“Si se encuentra demasiado ebrio para conducir un automóvil, usted no debe portar un arma”, dijo el alcalde Bloomberg.  “La ley aplicaría los mismos estándares y pruebas que ahora son usados para prevenir y castigar el manejar en estado de embriaguez.  Y eso es simplemente justo.  Espero que nuestros legisladores y el gobernador Paterson hagan de Nueva York el 21er estado que promulga una ley que salva vidas y es de sentido común”.

“Las armas y el alcohol son una combinación mortal”, dijo el senador Klein.  “Este es el momento para que actuemos seriamente sobre las penas para aquellos que escogen portar un arma mientras están embriagados”.

“Creemos en el derecho a portar armas de los neoyorquinos que siguen las leyes.  Sin embargo, los derechos traen consigo responsabilidades”,  dijo John Feinblatt, coordinador de Justicia Penal de la Alcaldía.  “Tomar bebidas alcohólicas mientras se porta un arma pone en riesgo a toda la comunidad, y puede tener consecuencias letales.  Esta legislación envía un mensaje claro: si va a beber, deje su arma en casa”.

Bajo este proyecto de ley, portar un arma mientras se está bajo la influencia del alcohol sería un delito menor clase A punible con un año en prisión y una multa de $10,000.  Bajo las leyes estatales, una persona se considera intoxicada si su nivel de alcohol en la sangre es más de .08 por ciento.  También, bajo la ley, también serán considerados factores de sentido común como evidencia de impedimento, incluyendo el tambalearse, arrastrar las palabras al hablar, y oler a alcohol.

La pieza legislativa no se aplicará a personas que tienen armas en sus propios hogares.

Las condenas bajo esta ley podrían causar la revocación de licencias para portar armas o permisos para rifles o escopetas.