“Buenos días, graduados, facultad, familiares y amigos — todos y cada uno de ustedes, un ‘Dip’.  Presidente Porterfield, gracias por esa amable introducción.  Que se sepa que el presidente ha sido un anfitrión sumamente gentil. Incluso fui por helado a su oficina, y enviamos mensajes de Twitter juntos.

“A la gran Clase de 2012, los saludo, valientes de Blanco y Azul.  Este es su día.  Les prometo que seré breve — porque se que muchos de ustedes aún se están recuperando de su viaje por Myrtle Beach.  No querría que el más grande obstáculo entre ustedes y sus diplomas sea yo.

“Pero antes de impartir algo de mis invaluables, indispensables palabras sabias, quisiera decir algo acerca de otro grupo importante que está aquí hoy.  Ellos están sentados ahí afuera esta mañana, relucientes de orgullo y sin pensar ni siquiera en lo que costó para llegar a este día — o lo que ocurrirá si ustedes no pueden conseguir un empleo y tienen que mudarse de nuevo a casa.  Estoy hablando acerca de sus padres y parientes.  Así que permítanme darles un gran aplauso.  Ellos lo merecen.

“Que se me pida hablar en Franklin & Marshall es realmente emocionante para mí.  Después de todo, más de 200 estudiantes aquí vienen de la ciudad más grandiosa en el mundo — Nueva York, Nueva York.  Uno de sus graduados,  un miembro de la Clase de 2010, está incluso trabajando en mi oficina — Shadoe Tarver.

“Y por mucho tiempo he considerado a muchos otros graduados de F&M como voces y asesores de confianza — incluso a uno de los principales consultores políticos de la nación, Bill Knapp; el expresidentes del Comité Nacional Republicano, Ken Mehlman; el jefe de personal de Ronald Reagan, Ken Duberstein; y mi primera vicealcaldesa, Patti Harris.  Como pueden ver, sencillamente yo tenía que estar aquí.

“Estoy listo para este momento — y se que ustedes también lo están.  Ustedes han pasado tanto durante el tiempo que han estado en este campus, sobrevivieron cuatro años en lo que el Daily Beast de Newsweek llamó ‘el cuarto colegio o universidad más riguroso en la nación’.  Sobrevivieron al cierre de Quiznos and Pandini’s.

“Ustedes sobrevivieron horas y horas de búsqueda de un lugar para estacionar — solo para encontrar, al regresar al lugar, que su automóvil había sido remolcado.  Algunos de ustedes sobrevivieron dormir en el sótano de Schnader and Brooks.  Muchos de ustedes sobrevivieron los estándares de salud e higiene de Hildy’s Tavern — los cuales entiendo que son, digamos, un poco flexibles.

“Y todos ustedes sobrevivieron mirar la construcción en curso de New College House — el increíble dormitorio palaciego con sus hermosas alfombras y estudios — sabiendo que nunca vivirían ahí.  Si, ustedes sobrevivieron — pero también avanzaron allí.

“Díganme de otra escuela donde un estudiante de primer año puede asistir a seminarios en sus pijamas o donde el equipo de baloncesto tuviera una racha memorable hasta los Ocho de la elite — dirigido por el entrenador más ganador en la historia de la División 3, Glenn Robinson.  Díganme de otra clase de último año cuya facultad y administración estarán tan tristes de verlos partir, que un decano legendario — el Decano ‘S’ — ha decidido jubilarse en vez de continuar.  O una clase de último año que pudiera ver a Obama y a McCain en su primer año, y luego a Lupe Fiasco en el último.

“Padres, en caso de que no sepan quién es Lupe Fiasco, actualícense.  ‘El show continúa’  (‘The Show Goes On’, en inglés) — y, saben, ese es realmente un buen tema para el día de hoy.  A partir de casi una hora, el show realmente continúa para ustedes al partir de aquí y empezar la siguiente etapa de sus vidas.  La única pregunta es: ¿qué tipo de show será?

