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PARA DIFUSIÓN INMEDIATA
PR- 106-13
20 de marzo de 2013

DECLARACIÓN DEL ALCALDE MICHAEL R. BLOOMBERG ANTE LEGISLACIÓN PROPUESTA PARA ESTABLECER UN INSPECTOR GENERAL PARA EL DEPARTAMENTO DE POLICÍA

A continuación, las palabras pronunciadas hoy por el alcalde Bloomberg en el Centro de data Intergate Manhattan High-Rise en el Bajo Manhattan:

“Gracias, David, y buenos días a todos.  Estoy muy feliz de recibir a la Corporación Sabey en la Ciudad de Nueva York ― y quería antes que nada proveer un poco de contexto a esta noticia.

“Si recuerdan, no fue hace mucho tiempo que las empresas estaban dejando la Ciudad de Nueva York ― no mudándose a ella.  Y uno de los grandes motivos por el que estaban yéndose en esos días era que la delincuencia estaba simplemente fuera de control.

“En 1990 ― y mucha gente no recuerda tanto tiempo atrás, pero no fue hace tanto tiempo ― más de 2,200 neoyorquinos fueron muertos en nuestras calles, nuestros parques, nuestros metros y nuestros edificios de apartamentos en un año.  En esa época, Nueva York era la capital de los homicidios y el crimen en la nación.  La gente no se sentía segura saliendo a las calles en la noche ― y menos, viajando en el Subway.  Los niños llevaban dinero de atracos.  La gente olvida esos días.

“Negocios y gente estaban yéndose ― y la ciudad estaba sencillamente pudriéndose desde adentro.  Entonces, el alcalde Dinkins y el presidente del Concejo [Peter F.] Vallone lucharon por y consiguieron fondos para contratar a miles de oficiales de policía nuevos.

“Con eso, el crimen empezó a disminuir ― y cuando Rudy Giuliani se convirtió en alcalde y desplegó CompStat y adoptó una estrategia de Ventanas rotas (Broken Windows, en inglés), la delincuencia empezó a caer drásticamente.

“Cuando me convertí en alcalde, lo cual fue hace unos 11 años y un cuarto, muchos pensaron que la delincuencia solo podría aumentar, ya que estaba en un nivel tan bajo.  Pero gracias al histórico liderazgo del comisionado del Departamento de Policía (NYPD, en inglés) Ray Kelly, hemos seguido reduciendo aun más la delincuencia.

“El año pasado establecimos una nueva marca baja para los homicidios en la Ciudad ― y una marca baja para las balaceras.  Lo hicimos reclutando a la más diversa fuerza policial en la nación, entrenando a nuestros oficiales en estrategias policiales inteligentes y proactivas.  Eso incluyó un enfoque en lugares de mucha criminalidad, y parar, cuestionar y a veces cachear a gente que puede haber estado involucrada en actividades criminales.

“Gracias a esa labor, no solo hemos prevenido miles de homicidios y cientos de miles de delitos; hemos evitado que la gente que habría cometido esos crímenes sean encerradas.  Es por eso que las tasas de encarcelamiento en nuestras prisiones están en niveles históricamente bajos.

“Al principio de nuestra Administración hace 11 años y un cuarto, la tasa de encarcelación en la Ciudad de Nueva York era 13 por ciento más alta que en el resto del país.  En 2011 fue 27 por ciento más baja que el promedio nacional ― y 32 por ciento más baja que su posición en 2001.

“Así que estamos básicamente encarcelando a un tercio menos de jóvenes, y eso es bueno porque ellos no aprenden cómo ser peores criminales.  Ellos no consiguen una educación en las cosas que no queremos que hagan.  Ellos pueden permanecer afuera y convertirse en miembros productivos de la sociedad, y eso se muestra en los descensos en la tasa de homicidios y el promedio de balaceras.

“Hoy somos la ciudad grande más segura en la nación ― y tenemos una de las tasas más bajas de encarcelamiento.  Hace diez y veinte años, no creíamos que muchos habrían creído que eso era remotamente posible.  Se hubieran reído de ustedes si decían que hoy estaríamos aquí con estos datos.  El impacto de esta labor se mide ― en primer lugar y sobre todo ― en las vidas salvadas y las tragedias evitadas.

“Permítanme solo darles algunas cifras: si la Ciudad de Nueva York hubiese tenido la tasa de homicidios de Washington, DC, el año pasado habrían sido muertos 1,189 neoyorquinos más.  Si Nueva York tuviera la tasa de homicidios de Chicago en el 2012, 1,489 neoyorquinos más habrían sido muertos en ese año.  Añadan 400 a cada una de estas cifras, ya que ese habría sido el total de homicidios.

“Si tuviéramos la tasa de homicidios de Filadelfia, 1,771 neoyorquinos más habrían sido muertos en 2012.  Si hubiéramos tenido la tasa de homicidios de Baltimore, 2,914 neoyorquinos más habrían sido muertos en 2012.  Para ponerlo en contexto, si tuviésemos la tasa de homicidios de Detroit, 4,511 neoyorquinos más habrían sido muertos el año pasado que los que realmente fueron víctimas de homicidios.  Eso habría llevado el total de homicidios a casi 5,000.

