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Palabras del alcalde Michael R. Bloomberg ante la Convención Nacional Republicana
“Bienvenidos a la segunda casa de todos"
Madison Square Garden
30 de agosto de 2004


“Delegados e invitados: Bienvenidos a Nueva York, la Nueva York de ustedes, la nuestra, la de todos.

“Gracias, alcalde Koch, por servir a esta ciudad tan bien por tantos años y, de manera especial, por ayudarnos a movilizar no solo a los 8,000 voluntarios que ustedes buscaban, sino también a los más de 20,000 que consiguieron para este increíble evento.  Su éxito denota cuan entusiasmados están los neoyorquinos de tener a la Convención aquí.

“Es también nuestra manera de decir 'gracias' a los republicanos por su tremendo voto de confianza en nuestra ciudad.  Deberíamos recordar, no fue hace tanto que había poca confianza en Nueva York.  Cuando asumimos la Alcaldía hace casi tres años, éramos una ciudad de luto... una ciudad que había, en unas pocas horas horribles, perdido a casi 3,000 de los nuestros — esposos y esposas, hijos e hijas de todas partes de la nación, y de cada esquina del planeta.

“Hubo quienes dudaron entonces que esta ciudad pudiera sostener los avances logrados durante los años ’90 bajo el alcalde Giuliani.  Mucha gente se preguntaba lo que depararía el futuro para la Ciudad de Nueva York, o incluso si tendríamos un futuro.

“Pero ni la nación ni el Presidente Bush dejaron nunca de creer en nosotros.  Hace casi dos años, con la suerte de la ciudad aun siendo cuestionado por muchos, nuestro Presidente decidió que esta Convención vendría a Nueva York.  Esta fue una muestra de fe que requirió coraje y visión — una muestra que será recordada por todos los neoyorquinos.

“Y hoy me llena con un enorme orgullo — y gratitud — el decir a todos... ¡que la Ciudad de Nueva York está de vuelta! Nuestra economía está creciendo, con 45,000 empleos del sector privado creados apenas en los últimos 12 meses.  Nuestras vecindades están avanzando, con un nivel de construcciones públicas y privadas no visto desde el final de la Segunda Guerra Mundial.  Nuestras calles están ajetreadas, con una reducción de la delincuencia de 15% en tres años que ha desafiado todas las apuestas y hecho a la ciudad [grande] más segura de la nación más segura que nunca.  Nuestras escuelas están reviviendo.  Nuestras calles están más limpias.  Nuestra calidad de vida es mejor.  Y nuestro futuro es más venturoso que nunca.

“Y a la Ciudad de Nueva York se le ha dado el gran honor de representar a toda la nación en el concurso para organizar el evento deportivo más grande del mundo: los Juegos Olímpicos del 2012.

“Es simplemente apropiado, ya que, desde nuestros primeros días — cuando Peter Stuyvesant era el gobernador de un pequeño puesto multilingüe en la frontera — justo hasta el presente — cuando se hablan 170 idiomas en nuestras calles y en nuestros hogares — la Ciudad de Nueva York ha sido, y siempre será, una Villa Olímpica.

“Hemos mostrado al mundo que Nueva York nunca puede ser derrotado, debido a su población dinámica y diversa… ya que encarna el espíritu del emprendimiento y el amor por la libertad... y porque, sin importar quién usted sea, si cree en sí mismo y en su sueño, Nueva York siempre será el lugar para usted.

“Esta es la ciudad de los soñadores.  Y una y otra vez, es el lugar donde el sueño más grande de todos — el sueño americano — ha sido probado y ha triunfado.

“Es donde, en su primer gran discurso ante la nación en 1860, Abraham Lincoln retó a este partido, y a nuestra nación, a enfrentar el mal moral de la esclavitud con "la fe de que lo correcto es lo que da el poder".

