PARA DIFUSIÓN INMEDIATA PR- 179-10 26 de abril de 2010 EL ALCALDE BLOOMBERG, LA VICEALCALDESA GIBBS Y EL COMISIONADO DE SALUD ANUNCIAN PRIMERAS COMPAÑÍAS COMPROMETIDAS CON LA INICIATIVA NACIONAL DE REDUCCIÓN DE LA SAL La iniciativa nacional que encabeza la Ciudad de Nueva York establece un marco de trabajo para reducir en 25% el sodio en las comidas empacadas y de restaurantes para el año 2014 La iniciativa de participación voluntaria podría prevenir decenas de miles de muertes innecesarias causadas por derrames y ataques cardíacos El alcalde Michael R. Bloomberg, la vicealcaldesa de Salud y Servicios Humanos Linda I. Gibbs y el comisionado del Departamento de Salud e Higiene Mental (DoHMH, en inglés) Dr. Thomas A. Farley anunciaron hoy las primeras 16 compañías en comprometerse formalmente a al Iniciativa nacional para la reducción de la sal (National Salt Reduction Initiative, en inglés), una colaboración público-privada creada para reducir en 20% el consumo de sal de los ciudadanos en un plazo de cinco años. La Ciudad de Nueva York empezó hace dos años a coordinar esta gestión de participación voluntaria. La National Salt Reduction Initiative ya incluye a 18 organizaciones nacionales de salud; 29 ciudades, estados y entidades relacionadas; y algunas de las principales empresas de alimentos del país, entre ellas Au Bon Pain, Boar’s Head, FreshDirect, Goya, Hain Celestial, Heinz, Kraft, LiDestri, Mars Food, McCain Foods, Red Gold, Starbucks, Subway, Unilever, Uno Chicago Grill y White Rose. Durante el anuncio, que tuvo lugar en la Sala Azul de City Hall, se sumaron al alcalde Mark Broadhurst, director de Asuntos Corporativos y Política Pública Estatal de Mars Foods; Lanette Kovachi, dietista corporativo de Subway; Nancy Brown, ejecutiva principal de la Asociación Americana del Corazón (American Heart Association o AHA, en inglés); Ursula Bauer, directora del Centro Nacional para Prevención de Enfermedades Crónicas y Promoción de Salud de la oficina federal de Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés); y el doctor Jonathan Fielding, director de Salud Pública del condado de Los Angeles y presidente del la Fuerza de Servicios Preventivos de los Estados Unidos (United States Preventive Services Task Force, en inglés). “Trabajando unidos en los últimos dos años, hemos podido lograr algo que muchos dijeron era imposible, estableciendo metas concretas y alcanzable para la reduccio de la sal”, dijo el alcalde Bloomberg. “La Iniciativa nacional para la reducción de la sal tiene el potencial de salvar decenas de miles de vidas que de otra manera se habrían perdido por enfermedades cardiovasculares en los próximos años”. “Hasta que fue creada la Iniciativa nacional para la reducción de la sal, no había una plataforma para que organizaciones públicas y privadas desarrollaran solucinoes a este problema mayor de salud”, dijo la vicealcaldesa Gibbs. “Y aunque ciertamente seguimos ampliando este programa, hemos dado un paso muy importante de avanza para ayudar a la gente a vivir vidas más largas y saludables”. “Reducir la ingesta de sal ha sido una prioridad de salud pública por décadas”, dijo el comisionado Farley. “Ahora podemos decir que estamos dando los primeros pasos para lograrlo. Esto fue hecho posible porque las agencias y organizaciones que se han unido para hacer de esta una iniciativa verdaderamente nacional, y agradecemos especialmente a este grupo de compañías que están dirigiendo a la industria de alimentos hacia un suministro de comidas más sanas. Esperamos ampliar la participación de la industria en este esfuerzo vital de salud pública”. Los norteamericanos consumen aproximadamente dos veces el límite recomendado de sal cada día, causando la generalización de la hipertensión sanguínea y ponienndo a millones en peligro de ataques cardíacos y derrames. Sólo 11 por ciento del sodio en nuestras dietas viene de nuestros propios saleros; casi 80 por ciento es añadido a las comidas antes de que sean vendidas. El sodio en la sal es un gran contribuyente de la alta presión sanguínea, que a su vez ocasiona derrames y ataques al corazón, las principales causas de muertes prevenibles en la nación. Solo en la Ciudad de Nueva York, estas condiciones causan 23,000 muertes cada año — más de 800,000 en todo el país — y cuestan a los estadounidenses miles de millones de dólares en gastos de atención médica. El límite diario recomendado para la ingesta de sodio es de 1,500 mg para la mayoría de los adultos, y 2,300 mg para otras personas. Algunos productos alimenticios contienen esa cantidad de sodio en una porción. Pero gran parte de la sal en las dietas de los estadounidenses viene del pan, bollos o panecillos y otras comidas que no tienen un sabor salado. Los niveles de sal pueden variar drásticamente entre productos populares de la misma categoría tales como los cereales para el desayuno, indicando que la reducción de niveles es tanto técnicamente factible como comercialmente exitosa. El 20 de abril, la organización Institute of Medicine publicó un informe destacando la urgente necesidad de reducir la ingesta de sodio en los Estados Unidos. El reporte recomienda que la Administracio de Alimentos y Fármacos (U.S. Food and Drug Administration o FDA, en inglés) utilice su potestad regulatoria para reducir la sal en el suministro de alimentos de la nación, pero también observa que las colaboraciones público-privadas pueden “lograr reducciones significativas en