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PR- 144-07
11 de mayo de 2007

EL ALCALDE BLOOMBERG PRONUNCIA DISCURSO CENTRAL EN ALMUERZO DE GREATER HOUSTON PARTNERSHIP

El alcalde de la ciudad de Nueva York Michael R. Bloomberg pronunció hoy el discurso central sobre política energética en el almuerzo de la organización Greater Houston Partnership en la ciudad de Houston, Texas.  En sus palabras, el alcalde describió los pasos que está dando la Ciudad de Nueva York para un futuro más verde y mejor, y los tres desafíos mayores que hoy enfrentamos: producir más energía en forma más limpia, usar esa energía más eficientemente y crear fuentes nuevas y sustentables de energía.

Para enfrentar estos retos, el alcalde propuso establecer puntos de referencia a fin de motivar ahora un progreso creciente en asuntos de energía, creando motivos para producir ganancias a fin de reducir las emisiones de gases de invernadero, incluyendo un sistema de límites-y-comercio conducido por el mercado del carbono, usando estándares de rendimiento y rendición de cuentas para pagar a los proveedores de servicios públicos en base a la forma como estos generan energía en vez de sólo cuánta energía generan, y reestructurando regulaciones de energía a fin de lograr que las inversiones de las compañías para producir su propia electricidad sean económicamente factibles al permitirles vender más exceso de energía a los proveedores.

El alcalde Bloomberg también expresó su apoyo a nuevos proyectos de energía eólica y plantas nucleares, un mayor acceso a lugares con gas natural y posibles campos nuevos de petróleo, y tuberías adicionales de gas natural y proyectos de gas natural licuado.

El alcalde también llamó al Gobierno a igualar el ejemplo de otros grandes países que están eliminando paulatinamente las bombillas de luz incandescente, así como a elevar los estándares de combustible para los automóviles por primera vez desde 1985, ampliar incentivos para adquirir autos híbridos, y reemplazar los incentivos actuales al maíz para etanol e impuestos a las importaciones de azúcar que son impulsados por cuestiones políticas con un enfoque que use incentivos para dirigir inversiones a combustibles no fósiles más baratos y limpios.

El plaNYC de la Ciudad de Nueva York está disponible en www.nyc.gov/2030.  A continuación se presenta la trascripción del discurso que pronunció el alcalde en el día de hoy:

“Gracias, Larry. Esa fue una introducción muy gentil.  Mi madre la reconocería al instante — y probablemente nadie más.  Me siento halagado de que todos ustedes hayan venido a verme.  Hay otro alcalde de Nueva York en esta ciudad, el cual ha venido en un viaje a fin de recaudar fondos, y alguien dijo ‘Un alcalde de Nueva York a la vez es suficiente’.  En realidad lo que me preocupó fue el hecho de que el visitante más famoso que viene hasta Houston es Lucy. Para aquellos de ustedes que no lo saben, Lucy es el más antiguo esqueleto humano, el cual encontraron en algún lugar.  Cuando hablamos con el alcalde White, él dijo ‘Bueno, tenemos que ver, es posible que Lucy se lleve a todos los visitantes y nadie asista [a este evento]’, pero gracias, Bill, por recibirme.

“El alcalde estuvo el año pasado en Nueva York.  Nos reunimos y asistimos a un evento sobre vivienda asequible, y luego, el día siguiente, fui a este restaurante a cenar y, ¿a quién encontré ahí?  A Bill White, gastando el dinero de Houston.  Creo que él puede costear pagarse una cena por sí mismo, y probablemente lo hizo.  De todas maneras, existe la acusación de que la verdadera razón por la que estoy aquí es para ayudar a Roger Clemens a hacer maletas.

“Ahora que he arruinado mi oportunidad de ser invitado nuevamente, permítanme decirles qué placer me es el estar en Houston, una ciudad que realmente — y en muchas maneras — es como Nueva York (y no estoy solo hablando sobre los dos alcaldes toscamente apuestos).  En serio: si lo piensan, ambos somos [de] ciudades y puertos centrales del comercio global.  De hecho, Houston y Nueva York juntas son el hogar de más compañías nombradas en la Fortune 500 que cualquier otro par de ciudades en la nación.