“¿Entrarán directamente en la fuerza laboral?  ¿Se unirán a un programa como el Cuerpo de Paz o Teach for America?  ¿Volverán a la escuela para obtener otro título? ¿O se tomarán un tiempo para viajar por el mundo?  Es el show para que creen ustedes — y lejos de ser yo o nadie más — pero, lo que sea que decidan hacer, espero sinceramente que ustedes estarán a la altura de los ejemplos que dieron los dos hombres de quienes su escuela lleva su nombre: el padre fundador Ben Franklin y el juez de la Corte Suprema John Marshall.

“Cada uno de ellos, en sus propias maneras extraordinarias, dedicó su vida a servir a este gran país y a construir la nación más libre en la tierra.  Y estas dos cualidades — el deber de servir y el espíritu de independencia — son exactamente de lo que quiero hablarles hoy.

“Permítanme empezar con la independencia — que es tan fundamental para nuestra identidad como estadounidenses.  Es la convicción que dio pie a la fundación de nuestra nación y la fuerza impulsora de su éxito.  Y aun así, hoy miro a Washington y veo un serio reto a nuestro espíritu de independencia.  Es un procedimiento operativo estándar que, cuando los demócratas proponen una idea, los Republicanos se oponen — y viceversa — solo porque no es su idea.

“Ambos grupos creen apasionadamente que tienen la razón y el otro está equivocado — porque ningún grupo cuestiona los conceptos asumidos que yacen bajo las posiciones de su propio partido  Aprendí eso mucho tiempo atrás — cuando estaba en el sector privado: que uno nunca debería aceptar al estatus quo, y nunca aceptar algo solo porque ‘esa es la manera como ha sido siempre’.

“Cuando fui relegado a un trabajo sin futuro en mi vieja empresa Salomon Brothers, observé parte de la tecnología y pensé: ¿por qué no podemos hacerlo de modo distinto — y mejor?  Nadie estaba interesado en eso.  Cuando uno pertenece a un grupo — ya sea en una compañía u organización no lucrativa o partido político — se tiende a aceptar su modo de hacer las cosas.

“No lo hagan.  Hagan preguntas tontas — porque existe la posibilidad de que no serán tan tontas.  Tomen una idea — y luego póngala de cabeza.  Después de todo, si Ben Franklin hubiera aceptado la manera como eran las cosas, aún estaríamos encendiendo las luces con un fósforo.  El servicio más valioso que ustedes pueden rendir para cualquier organización — y para su país — en pensar de manera independiente.

“Ahora, a veces eso viene con un precio.  Yo fui despedido de mi empleo. Y el orador de la graduación de F&M el año pasado — el senador republicano Dick Lugar — acaba de perder en una primaria esta semana porque había sido una voz tan independiente en Washington.

“El senador Lugar forjó una carrera como uno de los miembros más respetados del Senado de los Estados Unidos al pensar independientemente y establecer lazos con opositores en los asuntos que importan más a los estadounidenses.  Fue alguien que siempre estuvo dispuesto a defender lo que creía — aun cuando significara estar en desacuerdo con miembros de su propio partido.  Y por eso perdió su trabajo.

“Pero no fue solo el senador Lugar quien perdió; todos perdimos.  El compromiso del senador Lugar con la independencia es exactamente lo que nuestra nación necesita ahora mismo.  Lo necesitamos en cada industria — pero especialmente en la política.  No importa cuán firme sea su convicción como demócrata o republicano; tengo noticias para usted — ningún partido tiene un monopolio de la verdad, o a Dios de su lado.

“Así que, ya sea que ustedes pertenecen a un partido político o no — sean pensadores independientes.  Pongan a las ideas de cabeza.  Mírenlas desde perspectivas diferentes.  Puede ser solitario a veces; puede hacerles impopulares a veces; puede ser peligroso para sus carreras.  Pero la independencia está en el centor de la innovación — y el progreso.

“Así que, la próxima vez que alguien les diga por qué no se puede hacer algo, o por qué algo es la mejor idea o la peor idea, recuerden a Ben Franklin y su espíritu de independencia.  La ausencia de independencia en Washington ha producido un atasco en los problemas más graves de la nación, lo cual significa que nos toca al resto ponernos de pie y que se nos tome en cuenta.

