El alcalde Michael Bloomberg anunció hoy que la New York City Off-Track Betting Corporation (NYC OTB) — la Corporación de Apuestas Hípicas de la Ciudad —  enfrenta una crisis financiera y que el Gobierno municipal no inyectará fondos adicionales a la entidad, en particular por la difícil situación económica que enfrenta la Ciudad y la necesidad de priorizar el financiamiento de servicios municipales esenciales como la educación, el cuidado de salud, las mejoras de infraestructura y la seguridad pública.  El alcalde reconoció la probabilidad de que esto cause que la NYC OTB no pueda continuar con sus operaciones de juegos si la situación no es rectificada de alguna otra manera, y recomendó que la OTB de los pasos apropiados en vista de la decisión de la Ciudad.  La decisión llegó tras revisar las proyecciones presupuestales de la OTB para este y el próximo año fiscal, y al conocerse la posibilidad de que la Corporación se quede sin dinero para junio del 2008.  En conformidad con el anuncio del alcalde, el presidente de la junta directiva de la OTB David Cornstein ha solicitado al presidente Raymond Casey que esboce un plan para el cese de las operaciones de apuestas — incluyendo la clausura de sus sucursales — y que lo presente a la junta de directores.

“Siempre he tenido dudas sobre el hecho de que el Gobierno municipal se involucre en juegos de azar”, dijo el alcalde Bloomberg.  “Pero es totalmente erróneo que la Ciudad pierda dinero de los contribuyentes para una acción tan cuestionable.  Años de estratagemas legislativas estatales que favorecieron los intereses de los apostadores sobre NYC OTB, a costa de servicios municipales esenciales, han forzado a la Ciudad a una situación financieramente insostenible en la que a los contribuyentes de la Ciudad se les pide, en efecto, que subsidien la industria de carreras [hípicas] del Estado.  Ahora mismo se está decidiendo en Albany el futuro de las carreras en este estado, y el futuro de la NYC OTB debe ser parte de esa conversación.  El presidente y líder de la junta de directores de la OTB han acordado conmigo que, a menos que algo cambie, estas circunstancias señalan un solo curso de acción — el cese de las operaciones de apuestas de NYC OTB”.

 “Aunque la administración de NYC OTB ha trabajado bien bajo circunstancias difíciles, ningún negocio puede sobrevivir cuando se quitan sus beneficios”, dijo el vicealcalde Dan Doctoroff.  “La Ciudad pasó 6 meses estudiando la industria y creando un plan estratégico integrado para rehabilitar la OTB y la industria de carreras del estado.  El plan requiere el alineamiento de los intereses económicos de los circuitos y las OTBs para tener éxito”.

“Estoy de acuerdo con el alcalde Bloomberg en que NYC OTB no puede esperar que la Ciudad, particularmente en tiempos con una situación económica delicada, subsidie las operaciones de la Corporación”, dijo David Cornstein, quien preside la junta directiva de NYC OTB.  “Revisaré el plan presentado por el presidente Casey y junto con los demás miembros de la Junta determinaremos el curso apropiado de acción”.

Actualmente, NYC OTB reporta más de $1,000 millones anuales en apuestas y genera una ganancia anual en operaciones de casi $125 millones.  Sin embargo, los mandatos legislativos impuestos por Albany han forzado a NYC OTB a hacer distribuciones significativas y mayores para la industria de carreras de caballos — con el monto de estas distribuciones basado no en las ganancias de NYC OTB, sino en los ingresos netos.  Por ejemplo, desde el 2001, los requisitos adicionales que han impactado negativamente a NYC OTB han incluido una reducción en ingresos de $5 millones anuales mediante limitaciones de los cargos al cliente, la imposición de $5 millones en nuevas “tarifas de regulación” anuales y el requisito de seguir pagando tarifas para proteger las pistas — aunque no estén funcionando.  Como resultado, NYC OTB pagó a la industria de carreras de caballos casi $98 millones solo en el año pasado, de los cuales $54 millones fueron a la New York Racing Association.

Desde el 2004, NYC OTB ha dado varios pasos decisivos para mantener sus gastos de operación bajo control.  Estos han incluido reducir gastos de administración en 15%, cortando el empleo general en 14%, reduciendo espacio alquilado y cerrando seis sucursales de bajo rendimiento.  El año pasado, la Ciudad también utilizó al Boston Consulting Group para que realizara un estudio completo de NYC OTB, incluyendo un estudio profundo de la industria de carreras de caballos en el estado de Nueva York.  El estudio concluyó que la salud financiera de NYC OTB y la todavía grande industria de las carreras requería un alineamiento estructural y económico de las entidades dentro y fuera de los hipódromos y una inversión de todas las partes en mercadeo, tecnología y presentación del producto de las carreras de Nueva York.  Además, sin cambios legislativos a las fórmulas de distribución, las iniciativas operacionales — aunque ayudan — no podrán remediar a largo plazo la crisis financiera de NYC OTB.

“He testificado varias veces ante la Legislatura estatal sobre las revisiones de los actuales requisitos reglamentarios que se necesitan”, dijo Raymond Casey, presidente de NYC OTB.  “Además, colaborando junto a la Alcaldía, NYC OTB ha propuesto soluciones a la Legislatura del Estado para resolver las brechas de fondos.  Estos gritos de ayuda no han sido escuchados”.

El alcalde ha solicitado que el plan de disolución aborde las necesidades de los casi 1,500 empleados de NYC OTB cuyo empleo peligraría.  Las posibles opciones incluyen ofrecer paquetes de indemnización financiados por NYC OTB y evaluar la posibilidad de reasignar a cualquier empleado a la fuerza laboral de la Ciudad.

La New York City Off-Track Betting Corporation fue establecida en 1970 como una corporación pública de beneficencia, principalmente en un esfuerzo a fin de aumentar ingresos para respaldar al Gobierno municipal y estatal.  La junta directiva de NYC OTB está compuesta por cinco miembros.