“Mucho antes de unirse al club de los 3,000 hits, Derek Jeter se convirtió en otro de los íconos de Nueva York porque representa lo mejor del espíritu de nuestra ciudad: una creencia inquebrantable de que con trabajo duro y determinación se puede lograr todo.  Acaso más que nada, Derek es alguien que ama a esta ciudad y que tiene una larga historia de retribución al lugar y la gente que ayudaron a hacerle la superestrella que es.  Nueva York tiene una tradición de béisbol más grande que la de cualquier otra ciudad, pero nunca habíamos tenido un jugador que bateara 3,000 hits vistiendo un uniforme de Nueva York hasta hoy.  Felicidades, Derek — has hecho sentirse orgullosa a toda la Ciudad de Nueva York”.