Formato Amistoso con la Impresora Compartir


PARA DIFUSIÓN INMEDIATA
PR- 048-11
7 de febrero de 2011

EL ALCALDE BLOOMBERG TESTIFICA ANTE EL COMITÉ DE MEDIOS Y ARBITRIOS DE LA ASAMBLEA Y EL COMITÉ DE FINANZAS DEL SENADO DEL ESTADO SOBRE EL IMPACTO DE LA PROPUESTA DE PRESUPUESTO ESTATAL SOBRE LA CIUDAD DE NUEVA YORK

Este es el texto final del testimonio rendido por el alcalde Michael R. Bloomberg.

“Buenos días, señor presidente, y gracias.  Y gracias a John DeFrancisco.  Sólo quería… Muchas gracias, Jim, y a todos los miembros del Comité de Medios y Arbitrios de la Asamblea y el Comité de Finanzas del Senado.  Me acompañan Mark Page, nuestro director de Administración y Presupuesto, y Micah Lasher, nuestro director de Asuntos Legislativos Estatales.

“Gracias por invitarnos a discutir el presupuesto estatal propuesto por el gobernador Cuomo.  Todos saben que, aun en tiempos de bonanza económica, adoptar un presupuesto no es fácil.  Y estos están lejos de ser los mejores tiempos.

“De modo que la tarea de ustedes — adoptar un presupuesto estatal que cierre un déficit de $10 mil millones entre ingresos y gastos anticipados, una de las más grandes brechas presupuestarias en la historia del Estado, y una que encara los déficits aun más grandes proyectados para el año próximo — no es envidiable.  Se requerirá previsión y sentido de justicia y determinación.

“Claramente, el gobernador ha heredado una situación presupuestaria miserable, y creo que él merece reconocimiento por encararla de frente.

“Él sabe tanto como cualquiera que el Estado tiene una responsabilidad de financiar servicios básicos que protegen a todos nuestros ciudadanos y financian esas inversiones que dan un futuro a nuestros niños, y a la vez debe actuar responsablemente y recortar gastos, ya que actualmente estamos viviendo por encima de lo que permiten nuestros medios.

“Él sabe que enfrentamos un déficit estatal de proporciones nunca antes vistas.  La situación actual de gastos es simplemente insostenible.

“Estos tiempos exigen disciplina fiscal — todos sabemos eso — especialmente porque estamos en un ambiente en el que enfrentamos una competencia creciente por contribuyentes de impuestos y empleos.  Nuestros impuestos ya están entre los más altos en la nación.  Pero piensen en la ironía: mientras que nuestros impuestos son los más altos, y financian algunos de los mejores beneficios para empleados municipales en el país, muchos empleados de nuestro municipio, cuando terminan sus carreras, han elegido estados de bajos impuestos para vivir. 

“Si aquellos a quienes estamos pagando prestaciones de jubilación están dejando la ciudad, debemos estar muy cerca del punto de inflexión donde más y más contribuyentes del sector privado también examinan sus opciones económicas.  No podemos costear el perderlos — porque esa es nuestra base fiscal, y sin ella, no tenemos un estado.

“Así que el Estado de Nueva York debe actuar — y respaldamos firmemente elementos mayores del Presupuesto Ejecutivo del gobernador: la congelación de salarios para empleados estatales; la fusión propuesta de 11 organismos estatales en solo cuatro; la consolidación de la capacidad de las prisiones estatales; y el cierre de centros subutilizados de detención juvenil, un tema del cual hablaré nuevamente en unos minutos.

“Ahora, en la Ciudad de Nueva York reconocimos hace tiempo que, dado lo difícil de la situación fiscal del Estado, era inevitable que hubiera recortes en la ayuda para la Ciudad.  Y la semana entrante presentaré nuestro presupuesto preliminar para el año fiscal 2012, que empieza el 1ro de julio.  Como he dicho en repetidas ocasiones, prometemos asumir lo que nos corresponde de la carga, pero no será fácil.

“El Presupuesto Ejecutivo del gobernador propone una reducción en ayuda para la Ciudad por un total de $2.1 mil millones.  Eso incluye una reducción de aproximadamente $1.4 mil millones en ayuda para nuestras escuelas públicas; $380 millones en recortes y traspasos de costos en servicios sociales; y un recorte de $300 millones en fondos de ingresos compartidos.