“¿Ahora, dónde estamos?  Permítanme decirles lo que ocurrió la semana pasada en la Ciudad de Nueva York.  Tuvimos un homicidio.  Uno es uno de más, pero un homicidio en una ciudad de 8.4 millones de personas.  Hasta la fecha este año tenemos  una reducción de 30 por ciento comparado con el récord del año pasado, y estamos casi a finales del primer trimestre.

“Manipular el éxito que hemos tenido en la reducción de las tasas de homicidios habría sido simplemente indignante, habría sido irresponsable y habría sido terriblemente peligroso.

“Sin embargo, el impacto de la reducción del crimen va más allá de las vidas que estamos salvando.  Pueden verlo por todos lados a nuestro alrededor: las personas que se están mudando aquí, las familias que se están quedando aquí, los turistas que vienen aquí en grupos y las compañías que están invirtiendo aquí.

“No hay garantía alguna de que esto continúe.  El éxito en nuestro negocio no es inevitable, pero sí, empieza con la seguridad pública.  Con seguridad y vigilancia, cualquier cosa es posible.  Sin estas, nada lo es.

“La lección de nuestra ciudad es la lección que hemos aprendido de una forma difícil, pero es una lección que demasiadas personas, creo, que hoy ocupan cargos públicos parecen haber olvidado. 

“Durante el año pasado, el mejor Departamento de Policía en el mundo ha sido sometido a ataques continuos por parte de funcionarios electos y grupos de intereses especiales.  El ejemplo más reciente de esto fue el proyecto de ley para el inspector general actualmente ante el Concejo Municipal.

“El propósito de esta legislación, para aquellos de ustedes que no lo saben, no es reducir la corrupción — ya que hay tan poca.  Cinco fiscales de distrito y dos procuradores federales supervisan al Departamento de Policía, al igual que la Junta de Revisión de Querellas Civiles (CCRB, en inglés) y la Comisión para la Lucha Contra la Corrupción Policial (CCPC, en inglés).

“Al mismo tiempo, gracias al comisionado Kelly, ahora dedicamos tantos miembros del Departamento de Policía al Buró de Asuntos Internos como lo hacemos con el contraterrorismo — y estamos en alerta para poder capturar las manzanas podridas y sí, los hacemos responsables.  El Buró de Asuntos Internos del Departamento de Policía es la oficina del inspector general.

“En todo el país, existen IG’s — como se les llama, oficinas de inspectores generales ― dentro de los departamentos de policía para combatir la corrupción y la mala conducta, y esa es exactamente la tarea de nuestro Buró de Asuntos Internos.  El inspector general del Buró Federal de Investigaciones (FBI, en inglés) se encarga de la misma responsabilidad: combatir el derroche y el fraude y la mala conducta en el FBI.

“Pero la pieza legislativa de nuestro Concejo Municipal crearía una nueva burocracia con la potestad para supervisar las políticas y estrategias — eso es lo que dicen, políticas y estrategias — adoptadas por el comisionado de Policía.

“Pero eso no es un inspector general; es un supervisor de políticas, y no creo que una sola persona sensata diría que necesitamos dos comisionados de policía antagónicos.  En las filas de los policías habría preguntas sobre quién realmente está al mando — y las políticas de quién deben seguir.  Ese tipo de ruptura en la cadena de mando sería desastrosa para la seguridad pública.

“Necesitamos un Departamento de Policía unificado con líneas de responsabilidad inequívocas.  Y eso quiere decir que necesitamos un comisionado de Policía que sea plenamente responsable ante el alcalde, que sea plenamente responsable ante los votantes.

“Juntos, el alcalde y el comisionado establecen la dirección del Departamento — y no necesitan a un funcionario no electo y no responsable para supervisar sus decisiones normativas.

“La pieza legislativa considerada por el Concejo Municipal socavaría la rendición de cuentas que ha sido esencial en el éxito del Departamento — y haría a nuestra ciudad menos segura.

“Si el Concejo la aprueba — e insto a los miembros a oponerse a la misma — la vetaré.  Hemos llegado demasiado lejos para olvidar las lecciones que hemos aprendido.  Y aquellos que están tomando por sentado nuestras marcas bajas de delincuencia están cometiendo un error terrible y trágico y peligroso.

“No podemos darnos el lujo de jugar a la política con la seguridad de nuestra ciudad en un año de elecciones, y no podemos darnos el lujo de abandonar el progreso que logramos en los últimos veinte años.

“No se equivoquen al respecto: Esta pieza legislativa pone en peligro ese progreso y pondrá en riesgo las vidas de los neoyorquinos y nuestros policías.

“El éxito de nuestro Departamento de Policía en reducir el crimen a cifras bajas récord nos ha permitido aumentar el número de empleos en nuestra ciudad a niveles récord — y así, en un tono más alegre, para mostrarles el efecto de un índice bajo de delincuencia, estamos entusiasmados de estar añadiendo aun más, gracias a la Corporación Sabey”.







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