“Aplaudo al Presidente Obama por su continuo liderazgo en reforma educativa y su llamado para que el  Congreso reforme puntos esenciales de la Ley federal No Child Left Behind antes del nuevo año lectivo.  Si vamos a ofrecer a nuestros niños una verdadera oportunidad para que triunfen en este mundo cada vez más competitivo, esto debe empezar con la reforma de nuestros sistemas de educación.

“En la Ciudad de Nueva York hemos puesto en práctica muchas de las reformas que el Presidente ha propuesto, incluso un sistema de rendición de cuentas que mide el desarrollo individual de los estudiantes, vincula la efectividad de los maestros con los logros estudiantiles, y asegura que ofrezcamos mejores oportunidades a nuestras comunidades más desaventajadas.  Estas reformas han sido una parte esencial de nuestro éxito en arreglar un sistema de escuelas públicas descompuesto, y por mucho tiempo he creído que deberían ser incorporadas a la reautorización de la Ley federal No Child Left Behind. 

“Pero la misma actitud de urgencia debe ser inculcada en nuestras legislaturas estatales, que en este momento se encuentran enfrentando importantes opciones de políticas como resultado de severos retos presupuestarios.  A medida que afrontamos estas cuestiones, debe tener prioridad en nuestros pensamientos el hecho de que el futuro de nuestros niños, y la seguridad económica de nuestra nación, dependerán totalmente de nuestra capacidad para educar a una nueva generación de estudiantes.  El momento es bueno para un cambio, y es fundamental que sobrepasemos intereses muy arraigados, y aprovechemos esta oportunidad en nombre de nuestros niños”.