nueva York en el presupuesto del gobernador alcanza $2,000 millones en cinco años - menos de 40% de la cantidad recomendada por el panel de maestros de la Campaña por la Equidad Fiscal. Está construido sobre la base regresiva y financieramente inestable de los terminales de la lotería de video.

Aumentar los ingresos del Estado a través de estos terminales es regresivo porque la gente más inclinada a jugarlos tiene la menor cantidad de ingresos desechables. Y los ingresos de estos juegos de azar son notoriamente impredecibles - sólo miren la historia de las acciones en la industria de juegos.

Los costos mayores de la educación en la ciudad de Nueva York, tales como nuestros contratos con suplidores, nuestros 130,000 empleados en el Departamento de Educación y nuestro servicio de deudas, son fijos. No podemos atender estos gastos fijos con fuentes de ingresos tan variables. Debemos balancear nuestro presupuesto todos los años. Además, no podemos esperar fondos que bien podrían estar comprometidos en años de litigios.

La donación propuesta también requiere que la Ciudad proporcione un fondo de contrapartida de 40% al dinero del Estado. Esto es un fallo en términos prácticos y de equidad.

Primero que nada, permítanme recordarles que los residentes de los cinco condados ya pagan anualmente $11,100 millones anuales más en impuestos estatales de lo que recibimos en gastos del Estado.

De hecho, la ciudad de Nueva York suministra más del 40% de los ingresos fiscales del Estado. Eso significa que ya proveeríamos más del 40% de la parte que le corresponde al Estado de la donación de Educación Básica Sólida propuesta.

Requerir otro pago del 40% de nosotros además de eso - en la forma de un fondo de contrapartida local - cargaría a los contribuyentes de la ciudad de Nueva York con una porción sumamente desproporcionada para cumplir con la orden judicial de la Campaña por la Equidad Fiscal.

Añadiendo insulto a la llaga, el Estado propone financiar su parte del 60% de esta donación con financiamiento dedicado de los locales donde se ofrece la lotería en video, cinco de los cuales estarían localizados en la ciudad de Nueva York. Esto significa que los residentes de la ciudad de Nueva York estarían directa o indirectamente pagando por toda la resolución de la orden judicial en la demanda de la Campaña por la Equidad Fiscal.

Por años, la gente de la ciudad de Nueva York ha sido gravemente defraudada por la política estatal para financiar la educación. Es evidentemente injusto pedirnos que remediemos los efectos, ni se diga el cargar una porción tan extraordinariamente grande de la carga.

Ya estamos haciendo más de lo que nos corresponde. Desde el 2001, la Ciudad ha aumentado el financiamiento de las escuelas públicas en más de $1,500 millones, una cifra casi el doble de los $777 millones adicionales proporcionados por el Estado en el mismo período de tiempo.

Requerir que la Ciudad pague parte alguna de lo establecido en la demanda de la Campaña por la Equidad Fiscal también sería sumamente contraproducente. Porque prácticamente cada dólar de la Ciudad comprometido a esta donación de contrapartida sería un dólar tomado de servicios que van a los niños en las escuelas públicas y sus familias.

Nos forzaría a eliminar plazas en las guarderías… a recortar horas de clínica de salud pública… o a hacer más y más difícil que la Ciudad detecte y prevenga casos de abuso y negligencia infantil.

Señoras y señores, todavía hay tiempo para que el Estado atienda en forma razonable y realista su obligación constitucional de proveer a los niños en las escuelas públicas de la ciudad de Nueva York la educación básica sólida que les pertenece por derecho. Quiero solicitar a ustedes que aprovechen esta oportunidad.

También podemos aprovechar una importante oportunidad para mantener a la economía de la ciudad de Nueva York creciendo en las próximas décadas.

El mes pasado, la Legislatura y el gobernador dieron el primer paso cuando ustedes aprobaron la muy esperada expansión del Centro de Convenciones Javits.

Las convenciones y ferias de comercio son críticas para nuestra industria de turismo, la cual sustenta más de un cuarto de millón de puestos de trabajo en nuestra ciudad, y que cerró el 2004 exhibiendo un récord de casi 40 millones de turistas en la ciudad de Nueva York.

En comparación con Nueva York, muchas de las otras ciudades grandes en la nación están bien adelantadas en la construcción de instalaciones modernas para convenciones. Pero su aprobación de esa legislación, y el hecho de que el gobernador la promulgase, devuelven a la Ciudad de Nueva York al centro de la acción. Nos permiten empezar a construir el subway que necesitamos para conseguir el Far West Side y la expansión del centro de convenciones.

Pero el apoyo de nuestro taburete de tres patas también debe ser aprobado: el Centro de Deportes y Convenciones (Sports and Convention Center, en inglés) de Nueva York.

Sin las tres patas, es horriblemente difícil balancear al taburete - o, en este caso, conseguir que los promotores inmobiliarios inviertan. La falta del catalizador que proveería el Centro de Deportes y Convenciones sería devastador para la programación que ¡necesitamos para los puestos de trabajo AHORA!

Estos tres pasos están integrados e interrelacionados para el desarrollo del ahora mayormente desolado Far West Side de Manhattan, donde se encuentra ubicado el Javits Center. El próximo paso será construir una plataforma sobre el depósito de trenes es esta área, sobre la cual construiremos un edificio con la capacidad para presentar eventos mayores, para ser el futuro hogar de los Jets de Nueva York, y para ser una gran arena para las Olimpíadas del 2012, si la ciudad es seleccionada para presentar los Juegos Olímpicos.

