“El testimonio de hoy de Bill Gates ante el Comité de Ciencia y Tecnología afirma lo que hemos estado diciendo: si Estados Unidos no revisa sus sistemas educativos y de inmigración, y si no hacemos esfuerzos más grandes para respaldar el desarrollo e investigación científica, nos arriesgamos a perder nuestro lugar como la principal potencia económica del mundo.  Gates dijo que nuestra nación está en una encrucijada — y lo que dijo es absolutamente cierto.  En muchas formas, la elección depende de nuestros líderes electos en Washington, lo cual significa que depende de todos nosotros el que los hagamos rendir cuentas por tomar la decisión correcta.

“El año pasado, el senador Chuck Schumer y yo encargamos un informe sobre la competitividad financiera de Nueva York, el cual halló que diversos problemas — incluyendo nuestro malogrado sistema de inmigración — estaban poniendo a la Ciudad de Nueva York y todo el país en riesgo de perder nuestra posición preeminente como la capital financiera del mundo.  Ahora Bill Gates nos dice que nos arriesgamos a perder nuestro estatus preeminente como la capital tecnológica del mundo — y, de nuevo, nuestro malogrado sistema migratorio es una parte mayor del problema.  Simplemente no podemos continuar negando a las compañías estadounidenses la fuerza laboral altamente capacitada que necesitan para realizar innovaciones y competir en el mercado global.  Por ello, la semana pasada escribí una carta al secretario Chertoff acerca de la necesidad de extender inmediatamente el período de Adiestramiento Práctico Opcional (OPT, en inglés) para los estudiantes extranjeros de 12 a 29 meses, y me uno a Bill Gates para solicitar que se eleve el límite a las visas H-1B para que los trabajadores altamente capacitados puedan permanecer en Estados Unidos y contribuir a nuestra economía.

“Bill Gates también dio en el blanco en su evaluación de nuestro sistema educativo, el cual necesita ser fortalecido si nuestros estudiantes van a aprender las destrezas que necesitan para competir en la economía basada en la tecnología del futuro.  En la Ciudad de Nueva York, con la ayuda de filántropos como Bill y Melinda Gates, ya hemos empezado ese proceso: las tasas de graduación han subido casi 20 por ciento, y el año pasado introducimos el primer currículo municipal de ciencias de la Ciudad de Nueva York.  Otras ciudades en todo el país ya han dado pasos para mejorar sus escuelas, pero necesitamos que el Gobierno federal empiece a proveer liderazgo real si vamos a crear las escuelas que nuestra economía necesita — y que nuestros hijos merecen”.