“Cardenal Egan, Pastor Peter Finn, Alcalde Koch, presidente del condado [James} Molinaro, y todos los demás funcionarios electos, Maria Louisa, Joan, Aline, y todos los familiares y amigos de John que hoy nos acompañan.

“Como alcalde de la Ciudad de Nueva York, permítanme expresar el pésame a nombre de los 8.3 millones de ciudadanos.  Me honra que se me haya pedido hablar esta mañana.  Aunque debo admitir que John hubiera preferido a otro alcalde, el de la Ciudad de Staten Island.  Pero me alegra que no haya alcalde de Staten Island.  Si el condado se hubiera separado en los años ’90, la Ciudad de Nueva York habría tenido que dejar ir a John Marchi, y todos en esta iglesia saben hoy precisamente cuan difícil es eso.

“John fue hombre gentil, un hombre de integridad, un hombre que nunca retrocedió ante una causa que él creyera justa, sino un hombre que siempre puso su fe, su familia y sus tradiciones en el centro de su vida.  ¿Volveremos a ver alguna vez a alguien como él?  Es una pregunta que ha sido preguntada un número de veces en las últimas dos semanas.  ¿Volveremos a ver a alguien como él, que podía equilibrar una pasión por los asuntos con un pragmatismo tan firme?  Un logro que es más asombroso considerando que ocurrió en Albany, una ciudad no siempre conocido por políticos con tales atributos — sin contar con los que ahora nos acompañan, por supuesto.

“¿Volveremos a ver a alguien que jugó un rol tan integral en la vida de un solo condado?  Construyendo la universidad College of Staten Island, creando Snug Harbor, cerrando Fresh Kills, salvando a la Ciudad de la bancarrota.  ¿Volveremos a ver a alguien más comprometido con sus votantes?  Cincuenta años de servicio.  De hecho, su único compromiso que duró más que ese fue con Maria Louisa, sesenta increíbles años.

“Así que pienso que la respuesta es que nunca más veremos tipos como el senador John J. Marchi.  Él ocupaba una categoría por sí solo, y esa es una estupenda palabra para él: Categoría.  Es probablemente la razón por la que, durante su ilustre carrera en el gobierno, él recibió más de 2.5 millones de votos mientras fue elegido 24 veces.  Estuve tentado a hacer un comentario sobre los límites de mandato aquí, pero quiero que ustedes sepan que me abstengo.

“John era un verdadero ícono de Staten Island.  Y es por esas razones que en el 2004, me complació tanto honrarle con un nuevo trasbordador que lleva su nombre.  Incluso es posible que algunos de ustedes lo hayan tomado esta mañana.  Cuando se bautizó el ferry, noté que durante la segunda postulación de John para alcalde, 30 años atrás, uno de los temas de su candidatura fue la compra de nuevos trasbordadores.  Y le dije en broma que esto mostraba que es posible conseguir acción del Ayuntamiento si uno insiste en un asunto por suficiente tiempo.

“Presumo que es adecuado que John pasara sus últimos días en Toscana.  John estaba sumamente orgulloso de su herencia italiana, y veo que nuestro cónsul general de Italia está hoy aquí con nosotros.  Junto a Staten Island, él pensaba que Italia estaba tan cerca del cielo como se puede estar.  Qué maravilloso, entonces, que su viaje final tuviera una parada en la bella patria.

“Maria Louisa: las contribuciones, ética y estándares para nuestro país y ciudad de su esposo y mi predecesor, Ed Koch, se han  convertido en el estándar por el cual se medirán todos los servidores públicos que les sucedan a ellos dos.  Te extrañaremos, John, pero confío en que Ed permanecerá por muchos años para recordarnos exactamente la contribución que Ed y otra gente como él ha hecho, y cómo debemos comportarnos todos.  Así que, arrivederci, John.  Que Dios bendiga tu recuerdo.  Que Dios bendiga todas las vidas que tocaste.  Y que Dios continúe bendiciendo la ciudad, el condado y, lo más importante, el país al que serviste.  Dios te bendiga”.