Formato Amistoso con la Impresora Envíe a un Amigo


PARA DIFUSIÓN INMEDIATA
PR- 329-08
25 de agosto de 2008

EL ALCALDE BLOOMBERG HABLA EN FUNERAL DE AGENTE DE TRÁNSITO DONNETTE SANZ Y SU HIJO SEAN MICHAEL

A continuación se presenta el discurso pronunciado por el alcalde Michael R. Bloomberg.

“Comisionado Kelly, miembros del NYPD, amigos y familiares de Donnette y Sean Michael Sanz, y especialmente aquellos que han viajado tanto desde Jamaica para acompañarnos en nuestra tristeza común: buenos días.  La Ciudad realmente les abre sus brazos a ustedes durante este período difícil.

“Nueva York es una ciudad de la oportunidad, un lugar donde, por siglos, la gente de todo el mundo ha venido a perseguir el Gran Sueño Americano.  Y Donnette fue uno de esos soñadores.  Y aunque nos fue arrebatada tan pronto, ella estaba viviendo ese sueño.  Nueva York dio a Donnette una oportunidad, y ella nos dio muchísimo más.

“Antes que nada, Donnette dio el regalo de la vida a su esposo Rafael, a quien le donó un riñón, y a su hijo Sean Michael, que vino al mundo contra todo pronóstico.  Y el tiempo que estuvo en vida fue trágicamente breve, pero suficientemente largo como para llenar nuestros corazones con amor.  Donnette también nos dio el regalo de la risa.

“Desafortunadamente nunca tuve la oportunidad de conocer a Donnette, pero me dicen que ella tenía el tipo de risa profunda y alegre que la gente recordaba mucho después de que ella dejara un lugar.  Yo estuve mirando las fotos en la televisión e intentando imaginar cómo era ella, cómo habría sido si yo hubiese tenido una conversación con ella, contando algunas bromas y riéndonos de los problemas que tenemos, algunos de los cuales estamos solucionando y algunos de los cuales tenemos que resolver.

“Cuando sus compañeros agentes de tránsito regresaban de un día estresado en el trabajo, siempre podían contar con Donnette para aligerar su estado de ánimo con una broma o un comentario divertido, o incluso una de sus tristemente célebres miradas.  Para todos los neoyorquinos, los que la conocieron, y los que nunca la conocieron, Donnette dio a esta ciudad el regalo del servicio.

“En una ciudad grande y ajetreada, mantener el orden y la seguridad en nuestras calles es absolutamente crítico para nuestra calidad de vida.  Y yo tengo un enorme respeto y admiración por los hombres y mujeres que salen cada día en todo tipo de condición atmosférica y sacrifican su propio confort y seguridad para proteger al resto de nosotros.

“Donnette prestó un servicio esencial para sus conciudadanos y lo hizo con gracia y dignidad.  En todo el tiempo que Donnette pasó en la unidad de Citaciones judiciales, su supervisor nunca presentó una sola queja sobre ella.

“Cualquiera que haya sido jamás testigo de la reacción de un neoyorquino que encuentre una multa sobre su automóvil puede apreciar cuan difícil es para nuestros agentes de tránsito mantener su ecuanimidad, pero Donnette nunca tuvo problema alguno para mantener la calma.

“Sus compañeros de trabajo la describían como una verdadera dama, primero y antes que nada.  Ella nunca guardó rencores o ira, e intentó ayudar a los que la rodeaban a ver lo positivo de la vida.  ‘Supera toda tu negatividad’, les decía, ‘No estoy metida en eso’.

“Ahora, yo me siento exactamente igual con relación a la ciudad; no somos perfectos, pero estamos mejorando, y no somos perfectos, pero estamos mejor que en cualquier otro lugar.

“No se qué le dio a Donnette su increíble sentido de autoestima; quizá fue parte de su origen jamaicano.  Donnette creció en una isla conocida por su belleza y serenidad, y parece que llevaba un poco de eso con ella aun cuando caminaba en las calles de la Ciudad de Nueva York.

