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  19 de septiembre de 2004
www.nyc.gov

Coraje y compasión
Por el alcalde Michael R. Bloomberg

Cuando empezó nuestra Administración, el costo de reciclar metal, plástico y vidrio crecía fuera de control.  Nos criticaron mucho por suspender un programa de reciclaje que era políticamente popular, aunque estaba desperdiciando dinero de impuestos.  Pero, debido a que lo hicimos, ahora hemos podido poner a este programa sobre una base económica y ambiental sólida a largo plazo, a la vez que creamos empleos nuevos para los neoyorquinos.

Esa es la importancia del anuncio de la semana pasada de que la Corporación Hugo Neu ha completado un acuerdo de 20 años para procesar metal, plástico y vidrio recogidos por grupos de trabajo del Departamento de Sanidad Pública (DSNY, en inglés).  Este nuevo contrato fijará el monto que la Ciudad pagará por este servicio a no más de $48 por tonelada.  Comparen eso con las licitaciones promedio que la Ciudad estaba consiguiendo apenas dos años atrás para hacer el mismo trabajo: $107 por tonelada.  Aun si la Ciudad tuviera un superávit presupuestal, habría sido exorbitante ― y recuerden en 2002, la Ciudad estaba en una profunda crisis fiscal.

Así que ese año, mientras que continuábamos el reciclado de papel y metal en las aceras, detuvimos las recogidas de vidrio y plástico a fin de ayudar a equilibrar el presupuesto, y también para estudiar formas de hacer al programa más eficiente.  Lo que hallamos fue que, si los procesadores de reciclaje invirtieran en nuevos equipos, podrían incrementar sus ganancias y a la vez reducir los costos para la Ciudad.  Pero los acuerdos de corto plazo que la Ciudad había estado negociando disuadían a los contratistas de reciclaje de hacer eso.  A medida que las finanzas de la Ciudad han mejorado desde 2002, hemos empezado gradualmente a recoger plástico y vidrio.  Y a la vez, negociamos este contrato mejor de reciclaje a largo plazo.

Hugo Neu va ahora a construir un modernísimo centro de reciclaje en la costa de Brooklyn en Sunset Park.  Este manejará las casi 330,000 toneladas de metal, vidrio y plástico que la Ciudad recoge cada año a un costo que es casi $20 millones anuales más bajo que el precio que la Ciudad enfrentaba en 2002.  Aproximadamente 85% de estos reciclables llegarán en barcazas, reduciendo el tránsito de camiones en nuestra ciudad por el equivalente de 55,000 millas de vehículos anuales.  Eso significa que los neoyorquinos estarán respirando menos humo de camiones, y habrá menos tránsito y desgaste de vehículos en nuestras calles y carreteras.

La planta también creará 100 empleos permanentes nuevos, y la empresa ha prometido priorizar la contratación de residentes locales calificados.  En resumen, hemos tomado un programa de reciclaje que hace apenas dos años estaba hundido en tinta roja, y lo hemos convertido en un ganador para todos los involucrados.

Para concluir, también quiero decir unas palabras sobre la terrible pérdida que todos sufrimos el 10 de septiembre, cuando los detectives Patrick Rafferty y Robert Parker fueron baleados y muertos en East Flatbush.  Ellos eran realmente dos de Los Más Distinguidos de Nueva York que, combinados, habían realizado unos 900 arrestos en sus distinguidas carreras.  Más que eso, eran bien amados por la gente a quienes servían, ya que habían ayudado a reducir el crimen en Brooklyn a niveles históricos.  Ellos mostraron un increíble coraje y devoción al deber justo hasta sus momentos finales ― y ahora vamos a asegurar que su matador sea castigado y también que sigamos ganando la guerra contra la delincuencia en la cual ellos dieron sus vidas.

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