“Ambas ciudades son líderes en el cuidado e investigaciones de salud, ambas tienen una dinámica y creciente comunidad cultural, ambas han sido profundamente afectadas por tragedias a gran escala.  La gente de Houston realmente hizo acto de presencia tras el huracán Katrina.  Yo se que no ha sido fácil, pero su compromiso de ayudar a nuestros conciudadanos realmente refleja la compasión y cálida hospitalidad que ciertamente han sido característicos de Texas, y es algo que los neoyorquinos realmente entienden tras la tragedia del 11 de Septiembre.  Bill, en discursos yo he usado lo que me dijiste acerca de lo que Houston estaba haciendo como modelo de lo que una ciudad grande con gran liderazgo puede hacer para asumir sus responsabilidades con Estados Unidos, y realmente mereces un gran pago de gratitud de este país — todos ustedes en Houston.  Yo espero que en Nueva York, cuando tengamos la oportunidad de ayudar a otros, nos comportemos tan bien.

“Nueva York, como dijo Larry cuando asumí el cargo unos meses después del 11 de Septiembre, era una ciudad donde la gente predecía que no nos recuperaríamos del 11 de Septiembre — que nadie querría vivir en la Ciudad, que las compañías iban a huir o por lo menos a mudar a la mitad de sus empleados fuera de allí.  Me alegra reportar que esa gente estaba equivocada.  Nueva York se recuperó.  Volvió más fuerte y segura que nunca.  Hoy, la delincuencia en la Ciudad de Nueva York está en su nivel más bajo en 40 años, el desempleo está en su nivel más bajo en la historia, hemos convertido déficits de $4 y $5 mil millones al año — que nuestro Gobierno municipal tenía cuando asumí por primera vez — en superávits de $4 o $5 mil millones cada año, y creo que otra señal de la recuperación en la Ciudad de Nueva York es el hecho de que, en el lugar del World Trade Center, se está erigiendo la Torre de la Libertad, y estamos construyendo un monumento apropiado para los que perdimos y el ataque a la gente amante de la libertad y los Estados Unidos.  Gente de los 50 estados y todo el mundo ha contribuido al monumento, y como se me ha dado la poco envidiable tarea de recaudar $350 millones en dinero privado para pagar por el mismo, sería negligente de mi parte no motivar a todos los presentes, si están interesados, a hacer una contribución.  Es algo que les dará una satisfacción y una forma excelente de contar a sus hijos y sus nietos lo que ocurrió cuando ciertas personas encontraron que nuestras libertades eran tan amenazantes que arrebataron 3,000 vidas.  De hecho, esta mañana realicé una llamada muy exitosa para la recaudación de fondos antes de venir aquí, por lo que estoy disfrutando mi buena fortuna.

“Nueva York ha progresado mucho en los últimos cinco años.  Y los problemas que enfrentamos hoy en muchos sentidos son problemas del éxito.  Yo pienso que eso también describe la situación aquí en Houston. Nuestras dos ciudades están viendo al futuro y planificando para un futuro aún más fuerte.  La impresionante agenda de desarrollo sustentable del alcalde White, junto al Plan Estratégico a diez años concebido por [Greater Houston] Partnership ayudarán a señalar el camino para Houston.

“En forma similar, en Nueva York estamos lanzando una iniciativa para dar forma al crecimiento de nuestra ciudad desde hoy al año 2030. Nuestro plaNYC, como lo llamamos, está diseñado para enfrentar problemas de desarrollo sustentable que tenemos hoy y acomodar a las más o menos 1 millón de personas más que esperamos estarán viviendo en la Ciudad de Nueva York hacia el año 2030 con una infraestructura que es vieja y no puede ni siquiera atender la demanda de hoy.  Nuestro plan es un esfuerzo para capturar los beneficios del crecimiento mientras se evitan los efectos negativos que trae — la presión sobre la infraestructura, la congestión del tránsito y la contaminación del aire.  En el centro de este reto hay un asunto que es de enorme importancia para Nueva York y para ciudades de toda la nación, pero para ninguna — creo con toda justeza — más que para Houston, y por supuesto estoy hablando de la energía.  Y pensé que me gustaría hablar un poco sobre ese tema en el día de hoy.