“Y eso me trae al segundo concepto del que quiero hablar hoy — el servicio.  Como una vez escribió uno de mis autores favoritos, ‘Siempre he respetado a aquellos que intentaron cambiar el mundo para mejor, en vez de solo quejarse de ello’.  Esa cita es de una conmovedora autobiografía escrita hace más de 10 años — concretamente, la mía.  Pero, si entonces lo creía, ahora lo creo aun más — y me alienta especialmente lo que veo aquí en esta universidad.  El espíritu de servicio es más fuerte que nunca en la Clase de F&M de 2012.

“Después de todo, antes de su primer día de clases como estudiantes de primer año, todos ustedes hicieron algún tipo de servicio comunitario por medio del programa ‘Pit’.  Y ya sea la labor realizada por los estudiantes del curso ‘Human Rights-Human Wrongs’ (o ‘Derechos humanos-Yerros humanos’) ayudando a personas en busca de asilo político, o lo que hacen cada año los estudiantes atletas para limpiar Lancaster, o lo que los miembros del programa VITA han hecho por ayudar a residentes de bajos ingresos de Lancaster a cobrar más de $700K en créditos fiscales, muchos de ustedes han seguido retribuyendo durante sus cuatro años aquí.

“El servicio es una parte fundamental de la experiencia F&M.  Hay un verso en el himno de su escuela.  No la cantaré, pero dice textualmente ‘Brindaremos al mundo nuestro servicio’.  Mi consejo para ustedes es: No olviden esto.  No pierdan nunca de vista esa responsabilidad.  He hecho muchas cosas fabulosas: He lanzado la primera pelota el Día de apertura; tuve un rol estelar en un episodio de Curb Your Enthusiasm y le grité a Larry David; y he bailado con Lady Gaga en la celebración de la Víspera del año nuevo.  Pero esas emociones son fugaces — créanlo o no — y al final no muy satisfactorias.

“Las emociones que realmente permanecen con nosotros para siempre — estoy seguro de que muchos de ustedes lo saben — son las que uno consigue al retribuir a su comunidad.  Y como alguien quien está en posición de ver de cerca el impacto real del servicio público para millones de neoyorquinos, puedo decirles — cada minuto de servicio ayuda en más maneras de las que se puede contar.  No importa cuán ocupados estén en sus carreras y al empezar sus familias, los insto a encontrar tiempo siempre para brindar algún tipo de servicio. 

“Después de todo, somos una nación de voluntarios.  Es el pegamento que nos une como norteamericanos.  Creo que una de las cosas alentadoras que salieron del 11-S es un renovado espíritu de servicio.  Estadounidenses de todo tipo de origen — pero especialmente de su generación — quieren hacer más en ayudar al mundo.  Creo que es fantástico que el número de estudiantes de último año de F&M que entran en “Teach for America” se ha triplicado este año.  Eso dice mucho acerca de esta clase — y es una señal alentadora para el futuro.

“En la Ciudad de Nueva York, hemos trabajado para aprovechar este espíritu de servicio — y no les sorprenderá saber que una exalumna de F&M ha encabezado la gestión: Patti Harris.  Patti es una de mis asesores más cercanos y de más confianza.  Cuando dirigía mi empresa, Patti estaba a cargo de la filantropía.  Y entonces, después de ser elegido alcalde, la hice mi primera vicealcaldesa.  De hecho, ella es la única mujer que es primera vicealcaldesa en la historia de la Ciudad de Nueva York.  A la vez, también dirige mi fundación de caridad, la cual está financiando iniciativas globales en varias áreas — tales como la salud pública, la educación, el medio ambiente, las artes y la innovación en el gobierno.

“En el Ayuntamiento, Patti está a cargo de muchas cosas — incluyendo la difícil tarea de asegurar que yo no diga algo tonto.  Pero uno de sus principales logros durante nuestra Administración es realizar mi plan para hacer de Nueva York la ciudad más fácil donde rendir servicio voluntario.  Esta iniciativa es llamada NYC Service, y durante los últimos tres años hemos reclutado y movilizado a más de 1.8 millones de voluntarios.

