“Primero el gobernador propuso un presupuesto estatal que recorta apoyo para la Ciudad de Nueva York pero no para los suburbios, y ahora propone golpear a negocios de la ciudad con más impuestos a la vez que aligera la carga para empresas en los suburbios.  La idea de que el Estado puede salvar a los suburbios a la vez que saquea la Ciudad es atroz en el aspecto económico, terriblemente injusta, y contraria a todos los principios del buen desarrollo regional.  En la Ciudad de Nueva York vimos llegar los problemas de la Autoridad Metropolitana de Transporte (MTA, en inglés) y concebimos un plan que habría creado un flujo continuo de ingresos para programas de inversión.  Ahora el gobernador propone transferir una carga extra de mil millones de dólares a los contribuyentes de la Ciudad de Nueva York, quienes son el centro económico de nuestra región.  Trabajaré día y noche con la delegación de nuestra Ciudad en Albany para detener el avance de esta desatinada propuesta”.