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PR- 127-08
8 de abril de 2008

EL ALCALDE BLOOMBERG PRONUNCIA DISCURSO DE APERTURA EN SEGUNDA CONFERENCIA ANUAL DE LIDERAZGO MEDIOAMBIENTAL GLOBAL DE NEWSWEEK

“Gracias, Lally — y también a Ann, y al profesor Beach.  Buenos días a todos.  Quiero agradecer a Newsweek por invitarme a dar apertura a su segunda conferencia anual de ‘Liderazgo Medioambiental Global’.

“Uno de los puntos verdaderamente destacados para mí el año pasado fue aparecer en la cubierta de Newsweek.  No se si ayudé a vender alguna copia extra — pero hizo muy feliz a mi madre.  Ahora, el orador de apertura en la conferencia del año pasado fue magnífico — y estar a su altura va a ser una orden difícil de cumplir — en más de una manera.  El gobernador Schwarzenegger es un par de pulgadas más alto que yo.

“Aun así, Arnold me llama su ‘compañero del alma’ — y eso no es solo porque ambos no tenemos miedo, y somos héroes de acción famosos a nivel internacional.  Es también porque compartimos una visión común sobre el gobierno.  Y ambos somos básicamente optimistas.  Vemos lo que la gente puede lograr cuando trabajan unidos, y eso nos convence de que el progreso real es posible.  Y eso incluye progreso en los problemas medioambientales que tratará esta conferencia.

“Ahora, por demasiado tiempo, el ecologismo ha sido enfrentado al desarrollo económico.  Pero ese es un mito que debe disiparse. Arnold habló sobre eso en la conferencia del año pasado.  Él habló acerca de cómo podemos proteger el medioambiente y también proteger la economía.

“Hoy, no voy solo a secundar esa idea, sino que la voy a llevar un paso más adelante.  Porque la verdad es que realmente podemos mejorar nuestro medioambiente a la vez que desarrollamos nuestra economía.  Ciertamente, desarrollar nuestra economía es una preocupación mayor en Washington, y también en toda la nación.  No va a ser fácil o simple.  Va a requerir liderazgo en los sectores público y privado, y cambio en nuestras vidas públicas y privadas.

“Una cosa que he aprendido en el gobierno es que siempre hay una buena razón para no hacer nada.  Pero los negocios — y también el gobierno — reconocen cada vez más que convertirse al ecologismo es la mejor — de hecho, la única — estrategia en pro del crecimiento, no solo a largo plazo, sino también a corto plazo.

“Los demás participantes en la conferencia de hoy pueden responder por eso también.  Empecemos con el sector privado, donde hoy las empresas ecológicas son claramente buenos negocios.  Solo pregúntenle a los representantes hoy presentes de Starbucks, Saatchi & Saatchi, Stoneyfield Farms y Fetzer Vineyards, quienes estarán en un panel titulado ‘Rentabilidad a través de la sustentabilidad’.

“Ellos les dirán que convertirse al ecologismo ayuda al balance final al reducir el consumo de energía y reducir los costos de energía.  Es también un punto a favor al reclutar y retener empleados de primera calidad — hombres y mujeres que a menudo son muy conscientes y activos respecto al medioambiente.  Y en la economía altamente competitiva de hoy — donde la mejor gente puede e irá donde se sientan más cómodos — eso es un factor cada vez más — e incluso primordialmente — importante.

“Las ciudades también compiten intensamente entre ellas.  Cada vez más, la calidad de vida proporciona la ventaja decisiva en esa competencia.  Es a menudo lo que separa a los corredores de primera línea de los de atrás en la economía global.  Créanme, yo se donde quiero que esté la Ciudad de Nueva York en esa carrera.  Y se que — tan grandes como son los beneficios del ecologismo, y tan grandes como son los riesgos del cambio climático si no actuamos — mucha aun preferiría hacer nada.

“Se requiere coraje para pedirle a la gente que cambie — aun si esto realmente no les costará mucho.  Los líderes políticos de hoy tienen miedo a sus votantes.  Como Evan Thomas notó en la edición de Newsweek de esta semana, ‘se requiere un líder extraordinario para extraer sacrificio de los votantes, pero si queremos esperar a que el agua empiece a anegar a Manhattan antes que hacer realmente algo para afectar el cambio climático, será demasiado tarde’.

