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PARA DIFUSIÓN INMEDIATA
PR- 296-08
31 de julio de 2008

EL ALCALDE MICHAEL R. BLOOMBERG RINDE TESTIMONIO ANTE SUBCOMITÉ DE SALUD DEL COMITÉ DE ENERGÍA Y COMERCIO DE LA CÁMARA DE REPRESENTANTES A FAVOR DE LA RESOLUCIÓN 6594, LA LEY JAMES ZADROGA DE SALUD Y COMPENSACIÓN DEL 11-S

La nueva ley establecería un apoyo federal consistente para el monitoreo, pruebas y tratamiento de residentes y socorristas del 11 de Septiembre, y financiaría esenciales investigaciones médicas en curso

La legislación también re-abriría el Fondo federal de compensación de víctimas para personas cuyas lesiones o enfermedades relacionadas con el 11-S no habían emergido cuando el Fondo fue cerrado en diciembre del 2003

A continuación se presenta el testimonio presentado por el alcalde Bloomberg

“Presidente Pallone; miembro principal Deal; representante Solís, y representantes Towns y Weiner, Burgess, quería hablar con todos ustedes, y especialmente la delegación de Nueva York: Vito Fossella, Carolyn Maloney, que no pudieron asistir, y los representantes Nadler y King, que han trabajado tan duro en esto.

“Comprendo que mi presencia en este panel junto a miembros del Congreso desafía los procedimientos normales, y me gustaría agradecer a la presidente de la Cámara [Nancy] Pelosi por su fuerte compromiso de avanzar esta pieza legislativa, y creo que esto resalta la importancia histórica de esta medida.

“Aprobar esta ley finalmente involucraría por completo al Gobierno federal en la resolución de los retos de salud creados por el ataque a toda nuestra nación que ocurrió el 11 de Septiembre.

La destrucción del World Trade Center fue un acto de guerra contra los Estados Unidos.  Gente de todas partes del país perecieron en el ataque, y gente de 50 estados participaron en los esfuerzos subsiguientes de socorro y recuperación.  Y yo señalaría que un avión cayó en un campo en Pensilvania y otro en el Pentágono, aquí mismo en Washington.  Y eso hace que, bajo cualquier evaluación, atender los efectos de salud resultantes y aún latentes del 11 de Septiembre sea, creo, un deber nacional.

“Miembros del Comité: Hace casi dos años, en el quinto aniversario del 11-S, instruí a los vicealcaldes de la Ciudad de Nueva York Edward Skyler y Linda Gibbs para que trabajaran con organismos y expertos municipales de salud para realizar una investigación minuciosa de los problemas de salud creados por ese ataque terrorista.  Su reporte, publicado seis meses después, estableció sin lugar a dudas que muchas personas sufrieron efectos de salud físicos y mentales como resultado de los ataques del World Trade Center y sus repercusiones.  Y estos incluyeron bomberos y oficiales de policía, residentes locales, niños en edad escolar y propietarios y empleados de negocios en el vecindario, y también, lo más importante, obreros de construcción y voluntarios de todo Estados Unidos que tomaron parte en la heroica tarea de limpiar los escombros del lugar del World Trade Center.

“El reporte dejó claro que la dimensión última de estos efectos de salud aún no se conoce.  También identificó los dos más importantes retos que presentan estos problemas de salud.  Y la gran fortaleza de esta ley es que atiende ambos problemas.  Primero, establecería un respaldo federal consistente para el monitoreo, pruebas y tratamiento de problemas relacionados con la salud para socorristas y residentes locales elegibles del 11-S.  También financiaría esenciales investigaciones médicas en curso para que podamos comprender mejor cuáles son los impactos de salud del 11-S, y cuáles son los recursos que necesitamos para darles atención.

“Como ustedes saben, el Gobierno federal ha proporcionado asignaciones ad hoc para monitorear el tratamiento de socorristas y trabajadores que respondieron al llamado el 11-S.  El Congreso también asignó fondos para residentes, trabajadores del área y otros miembros de la comunidad cuya salud fue afectada por el ataque.  Pero, hasta la semana pasada, el Departamento federal de Salud y Servicios Humanos no había entregado esos fondos, y solo ahora ha publicado una solicitud de propuestas.

