"Buenos días. Les habla el alcalde Mike Bloomberg.

"Este martes será sepultado el oficial Dillon Stewart, quien la semana pasada fue baleado de muerte por un matón asesino mientras cumplía su deber. No será fácil decir adiós a uno de los Mejores de Nueva York. Nunca lo es. Sin embargo, al honrarlo por realizar el último sacrificio para protegernos, tenemos dos deudas que pagarle.

"La primera es ayudar a cuidar a su familia. Su esposa, junto a sus dos hijitas - uno de seis años y la otra con apenas cuatro meses de edad - están sufriendo terriblemente. Ellas necesitan nuestro apoyo. Si usted desea realizar una donación para el Fondo de Beneficio de las Viudas y Niños de Policías y Bomberos de Nueva York, llame al 3-1-1 para saber cómo hacerlo.

"La segunda deuda que tenemos con el oficial Stewart es la de seguir realizando todos los esfuerzos para sacar a las armas de fuego ilegales de nuestras calles. Nuestra Administración ha creado Tribunales de Armas de Fuego especiales que han aumentado las sentencias que conllevan prisión por poseer armas de fuego ilegales, y durante mi campaña de reelección prometí abogar por un aumento en las sentencias obligatorias mínimas hasta 3 ½ años - y un mínimo de 5 años para aquellos con condenas previas. Además, trabajaremos para impulsar a la Legislatura estatal a aprobar legislación que cierre la brecha en la ley estatal sobre la venta ilegal de armas de fuego.

"Sin embargo, aun cuando expandimos nuestros esfuerzos para sacar a las armas de fuego ilegales - y a quienes las portan - de las calles, estas están inundando nuestra ciudad desde estados como Pennsylvania y Virginia, donde la gente puede comprar armas de fuego fácilmente y venderlas en ciudades como Nueva York a aquellas personas que no pueden adquirirlas legalmente, incluyendo traficantes de drogas y otros criminales peligrosos. ¿Cree alguien realmente que la Segunda Enmienda fue diseñada para proteger esto?  

"Nueva York y otras ciudades han interpuesto demandas legales que requerirían a la industria de armas de fuego actuar responsablemente y eliminar al pequeño número de traficantes sin escrúpulos que venden la mayoría de las armas de fuego que al final son utilizadas para cometer crímenes. Y hay razón para tener esperanza: hace poco, un juez federal encontró que los fabricantes de armas de fuego y distribuidores podían tomar medidas sencillas y económicas que reducirían la cantidad de armas ilegales en grandes ciudades como Nueva York, y que estas medidas no restringirían en forma alguna los derechos de las personas que poseen armas de fuego legalmente.

"Continuaremos nuestra batalla legal para hacer responsables de sus acciones a los comerciantes inescrupulosos, pero sigue siendo un hecho el que necesitamos legislación nacional para detener la locura de las armas de fuego ilegales en nuestras calles. Me gustaría que cada miembro del Congreso se sentara con la familia Stewart por cuatro horas en el Hospital de Kings County, como yo hice. Me gustaría que miraran a los ojos de la esposa del oficial Stewart y vieran lo que yo vi. No se puede salir de esa experiencia sin sentir una poderosa obligación de hacer todo lo posible para evitar que ocurra de nuevo. Pero, hasta que el Congreso trabaje seriamente para acabar con el flujo de armas de fuego ilegales, es solo cuestión de tiempo antes de que ocurra otra tragedia.

"El oficial Dillon Stewart, que vino aquí desde Jamaica cuando era niño, nos dio su vida. Fue heroico hasta el final. Siempre honraremos su memoria - y no debemos olvidar la deuda que tenemos con los hombres y mujeres que arriesgan sus vidas cada día para mantener a Nueva York como la metrópoli más segura en la nación.

"Les habló el alcalde Mike Bloomberg. Gracias por su atención".