“La pregunta es: ¿Cómo llegamos a estas cifras?

“Calculamos el monto de ayuda estatal que estamos perdiendo en base a este estándar perfectamente unívoco: comparando los fondos en el Presupuesto Ejecutivo con el monto que el Estado nos dijo el pasado mes de noviembre que estaríamos recibiendo.

“El presupuesto de la Ciudad es parte de un plan financiero de varios años; es un proceso presupuestario responsable que ha servido muy bien y por mucho tiempo a la Ciudad.  Y, como el Estado ha sabido por mucho tiempo, cuando asumimos ingresos y gastos futuros en un lapso de muchos años, usamos la data que nos es dada — y hacemos compromisos de largo plazo que asumen que las promesas del Estado serán honradas por sucesivas administraciones.

“No tenemos otra opción: el público necesita servicios a largo plazo, y tenemos que presupuestar para esas obligaciones de largo plazo en base a lo que el Estado nos dice.

“De modo que, si Albany siente que debe dar la espalda a sus obligaciones debido a errores previos de administración, lo cual nos deja con enormes agujeros en nuestro presupuesto, es crucial que el gobernador y la Legislatura estatal nos ayuden a reducir nuestros gastos para que podamos evitar el tipo de cesantías y recortes de servicios que serían devastadores para nuestra Ciudad.

Desde 2007, la Ciudad de Nueva York ha pasado por nueve rondas de recortes que han producido $5.2 mil millones en ahorros — y también en recortes de servicios.  Permítanme señalar que hasta ahora el Estado no ha hecho nada de este ‘apretarse los cinturones’ por lo cual está en una condición tan terrible y sus ciudadanos y empleados van a sufrir.  Y aunque la Ciudad ya ha dado pasos mayores para reducir nuestros gastos, este año — más que nunca — necesitamos la ayuda de ustedes.

“Estamos evaluando el presupuesto estatal en base a dos exámenes: Primero, ¿distribuye sus reducciones de ayuda en forma equitativa?  Y segundo, ¿reduce a nuestra ciudad, y otros gobiernos locales, la carga de disposiciones impuestas por el Estado?

“Estas dos pruebas son de importancia crucial, porque, no se equivoquen: estamos enfrentando la posibilidad de grandes despidos, especialmente en nuestras escuelas.  No sabemos cuántos serán — es demasiado temprano para saber.

“Lo que puedo decirles es que vamos a hacer todo lo posible para reducir la cantidad, pero, si no se nos reduce la carga de obligaciones impuestas por Albany, el número de cesantías será drásticamente más alto que lo necesario.  Y sería especialmente trágico para los niños en nuestras escuelas si permanece en vigor la ley de que ‘el último en llegar es el primero en salir’, un tópico que abordaré de nuevo más tarde.

“También es importante que obtengamos la reducción de la carga de obligaciones, ya que, si no la conseguimos, nos hallaremos de vuelta aquí el año próximo, y los años después — recortando más y más servicios, y despidiendo a más y más trabajadores, debido a los costos que siguen aumentando y tomando más y más de nuestro presupuesto.

“Tomemos unos cuantos minutos para considerar los dos criterios por los cuales estamos juzgando al Presupuesto Ejecutivo.

“En cuanto a la cuestión de recortes equitativos, el Presupuesto Ejecutivo señala a la Ciudad de Nueva York en un área particularmente egregia: los ingresos compartidos.  Desde los años ‘40s, pasando por gobernadores demócratas y republicanos, cada gobierno local ha recibido ayuda a través del programa de ingresos compartidos, que simplemente devuelve una porción del dinero de los contribuyentes a los pueblos donde viven.

“El año pasado, por primera vez en la historia, nuestros ingresos compartidos fueron recortados en 100 por ciento — mientras que todos los demás gobiernos locales perdieron solo de tres a cinco por ciento.  Pero pudimos — gracias al apoyo y liderazgo de ustedes — devolverlo al presupuesto del Estado para el próximo ejercicio fiscal.