“Ahora, ustedes deben saber que la Ciudad de Nueva York no ha esperado por fondos federales para atender esta necesidad insatisfecha.  De hecho, la Ciudad ha presupuestado casi $100 millones para iniciativas de salud del 11-S.  Casi la mitad de eso se usará para tratar residentes, trabajadores y otros en los Centros de Salud Medioambiental del World Trade Center en nuestra Corporación de Salud y Hospitales (HHC, en inglés).  Sin embargo, proporcionar tratamiento a largo plazo para los que están enfermos o podrían enfermarse debido al 11-S es realmente una responsabilidad nacional.  Y hasta la fecha, el respaldo incierto e insuficiente del Gobierno federal a los esfuerzos de tratamiento ha hecho peligrar el futuro de estos programas.  Y la aprobación de esta ley aseguraría estos fondos en el futuro.

“En forma similar, el Registro de Salud del World Trade Center que creamos y que mantenemos en colaboración con el Gobierno federal es la base de datos más completa de toda la nación en asuntos de salud del 11-S.  Y el respaldo federal consistente para el Registro posibilitado por esta ley guiará investigaciones y tratamientos esenciales para norteamericanos cuya salud fue afectada por el 11-S.

“La ley también incorpora estrictos estándares de contención de costos para gastos de tratamiento.  Por ejemplo, requiere que la Ciudad de Nueva York misma, y los contribuyentes de la ciudad, paguen 5% del costo de tratamiento que se provea en nuestras clínicas y hospitales públicos.  Y nosotros aceptamos esta obligación.  Nos da un poderoso incentivo para trabajar con funcionarios federales de salud para asegurar que los recursos médicos costosos y finitos solo vayan a aquellos que realmente los necesitan.

“El segundo elemento clave de esta ley, y concluiré en un minuto, es que reabriría el Fondo de Compensación de Víctimas.  Esto es un acto esencial de justicia para aquellos cuyas lesiones o enfermedades relacionadas con el 11-S no habían surgido antes de que se cerrara el Fondo en diciembre del 2003, o que no pudieron ser compensados debido a los sumamente estrechos requisitos de elegibilidad vigentes en ese momento.  También aliviaría conflictos surgidos innecesariamente desde el 11-S.  Hoy, las víctimas del 11-S, la Ciudad de Nueva York, y las compañías de construcción que realizaron la limpieza en el World Trade Center están siendo obligadas a realizar costosos procedimientos legales.  Esta ley detendría estos innecesarios y costosos casos judiciales.  Permitiría a la Ciudad ayudar a, en vez de entablar litigios contra, quienes están enfermos.

“[La ley] terminaría los esfuerzos fuera de lugar para culpar a la Ciudad y las compañías que trabajaron para recuperar a Nueva York del 11-S, en vez culpar a los terroristas que atacaron a nuestra nación.

Crearía un mecanismo para convertir $1 mil millones ahora disponibles para la Captive Insurance Company para este propósito.  Indemnizaría a la Ciudad y sus contratistas de responsabilidades futuras en tales casos. Y enviaría el mensaje claro de que si — Dios no quiera —  los terroristas nos atacan de nuevo, los contratistas y socorristas pueden enfrentar el reto urgente y desinteresadamente, sabiendo que su Gobierno les respalda.

“En resumen: Esta ley atiende directamente los problemas de salud actuales y futuros creados por el 11-S, y también provee un importante auxilio para lesiones y enfermedades pasadas.  Miembros del Comité: Nosotros guardaremos el aniversario del 11-S justo seis semanas a partir de hoy.  Trabajemos juntos para aprobar esta ley y asegurar que los valientes hombres y mujeres que respondieron valientemente el llamado del deber cuando nuestra nación fue atacada reciban el cuidado médico que merecen.  Muchas gracias por recibirme, a ambos”.

“Lamento que los congresistas Green y Barton no estuvieron aquí, pero sí vino el representante Burgess de Texas.  Texas, es especial, de todos los estados en este país, es un estado que, ustedes deben saber cuánta carga significa venir a ayudar a otras partes del país.  Siempre he tenido una gran admiración por la Ciudad de Houston y su gente, y su alcalde Bill White, quienes vinieron en ayuda de la gente involucrada en la terrible tragedia de Katrina.  La semana pasada estuve en Nueva Orleáns. Su población pasó de 500,000 a 250,000 habitantes.  150,000 de ellos fueron Houston, que continúa intentando proveerles empleos y educación y cuidado médico y vivienda.  De modo que es un estado que realmente comprende que todos tenemos una obligación de ayudarnos mutuamente.  Es un estado que también podría recibir un poco de ayuda de otros estados que debería ser parte de eso.  Y ustedes deberían expresar mis opiniones a sus asociados de Texas, especialmente el alcalde de Houston, a quien progeso una gran admiración.  Gracias.







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