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PARA DIFUSIÓN INMEDIATA
PR- 122-04
19 de mayo de 2004

TESTIMONIO DEL ALCALDE BLOOMBERG ANTE LA COMISIÓN NACIONAL DE ATAQUES TERRORISTAS CONTRA LOS ESTADOS UNIDOS

A continuación se ofrece el texto preparado para el testimonio del alcalde Michael R. Bloomberg. Por favor confirme con el testimonio final.

“Gobernador Kean y miembros de la Comisión: Bienvenidos de nuevo a Nueva York, y gracias por pedirme que testimonie ante ustedes hoy. 

“En los últimos dos días, estas audiencias han explorado, en riguroso y a menudo doloroso detalle, lo que la Ciudad tuvo que resistir el 11 de septiembre del 2001.  Las imágenes han sido vívidas, los recuerdos han sido desgarradores, y las preguntas han sido directas.  Sé que para las familias que perdieron seres queridos, estas audiencias han abierto de nuevo indudablementet las heridas.  Nuestros pensamientos y plegarias están co ellos.

“Comprender lo que pasó el 11 de Septiembre es vital para nuestro éxito en ganar la guerra contra el terrorismo y explicarles a esos familiares las razones por las cuales tantas personas perdieron la vida.  Es por eso que ustedes han sido habilidados para hacer estas interrogaciones.  Esta investigación es también una medida de la fuerza y la fe inherentes de nuestra sociedad.  La voluntad de examinar abiertamente nuestras instituciones a fin de mejorarlas demuestra por qué, como ha puntualizado el ex alcalde Giuliani, las democracias son fuertes y la razón por la cual la gente libre prevalecerá sobre el terror.

“Nuestra Administración ha mostrado una voluntad parecida de examinar minuciosa y abiertamente los acontecimientos del 11 de Septiembre.  Poco después de asumir este cargo, le pedimos a la empresa de administración y consulta McKinsey & Company que analizara críticamente cómo los Departamentos de Policía y Bomberos reaccionaron ese día.  Divulgamos al público los resultados de ese estudio, y se los hemos entregado al equipo de esta Comisión.

“Eso es porque nosotros, como ustedes, estamos decididos a aprender de esta tragedia.  Fui juramentado a menos de cuatro meses después de esos salvajes atentados.  Tras la ceremonia, el humo aún ascendía mientras yo observaba a miembros del Departamento de Bomberos (FDNY, en inglés) sacar de los escombros el cadáver de uno de sus hermanos.  Estaba claro para mí y para mi Administración que era nuestra tarea asegurar que la Ciudad aprendiera las lecciones del 11 de Septiembre, a fin de que estuviera más preparada en el futuro.

“Hemos trabajado duro para hacer justamente eso — sumar a las orgullosas tradiciones de servicio y sacrificio que han caracterizado a nuestros Departamentos de Policía y Bomberos desde su fundación en el siglo XIX, y que todavía alientan a aquellos que protegen nuestra ciudad hoy.

“Ayer ustedes repasaron una vez más las acciones heroicas de los bomberos y agentes policiales de nuestra Ciudad el 11 de Septiembre, muchos de los cuales dieron la vida en el esfuerzo de rescate más grande de nuestra historia.  La valentía y profesionalismo que ellos demostraron nunca dejan de asombrarnos e inspirarnos.  Y el liderazgo firme que el alcalde Giuliani mostró ese día y en los días siguientes nos dio a todos la fuerza para resistir, y la voluntad para prevalecer.

“Al sumar a sus logros y ejemplo, nuestra tarea ahora es alcanzar un nuevo nivel de preparación y trabajo en conjunto en todos los niveles del gobierno.  Me alegra decir que el Presidente Bush, el gobernador George Pataki y sus Administraciones han establecido justamente ese espíritu de cooperación con nuestra ciudad.

“Hoy, casi 14 meses después de mi primera comparecencia ante esta Comisión, quiero describir lo que nuestra Administración está haciendo para mantener la Ciudad de Nueva York segura y libre.  También deseo instar a esta Comisión en su informe final que recomiende reformas desesperadamente necesitadas en el sistema nacional para subvencionar la seguridad del país.  Es un sistema que era irracional la primera vez que rendí testimonio.  Se mantiene aún trágicamente mal dirigido hoy, y crea serios peligros no sólo para los neoyorquinos, sino además para todos los ciudadanos.

“No es necesario que yo repita en detalle el testimonio que ustedes oyeron ayer de los comisionados Kelly, Scoppetta y Bruno.  Es suficiente decir que hoy, Nueva York es la ciudad grande más segura del país, mejor preparada que en cualquier otra época de su historia para evitar y reaccionar a todo tipo de peligro, no importa cuál sea su origen.