“Siendo presidente del Greater Houston Partnership, John Hofmeister tiene un trabajo de día, como todos ustedes saben: el de ejecutivo principal de Shell Oil.  Pero Shell ya no es más una simple compañía de petróleo; ahora es una compañía de energía.  Y los ejecutivos principales inteligentes como John han estado haciendo todo lo que los ejecutivos inteligentes hacen: anticipar la dirección del mercado y adelantarse al cambio.  Y hoy, no hay dudas de hacia donde se dirige el mercado — hacia energía más barata, más sustentable.  A lo largo y ancho de este país, científicos, ingenieros e inversionistas están encabezando una revolución lenta en la energía que nos permitirá evadir catástrofes gemelas: Las contracciones económicas que pueden venir con un suministro volátil y finito de petróleo, y las amenazas medioambientales crecientes que pueden venir con el continuo calentamiento global.

“Ha habido tanta publicidad exagerada sobre esta revolución de energía que se creería que en cualquier momento todos estaremos manejando autos impulsados por hidrógeno hacia nuestros hogares alimentadas con energía solar.  Pero supongo que todos entendemos que toma mucho tiempo el cambiar de dirección a un súper buque petrolero.  Apenas estamos empezando ese proceso, pero eso no significa que no debemos rendir cuentas por lograr un progreso estable.  Ahora mismo, demasiados debates sobre energía en Washington se enfocan en metas para el año 2050 o hasta el 2070.  No sé ustedes, pero yo no espero estar aquí en el 2050 — y quizás la mayoría del Congreso tampoco esté ahí.  Si eso es bueno o malo, se los dejo a ustedes.

“Siempre pensé (seriamente) que los legisladores que hacen promesas para lograr algo en el futuro lejano pero se niegan a dar pasos ahora que nos permitan iniciar el progreso son realmente muy hipócritas — eso no es liderazgo, no es lo que este país necesita.  ¡Eso es pasar la responsabilidad!  Y, desafortunadamente, creo que hoy en día esto es para Washington lo que llamamos 'la política de todos los días'.

“Lo que necesitamos hacer es inyectar a nuestra política de energía algunos antiguos valores y sentido común estadounidenses, un pensamiento práctico.  Eso significa voluntad para asumir nuestras responsabilidades y rendir cuentas por lograr progreso gradual.  Haciendo eso, creo que podemos enfrentar los tres mayores desafíos que tenemos en energía. Uno, producir más energía, más limpiamente; dos, usarla más eficientemente; y tres, crear fuentes nuevas y sustentables.

“Sin mantenerlos a todos ustedes aquí hasta la cena, permítanme detallar brevemente cada uno de los tres y la forma en que ciudades como Nueva York y Houston están señalando el camino en cuanto a estos retos — y lo que necesitamos que haga el Gobierno federal.

“Como dijo el alcalde White, hoy en día son los alcaldes de este país los que están enfrentando realmente los casos esenciales.  Los alcaldes no pueden darse el lujo de estar en ambas partes de cada asunto.  Los alcaldes tienen que tomar decisiones, y ustedes lo ven en las calles horas después de eso.  Son los alcaldes quienes tienen que balancear el presupuesto.  No imprimimos nuestro propio dinero.  Son los alcaldes quienes tienen que proveer servicio, y son los alcaldes quienes hablan con la prensa diariamente y tienen que contestar las preguntas de por qué esto funcionó y por qué eso no.

“En Nueva York, estamos explorando cada opción para producir más energía limpia.  Hemos empezado a trabajar con los contratistas de proveedores de servicio locales y privados para ampliar la cantidad de energía limpia que es generada y distribuida, y nuestro plan para el año 2030 incluye nuevos incentivos para la producción de energía renovable.  También estamos comprometidos a proteger los actuales recursos de energía limpia, incluso la planta nuclear que ayuda a abastecer partes de nuestra ciudad y suburbios.  Esto en un buen ejemplo de gente que no encara la realidad.

