“Buenos días.  Les habla el alcalde Mike Bloomberg.

“¿Sabían ustedes que la mayor parte de la sal en nuestras dietas (de hecho, casi 80%) no viene de nuestros saleros — ya está en nuestras comidas a la hora de llegar a la mesa?  Eso significa que la mayoría de nosotros estamos consumiendo mucha más sal de la que deberíamos — y ni siquiera nos damos cuenta.

“Los fabricantes de alimentos y restaurantes usualmente añaden mucha sal a sus productos — a menudo como preservador o como agente de fermentación.  Y muchas veces — especialmente en el caso de panes y panecillos — estas comidas ni siquiera tienen un sabor salado… por lo cual ahora los norteamericanos reciben casi el doble de la cantidad diaria recomendada de sal, sin ni siquiera tratar.

“Todos necesitamos una cierta cantidad de sodio, pero demasiado puede causar hipertensión, lo cual a su vez conduce a cardiopatía y en algunos casos apoplejía — dos de las principales afecciones que causan la muerte en nuestro país.  Ésta es la razón por la que nuestra Administración ha encabezado una ambiciosa campaña voluntaria nacional — compuesta por importantes organizaciones de salud al igual que departamentos de salud de otras ciudades y estados — todo con el fin de reducir el nivel de sal en los productos alimenticios.

“Reducir la cantidad de sodio en nuestras dietas ha sido una prioridad de salud pública durante 40 años — pero en ese tiempo el problema solo ha empeorado.  Entonces, ¿por qué creemos que nuestra iniciativa será distinta?  Porque hemos logrado algo que nunca se ha hecho antes — y que muchos creyeron imposible: Hemos colaborado con los principales fabricantes de alimentos para fijar metas concretas y alcanzables en las que todos podemos estar de acuerdo.

“La semana pasada, 16 compañías de alimentos firmaron voluntariamente este esfuerzo — incluyendo marcas de renombre tales como Kraft, Starbucks, Heinz, Subway y Fresh Direct.  Estas se han comprometido a reducir el nivel de sal en muchos de los productos que todos disfrutamos.  Y lo harán sin comprometer la calidad y sin sacrificar el sabor — al implementar los cambios poco a poco para que nuestro paladar ni siquiera lo note.

“Con la ayuda de estas 16 compañías — y de aun más empresas por unirse — estamos tratando de reducir en un 20%la cantidad de sal en la dieta del norteamericano promedio para el 2014.  Al hacer esto, esperamos salvar las vidas de algunos de los más de 23,000 neoyorquinos — y 800,000 norteamericanos — que mueren innecesariamente cada año debido a cardiopatía y apoplejía.

“Es una empresa ambiciosa, pero sabemos que se puede hacer — y también sabemos que esto puede ser el empiezo de un movimiento de salud pública más grande y más extenso.  Cuando en la Ciudad de Nueva York eliminamos el fumar en los bares y restaurantes… y cuando prohibimos las grasas trans y requerimos la publicación del conteo de calorías en los restaurantes… mucha gente predijo que no funcionaría.  Pero ocurrió justamente lo opuesto — sí marcó una diferencia, a la gente le gusta, y otras ciudades y países siguieron nuestro ejemplo.

“Ahora la Ciudad de Nueva York lo hará otra vez.

“Les habló el alcalde Mike Bloomberg.  Gracias por su atención”.