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PR- 038-07
4 de febrero de 2007

EL ALCALDE BLOOMBERG SE REÚNE CON EL PRESIDENTE DE LA AUTORIDAD DE SERVICIOS FINANCIEROS DEL REINO UNIDO SIR CALLUM MCCARTHY

El alcalde Michael R. Bloomberg se reunió hoy en Londres con Sir Callum McCarthy, presidente de la Autoridad de Servicios Financieros del Reino Unido (FSA, en inglés), para hablar sobre las tendencias y la alta competitividad de los mercados financieros globales.  El encuentro se dio luego de que el alcalde y el senador Charles E. Schumer dieran a conocer el mes pasado un informe en el que hacen un llamado importante para cambiar regulaciones y políticas federales y parar la amenaza de la salida de negocios financieros y trabajos de Nueva York, Londres y otras ciudades del mundo.  La FSA fue creada en 1997 como la única entidad reguladora de los bancos, valores, seguros y servicios de inversiones, y sirve como la autoridad registrada del Reino Unido.  Sin embargo, la estructura burocrática en los Estados Unidos es un matorral de reglas complicadas y opresivas, una situación agravada por la implementación fallida de la Ley Federal Sarbanes-Oxley.

"Este fin de semana me reuní con Sir Callum McCarthy, de la Autoridad de Servicios Financieros del Reino Unido", dijo el alcalde Bloomberg.  "La FSA es un ejemplo de la clase de estructura más eficiente y receptiva que el Congreso debe implementar si la Ciudad de Nueva York quiere continuar siendo la capital financiera del mundo.  Tal como dijimos el mes pasado el senador Schumer, el gobernador Spitzer y yo, el Gobierno federal necesita reexaminar la Ley Federal Sarbanes-Oxley y crear un sistema regulador que elimine ineficiencias a fin de que los empleos y negocios de las finanzas permanezcan en los Estados Unidos.  De ahora en adelante, Sir Callum y yo hemos acordado seguir conversaciones que ayudarán a mi lucha y la del senador para estimular los mercados financieros estadounidenses".

Además de reconstrucción de las regulaciones, el informe del mes pasado también solicita la reforma de litigación, mitigar las restricciones migratorias y otras reformas que protejan la competitividad global estadounidense.  Si no son atendidas, las tendencias actuales podrían tener un impacto considerablemente negativo en la economía de los Estados Unidos.  Para el año 2011, Estados Unidos podría perder de $15,000 millones y $30,000 millones en ingresos por servicios financieros.  Si se retienen, esos ingresos pueden convertirse en 30,000 hasta 60,000 empleos.







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