la ingesta de sodio antes de la implementacio de estándares obligatorios”. La Iniciativa nacional para la reducción de la sal ya ha empezado este proceso, y monitoreará los niveles de sodio en 62 categorías de comidas empacadas y 25 categorías de comidas de restaurantes. Además de seguir el progreso de la industria, esta iniciativa también hará rendir cuentas a las compañías por cumplir con sus objetivos. Las compañías presentes en el día de hoy han realizado compromisos para reducir el sodio en 49 de las categorías de alimentos empacados de la National Salt Reduction Initiative y 15 de las categorías de restaurantes (ver documento adjunto). Estos compromisos son un primer paso hacia un abastecimiento de comida más sana. Autoridades federales de salud han expresado su apoyo a la Iniciativa, notando la urgente necesidad de una acción coordinada nacional para reducir el sodio en el suministro de alimentos. “Nos alientan los esfuerzos voluntarios, incluyendo la Iniciativa nacional para la reducción de la sal”, escribió el Dr. Joshua M. Sharfstein, principal subcomisionado de la FDA, en una reciente carta abierta. “Tales esfuerzos son muy importantes para lograr progreso en este problema de salud públca”. “Aplaudimos los esfuerzos del alcalde Bloomberg y la Ciudad de Nueva York para encabezar esta iniciativa”, dijo Mike Wilson, vicepresidente de Investigación y Desarrollo de Mars Food US. “La NSRI complementa la estrategia más amplia y de largo plazo en Mars Food, y sirve como ejemplo de cómo las colaboraciones públicas y privadas pueden afectar positivamente los esfuerzos de salud y nutrición”. “Reducir el sodio en nuestra comida es un compromiso que hemos hecho en nuestros restaurantes globalmente”, dijo Lanette Kovachi, dietista corporativa de Subway. “Nos sentimos orgullosos en colaborar con la Iniciativa nacional para la reducción de la sal. Esta proporcionará un importante barómetro para ayudarnos a medir el progreso que estamos logrando”. Acerca de la Iniciativa nacional para la reducción de la sal La Iniciativa nacional para la reducción de la sal fue creada con la meta de recortar en 25% la sal en comidas empaquetadas o en restaurantes en un plazo de cinco años — un logro que reduciría el consumo nacional de sal en 20% y prevendría muchos miles de muertes prematuras. Tras un año de consultas técnicas con líderes en la industria de alimentos, la iniciativa desarrolló objetivos específicos para ayudar a las compañías a reducir los niveles de sal en 62 categorías de alimentos empacados y 25 categorías de alimentos en restaurantes. Cuando una compañía se une a la iniciativa, se compromete a que las ventas totales en una categoría dada alcanzarán el objetivo pertinente del contenido de sal, aun si ciertos productos no lo logran en forma individual. Una compañía que vende tres marcas de galletas saladas de igual popularidad, por ejemplo, podría mantener una de ellas salada siempre que las ventas totales de galletas saladas alcancen su objetivo. Si los fabricantes y restaurantes trabajan en forma sincronizada para reducir el promedio del contenido de sal, los consumidores disfrutarán los beneficios de salud sin una diferencia perceptible en el sabor. “Disminuir el sodio es esencial para revertir la tendencia de más norteamericanos desarrollando hipertensión — un importante factor de riesgo para cardiopatía y derrames”, dijo Nancy Brown, ejecutiva principal de la American Heart Association (AHA). “Ajustar nuestras preferencias de gusto, la fabricación de alimentos y métodos de mercadeo no es fácil — pero esfuerzos tales como la Iniciativa nacional para la reducción de la sal son pasos en la dirección correcta. Estos esfuerzos deben ser elogiados como un primer paso importante hacia una reducción significante de la sal en el suministro de alimentos”. “Esta experiencia prueba que no hay contradicción alguna entre un resultado financiero saludable y una nación más saludable”, dijo el Dr. Fielding, director de Salud Pública de Los Ángeles, hablando en nombre de los muchos colaboradores gubernamentales, estatales y municipales de la NSRI. Este programa sigue el modelo de un programa similar en el Reino Unido, donde los fabricantes de alimentos han reducido los niveles de sal en 40% por ciento o más en algunos de sus productos. Canadá, Australia, Finlandia, Francia, Irlanda y Nueva Zelanda también lanzaron iniciativas nacionales para ayudar a reducir la sal en los alimentos. La Iniciativa nacional para la reducción de la sal recibió un gran apoyo de filántropos y donantes, incluyendo la Fundación W.K. Kellogg. Los fondos para la evaluación del consumo de sal en la población fue proporcionado por la Fundación Robert Wood Johnson, la Fundación de Salud del Estado de Nueva York, la Asociación Nacional de Funcionarios de Salud de Condados y Ciudades (National Association of County & City Health Officials, en ingles), y la oficina federal de Centros de Control y Prevención de Enfermedades. *Colaboradores de la Iniciativa Nacional de Reducción de la Sal Alaska Department of Health and Social Services (Departamento de Salud y Servicios Sociales de Alaska) *Signatarios hasta el 23 de abril de 2010 CONTACTO PARA LOS MEDIOS DE DIFUSIÓN: Stu Loeser / Jessica Scaperotti (212) 788-2958 Erin Brady / Celina DeLeon (Department of Health) (212) 788-5290 |
Vea las fotos (en inglés) Compromisos corporativos y comentarios de la NSRI (PDF en inglés) Vea el video (en inglés) en 92k o 512k |