“Hay mucha gente que quieren cerrar la planta nuclear, pero ellos nunca han ofrecido alternativas realistas — aun cuando a la vez quieren luchar contra el calentamiento global.  ¡De todas maneras hay que elegir!  Otro ejemplo en Nueva York: tenemos a los que apoyan las granjas de energía eólica — siempre y cuando no sean construidas a poca distancia del litoral de Long Island en Nueva York.  ¿Han escuchado la frase ‘No en mi patio’? Esto es lo que se llama ‘No cerca de mi playa’.  (Si las granjas de energía eólica son suficientemente buenas para Texas, son suficientemente buenas para Nueva York.  Así de sencillo).

“Ninguna solución es fácil o gratis — o perfecta. Pero tenemos que hacer elecciones difíciles.  Eso significa ubicar nuevas granjas eólicas — y plantas de energía nuclear — en este país.  Y, si estamos realmente serios en cuanto a producir más energía limpia, tenemos que también considerar a los tres grandes: carbón, petróleo y gas natural, que aun suman 86% del uso de energía de nuestra nación.

“La pregunta es: ¿cómo producir más gas natural, carbón y petróleo más limpios? En Nueva York estamos trabajando con los Gobiernos estatal y federal para impulsar más proyectos de gaseoductos naturales y gas licuado natural.  Yo creo que el Gobierno federal debe hacer más para examinar vías favorables para el medioambiente y ampliar el acceso a nuevos lugares de gas natural, lo mismo que debería hacer con los posibles campos de petróleos nuevos.

“Y para los que se oponen firmemente a perforar fuera de nuestras costas, ellos deben recordar que aunque el huracán Katrina — una tragedia terrible para Nueva Orleáns y para toda la Costa del Golfo — afectó la producción, también es cierto que no hubo derrames o daño medioambiental causado en la plataforma continental exterior.  La tecnología ha avanzado mucho desde los años ’70, y tenemos que reconocer eso.  Sí, deberíamos tener las protecciones más duras para seguir perforando y una producción tan segura como sea humanamente posible.  Pero seamos honestos al respecto: nosotros como sociedad no estamos dispuestos a abandonar nuestra adición actual al petróleo y el gas natural hasta que haya alternativas económicas disponibles — ¡así que debemos perforar!  Y, yo diría, es mejor que lo produzcamos aquí — creando empleos para los estadounidenses — que comprarlo a naciones volátiles de ultramar.

“A la vez, el Gobierno federal también debería estar haciendo más para motivar una mayor inversión en tecnologías nuevas que pueden reducir significativamente las emisiones tanto de petróleo como del carbón.  Y los mayores pasos que el Gobierno federal puede dar es liberar la más poderosa herramienta que tenemos en la lucha contra el calentamiento global: crear un motivo de ganancias para producir energía más limpia.

“Diez estados del noreste — incluyendo a Nueva York — están ayudando a señalar le camino al acordar el crear un sistema conducido por el mercado de límites-y-comercio para nuestras plantas energéticas.  Este tipo de sistema fue controversial cuando se creó para reducir la lluvia ácida — pero la verdad del asunto es que funcionó.  El mercado del carbón es más  complicado, y estamos aprendiendo de las primeras experiencias en Europa.  Pero no podemos permitir que las dificultades de Europa — o la inacción de China — sean un pretexto para que no hagamos nada.  Siempre he pensado que la mejor manera de convencer a otros países de actuar es mostrarles que es posible fortalecer sus economías a la vez que se controlan las emisiones de carbono — no sentarnos y decir que no vamos a hacer nada hasta que ellos hagan su parte.

“Producir más energía limpia es el primer paso, pero usarla más eficientemente es la segunda cosa de la que quiero hablar y es igualmente importante.  En la Ciudad de Nueva York, las eficiencias son las claves para lograr nuestra meta de reducir las emisiones de carbono en poco más de 1% anual desde hoy hasta el año 2030.  Para empezar, dimos un paso pequeño pero esencial, uno que sé que Houston también está dando: realizar un inventario en toda la ciudad de las emisiones de carbono.  Esta recolección de data ayudará a nuestras ciudades a afilar las estrategias que usamos para reducir nuestro consumo de carbono, y espero que más ciudades se unirán a nosotros para asumir este “reto del carbono”, de la misma forma que están haciéndolo más compañías privadas.