“Desafortunadamente, el presupuesto ejecutivo de este año propone nuevamente dejarnos en cero, mientras que recorta a los demás gobiernos locales solo 2 por ciento.  Y como los ingresos compartidos proveen dinero para operaciones generales, una manera de pensar en la eliminación por el Estado de ingresos compartidos para la Ciudad es como otro recorte de $300 millones para nuestras escuelas públicas.

“He aquí otra manera de verlo: el Presupuesto Ejecutivo recorta en casi $320 millones los ingresos compartidos en todo el estado.  La Ciudad de Nueva York absorbería 94 por ciento de ese recorte.  Fue un ardid vergonzoso cuando el año pasado se nos recortó 100 por ciento, y nuestros ciudadanos no van a permitir que se convierta en la ‘nueva norma’ en la relación del Estado con la Ciudad de Nueva York.

“Como acaso ustedes sabrán, la Ciudad de Nueva York produce cerca de al mitad de todos los ingresos tributarios del Estado — nosotros damos mucho más de lo que recibimos.  Así que, eliminar estos $300 millones en fondos estatales empeoraría un desequilibrio ya muy pronunciado de pagos entre la Ciudad de Nueva York y Albany.  También agravaría una temporada presupuestaria ya difícil en nuestra ciudad.

“Los fondos de ingresos compartidos son tan importantes para nosotros como lo son para cualquier otro gobierno local.  Al igual que todas las demás ciudades o villas, desde Montauk a Malone, apreciamos los fondos de ingresos compartidos por la flexibilidad de gasto que nos dan.  De manera que no estamos pidiendo tratamiento especial — solo un tratamiento equitativo.

“He oído decir: ‘Oh, Ciudad de Nueva York, no estás en tan malas condiciones como otros condados en el Estado’.

“Tal vez, pero no deberíamos ser penalizados por nuestra frugalidad y presupuestos responsables — eso solo crearía disuasivos a los ahorros y la planificación prudente del presupuesto por parte de las administraciones futuras.  Ya hemos aumentado nuestros propios impuestos y recortado nuestros propios gastos — y los residentes de la Ciudad no deben ser castigados por hacer lo que era correcto, mientras que otros rehusaban aceptar la responsabilidad por su futuro.

“Y es crucial que los senadores y miembros de la Asamblea que representan a la Ciudad se unan para proteger a los votantes que los enviaron aquí.

“Ahora, hablemos acerca de nuestra segunda prueba mayor: ¿nos ayuda el Presupuesto del Estado con disposiciones no financiadas y otras leyes que nos permitirían ahorrar dinero y evitar algunos de los despidos y recortes de servicio que estamos enfrentando?

“En muchos casos, las disposiciones de los Gobiernos estatal y federal dictan la cantidad y nivel de servicios que se nos requiere proveer, y el monto de dinero que se nos requiere pagar.  Noi tenemos discreción en estas áreas.  Así que, en estos casos, sin un alivio para estas obligaciones, no puede haber reducción en el gasto de los contribuyentes — solo un cambio en el bolsillo de donde proviene el dinero.

“Piensen en el recorte de $1.4 mil millones que estamos enfrentando en educación.  Debido a disposiciones del Estado, simplemente no podemos recortar cada aspecto de la educación para recaudar $1.4 mil millones.

“Por ejemplo, para el próximo año lectivo, las obligaciones impuestas por el Estado incrementarán en 13 por ciento los costos de educación especial comparado con el año escolar actual.  De hecho, la ley estatal requiere que los contribuyentes de la Ciudad de Nueva York envíen a algunos estudiantes de educación especial a escuelas privadas — y paguen por su matrícula completa — incluso si sus padres rehúsan considerar a escuelas de la Ciudad que proveen servicios de educación especial.

“De modo que, ahora mismo, los contribuyentes de la Ciudad están en realidad pagando la matrícula completa en escuelas privadas de 4,000 estudiantes — por un costo anual de más de $100 millones.

“Podemos proveer servicios a esos estudiantes por una fracción de ese costo — todo lo que necesitamos es la aprobación de ustedes para hacer que la carga de la prueba recaiga sobre la parte que traiga el caso, ya sea un gobierno local o padres de familia, como casi todos los demás estados hacen, y en conformidad con el dictamen de la Corte Suprema de Justicia de la nación sobre este asunto.

