“Fumar es la causa principal de muertes prevenibles en la Ciudad de Nueva York.  Es responsable por una de cada tres muertes evitables, y de una de cada siete muertes en total.  Prevenir las enfermedades y muertes relacionadas con el tabaco ha sido y continúa siendo una prioridad esencial para esta Administración.  En los últimos años, hemos concentrado nuestras gestiones en estrategias probadas para controlar el tabaco.  Abogamos exitosamente por aumentos en los impuestos internos estatales y federales a los cigarrillos — los cuales estimamos darán como resultado 75,000 fumadores menos y 25,000 vidas salvadas.  También hemos lanzado una serie de duras campañas educativas de salud pública mostrando la fea realidad del hábito de fumar.  Estos anuncios han contribuido a un significativo declive en el hábito de fumar en los adultos de 16 por ciento entre 2005 y 2008 — lo cual corresponde a 190,000 fumadores adultos menos en la Ciudad de Nueva York.  Con estas estrategias firmemente en su lugar, pensamos que este es el momento para explora enfoques adicionales para controlar el tabaco, particularmente aquellos que responden a tendencias recientes en el comportamiento de los jóvenes frente al tabaco y a nuevos productos y esfuerzos de promoción de la industria.

“Es bien sabido que casi 90 por ciento de todos los fumadores empiezan a fumar en la adolescencia.  Los productos de tabaco que son tratados con una variedad de sabores — incluyendo durazno, fresa, trocitos de chocolate y goma de mascar, son asequibles y accesibles a los jóvenes en comercios y bodegas en las esquinas, y vienen envueltos en coloridos empaques que los hacen asemejarse a caramelos y chicle.  Al disfrazar el áspero sabor y olor del tabaco, estos productos de tabaco atraen a fumadores jóvenes.

“La Ley Preliminar número 433-A prohibiría la venta de productos de tabaco con sabores característicos, excepto por el mentol, la menta o gaulteria, en cualquier lugar que no sea un bar de tabaco.  Esta pieza legislativa mejora la reciente prohibición federal a los cigarrillos saborizados, y convierte a Nueva York en la primera ciudad que protege a los niños de todos los productos saborizados en el mercado.  Una prohibición de productos saborizados de tabaco reduciría la capacidad de la industria tabaquera para mercadear a los jóvenes, lo cual a su vez podría disminuir la experimentación e iniciación de los jóvenes.

“Quiero agradecer al comisionado del Departamento de Salud e Higiene Mental (DOHMH, en inglés) Dr. Thomas Farley, al comisionado del Departamento de Asuntos del Consumidor (DCA, en inglés) Jonathan Mintz, y a sus equipos de trabajo por su labor en esta pieza.  También quiero dar gracias al Concejo por aprobar esta legislación”.