“De hecho, esta semana asistí a un anuncio con Rupert Murdoch, el propietario de Newscorp, que es la compañía matriz de Fox News y el New York Post.  Tras realizar un inventario de carbono, sus compañías se han comprometido a una iniciativa mayor de desarrollo sustentable que reducirá marcadamente sus emisiones de carbono.  Ahora, creo que es seguro decir que nadie jamás llamó a Rupert Murdoch ‘amante de los árboles’ — entonces, la cuestión es, ¿por qué está él haciendo esto? Y yo creo que la respuesta es sencilla: A él le preocupa el mundo que va a dejar a sus hijos, y él reconoce que ‘hacerse verde’ se trata en realidad usar energía más eficientemente, lo cual ahorra dinero y aumenta las ganancias.

“Y esa es la verdad fundamental sobre este asunto: se puede construir más verde siendo verde.  Y yo creo que no pasará mucho tiempo antes de que esa idea se haya convertido en práctica comercial estándar.  La tecnología está aquí, los ahorros son reales, y el punto de inflexión se está acercando.  Ustedes ya no leen historias en los diarios de que el calentamiento global no está ocurriendo.  Ustedes ya no leen historias de algunos de los escritores de opinión diciendo ‘oh, después de todo, el calentamiento global no es importante; los propietarios de esquís sufrirán, pero a los propietarios de campos de golf les irá mejor.  No; hoy todo el mundo entiende que esto es algo que está ocurriendo y es muy peligroso.  Y ahora el debate ha cambiado [hacia] ‘qué hacer en este sentido’.  Eso significa ir en la dirección correcta.  Y, para ayudar a acelerar la transición, más y más ciudades — incluyendo a Houston y Nueva York — están ofreciendo incentivos financieros para impulsar más edificios y electrodomésticos verdes.

“Por supuesto, el Gobierno de la ciudad necesita dirigir con el ejemplo, y este año inauguramos una nueva sede para nuestra Oficina de Manejo de Emergencias (OEM, en inglés), lo cual representa el primer edificio del Gobierno completamente verde en la ciudad. Y, para todos los edificios municipales, hemos establecido la meta de lograr una reducción de 30% en el uso de energía en los próximos diez años — y estamos respaldando esa meta con un compromiso financiero real: vamos a dirigir 10% de la factura de energía del Gobierno municipal hacia inversiones que nos permitirán lograr mayores ahorros en energía.  Muchas de nuestras estrategias para toda la ciudad tienen mucho en común con las iniciativas del alcalde White aquí en Houston: ‘enverdecer’ el código de edificios, ofrecer incentivos para que los edificios mejoren su eficiencias y dar un paso pequeño pero poderoso: cambiar nuestras bombillas.

“Permítanme solo hablarles de las bombillas.  Las bombillas de luz incandescente desperdician 95% de la electricidad que usan.  Una bombilla fluorescente compacta (CFL, en inglés), con un costo inicial un poco mayor, usa mucho menos energía — y dura unas ocho veces más. Y eso produce ahorros significativos de facturas de electricidad más bajas y menos costos de reemplazo.  Para cosechar esos ahorros, en Nueva York estamos empezando a reemplazar las bombillas incandescentes con CFLs, como son llamados, en todo nuestro Ayuntamiento.  Y me alegra decir que también he hecho lo mismo en mi hogar.  De hecho, si todos los hogares de la Ciudad de Nueva York (escuchen esto)… si todos los hogares de la Ciudad de Nueva York reemplazaran apenas una, una bombilla estándar con un CFL, los ahorros de energía en Nueva York serían suficientes para proveer energía para tres edificios como el Empire State Building.  Es realmente muy asombroso.  Y, en los nueve años de vida de esa sola bombilla reemplazada, cada hogar ahorraría hasta más de $100.  No es de sorprender que el Gobierno de Australia habrá eliminado la tradicional bombilla incandescente antes de finalizar el 2010, Canadá ha prometido hacerlo para el año 2012, y los fabricantes están empezando a señalar el camino.  Yo creo que no pasará mucho tiempo antes de que no se pueda comprar una bombilla incandescente; usted tendrá que comprar los otros.  Pero creo que es hora de que nuestro Gobierno aquí en los Estados Unidos suba a bordo.  Esto es algo que debe hacerse a nivel nacional.