“Añadiendo a los ocho años de éxito del alcalde Giuliani, la tasa de delitos en Nueva York es 16% más baja de lo que era en este tiempo hace tres años.  Las muertes a causa de incendios han bajado a niveles no vistos desde los años 1930.  Hemos logrado estos resultados a pesar de una crisis fiscal, a pesar de la necesidad de desviar caros recursos a actividades antiterroristas, y a pesar de la necesidad de proteger las libertades civiles de todos los que viven y trabajan en nuestra ciudad, a la vez que nos mantenemos en vigilancia contra el terror.  Así es como tiene que ser, porque la libertad para expresar nuestras opiniones, seguir nuestros sueños, y rezar a Dios de la manera que cada cual lo sienta apropiado es fundamental para nuestra democracia.  Sacrificar esas libertades — o atemorizarnos y mantenernos encerrados en nuestros hogares — les daría a los terroristas una victoria sin que tengan que disparar un tiro.  Esa es una victoria que jamás les concederemos.

“Todas las entidades que protegen nuestra ciudad están tan bien dirigidas como jamás lo habían estado.

“Ayer, el comisionado Kelly describió las amenazas contra esta Ciudad, y la labor extraordinaria del Departamento de Policía de Nueva York (NYPD, en inglés) en contrarrestarlas y disuadirlas.  De igual modo, el comisionado Scoppetta ofreció testimonio del éxito del Departamento de Bomberos en la reconstrucción desde la devastación del 11 de Septiembre.

El testimonio de ayer también presentó los pasos que hemos dado para mejorar la comunicación dentro de los Departamentos de Policía y Bomberos y entre los mismos.  El Departamento de Bomberos, por ejemplo, tiene radios nuevos y más potentes que permiten más comunicación durante incidentes, y permiten a los oficiales del Departamento de Bomberos comunicarse directamente con sus homólogos de la Policía.  Normas nuevas y detalladas de administración y protocolos han mejorado la cooperación entre estos departamentos.

“Nuestras continuas gestionas contraterroristas también incluyen una amplia gama de otras entidades, incluso nuestros Departamentos de Salud (DOHMH, en inglés) y Protección Ambiental (DEP, en inglés).  Y muchas otras entidades de la Ciudad que incluyen pero no se limitan a los Departamentos de Sanidad Pública (DSNY, en inglés), Transporte (DOT, en inglés), Diseño y Construcción (DDC, en inglés), han desempeñado funciones esenciales en ayudar a la Ciudad de Nueva York a recuperarse y reconstruirse desde el 11 de Septiembre y serían llamados de nuevo en caso de que nos ataquen.

“Ejercicios entre muchas entidades también se efectúan con regularidad.  El domingo, por ejemplo, condujimos la operación Transit Safe (“Tránsito Seguro”), un ejercicio en el que participaron más de 20 entidades públicas y socios privados.  Esta puso a prueba nuestra reacción a un simulacro de incidente terrorista en el sistema de trenes subterráneos de la Ciudad.  El atentado terrorista en Madrid del 11 de marzo subrayó la importancia vital de proteger un sistema de transportación masiva que usan siete millones de pasajeros a diario.

“Nuestra Administración también ha adoptado un Sistema Municipal para Manejo de Incidentes (Citywide Incident Management System o CIMS, en inglés) conforme con las directrices federales.  Este proporciona un marco de acción para los socorristas y mejora las decisiones tomadas y la comunicación entre las entidades.

“Todos buscamos claridad en situaciones complicadas.  Pero eso no quiere decir que debemos buscar soluciones simplistas para resolver situaciones complejas.  El CIMS establece claramente cuáles son las entidades dirigentes en las situaciones de emergencia más cotidianas.  Catástrofes extraordinarias, tales como explosiones y choques de aviones, requieren reacciones robustas con la participación de más de una entidad principal.  Al establecer puestos de mando unificados manejados por jefes de primera calidad, podemos asegurar que las reacciones de todas las entidades estarán coordinadas y serán eficaces, y que la capacidad principal de cada entidad se utilizará al máximo.  Esto establece una estructura que requiere la cooperación y coordinación entre las entidades sin sacrificar las cadenas de mando dentro de cada entidad que son vitales a las operaciones de toda emergencia.

“El CIMS se suma a un sistema que se promulgó bajo el mando del alcalde Giuliani, e integra lecciones aprendidas del 11 de Septiembre y sus consecuencias.  En muchos sentidos, formaliza y mejora el tipo de reacción a emergencias en las que se ha visto la Ciudad de Nueva York durante muchos años, ejemplificadas el 11 de Septiembre.  Ese día, el Departamento de Bomberos tomó el liderazgo en la lucha contra los incendios en las torres y en la realización de heroicos rescates de civiles.  El Departamento de Policía se concentró en problemas de seguridad en el Bajo Manhattan y por toda la ciudad.  Otras entidades entendieron sus responsabilidades, y las ejecutaron muy bien.