“Y más tarde en ese año, fue la delegación de Nueva York ante la Convención Nacional Republicana que procedió a hacer que la nominación de Abraham Lincoln para la Presidencia de los Estados Unidos fuera unánime.  Me enorgullece decir que, enmarcada en una pared en mi casa, está la bandera que portaron esos republicanos de Nueva York durante esa convención.  Es un recordatorio constante para mí del digno rol que Nueva York desempeñó en un momento crucial en la historia de nuestra nación.

“Ochenta y siete años después, la Ciudad de Nueva York fue donde Jackie Robinson acabó con la barrera del color en nuestro pasatiempo nacional con su bate, su guante y su espíritu galante. Un monumento a este pionero está siendo construido en Brooklyn para recordarnos a todos que esta nación es para todos.

“Y nuestra ciudad es también el lugar donde, el Día de la Independencia, el gobernador Pataki y yo colocamos la piedra angular para la Torre de la Libertad en el lugar del World Trade Center. Los terroristas nos golpearon allí.  Nuestras rodillas se arquearon.  Pero permanecimos de pie.  Y mostramos que nuestros sueños, al igual que nuestras libertades, nunca se perderán ante la violencia o el odio.

“Ningún sitio simboliza la Experiencia americana y el Espíritu americano más que la Ciudad de Nueva York.  Irónicamente, es exactamente porque somos una ciudad que abraza la libertad — que recibe a todos y alienta sus sueños — que Nueva York sigue estando en la vanguardia de la guerra contra el terror.

“Quiero agradecer al Presidente Bush por apoyar a la Ciudad de Nueva York en el cambio de la fórmula de financiación del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés) y por encabezar la guerra global contra el terrorismo.  El Presidente merece nuestro apoyo.  Estamos aquí para apoyarlo.  Yo estoy aquí para apoyarlo.

“Todos debemos reconocer que los fondos de Seguridad Nacional deberían ser asignados en base a la amenaza y por ningún otro motivo.  Repetiré este mensaje a mis compañeros republicanos, demócratas e independientes, tantas veces como se necesite, para podamos mantener a Nueva York segura y a salvo.

“Los neoyorquinos proseguiremos cumpliendo con nuestro deber para con nuestra ciudad, nuestra nación y nuestras familias.  Y sabemos que ustedes también lo harán.  Porque en la hora de nuestra más grande prueba, ustedes — y nuestros compatriotas, de todo lugar de esta tierra — estuvieron presentes para nosotros.

“Y les debemos a ustedes más de lo que jamás podamos decir.  Sus agentes de policía y bomberos se ofrecieron como voluntarios para trabajar en la Zona Cero.  Sus templos enviaron cubiertas de camas, comidas y rezos.  Los niños de sus escuelas nos enviaron dibujos y poemas.  Ese es otro motivo por el que esta Convención es nuestra oportunidad para decir 'gracias'.  Es la razón por la que estamos haciendo que nuestra ciudad sea la ciudad de ustedes por esta semana.

“Somos la Segunda casa de todos — el lugar donde se practica cada religión y se celebran todas las culturas.  Está toda ahí para ustedes, desde Brooklyn Heights a Bayside, y desde Coney Island a Chelsea. Tómenla toda: Los museos más grandiosos del mundo; Broadway; los Yankees y los Mets; compras de alta costura y especiales en el comercio; y más de 18,000 restaurantes en los cinco condados, ansiosos por complacer a cualquier paladar y ajustados a cualquier presupuesto.

“Y permítanme darles la sugerencia de un conocedor — lo que más me gusta hacer en esta ciudad.  Al menos una mañana durante su estadía aquí, empiecen el día con un paseo en el ferry hacia Staten Island.  Mientras navegan allá en el puerto, pasarán por la Estatua de la Libertad, el faro de la libertad que nuestra nación sostiene para la gente de todo el mundo.  Les garantizo que les hará un nudo en la garganta, porque ustedes estarán viendo a Nueva York de la misma forma que han hecho generaciones de nuevos ciudadanos de este país:

“Como el lugar para hacer que todos sus sueños se conviertan en realidad.

“Gracias, y que tengan una estupenda convención”.

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