“De otra manera, vamos a despedir maestros en nuestras escuelas públicas para que podamos pagar $100 millones a escuelas privadas.  Es hora de que los contribuyentes dejen de enviara a niños a escuelas que simplemente no podemos costear.

“El recorte de educación de $1.4 mil millones también reduce en $120 millones los fondos estatales APRA educación especial en escuelas de verano en nuestra Ciudad.  Pero esto es también una disposición federal y estatal; no podemos darle la espalda a la misma.  La Ciudad tendrá que compensar cualesquiera fondos que no sean repuestos.

“También enfrentamos obligaciones estatales en los servicios de adquisiciones y contrataciones, y de servicio civil, que aumentan costos.  Y la disposición estatal que se ha hecho prohibitivamente costosa, e imposible de justificar en vista de las cesantías que estamos encarando, es la de bonos de $12,000 que pagamos además de los beneficios completos de pensiones en algunos jubilados.

“El monto de este bono fluctuaba originalmente con el mercado.  Es por ello que se llama Fondo Suplementario Variable (Variable Supplement Fund, en inglés).  Pero, en los años ‘80s, este se convirtió en un beneficio fijo — y los contribuyentes de la Ciudad ahora están pagando más de $600 millones para subsidiarlo cada año.  Simplemente ya no podemos costear eso.

“Acabar con los bonos ahorraría a la Ciudad hasta $1 mil millones anualmente — o sea, el equivalente al costo de más de 10,000 docentes, agentes de policía, bomberos, empleados de sanidad pública y oficiales correccionales.

“Ahora, permítanme dar un paso atrás y decir: Creo que tenemos la mejor fuerza laboral en el mundo.  Creo que estos deberían ser compensados de manera justa — y que los empleados públicos merecen una jubilación segura y asegurada.  Pero nuestros costos de pensiones han crecido drásticamente — y pagar a algunos jubilados otros $12,000 por encima de los beneficios completos simplemente no es algo que podamos costear seguir haciendo.

“Tampoco podemos costear el seguir viendo nuestros costos de pensiones tomar una parte cada vez mayor de nuestro presupuesto.  Nuestros costos de pensiones en 2001 fueron de $1.5 mil millones.  Las pensiones de este año están costándonos $7 mil millones.  Y el año siguiente nos costarán $8.3 mil millones.

“Lo que eso significa es que cada dólar extra que hemos tenido que gastar en pensiones es un dólar más que hemos tenido que recortar de la policía, bomberos, educación, servicios sociales, centros para ancianos, bibliotecas, y otros similares.

“Esto simplemente no puede continuar.  Necesitamos reducir el crecimiento en [el costo de] las pensiones — y ese no es un problema que será resuelto por la recuperación del mercado.  El hecho es que los costos de pensiones han aumentado durante auges y desplomos del mercado.  El mercado en baja no creó la actual crisis de pensiones, y un mercado en alza no hará que nuestros problemas desaparezcan.  La respuesta no está en el mercado, o en las estrellas, sino en nosotros mismos.  Necesitamos que los beneficios de pensiones lleguen a un nivel apropiado para ahorrar a los contribuyentes y los empleados de la Ciudad.

“En particular, necesitamos crear un nuevo nivel de pensiones para empleados municipales de nueva contratación.  Eso es exactamente lo que los líderes estatales hicieron durante la crisis presupuestaria de los 1970s; fue sumamente importante para la recuperación fiscal de la Ciudad de Nueva York.

“La semana pasada, propusimos un número de pasos modestos y mínimos para reducir el crecimiento del pago de pensiones y que nos permitan conservar más del dinero para los servicios que necesitamos.

“El nuevo nivel de pensiones que estamos proponiendo ahorraría a la Ciudad hasta $1 mil millones durante los próximos ocho años al incrementar modestamente las contribuciones de los miembros, eliminando los beneficios ‘extras’ que se logran con el tiempo, y aumentar la edad de jubilación de los empleados civiles.

“Quiero dejar muy claro: no estamos proponiendo un cambio en la edad de jubilación para los oficiales de policía y bomberos de carrera.  En este momento, ellos pueden jubilarse y recibir beneficios después de 22 años de servicio sin tener un requisito mínimo de edad, y eso se mantiene sin cambio alguno en nuestro plan.