“De modo que necesitamos un espíritu básico de optimismo — creer que podemos superar los retos que enfrentamos.  Y necesitamos la honestidad para mirar nuestros problemas.  Y necesitamos la honestidad para decir a los votantes lo que se necesitará para solucionarlos.  Optimismo, honestidad  y coraje — esto es lo que pienso que define a PlaNYC, nuestro plan ambiental para la Ciudad de Nueva York, que presentamos el año pasado en el Día de la Tierra.

“De hecho, PlaNYC empezó como un esfuerzo para atender los problemas causados por el éxito.  Partió de la suposición de que la población de la Ciudad de Nueva York crecerá a más de nueve millones de habitantes para el año 2030.  Somos muy positivos en cuanto a ese panorama, ya que el crecimiento de la población significa crecimiento económico.

“El crecimiento que estamos pronosticando producirá tres cuartos de millón de empleos nuevos y miles de millones de dólares en nueva actividad económica.  Mantendrá a la Ciudad de Nueva York al frente de las ciudades del mundo — un lugar donde la gente quiere vivir y donde los negocios creen que deben estar.  De modo que el PlaNYC se trata de administrar y sostener el crecimiento.

“Vimos que, a fin de permanecer en la delantera, tendríamos que reconstruir una anticuada infraestructura para abastecer de agua y energía las crecientes necesidades de nuestra ciudad.  Necesitaríamos ampliar sustancialmente lo que era ya el más ambicioso programa de vivienda asequible jamás emprendido por ciudad estadounidense alguna.  Tendríamos que ampliar el más grande y mejor sistema de parques municipales en la nación, y también sembrar un millón de árboles nuevos en toda nuestra ciudad.

“También deberíamos ampliar drásticamente el sistema de transporte público municipal y regional.  Nueva York construyó más de 700 millas de líneas de subway en la primera mitad del siglo XX; desde entonces, la ampliación de nuestro sistema de tren metropolitano básicamente se ha detenido.  Y, durante los años 1960s y 1970s, también se detuvo el mantenimiento del sistema.  Los trenes se descuidaron — y el resto de la ciudad hizo casi lo mismo.

“Desde entonces, hemos revitalizado a nuestros metros.  Pero, a fin de sostener nuestro crecimiento económico, debemos invertir en nuevas líneas del subway y servicios nuevos de transporte público.  Por ello, en diciembre empezamos las obras de un proyecto — financiado con dinero de la Ciudad — que ampliará el servicio del metro desde Times Square a un distrito de almacenes y depósitos de trenes en el extremo oeste de (Far West Side) de Manhattan.  Estamos haciendo eso porque la lección aprendida con el tiempo de la historia del transporte en Nueva York es ‘construye, y ellos vendrán’; construye nuevas líneas de subway para áreas no desarrolladas, y vendrán nuevos negocios, vivienda, empleos e ingresos fiscales para la Ciudad.

“Esa inversión es buena hasta donde avance; simplemente no va tan suficientemente lejos.  Hemos identificado otros proyectos esenciales de transporte por un valor de $50 mil millones para nuestra creciente ciudad y región.  Pero necesitamos una forma de financiarlos.  De modo que decidimos intentar un enfoque nuevo y audaz — uno que ha estado bastante en las noticias recientemente: La tarifa de congestión — cobrar una tarifa por conducir a la parte más concurrida de la ciudad en las horas pico y dedicar esos ingresos a mejoras de transporte público.
 
“Empecé mis palabras describiendo un enfoque al gobierno que cruza las divisiones políticas y construye el consenso.  Y nuestra gestión para implementar una tarifa de congestión fue un ejemplo perfecto.

“Cuando la propusimos por primera vez, como parte de PlaNYC, hace un año, esta tuvo muy pocos proponentes públicos.  Me alegro ver a uno de ellos, la incomparable Peggy Shepherd de West Harlem Environment Action, aquí presente en el día de hoy.  Pero entonces, más gente vio los hechos, y ellos encontraron lo que ella, y nosotros, encontramos: Que la tarifa de congestión es una solución basada en el mercado para desenmarañar los tapones en el tránsito que drenan $13 mil millones anuales de nuestra economía regional y ensucian el aire que respiramos.  Y, como parte del trato, también crearíamos un fondo especial para mejoras al transporte público.