“De nuevo — la tecnología está ahí, los ahorros son reales, y el punto de inflexión se está acercando.  Si Australia puede hacerlo en cinco años, nosotros también podemos.  Y, si nosotros podemos, los estadounidenses ahorrarían 120 millones de toneladas de emisiones de CO2 cada año y $14 mil millones en costo anual de energía.  Es algo muy sencillo, y ahorraríamos tanta energía que podríamos evitar el construir docenas de plantas energéticas convencionales de carbón que actualmente están en las mesas de dibujo, realmente salvando así a nuestro aire.

“Hay un paso aun mayor que el Gobierno federal puede dar para mejorar la eficiencia de energía y combatir la polución y el calentamiento global, y que tendría un impacto sumamente positivo para Nueva York y Houston: esto es, elevar los estándares de combustibles para los automóviles.  Nuestras dos ciudades tienen más que problemas de tránsito — y eso ayuda a explicar por qué tenemos algunas de las mejores calidades de aire en la nación, y por qué este grupo ha aprobado una resolución apoyando los Estándares de Emisión Baja para Vehículos de California (Low-Emission Vehicle Standards, en inglés), y ustedes deben ser felicitados por ello.

“En Nueva York, las tasas de asma de nuestra niñez son dos veces mayores que el promedio nacional.  Estamos haciendo todo lo que podemos para cambiar eso, pero la verdad es que necesitamos más ayuda de Washington.  Ustedes deben saber que, en 1975, el Congreso aprobó una ley requiriendo que los estándares de eficiencia de combustible se duplicaran en 10 años, con metas crecientes que a los fabricantes de automóviles se les requirió alcanzar.  Eso fue el enfoque responsable — ¡y funcionó!  Sin embargo, desde 1985 no hemos hecho nada —incluso mientras la tecnología se movió a la velocidad del rayo.  Entre 1975 y 1985, el automóvil promedio en este país pasó de una eficiencia de combustible de 12 millas por galón a 24 millas por galón; desde entonces, nada.  De 1985 hasta hoy, esta ha permanecido en 24 millas por galón.  Si los mismos progresos crecientes hubieran sido adoptados en las dos décadas, piensen dónde estaríamos hoy, a esa velocidad. Todos estaríamos ahorrando dinero en las estaciones de combustible, nuestra calidad de aire sería mejor, y Detroit estaría en una posición competitiva más fuerte.  Es hora de que empecemos a progresar nuevamente.

“Ahora, hay diversas piezas legislativas ante el Congreso que aumentarían los estándares de combustibles en cantidades modestas cada año, a la vez que ofrecen incentivos para que los fabricantes de automóviles mejoren sus plantas a fin de mejorar la eficiencia, lo cual ayudará a proteger y crear plazas de trabajo aquí en Estados Unidos.  Algunos medioambientalistas dirán que no es suficiente, algunos en Detroit dirán que el cielo se está cayendo y hay algunos críticos antigubernamentales que dicen que el calentamiento global es una trama izquierdista para subir nuestros impuestos.

Pero no podemos permitir que lo perfecto sea el enemigo de lo bueno, y no podemos permitir que unos cuantos intereses especiales bloqueen el cambio. 

“A los medioambientalistas les digo, escuchen, tenemos que empezar por algún sitio.  A los que se preocupen por Detroit, les digo que las cosas no pueden ponerse peor para los “tres grandes’; tenemos que hacer algo para protegerlos. Y a los absolutistas del ‘mercado libre’, ¡ellos deberían mirar a sus niños esta noche mientras los llevan a dormir y pensar en lo que entra en sus pulmones!  Sencillamente, tenemos que hacer algo; nos estamos matando.  Y espero que el Congreso tome medidas  para aumentar los estándares de eficiencia de combustibles y ampliar los incentivos para la compra de automóviles híbridos, al igual que estamos haciendo en Nueva York.  Estamos tratando de eliminar los impuestos a la venta de automóviles híbridos.