“También ha llegado el momento de devolverle a la Ciudad la capacidad de negociar pensiones como parte de un acuerdo colectivo, justamente como lo hacemos con los salarios y beneficios.  Siempre he creído firmemente en la capacidad de los sindicatos y la gerencia para llegar a un acuerdo en cuestiones importantes.

“Y el proceso en que los funcionarios estatales electos fijan los beneficios de jubilación de los empleados de la Ciudad y dejan que los contribuyentes municipales paguen esta cuenta debe terminar.  Esta responsabilidad le correspondía a la Ciudad hasta los 1970s.  Creemos que nos hemos ganado el derecho de que se nos devuelva.

“Todos estos cambios de los que he hablado son reformas que no costarían al Estado un céntimo, pero reducirían los costos de la Ciudad, y nos ayudarían a reducir el nivel de cesantías y de recortes de servicios que hemos tenido.  El senador DeFrancisco dijo, ‘Dennos algunas alternativas’.  Senador, eso es exactamente lo que estamos haciendo.  No estamos pidiendo al Estado que aporte más dinero.  Sabemos que necesitan hacer recortes.  Tendremos que aceptarlo.  Pero ustedes pueden encontrar maneras de mitigar o eliminar muchísimo daño, y permitir que prosiga el motor económico de este estado.  Y, a menos de que este organismo actúe, esos despidos serán particularmente devastadores para nuestra Ciudad, y especialmente para nuestro sistema escolar.

“La ley estatal incluye una estipulación de que ‘el último en llegar es el primero en salir’, lo cual nos obligaría a dar cesantía a algunos de nuestros mejores maestros, mientras que mantenemos a algunos de los peores.  Habrá despidos entre los maestros.  En este momento, no creo que nadie sepa cuántos habrá, pero, no se equivoquen sobre esto, tendremos una fuerza laboral docente más pequeña en tamaño debido a todos los recortes.  Sin embargo, perder los mejores, y mantener a algunos que no cumplen con sus respectivas responsabilidades, es simplemente una farsa.  Esos despidos, por cierto, se harían sentir fuertemente en las vecindades más pobres de la ciudad, donde las escuelas tienden a tener los maestros más nuevos.

“Y enviarían exactamente el mensaje erróneo a nuestros niños.  Nosotros les decimos: trabajen duro y podrán llegar hasta donde sus talentos los puedan llevar.  Pero en sus aulas, ellos verían que eso realmente no es verdad.

“Claramente, la única cosa peor que tener que despedir a cualquiera de nuestros maestros sería despedir a maestros extraordinarios en vez de los que están fracasando.  Así que, necesitamos poder tomar estás difíciles decisiones basándonos en lo que es más importante para nosotros: el éxito en el aula y lo que es bueno para nuestros niños.

“No podemos hacer esto sin ustedes — y si actúan, les prometo que cada estudiante se los agradecerá.  Cada padre de familia se los agradecerá.  Cada maestro que trabaja arduamente y tiene un buen rendimiento se los agradecerá.  Y yo se los agradeceré desde lo más profundo de mi corazón por permitir que el progreso de nuestras escuelas continúe.

“Si tuviésemos la potestad, haríamos esto nosotros mismos, pero no la tenemos.  Solo ustedes la tienen.

“Y no olviden, debido a las estipulaciones de desplazamiento de los empleados de más a los de menos antigüedad en los contratos de los sindicatos, los despidos basados en la antigüedad en los puestos tendrían casi a todas las escuelas participando en un carrusel de cambios de maestros que causaría una lluvia de quejas que nunca han presenciado antes.

“Antes de dejar el tema de la educación, quiero señalar que el Presupuesto Ejecutivo también propone una nueva fórmula de ayuda para construcciones que podría tener consecuencias dañinas para los 1.1 mil millones de niños en las escuelas de la Ciudad.

“En nuestro año fiscal entrante, el programa de inversiones de Educación de la Ciudad es de un total de aproximadamente $ 3 mil millones.  Históricamente, el Estado ha pagado 50 por ciento del programa municipal de inversiones de Educación.  Basándonos en el pasado, entonces el Estado pagaría casi $1.5 mil millones del capital de educación en nuestro presupuesto del ejercicio fiscal 2012.

