“Al aprobar y promulgar la Ley de Asignaciones Combinadas 2008, el Congreso y el presidente han proporcionado fondos que la Ciudad de Nueva York ha solicitado para monitorear y tratar a los heridos como resultado del 11-S, incluyendo a obreros de rescate y socorristas de todo el país que estuvieron ahí por nosotros luego de los ataques.  Ahora puede haber hasta $108 millones en dinero federal para apoyar los tres centros de excelencia para obreros de rescate y residentes del Bajo Manhattan que fueron identificados en el informe de mi Administración “Addressing the Health Impacts of 9/11” (“Enfrentando los efectos de salud del 11 de Septiembre”).  Por primera vez, esto incluye dinero federal para monitoreo y tratamiento de residentes y obreros que no fueron los primeros en responder, pero también fueron afectados por los ataques.  El financiamiento de hoy es una adición a los $50 millones provistos en el Proyecto de Ley de Asignaciones Suplementarias de Emergencia que promulgada en una fecha previa de este año.  Me complace que el Gobierno federal esté reconociendo su responsabilidad con los socorristas, obreros y residentes del área del 11-S.  Los ataques del World Trade Center fueron ataques contra la nación; es sencillamente apropiado que el Gobierno federal haga su parte para ayudar a quienes se sacrificaron en nuestra hora de necesidad.  Seguiré colaborando con la delegación de Nueva York y el resto del Congreso para proveer un flujo de fondos consistente a largo plazo para monitorear y tratar a todos los afectados por los ataques terroristas del 11-S”.