En el presupuesto que propuso, el gobernador incluye sabiamente la autoridad para emitir bonos estatales por $300 millones para construir esta plataforma sobre el depósito de trenes - dinero que la Ciudad ha prometido igualar en un fondo de contrapartida. Esta inversión será repagada muchas veces con la creación de 7,000 plazas de trabajo permanentes, miles de empleos en el área de la construcción y $1,400 millones en ingresos fiscales para la Ciudad y el Estado además del costo de retirar los bonos a 30 años.

El incremento en los ingresos fiscales pagará servicios esenciales en las próximas décadas - para los maestros, oficiales de policía y bomberos de la ciudad, así como para empleados del Estado.

El Centro de Deportes y Convenciones también dará un gran impulso al motor económico del Estado de Nueva York.

Por esa razón, es muy importante que la Junta de Control de Autoridades Públicas (Public Authorities Control Board o PACB, en inglés) apruebe los planes del Centro de Deportes y Convenciones antes de que una delegación del Comité Olímpico Internacional visite la ciudad de Nueva York el próximo mes. No hacerlo también acabará rápidamente con las posibilidades de la ciudad de ser elegida sede de los Juegos del 2012.

El jueves presentaré el presupuesto de la Ciudad para el Año Fiscal 2006. Se nos requiere por ley que balanceemos nuestro presupuesto y, para lograrlo, el presupuesto preliminar incluirá medidas requeridas para cerrar un déficit proyectado de unos $3,000 millones.

La causa principal de esta brecha está en los crecientes gastos fijos de la Ciudad en apartados tales como las pensiones, los beneficios de salud y la parte que la Ciudad paga en Medicaid. Para la Ciudad, estos costos anuales han ascendido a un total de $7,000 millones desde el Año Fiscal 2001.

Nuestros empleados municipales pueden no ver los resultados de muchas de las adiciones en pensiones y beneficios colaterales aprobados por el Estado en sus salarios y formularios W-2s - pero nuestros contribuyentes deben conseguir el dinero de la misma manera.

Cuando nuestra Administración llegó a City Hall hace tres años, la economía municipal tenía una hemorragia de empleos. El Gobierno municipal enfrentaba una brecha en el presupuesto de $5,000 millones - una brecha que creció a $6.5 millones un año más tarde.

Poner en orden los asuntos financieros de la Ciudad requirió tomar decisiones dolorosas. Desde el 2001, hemos recortado $3,800 millones de gastos impositivos desde el año 2001. En el mismo período, hemos reducido el tamaño de la fuerza laboral financiada por la Ciudad en unas 16,000 trabajadores.

Propusimos un incremento del 18.5% en la tasa de impuestos a la propiedad de la Ciudad.

Si no hubiésemos actuado entonces, ahora nuestra Ciudad enfrentaría el desagradable trabajo de cerrar una brecha el próximo año fiscal de $9,600 millones - tres veces lo que proyectamos para el Año Fiscal 2006.

El apoyo de nuestros líderes legislativos estatales fue crítico para ayudarnos a lograr lo que tenemos y, por ello, permítanme expresarles mi agradecimiento a ustedes. Durante nuestros primeros dos años en el cargo, ustedes aprobaron medidas por un valor de $2,700 esenciales para nuestros esfuerzos para balancear el presupuesto y para la recuperación económica.

Los resultados hablan por sí mismos. Hoy, la delincuencia, que ya había caído a niveles históricos cuando asumimos el cargo, ha descendido otro 14% comparado al nivel hace tres años.

En el 2004, la ciudad de Nueva York tuvo la menor cantidad de homicidios desde 1963… la menor cantidad de muertes por incendios desde 1916… y la menor cantidad de muertes en incidentes de tránsito desde 1910.

Nuestras calles están más limpias de lo que han estado en 30 años. Estamos expandiendo nuestros parques y abriendo nuestro magnífico litoral que había sido abandonado por tanto tiempo. Estamos alcanzando el punto medio en la mayor iniciativa de viviendas asequibles que la ciudad ha visto en 20 años. 

Hoy, nuestra economía está creciendo de nuevo, y hay una mayor confianza de los negocios en el futuro de Nueva York.

Ahora, a fin de mantener este progreso, necesitamos recursos adicionales para la ciudad de Nueva York - recursos que describiré en la presentación del presupuesto el jueves.

Antes de tomar sus preguntas, quiero concluir con una última observación. Un elemento bienvenido en el presupuesto del gobernador es que este incluya $180 millones en fondos federales para cumplir con la Ley Federal 'Help America Vote' (HAVA, en inglés). El Congreso aprobó la Ley HAVA en el 2002 a fin de evitar el tipo de problemas que dio notoriedad a Florida en la elección presidencial del año 2000.

Estos fondos HAVA nos dan la oportunidad de modernizar las máquinas de votar en todo el estado antes de la fecha límite ordenada por el Gobierno federal en el 2006.

La ciudad de Nueva York es el hogar de aproximadamente 42% de la población en edad de votar del estado. Por lo tanto, la Junta de Elecciones de la Ciudad de Nueva York - la mayor Junta de Elecciones en el Estado - debería recibir por lo menos 42% de los fondos federales HAVA asignados al estado, ya sea mediante donaciones directas o a través de la compra de nuevas máquinas de votación por parte del Estado.

Asegurar la integridad de nuestras elecciones es una excelente oportunidad para empezar a cumplir nuestra obligación de proporcionar a la gente del estado de Nueva York el gobierno abierto y responsable que, como ellos dejaron claro, desean y esperan.

Nuestra Administración está preparada para trabajar con la Legislatura y el gobernador para lograr eso… y también para crear un presupuesto estatal que atienda en una forma justa y responsable las necesidades de toda la gente de nuestro estado.

Ahora tendré el placer de responder sus preguntas.







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