“Mejorar nuestra eficiencia energética también requiere que reconsideremos la relación entre el Gobierno y las empresas de servicios públicos — y la analogía relevante que quiero dejarles es la reforma de la asistencia social.  En Nueva York solíamos pagar a los proveedores de beneficios según el número de casos que procesaban.  Pero, durante los últimos cinco años, hemos cambiado a un sistema completamente basado en el rendimiento.  Hoy no se paga a los proveedores de asistencia [social] completamente a menos que sus clientes consigan y conserven empleos.  El resultado es que las listas de asistencia social en la Ciudad de Nueva York se hallan en sus niveles más bajos desde que Lyndon B. Johnson inició [el programa] Gran Sociedad.

“Pero, con energía, Nueva York y muchos de los estados todavía están pagando servicios públicos en base a la cantidad de energía que se suple y consume.  Como resultado — igual que los proveedores de asistencia del pasado —, las empresas de servicios públicos no tienen incentivos para reducir su cantidad de trabajo.  Y, de igual manera, como hemos terminado la ‘Asistencia Social que conocemos’, creo que usando estándares de rendimiento e insistiendo en la responsabilidad, podemos hacer lo mismo con la energía.  Y, por ello, nuestro plan para el año 2030 y la agenda de desarrollo sustentable del alcalde White, incluyen las iniciativas para ajustar las ganancias con la eficiencia.  California ha demostrado que se puede hacer exitosamente, y ahora nos toca hacerlo al resto de nosotros.

“Por último, el tercer reto: ¿cómo pueden los Gobiernos catalizar inversiones privadas en recursos de energía limpia?  Podemos empezar aprendiendo del gobernador George W. Bush, quien promulgó una ley, cuando era gobernador aquí, creando un mercado para energía de viento, lo que ha convertido a Texas en el mayor fabricante de energía eólica grande en Estados Unidos.  Y además, aplaudo al audaz plan del alcalde White para aprovechar ese mercado a sin de suministrar un tercio de la energía que se necesita para las operaciones de la ciudad de Houston para el próximo año.

“En Nueva York estamos trabajando para promover no solo más energía solar, sino también un mayor uso de uno de nuestros recursos naturales más abundantes: el agua.  En la actualidad se realiza un proyecto piloto en las aguas que rodean Manhattan para descubrir la viabilidad de turbinas de ríos que aprovecharían las fuertes corrientes que rodean a la Ciudad de Nueva York.  Y además estamos empezando a instalar micro-turbinas que producen energía limpia y células de combustibles en los edificios e instalaciones municipales.

“Estas iniciativas locales — pero, en particular, las del sector privado — necesitan ayuda federal más sólida.  Eso significa mayor inversión en proyectos alternativos de pruebas de combustibles, vehículos de combustible flexibles, bio-refinerías, y especialmente la investigación y el desarrollo.  Ahora mismo estamos gastando solo un tercio de lo que gastábamos en desarrollo e investigación de energía en los años ‘70.  Piensen en eso.  Tenemos un problema mayor que antes, más gente lo reconoce, y sin embargo el Congreso desvía dinero para financiar proyectos para ganar votos en lugar de hacer algo que proteja a este país y cuidar nuestra salud.

“Esto también significa reexaminar las tarifas y subsidios que no son más que regalos políticos.  Por ejemplo, actualmente el Congreso está costeando el etanol hecho de maíz con 50 centavos por galón — a pesar de que el petróleo se mantiene a más de $60 el barril.  Y el Congreso está cobrando impuestos a las importaciones de etanol basado en azúcar a más de 50 centavos el galón — a pesar de que el etanol hecho de azúcar es mucho más eficaz que el etanol hecho de maíz.

“Quiero aplaudir a a George W. Bush, al Presidente George W. Bush, por formar recientemente una alianza con Brasil que promoverá el comercio de etanol.  Pero la realidad del asunto continúa: Las políticas motivadas por la política cuestan a los contribuyentes miles de millones y a la vez solo proveen reducciones de carbono marginales.  Debemos diseñar políticas que hagan más para mejorar nuestra seguridad energética y luchen contra el cambio climático.

