“La exigencia de la UFT de que volviéramos al sistema viejo después de dos años, y su exigencia de un nuevo proceso para reclamos, no están contempladas en la ley y están claramente diseñadas para socavar todo lo demás que exige la ley.

“Cuando rehusamos acceder a estas exigencias, ellos organizaron una rueda de prensa y declararon unilateralmente las negociaciones por terminado.  A pesar de esto, diré, hicimos un último intento la semana pasada tarde por la noche — y eso también fue rechazado.

“Algunos han sugerido que deberíamos aceptar su última oferta, pretendiendo que era adecuada, y tomar el dinero del Estado.  No haremos eso.  No seremos cómplices de un fraude.

“Por décadas, el sistema fue administrado para el beneficio de adultos, y nuestros niños sufrieron de un sistema que fue un fracaso disfuncional.  Pasamos la última década asegurando que el sistema sea administrado para los niños.  No volveremos a hacer un acuerdo que protege a los adultos a costa de los niños, ni tampoco haremos un acuerdo que pretende hacer una cosa cuando todos sabemos que es imposible hacerlo de la manera en que lo quieren estructurado.

“Hemos cambiado, y no volveremos hacia atrás.

“Además, sería una irresponsabilidad para mí el dar a la Federación Unida de Maestros una gran ventaja sobre el próximo alcalde en las negociaciones de contratos.

“La Federación Unida de Maestros podría decir: Dennos lo que queremos, o dejaremos que el sistema de evaluación caduque, y no pondré al 1.1 millón de niños escolares en esa posición.

“Otros estados han enfrentado esta cuestión de manera distinta.  Promulgaron legislación bipartidista que ofreció a distritos y sindicatos una oportunidad de negociar, pero insistieron en implementar estándares justos de evaluación aún si ningún acuerdo fue alcanzado para la fecha límite, aunque el sindicato se opuso.

“Lamentablemente, cuando nuestra ley de evaluación fue promulgada bajo el gobernador Paterson, nuestro Estado le dio al sindicato el derecho al veto en ese proceso.  Eso demostró ser un terrible error, como algunos lo dijimos en ese entonces, ya que el sindicato está satisfecho con el statu quo.

“Y el sindicato, si no se llega a un acuerdo, no sufre consecuencia alguna.  Son los niños que sufren la perdida de hasta $450 millones, y ahora le toca a la Ciudad averiguar cómo enfrentarla.  Eso significará mover dinero y hacer menos.  Siempre intentamos hacer más con menos, pero hay un límite de cuánto podemos hacer.

“Por otro lado, el sindicato siempre pondrá sus intereses por delante de los intereses de los niños — no importa cuánto dinero esté de por medio.

“Hablé en los últimos días con el gobernador, Merryl Tisch y el secretario de Educación Arne Duncan.  Ellos nos han instado a reanudar las negociaciones — e intentamos hacerlo la semana pasada, después de que el sindicato abandonara las negociaciones.

“Una vez más esta mañana, Dennis Walcott llamó a Michael Mulgrew y sugirió un encuentro.

“Siempre estamos dispuestos a hablar, y haremos todo lo que podamos para alcanzar un acuerdo que sea bueno para nuestros niños.  Pero no podemos — y no lo haré — aceptar un retorno a los días de antaño cuando el sistema funcionaba para adultos y lo llamaba ‘reforma’.

“No seremos partícipes de cualquier transacción solo para obtener dinero del Estado o fondos federales que indicarían que hemos llegado a un acuerdo, el cual todos sabemos que no es posible que funcione”.