“Una coalición de liberales y conservadores; líderes ambientalistas y empresariales; promotores y conservacionistas, gente que el pasado no ha podido estar de acuerdo en la hora del día, acordaron que era hora de intentar la tarifa de congestión.

“Nuestro Concejo Municipal aprobó la tarifa de congestión la semana pasada.  Y tuvo el apoyo de cuatro de los cinco líderes mayores en nuestro estado: el gobernador Paterson, que sometió una ley de tarifa de congestión, los líderes de la mayoría y la minoría del Senado estatal, y el líder de la minoría en la cámara baja de la Legislatura estatal, la Asamblea.

“Pero desafortunadamente, como muchos de ustedes saben, ayer el sector mayoritario en la Asamblea eligió no llevar a voto la ley de tarifa de congestión del gobernador — en efecto, matándola.  Ellos se quejaron sobre la inconveniencia — aun cuando la mayoría de neoyorquinos no maneja.  Dijeron que no se había estudiado suficientemente — pese a un año entero de análisis, siguiendo un proceso que ellos habían establecido.  Y finalmente, ni siquiera tuvieron el valor de votar por él — simplemente lo mataron en un cuarto trasero.

“Eso no es liderazgo.  La necesidad de Nueva York de desenmarañar la congestión y crear transporte público nuevo son problemas que no van a desaparecer.  Y la coalición que fue desarrollada en torno a la tarifa de congestión no se esfumará.  No se puede posponer indefinidamente el momento de actuar.

“Nosotros tampoco estamos esperando por ese momento — o cualquier momento futuro — para seguir avanzando con el resto del PlaNYC.  La tarifa de congestión era importante; era nueva; y era controversial, ya que hubiéramos sido la primera ciudad del país en implementarla.

“Pero permítanme esta mañana dejar algo más claro que el agua.  Solo era uno de 127 puntos en la agenda del PlaNYC.  Las otras 126 iniciativas son también importantes.  Muchas de ellas pueden lograrse administrativamente.  Ellas no requieren aprobación de ningún otro nivel o rama del Gobierno.

“Y estamos avanzando enérgicamente en todas ellas — incluyendo iniciativas que atienden el problema más grave que todos enfrentamos: El calentamiento global.

“Los hechos están ahí y la ciencia es clara: El calentamiento global es una realidad.  Quizás ahora no sepamos con precisión cuánto contribuye nuestra actividad humana al cambio climático, pero no podemos permitir el esperar para averiguar. Estoy de acuerdo con Tom Friedman, columnista del New York Times, sobre este asunto: ‘Es demasiado tarde para después’. Por ello, el momento de actuar es ahora.

“Eso es exactamente lo que estamos haciendo en la Ciudad de Nueva York.  Como he dicho, nuestra población va a crecer a más de nueve millones de personas para el 2030.  Y también, hemos fijado otra meta para el 2030: Reducir nuestra producción de gases de invernadero en 30%.

“Estamos atacando ese problema sistemática y extensamente.  Sabemos que los autos y camiones son responsables de casi 20% de la producción de gases de invernadero en nuestra ciudad.  Y ya hemos dado un gran paso en la reducción de esos gases.  Convertiremos a la flotilla de taxis amarillos más grande en la nación a taxis ‘verdes’ para el año 2012, requiriéndoles que sean híbridos o equivalentes a taxis híbridos.

“A la vez, estamos intensificando nuestros esfuerzos para limitar el otro 80% de los gases de invernadero que producen los neoyorquinos. Eso incluye una gran colaboración público-privada continua a fin de hacer los 900,000 edificios en nuestra ciudad más eficientes en el uso de energía.  Se necesitarán esfuerzos intensificados para reemplazar plantas de energía antiguas y altamente contaminadas con unas nuevas y más eficaces.  Y significará hacer gran uso de energía limpia, renovable.

