El alcalde Michael R. Bloomberg, la vicealcaldesa de Salud y Servicios Humanos Linda I. Gibbs, el asesor principal de Políticas de la Alcaldía John Feinblatt, la comisionada del Departamento de Corrección (DOC, en inglés) Dora B. Schriro y el Dr. Thomas Farley, comisionado del Departamento de Salud e Higiene Mental (DOHMH, en inglés) anunciaron hoy una nueva iniciativa de salud mental que sumará al récord de la Ciudad en la reducción del crimen al proveer más apoyo a neoyorquinos con enfermedades mentales involucrados en los tribunales penales de la Ciudad.  Con el nuevo plan, Equipos legales de Intervención y Recursos en cada distrito municipal recogerán y transmitirán información rápidamente sobre necesidades de cuidado de salud mental de los acusados, su riesgo de fuga y de reincidir a equipos en los tribunales a fin de recomendar respuestas judiciales apropiadas para los riesgos y necesidades de salud mental específicos de cada uno.  La iniciativa mostrará cómo las jurisdicciones pueden dar respuesta más apropiada a las necesidades de los acusados con problemas de salud mental, reducir más la delincuencia y ayudar a reducir el número de personas encarceladas.  El alcalde anunció el nuevo programa en su discurso semanal por radio.

“Si más neoyorquinos que necesitan cuidado de salud mental y apoyo comunitario pueden ser ayudados a rencauzar sus vidas cuando se meten en problemas con la ley, todos estaremos mejor”, dijo el alcalde Bloomberg.  “Nadie necesita que se le recuerde más justamente cuán importante es conseguir a este grupo el cuidado que necesitan”.

“Las cárceles de la Ciudad de Nueva York, al igual que cárceles de todo el país, tienen cantidades desmesuradas de reclusos cuyas necesidades de salud mental presentan retos únicos”, dijo la vicealcaldesa Gibbs.  “El alcalde Bloomberg y los miembros del Comité de dirección están mostrando que la planificación concienzuda con información de data puede producir soluciones que conduzcan a un mejor cuidado y mejores resultados”.

“Con la creación de estos equipos, oficiales de tribunales en la Ciudad de Nueva York recibirán la información que necesitan para tomar mejores decisiones sobre la custodia y asignación a programas en las comunidades”, dijo el principal asesor de Políticas John Feinblatt.  “La Ciudad de Nueva York se alista a fijar un nuevo estándar en la provisión de recursos para apoyar a aquellos con problemas de salud mental en grandes áreas metropolitanas”.

“Con agencias municipales, los tribunales y proveedores en las comunidades trabajando unidos para mantener a los acusados de riesgo bajo a moderado con necesidades de salud mental fuera de la cárcel cuando sea posible, pero apoyados por servicios y supervisión, y los acusados de alto riesgo que van a prisión consiguiendo los servicios que necesitan, la Ciudad de Nueva York está señalando el camino a nivel nacional hacia sistemas correccionales más seguros e inteligentes”, dijo la comisionada Schriro.  “Los enfermos mentales podrán recibir atención apropiada en el ambiente menos restrictivo más rápidamente, y deberían tener muchos menos rearrestos tras su liberación”.

“Estrategias políticas basadas en data y el desarrollo de consenso, incluyendo las que están siendo usadas por el Comité del alcalde, son modelos para legisladores en todas partes que buscan mejorar la respuesta a gente enfermedades mentales involucrados con el sistema de justicia”, dijo Michael Thompson, director del Centro de Justicia del Concejo de Gobiernos Estatales (Council of State Governments Justice Center, en inglés).

Los Equipos legales de Intervención y Recursos darán recomendaciones a los jueces — en base a datos verificados — para administrar mejor a enfermos mentales involucrados en el sistema judicial.  Los acusados con problemas significativos de salud mental que no representan un riesgo sustancial de nuevos arrestos o falta de comparecencia serán recomendados para libertad bajo supervisión comunitaria a cargo de grupos expertos que reportarán al juzgado del progreso de los clientes.  Un segundo grupo de acusados, aquellos que no representan un riesgo sustancial de ser arrestados de nuevo pero representan un alto riesgo de no comparecer en el tribunal, serán elegibles para alternativas al encarcelamiento donde podrán recibir los servicios y el cuidado que necesitan.  (Los delincuentes que presentan un alto riesgo de fuga y de rearresto no serán elegibles para esta alternativa).

Datos del Gobierno local muestran que 36 por ciento de los reclusos en la Ciudad de Nueva York (incluyendo 58 por ciento de mujeres presas y 42 por ciento de reclusos de 16 a 18 años de edad) tienen algún nivel de enfermedad mental comparado con menos de uno de cada cuatro en 2005.  Un porcentaje aún más grande de adultos jóvenes en custodia del Departamento de Corrección — 42 por ciento — han sido diagnosticados con una enfermedad mental.  La duración promedio de la estadía en prisión para los reclusos con enfermedades mentales es de 112 días, comparado con 60 días para aquellos sin enfermedades mentales.  Para los hombres jóvenes de 16 a 24 años de edad la diferencia es más pronunciada (156 días comparado con 67 días).  Los enfermos mentales tienen menos probabilidad de pagar fianza y permanecen en prisión dos veces más que los reclusos sin problemas de salud mental, aun si cometieron delitos similares y tienen montos de fianza similares, ya que tienden a tener menos recursos financieros y/o familias y amigos dispuestos a pagar la fianza.  Esta disparidad en la estadía es aplicable aun tomando en cuenta y controlando cargos, el riesgo de ser arrestado de nuevo y las tasas actuales de rearresto.  Las diferencias en la duración de estadías también persisten sin importar el sexo o el condado en el que fue cometido el crimen.  La encarcelación de reclusos con enfermedades graves de salud mental cuesta casi tres veces más la de aquellos sin enfermedad mental debido a los recursos dedicados a una supervisión y atención de salud médica y mental apropiados.

El anuncio de hoy sigue el progreso logrado por el Comité de dirección de la Alcaldía de la Iniciativa de Justicia y Salud Mental (Citywide Justice and Mental Health Initiative, en inglés) que se reunió por primera vez en septiembre de 2011.  Dirigido por la vicealcaldesa de Salud y Servicios Humanos Linda Gibbs y el asesor principal de Políticas John Feinblatt, el Comité se enfocó en la pregunta de por qué, aun cuando el crimen ha bajado y la población en prisiones ha descendido, el porcentaje de enfermos mentales reclusos ha aumentado.  Los miembros del Comité incluyen a la comisionada del Departamento de Corrección Dora Schriro, el comisionado del Departamento de Salud e Higiene Mental Tom Farley, el comisionado del Departamento de Libertad Condicional (Probation, en inglés) Vincent Schiraldi, el presidente de la Corporación de Salud y Hospitales (HHC, en inglés) Alan Avilés, el comisionado del Departamento de Servicios para Desamparados (DHS, en inglés) Seth Diamond y representantes de servicios legales, organizaciones comunitarias, de fiscalías y el poder judicial.

El Centro de Justicia del Consejo de Gobernadores Estatales (CSG, en inglés), una reconocida organización nacional de investigación y políticas, asesoró y proporcionó apoyo al Comité de dirección.  Su análisis, las entrevistas con partes interesadas y el informe con recomendaciones basadas en investigación y mejores prácticas nacionales emergentes fue apoyado por el Buró de Asistencia a la Justicia del Departamento federal de Justicia y la Fundación de Jacobo y Valeria Langeloth para ayudar a posicionar a Nueva York como modelo potencial para otros lugares.