“Creo que uno de los enfoques más prometedores fue propuesto por el gobernador Schwarzenegger: usar un sistema de límites-y-comercio para reducir el contenido de carbono de los combustibles en 1% cada año del 2010 al 2020.  Este enfoque quitará subvenciones a los productores de etanol de maíz ineficiente y empezará a dirigir inversiones a los productores más eficientes — aunque creen energía de maíz, azúcar o astillas; hierba, viento, agua, o luz natural.

“En este punto me uno a los defensores del mercado libre.  El mercado libre es mucho mejor distribuyendo recursos que el Gobierno federal, porque el Congreso tiene favoritismos.  Donde sea posible, debemos dejar al mundo del mercado libre hacer su magia.  Y en algunos casos, eso no solo requiere que el Gobierno se haga a un lado.

“Por ejemplo, supongamos que una compañía quiere construir una instalación solar para que sus fábricas funcionen.  Cuando la compañía esté cerrada en los fines de semana, esta genera energía adicional.  Vender esa energía a empresas locales de servicios públicos haría al proyecto económico.  Solo hay un pequeño problema: los estados, incluyendo a Nueva York, tienen leyes que limitan severamente la cantidad de energía extra que las compañías pueden vender a las empresas de servicios públicos.  Esa clase de regulación desalienta el desarrollo de fuentes de energía limpia y sencillamente no tienen base en la realidad, no se puede justificar algo así. Debemos empezar a invertir en nuestra propia red de suministro de energía para que podamos tratar las preocupaciones sobre seguridad y dependencia que motivaron estas regulaciones y que están excluyendo a inversionistas privados de fuentes de energía limpia.

“Con todos estos pasos y otros creo que podemos enfrentar el mayor reto científicos y tecnológico en la historia: crear fuentes alternativas que sean comercialmente viables y a precios competitivos.  No tomará menos que una revolución para triunfar, y, no se equivoquen: solo podemos ganar avanzando lenta y firmemente.

“Y el ataque no puede ser encabezado por el Gobierno o el sector privado solos, sino solo con una colaboración en la que el Gobierno asigne los recursos a la investigación y desarrollo y despeje las barreras para que el sector privado participe.  Hemos visto esta clase de colaboración iniciar revoluciones antes — el Internet, la mayor transformación tecnológica del siglo XX, y claro, el increíble lanzamiento que esta ciudad encabezó: la misión espacial Apollo.

“La carrera del espacio, que no solo se trató de llevar al hombre a la luna — se trató de reforzar nuestra seguridad nacional, y de orgullo.  Y la carrera por la energía limpia también está envuelta en asuntos de seguridad nacional — pero, aún más, está en juego el futuro de nuestra economía y medioambiente.  Hoy, los directores de empresas y empresarios estadounidenses saben que podemos ganar esta carrera, si el Gobierno federal está listo para hacer el compromiso.  La pregunta que tenemos que responder es: ¿Poseemos la confianza no solo para fijar metas tan audaces como el proyecto Apollo, sino el compromiso para empezar a lograr un progreso verdadero hoy?

“Cuando describí nuestro plan para el futuro, dije a los neoyorquinos que ahora tenemos una responsabilidad de enfrentar nuestros desafíos ahora en lugar de dejarlos crecer más y pasarlos a nuestros hijos. Me alegra ver que la ciudad de Houston piensa igual.

“No todas las soluciones serán las mismas — porque cada uno de nosotros tiene que elaborar planes en torno a nuestras circunstancias locales.  Pero, a la vez, nuestras metas de crear ciudades verdaderamente sustentables también requieren un liderazgo federal sólido. Y eso significa que necesitamos que el Congreso sueñe menos acerca del año 2050 y tome más medidas en el 2007.

“Las ciudades pueden ayudar a impulsar al Congreso — y ninguna ciudad tiene una mayor oportunidad, creo, que Houston.  Y, como todos ustedes trabajan en estos asuntos, esperamos que ustedes nos consideren a los de Nueva York como amigos y colaboradores.

“Y, si los Astros y los Yankees se encuentran este año en la Serie Mundial, que gane el equipo con el tejano más viejo.

“Gracias, y que tengan un magnífico Día de las Madres”.







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