“Bajo la nueva fórmula, sin embargo, el Estado nos proveería con unos $500 millones, una tercera parte de eso, y eso significaría que tendríamos que reducir sustancialmente la construcción y renovación de escuelas en toda la Ciudad.

“Los tribunales han dictaminado que el tamaño de las clases ya es, de hecho, demasiado grande.  Imagínense simplemente lo que ocurriría si el Estado recorta en efecto el apoyo a la construcción escolar en 67 por ciento.  Sería un retroceso enorme — y dificultaría mucho más que aliviemos las áreas de sobrepoblación que existen.

Increíblemente, se vería agravado por un cambio adicional al presupuesto del Estado: la creación de una nueva estructura estatal de seis niveles para evaluar los proyectos de inversión en escuelas locales.  Esa es una receta para la demora e inacción burocrática — y también dificultaría más que los funcionarios locales electos y líderes comunitarios logren que sus voces se escuchen en los proyectos en sus distritos.

“Hemos tenido gran éxito acelerando la construcción de escuelas y reduciendo sus costos — pero esta nueva superestructura burocrática amenaza con enviarnos en la dirección opuesta.

“Además de los recortes a la educación, el Presupuesto Ejecutivo también propone un recorte neto de $380 millones en servicios sociales.

“Más de la mitad de eso, de hecho, no es un recorte en lo absoluto, sino un traspaso de gasto del presupuesto estatal a gasto de presupuesto de la Ciudad.  Por ejemplo: el presupuesto propone una reducción de $31 millones en apoyo para refugios destinados a adultos no casados y desamparados en nuestra ciudad; un recorte de $45 millones en las subvenciones para niños en hogares adoptivos; y la eliminación de $53 millones para cubrir costos residenciales de educar a niños severamente discapacitados.

“Estas son todas obligaciones estatales y federales — y la Ciudad no tendrá otra opción sino la de cumplir con ellas, ocurran o no los recortes del Estado.

“El público dice ‘gasten menos’.  Pero Albany nos obliga a ‘gastar más’.  Y nuestros empleados, y aquellos que necesitan sus servicios, están quedando aplastados en el medio, ya que estamos gastando en cosas que no necesitamos mientras que sacrificamos las que verdaderamente necesitamos.

“Otros recortes de servicios sociales a la Ciudad incluyen $27 millones de centros para personas de edad avanzada, una pérdida para la Ciudad de $192 millones en subsidios de alquiler para familias desamparadas; y un recorte de más de $9 millones que eliminaría 5,500 empleos de verano para jóvenes en nuestra ciudad.

“También quiero comentar sobre lo que el Presupuesto Ejecutivo lograría o no en términos de la reforma de justicia juvenil.  La propuesta del gobernador de cerrar algunas de las instalaciones con un precio excesivo y subutilizadas es un primer paso muy bienvenido hacia una reforma necesitada desde hace mucho tiempo, y lo elogiamos por eso.

“Es un paso que nos ahorraría dinero a todos.  Pero en vez, el Presupuesto Ejecutivo pondría los ahorros — y más — de vuelta en las instalaciones que queden abiertas.  Podemos estar recortando desperdicio, pero aún estaríamos gastando más en un sistema que no funciona.

“En términos económicos, estaríamos mejor con el status quo.  Pero de manera aún más importante: tanto los delincuentes jóvenes como el público estarían mejor si el Estado nos permitiera administrar nuestros propios programas en la Ciudad — y todos ustedes pueden lograr que esto ocurra.

“El gobernador también propone hacer una ‘subvención en bloque’ con los fondos del Estado para programas locales de detención y comunitarios.  Pero esto viene en un paquete con menos dinero y menos flexibilidad, y con el tiempo esto probablemente querrá decir un incremento en costos locales.

“Desde 2002, nuestra ciudad ha recortado en más de 60 por ciento el número de niños que son enviados a las disfuncionales y carísimas instituciones de justicia juvenil del Estado.  Estamos preparados para hacer aún más.  Pero el Estado debe reinvertir parte del dinero que ahorra en alternativas en las comunidades.

“Luego está el gran ‘conocido desconocido’, o sea, el presupuesto estatal de Medicaid.

