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PARA DIFUSIÓN INMEDIATA
PR- 309-07
23 de agosto de 2007

EL ALCALDE BLOOMBERG HABLA EN FUNERAL DEL BOMBERO JOSEPH GRAFFAGNINO

A continuación se presenta el texto del panegírico pronunciado por el alcalde Bloomberg

“Obispo Catanello, Padre Buchanan, Padre Maria y demás miembros del clero.  Linda, Rosemarie, Joseph, Maria, Teresa, gobernador Spitzer, comisionado Scoppetta, jefe Cassano y todos los amigos, vecinos y familiares del Joseph Graffagnino.

“Hace unos años, cuando Joe fue asignado a la Compañía de Máquinas 284 en Dyker Heights, su viaje al trabajo cada día era el sueño de un niño convertido en realidad.  Esta es una historia real; él subía una escalera apoyada contra el muro del patio de su familia y luego bajaba otra escalera hasta la estación de bomberos en la Calle 78, la misma estación que él había visto desde la ventana de su dormitorio desde que era un niño, alimentando sus fantasías de algún día convertirse en uno de nuestros Más Valientes.  ‘¿Cómo estuvo el viaje al trabajo hoy, Joe?’, sus compañeros le preguntaban.  ‘¡Oh, brutal!’ era su respuesta. 

“La verdad, por supuesto, era que esas dos escalerillas estaban plantadas en lo que más le importaba a Joe en la vida; la familia que amó y el Departamento de Bomberos que fue su vocación.  Esas fueron las dos fuertes piernas con las que caminó por la vida.  Ahora su familia y amigos y también cientos de miembros del más grande departamento de bomberos del mundo se unen para rogar por él al entrar en el viaje final de su vida.

“La pena que sienten hoy los seres queridos de Joe es realmente descorazonadora, pero espero que la tremenda muestra de amor aquí hoy enseñe que, aunque su vida fue demasiado corta, fue una que ganó la admiración de toda nuestra ciudad.  Como medida de nuestro respeto, quiero decirles que Joe está siendo ascendido, póstumamente, al rango de teniente en el Departamento de Bomberos de Nueva York.  Sin lugar a dudas, él se lo ganó.

 “Joe fue un bombero extraordinariamente bueno.  Era fuerte, confiable, y rápido para aprender, alguien que parecía haber nacido para este trabajo.  En la mejor tradición del FDNY, uno siempre lo encontraba al frente en cualquier lugar de un incendio, y sus compañeros en las Compañías de Escaladores 5 y de Máquinas 24 recordarán cómo él estableció también una tradición propia: domingos en la noche con el chef Graffagnino al mando de la cocina de la estación de bomberos.

“Primero pasaba una hora haciendo un delicioso antipasto seguido por el plato principal: montañas de ravioles hechos con los ingredientes que Joe compraba personalmente y luego juntaba en su propia receta.  Cuando era la hora de cocinar comida italiana, de acuerdo a todos los que alguna vez comieron ahí, o de cenar comida italiana en cualquier otro lugar, él tenía estándares inflexibles.

“Así que, si alguien en la estación preparaba albóndigas para la cena, Joe simplemente sacaba su plato y volvía a la olla porque, en su libro, solo una persona podía preparar albóndigas, y esa eras tú, Rosemarie.  Y siempre era una buena noticia para sus compañeros cuando el tría una de sus famosas tartas de queso ricota hecha en casa. 

“Joe nunca ocultó cuánto significaban todos en su familia para él, especialmente sus hijos.  Fue un gran día cuando pudo llevarte a ti, Mia, o a tu hermanito Joey al trabajo y presentarlos a todos en la estación, o traerlos a un juego de sóftbol del batallón, tal como lo hizo a principio del verano.

“Dice mucho de cuan profundamente quería a sus hijos el hecho de que la sonografía del pequeño Joel quedó pegado dentro de la puerta de su armario en la estación, y nada lo hacía más feliz que ir de compras con Mia subida en sus hombros anchos.  Era, tal como dice uno de sus vecinos, no la clase de hombre que se avergonzaba de caminar en la calle empujando un coche de niño.  Y era el esposo más guapo y devoto para ti, Linda, con el que las jovencitas sueñan. 

“El era también una parte integral de una comunidad extraordinariamente unida, la clase de vecindad donde al pasar los años la gente vio con orgullo cómo creció ese educado, flacucho jovencito que hacía entregas a domicilio en la vecindad para la tienda A&S Pork Store de Robert Brannigan, quien trajo sacos de 50 libras de rocas de sal para que él pudiera limpiar el hielo y la nieve frente a cada casa en la cuadra.  Y ahora su despedida deja un agujero gigantesco en el corazón de la comunidad, y llenarlo requerirá el tipo de valentía que Joe mostró en tal magnitud.

“Sr. y Sra. Graffagnino, mi corazón está con ustedes.  Como padre que soy, solo puedo imaginar lo que deben sentir.  Espero que sea un pequeño consuelo el que su hijo muriera al menos haciendo aquello en que creía y lo que soñó hacer desde temprana edad.  Linda, vas a enfrentar algunos desafíos tremendos en los próximos días, pero debes saber que no tendrás que enfrentarlos sola. El Departamento de Bomberos de la Ciudad de Nueva York es una familia, una que cuida de los suyos, especialmente en necesidad. Ellos han estado a tu lado esta semana.  Ellos y nosotros seguiremos estando ahí a cada paso contigo.

“Les debemos a ti y a tu familia todo nuestro apoyo, y te debemos a ti y a cada miembro del Departamento respuestas a las preguntas difíciles planteadas por este incendio.  Vamos a buscar esas respuestas y ellas serán seguidas por acciones.  Pero ninguna investigación va a cambiar esta verdad fundamental: El bombero Joseph Graffagnino fue un hombre valiente que protegió a la gente de la ciudad más grandiosa del mundo para que nosotros podamos vivir seguros.  Y nunca lo olvidaremos.

“Después en esta mañana, y acompañado por un escota de honor, él irá al Cementerio Greenwood, con sus exuberantes colinas con vista a nuestro hermoso puerto.  Es una de las áreas más tranquilas en la Ciudad de Nueva York.  Además es un refugio de héroes, donde cientos de soldados pelearon y cayeron por la libertad de nuestra nación en la Batalla de Brooklyn y donde más de 3,000  veteranos de la Guerra Civil también encontraron su lugar de descanso eterno.

“Hoy los acompañará otro hombre bueno y valiente, uno al que nuestra ciudad le debe tanto.  Que Dios bendiga el recuerdo de Joseph Graffagnino y que Dios bendiga al FDNY”.







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