Esta semana, quiero aclarar dudas sobre la nueva política del Departamento de Educación (DOE, en inglés) que termina con la desacreditada práctica de la promoción social — tanto lo que significa como lo que no significa, para el futuro de nuestros escolares.

A partir de este año, los estudiantes de 3er grado que aún no dominan destrezas esenciales en lectura, escritura y matemáticas ya no serán pasados simplemente al 4to grado. En su lugar, ellos obtendrán atención inmediata, especializada y personal de maestros entrenados especialmente para ayudarlos a aprender, tanto durante el resto de este año escolar como también en las clases de la escuela de verano. Hemos presupuestado unos $41 millones para tal instrucción.

Elegimos al 3er grado como el lugar para acabar con la promoción social por varias buenas razones. Para el 4to grado, se supone que los estudiantes pasen de “aprender a leer” a “leer para aprender”. Y si no pueden leer, no pueden aprender. A medida que crecen, los obstáculos contra el ayudar a los estudiantes a cumplir con estándares exigentes se hace mucho, mucho mayores. Pero con niños que tienen 8 o 9 años, aún tenemos una buena oportunidad de ayudarles a triunfar — y eso es justamente lo que vamos a hacer.

Los estudiantes que son promovidos sin un dominio firme de las herramientas básicas del aprendizaje no están recibiendo favor alguno. Las estadísticas del DOE muestran que más de 80% de los alumnos de 3er grado que estaban trabajando bajo el nivel para pasar de grado en 1999 aún tenían un rendimiento muy por debajo del nivel para pasar de grado cuatro años más tarde, en el 7mo grado. Algunas personas llaman a eso promoción social; yo lo llamo democión social. Al ofrecer excusas en vez de intervención y ayuda temprana — ignorando problemas en vez de confrontarlos — estamos estado fallando a nuestros hijos. Ese fracaso es la gran vergüenza de nuestra ciudad, y estamos poniendo fin al mismo.

Muchos otros concuerdan en que necesitamos terminar la promoción social. El ex presidente Bill Clinton dijo: “A menudo los estudiantes son pasados de un grado a otro sin importar que dominen material requerido y estén preparados académicamente para realizar el trabajo en el próximo nivel. Esta práctica es llamada promoción social. Para muchos estudiantes, la última consecuencia es que caen cada vez más, y dejan la escuela mal equipados para la universidad y careciendo de las destrezas necesarias para un empleo. Esta situación es inaceptable para los estudiantes, maestros, empleadores y contribuyentes. Es por ello que he retado repetidamente a estados y distritos escolares a terminar las promociones sociales — para requerir a los estudiantes que cumplan con estándares académicos rigurosos en puntos clave de transición en su educación, y para acabar con la práctica de promover estudiantes sin importar cuánto han aprendido. Como cada padre de familia sabe, los estudiantes deben ganar la promoción mediante el esfuerzo y logros, no simplemente acumulando tiempo en la escuela”.

El ex alcalde Giuliani dijo: “Tenemos que empezar a imponer estándares o los estudiantes continuarán quedando atrás, teniendo expectativas irrealistas sobre la vida, y dificultando más la educación de quienes les rodean. Pero, en última instancia, si un estudiante no cumple con estándares básicos para pasar de grado al finalizar el 3er grado, ese estudiante debería tener que repetir el 3er grado”.

Algunos defensores de este status quo fracasado han intentado decir que nosotros estaremos haciendo promociones en base a los resultados de una sola prueba. Eso simplemente no es cierto. Hemos establecido un minucioso proceso de apelaciones. Este requiere a los maestros evaluar a cada estudiante que tiene calificaciones en el nivel más bajo — el Nivel Uno — en las pruebas de lectura o matemáticas. Los maestros pueden anular resultados de pruebas si estos no son verdaderas indicaciones de las destrezas de un estudiante. Los estudiantes invitados a asistir a la nueva Academia de Verano (Summer Success Academy, en inglés) también tendrán una oportunidad de retomar las pruebas en agosto.

La Legislatura estatal dio al alcalde control del sistema escolar para que pudiéramos tener responsabilidad y resultados — no el desacuerdo e inacción que asolaron a la vieja Junta de Educación. Hemos logrado grandes avances en muchas áreas. Pero la promoción social es una de las fallas más fundamentales del sistema.

Los críticos dicen que ellos también quieren terminar la promoción social — pero no precisamente este año. Ellos han estado diciendo eso por 20 años. Esa inercia ha condenado a decenas de miles de niños al fracaso. Ya basta. Esta es la hora de unirnos y hacer lo que es correcto para nuestros hijos.