“O quizás fue la amorosa familia de Donnette que le dio una base: su madre y su amado padre fallecido, sus tres hermanos y tres hermanas, y sus docenas de sobrinas y sobrinos.  De lo que he aprendido, nada, ni siquiera un océano, podía mantener separada a esta familia.  Aun después que Donnette se mudó a Estados Unidos, ella se aseguraba de llamar todos los días a su familia en Jamaica.

“Sé exactamente lo es eso.  Siempre me aseguro de llamar a mi madre todos los días.  De hecho, la vi esta mañana.  Ella está en Nueva York.  Mi madre tiene 99 años y me preguntó qué iba a hacer hoy y se lo dije.  Y ella dijo, ‘Sabes, es tan triste, pero a veces los mejores son los primeros en dejarnos’.  Pero así es.  No puedo explicar por qué Dios hace las cosas que hace.

“La familia de Donnette significaba todo para ella, al igual que su esposo Rafael.  Su amor era una historia de amor que podría competir cualquier cosa que se ve en las películas.  Entiendo que empezó, ¿es verdad?  Un día cuando Donnette estaba de compras, dejó caer una revista y tú corriste desde lejos, la recogiste, ¿y viste tu futuro ahí mismo?

“Creo que conocí a Rafael dos veces ahora, y hablé contigo tres veces.  La primera vez fue en el hospital.  Fue en un funeral de un empleado municipal, un trabajador del Departamento de Sanidad Pública que había muerto y luego Rafael recibió la trágica llamada sobre su esposa y fue a St. Barnabas y te vi ahí.  Y hablamos por teléfono, y luego esta mañana.

“Con suerte, te veré nuevamente; y habrán lágrimas, pero finalmente las lágrimas se convierten en buenos recuerdos y a risas.  Nunca parece así cuando uno está en esta situación, pero eso fue lo que Donnette hubiera querido y eso es lo que tú tienes que hacer.  La de ustedes es una bella historia y eso es en parte lo que los hacía una pareja tan feliz.

“Sé que esta pareja ansiaba tener una familia propia, y nada hacía a Donnette más feliz que saber que estaba embarazada.  Donnette no podía esperar la hora de ver a Sean Michael y empezó a hablarle mientras aún estaba en el vientre, y le habló sobre la persona que ella esperaba que él sería: un hombre de bien que respetaba a sus mayores.

“En muchas formas, Donnette logrará su sueño.  Sean Michael no vivirá la vida que ella imaginó, pero estará a su lado por siempre, cuidando a sus mayores.  Su vida fue corta y durante los pocos días en este mundo, él unió a nuestra ciudad y nos recordó el poder de la bondad humana.

“Sean Michael aprovechó el heroísmo de docenas de neoyorquinos normales, comunes que, a solo segundos de un trágico accidente, se unieron para realizar un rescate extraordinario.  No es la primera vez que he visto esa clase de heroísmo en Nueva York, y sin duda no será la última.  Pero cada vez que veo un poquito de ello, sé que estoy viendo el verdadero espíritu de nuestra ciudad, y me llena de esperanza.

“Rafael, Evadne, siempre he creído que no hay dolor más fuerte en la vida que el de enterrar a un hijo.  Y Rafael, no puedo imaginar el dolor que debes estar sintiendo al perder un hijo y tu verdadero amor.

“Por favor sepan que hoy todos los neoyorquinos lo lamentan.  Esta mañana paré en un comedor por esta calle para tomar una taza de café y todos decían, ‘Bien, ¿qué estás haciendo aquí?’  Y cuando se los dije, cada uno de ellos dijo ‘Oh, es tan triste’.  Ustedes no los conocen, ellos no los conocen a ustedes pero, en este caso, ellos sienten realmente vuestro dolor.

“Que Dios bendiga el recuerdo de Sean Michael y Donnette Sanz, que Dios bendiga las muchas vidas que tocaron, y que Dios bendiga a nuestros agentes de tránsito de la Ciudad de Nueva York, y a todos los miembros del NYPD”.







CONTACTO PARA LOS MEDIOS DE DIFUSIÓN:


Stu Loeser   (212) 788-2958




Mas Recursos