“Conforme a eso, permítanme anunciar que hoy lanzaremos un proceso que, más o menos por esta fecha el próximo año, duplicará la producción y uso de energía solar en la Ciudad de Nueva York.  Implicará nuestra designación de un promotor privado que comprará e instalará dos megavatios de capacidad solar en los tejados de edificios de propiedad municipal.  Eso equivale a lo que se necesitaría para suministrar energía a unas 2,000 casas — aunque nuestro plan usará esa energía solar para ayudar a operar una cantidad mayor de instalaciones municipales, incluyendo hasta cinco escuelas secundarias, donde nuestra meta es incorporar las instalaciones solares en su plan de estudios.

“Entraré más en detalle sobre esta nueva y excitante iniciativa cuando luego me dirija a los reporteros — pero ahora quiero reconocer al Departamento de Energía de los Estados Unidos por ayudarnos a desarrollar este plan — y permítanme agradecer especialmente a Alexander Karsner, subsecretario de Energía, quien está hoy con nosotros.

“Además de esa colaboración, también estamos trabajando con ciudades en todo el país y el mundo, aprendiendo de sus experiencias, compartiendo nuestras mejores prácticas.  Y también estamos urgiendo — en términos nada inciertos — a un liderazgo nacional más sólido y claro sobre el calentamiento global.  Porque Estados Unidos es una gran nación — y una gran nación enseña con el ejemplo.

“Eso significa que sobre el cambio climático, debemos estar señalando el camino.  Sin esperar a que otros empiecen a actuar primero, sin ceder ante los intereses especiales, sin hacer políticas en base a las encuestas o cálculos políticos, sin esperar que la tecnología nos rescate en el futuro, y sin forzar a nuestros hijos a pagarlo.

“El liderazgo se trata de enfrentar los hechos, tomar decisiones difíciles… y tener la independencia y valor de hacer lo correcto, aun cuando no es fácil o inmediatamente popular.  El calentamiento global es una prueba al liderazgo de los Estados Unidos — y no solo sobre el medioambiente. El cambio climático es un asunto de política extranjera, ya que nuestra dependencia del petróleo extranjero enreda nuestros intereses con tiranos, y aumenta nuestra exposición al terrorismo.

“También es un imperativo económico, ya que la energía limpia será el chorro de petróleo del siglo XXI.  Aquí los empleos están en juego — buenos empleos de toda clase: Empleos en las granjas.  Empleos en fábricas.  Empleos en ingeniería.  Empleos en ventas. Empleos en administración.  Deberíamos estar tomando esos empleos de energía limpia para nuestra nación — ahora.

“Para hacer eso, y frenar la contaminación de gases de invernadero, creo que necesitamos enfrentar los hechos y abordar cuatro problemas básicos.

“Primero, necesitamos aumentar drásticamente la investigación y desarrollo de energía.

“Segundo, necesitamos dejar de subvencionar el etanol basado en maíz, un regalo a los negocios agropecuarios que es ruinoso medioambiental y económicamente — contribuyendo al ‘ataque’ que los estadounidenses están experimentando en las cajas registradoras de los supermercados.

“Tercero, necesitamos ponernos realmente serios para pedir a Detroit que construya autos y camiones que economicen energía.  Si no lo hacen, ellos estarán aun más atrasados que sus competidores extranjeros.

“Y cuarto, necesitamos tratar las emisiones de carbono como un costo de negocios real.

“Creo que el pueblo estadounidense está preparado para aceptar nuestra responsabilidad de enseñar con el ejemplo.  Nuestro presidente y el Congreso deben empezar a mostrar ese liderazgo de una forma bipartidista.

“Seguir ese camino no será una elección fácil.  Demandará valor de parte de nuestros funcionarios electos.  Requerirá cambios en la conducta personal de todos nosotros.  Pero una vez que empecemos a pisar ese camino, el resto del mundo reconocerá que los estadounidenses una vez más estamos cumpliendo nuestra misión histórica de liderazgo.  Mostrará que los líderes de los Estados Unidos en realidad tienen el valor de dirigir y que los estadounidenses tienen el valor de hacer lo correcto.

“Y, al igual que la conferencia de hoy, enviará un mensaje de esperanza para todos en cualquier lugar que estén trabajando para salvar a nuestro planeta Tierra para los niños que la heredarán de nosotros.

“Mis mejores deseos para un día muy éxitos aquí en Georgetown.  Muchas gracias a todos, y que Dios los bendiga”.







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