“Los hemos desplegado estratégicamente por toda la ciudad en maneras que nos ayudan a realizar nuestra ambiciosa agenda de salud, educación, lucha contra la pobreza y otras metas.  Por ejemplo, unos están impartiendo clases gratis de preparación física en vecindarios con una alta incidencia de obesidad.  Otros están pintando tejados de edificios con una capa de pintura reflejante que reduce los costos de energía y la huella de carbono de nuestra ciudad.  Y muchos otros están trabajando en nuestras escuelas como mentores para estudiantes de intermedias y ayudándolos a alcanzar todo su potencial.

“NYC Service es la primera vez en que una ciudad norteamericana ha emprendido un esfuerzo para dirigir a voluntarios hacia sus retos más apremiantes.  Ha tenido tanto éxito que nos hemos comprometido a ayudar a otras ciudades para que lancen sus propios programas de servicio; más de 100 ciudades de todo el país ya están participando.  NYC Service también refleja todo en lo que Patti y yo creemos — que todos pueden servir y retribuir, y que no hay nada más importante o más gratificante que podamos hacer en nuestras vidas.

“Hablando sobre ‘retribuir’, creo que sería negligente de mi parte no mencionar que una de las primeras formas en que pueden retribuir es en sus escuelas.  En realidad, una de las primeras donaciones que hice en mi vida fue a mi propia alma máter, Johns Hopkins.  Fue el año después de mi graduación, y busqué muy a fondo y les envié $5.  Pensé, muy generoso de mi parte.  Pero inició una carrera de donaciones a Johns Hopkins — y el mes pasado, en uno de los momentos más gratificantes de mi vida, inauguré un nuevo hospital para niños en el campus que lleva el nombre de mi madre.

“Retribuyan a sus escuelas y, les prometo, las recompensas serán aun mayores.  Siempre he sentido cierto orgullo cuando alguien de Johns Hopkins realizó un descubrimiento científico o gana el Premio Nobel, ya que no puedo evitar el sentir que fui parte de ello — por muy pequeña que sea.  Así que comprométanse a una vida de servicio y a marcar una diferencia — y consideren empezar en su escuela.

“Siempre que llego a la conclusión de un discurso de graduación me enfrento al mismo dilema: ¿cómo puedo decirles a los graduados que el futuro del mundo está en sus manos sin asustar al resto de la audiencia?  Pero la verdad es que no tengo duda alguna de que la increíble educación y experiencia que han tenido en Franklin & Marshall les ayudará lograr grandes cosas.

“Algunos de ustedes se dirigen al mercado laboral empezando el lunes por la mañana.  Para algunos, eso tomará un poco más de tiempo.  Mi consejo para ustedes: no se preocupen de inmediato por su salario o su título.  Su primer empleo — ya sea si es su sueño o uno temporal que hayan tomado hasta que la economía mejore — debería ser algo que enseñe, aporte humildad y estimule.  Así — no importa lo que elijan hacer — ustedes querrán empezar a las 6:00 AM; quedarse hasta medianoche; dar lo mejor de sí; y ni siquiera parecerá como un sacrificio.

“Se darán cuenta de que, aunque la suerte juega un papel en el éxito, mientras más duro trabajan, más suerte tendrán, y les irá cada vez mejor.  Y no se desesperen si sus caminos profesionales no siguen una línea recta.  Muchas personas exitosas hacen cosas que son sumamente distintas a lo que hicieron al empezar.  Véanme a mí: me gradué de la universidad como ingeniero eléctrico.  Pensé que llegaría a ser un fantástico ingeniero eléctrico.  El problema era que ninguno de mis profesores lo creía así — por lo cual asistí a la escuela de negocios.

“En el transcurso de sus vidas, habrá subidas, bajadas y zigzagueos.  A mí me han contratado y despedido — elogiado y vilipendiado.  He dicho las cosas más brillantes que me venían a la lengua, y las cosas más tontas que puedan imaginar.  Pero cada día — aun el día en que supe que iba a ser despedido — fue un día que esperé con antelación, ya que siempre he sentido que el mañana será mejor.

“A veces será difícil — pero el mundo, más que nunca, necesita de su talento, sus ideas, su energía, su gran entusiasmo y antes que nada, de su espíritu de independencia y servicio.  Así que beban una última cerveza en Hildy’s hoy — porque mañana empieza el verdadero trabajo.  Y el show continúa.

“Felicidades a todos en este magnífico día”.