“El gobernador ha fijado una meta de reducir el apoyo del Estado para Medicaid en unos $2.85 mil millones.  Esto quiere decir una reducción de $5.7 mil millones en el gasto estatal total, ya que el gasto federal también se reduciría junto con el del Estado.  Pero no sabremos por muchas semanas lo que eso puede significar.

“En este momento, nuestro mensaje al grupo de trabajo de Medicaid del gobernador es: donde sea que se puedan recortar gastos operacionales excesivos sin poner en peligro el cuidado de los pacientes — como en la administración del cuidado de largo plazo — háganlo.

“Pero, al hacer recortes de Medicaid, no olviden de cuán importante es Medicaid para los servicios provistos por el mejor y más grande sistema hospitalario público del país: la Corporación de Salud y Hospitales de la Ciudad de Nueva York (HHC, en inglés).

“Nuestra red de clínicas comunitarias y 11 hospitales públicos cuidan de 1.3 millones de pacientes cada año.  Ellas atienden más de un millón de visitas anuales a salas de urgencias.  Ellas asisten el parto de 23,000 bebés por año.  Proveen un cuidado excepcional a cada paciente, sin importar su enfermedad, ingreso, seguro de salud o situación migratoria.  No son nada menos que esenciales para el cuidado de salud en nuestra ciudad — y tengan en mente: mientras que los otros hospitales cierran, esos pacientes inevitablemente llegarán a nosotros, y no podemos dejar de brindarles servicios.

“El gobernador concluyó su presentación sobre el presupuesto el pasado martes describiendo al Estado de Nueva York como si estuviese en un punto decisivo — enfrentando una opción entre caminos hacia la ruina o la recuperación.  El presupuesto del Estado también está en un punto decisivo en cuanto a la relación del Estado con la Ciudad de Nueva York.

“El gobernador tiene razón.  Debemos cambiar.  Y debemos ayudarle a hacerlo.

“A la vez, debemos pensar primero en el proceso presupuestario, preguntándonos: ¿Cuáles son las necesidades de la sociedad?  Segundo, tenemos que averiguar cómo proveerlas de la manera más eficiente.  Tercero, y por último, para no dejar que el presupuesto defina las necesidades de la sociedad — tenemos entonces que averiguar de dónde sacamos el dinero para las mismas.

“Creo que en nuestros corazones sabemos lo que la sociedad necesita.  Acabo de esbozar cómo ustedes nos pueden ayudarnos a reducir costos y rendir aquellos servicios de manera más eficiente.  Y si hacen eso, podrán encontrar los fondos que necesitamos — sin aumentar impuestos, y sin ignorar nuestras obligaciones para con nuestros ciudadanos.

“Tengo la confianza de que el gobierno y los miembros en la Legislatura elegirán el camino correcto para el futuro.  Queremos que tengan éxito al atender estos temas difíciles — y haremos todo lo que podamos para ayudarlos y apoyarlos.

“Podemos lograr la reducción de gastos que el gobernador quiere y nosotros necesitamos — pero si queremos preservar el motor económico de nuestro estado, si queremos priorizar a nuestros niños y personas de edad avanzada, si queremos proteger servicios para los más necesitados y continuar invirtiendo en nuestro futuro — necesitamos las herramientas para gastar dinero en base a esas prioridades y no en base a anticuadas obligaciones estatales.

“Sí, los grupos de intereses especiales gritarán.  Pero les prometo que, esta vez, como vieron claramente en este estado y en toda la nación durante las últimas elecciones, el grito del público será más fuerte.

“El senador nos retó a encontrar métodos alternativos.  Tenemos métodos alternativos.  No estamos en una situación en que no se puede tener todo.  Se trata de reducir el gasto estatal, y a la vez hacer las cosas que necesitamos para que nosotros y nuestros niños tengamos un futuro.

“Si ustedes promulgan un presupuesto que es duro, pero justo, y que da a la Ciudad de Nueva York ayuda para las obligaciones, y las nuevas herramientas de reforma que necesitamos, esta legislatura será recordada no por la disfunción, sino por su sabiduría y liderazgo.  Y habiendo llegado a ese punto, con gusto escucharé sus preguntas”.







CONTACTO PARA LOS MEDIOS:


Stu Loeser / Marc La Vorgna   (212) 788-2958




Mas Recursos
Vea las fotos (en inglés)
Lea el testimonio preparado