“Tal vez la estadística más impresionante y consoladora es que el 11 de Septiembre, mientras se evacuó a 25,000 personas de las Torres Gemelas y muchas miles más fueron dirigidas fuera de la zona del Bajo Manhattan para ponerlas a salvo, el tiempo de reacción de la policía y los bomberos a llamadas en otras partes de los cinco condados apenas fue afectado.  Si eso no es un testimonio de la organización, capacidad, entrenamiento, comunicación, devoción, creatividad y valentía — no sé qué otra cosa pudiera serlo.

“En los dos años y ocho meses desde el 11 de Septiembre, la Ciudad de Nueva York ha tenido un número de emergencias — la explosión de una barcaza de combustible en Staten Island, una explosión de sustancia química en un almacén aquí en Manhattan, y otras.  En cada ocasión, las entidades pertinentes trabajaron en conjunto exitosamente para proteger a los neoyorquinos; eso es una prueba de su entrenamiento y profesionalismo.

“Cuando la ciudad tuvo un apagón este agosto pasado, las entidades de la ciudad se desempeñaron excelentemente.  Durante el apagón se registraron más de 132,000 llamadas en el 911, casi tres veces el número de llamadas promedio.  Los empleados de los Servicios Médicos de Emergencia EMS, en inglés) respondieron a más de 5,000 llamadas que pedían socorro el 14 de agosto, un récord para un período de 24 horas y un 60% más de lo común.  Los bomberos apagaron 60 incendios serios — seis veces la cifra esperada en una noche de verano.  Debido a sus conocimientos y cooperación, se mantuvo el orden y la seguridad bajo condiciones extraordinariamente difíciles.  Y después del apagón, dirigí una evaluación completa de los sucesos de esos días, e igual de lo que ocurrió con los informes McKinsey que siguieron al 11 de Septiembre, a fin de que pudiéramos aprender qué podríamos haber hecho mejor.  Igual a los informes McKinsey, ese informe se divulgó al público una vez se finalizó.

“Los teóricos de cafés olvidan que los agentes policiales y los Bomberos de la Ciudad de Nueva York trabajan en conjunto cientos de veces a diario en incidentes tales como derrumbes de edificios, incendios y accidentes de tránsito.  Aunque se ha hablado mucho de las peleas entre policías y bomberos  (“la batalla de las placas”), se trata de episodios aislados que son el resultado de fracasos de disciplina particulares de bajo nivel.  No son el producto de problemas sistémicos y no ocurren en los altos niveles donde se pondría el peligro la misión de cada entidad.  Aun los defectos que la Comisión ha identificado en cuanto a la reacción de la Ciudad al 11 de Septiembre fueron el resultado de problemas en las comunicaciones, no el resultado de batallas entre policías y bomberos.

“Claro que sí, todo sistema se puede mejorar.  El CIMS no es una excepción. Estaremos evaluando y monitoreando constantemente el sistema CIMS para hacer justamente eso.  Habrá entrenamiento extenso y continuo para asegurar su éxito.  Adoptaremos nuevas tecnologías, emparejaremos recursos a los cambios de densidad de la población y otras condiciones, y reduciremos servicios que se duplican.

“Hace varias semanas que, en mi Presupuesto Ejecutivo para el próximo año fiscal, adjudiqué mil millones de dólares en fondos capitales para una revisión global del sistema de comunicaciones 911 de la Ciudad. Lo que fue el sistema de tecnología de punta en los años ‘70 está hoy día obsoleto.  Aprovecharemos nueva tecnología para centralizar el despacho de nuestros departamentos de Policía, Bomberos, y Servicios Médicos de Emergencia.  Al usar nuevas tecnologías tales como el GPS, podremos rastrear mejor entre entidades nuestros equipos y su despliegue. Esto los hará más eficientes, eliminará duplicaciones y se hará una labor mejor de proteger al público.  Pero aun ahora, a la vez que estamos mejorando el sistema de despachos, los operarios del 911 ahora tienen la habilidad, capacitación y supervisión para divulgar información de rescate pertinente a los que llaman al 911.

“Hemos tomado y tomaremos todas estas medidas porque reconocemos que Nueva York encara un riesgo mucho mayor que el de las otras ciudades, exceptuando, tal vez, la capital de nuestro país.  Senador Kerrey, usted le preguntó al comisionado de Policía [Ray] Kelly por qué la Ciudad de Nueva York es diferente.  Pérmitame agregar a lo que él dijo ayer. 

“Estamos sin duda ‘en la mira’. A la gente de todo el mundo, la Ciudad de Nueva York encarna lo que hace grande a este país.  Esa es una función de nuestra condición de ser la capital financiera del mundo, guiada no sólo por Wall Street, sino además por nuestra prominencia internacional en campos como en la radio y teledifusión, las artes, los espectáculos de ocio y la medicina.  Tal es la importancia de Nueva York que, en gran medida,  según vaya su economía, así irá la economía del país.  Si Wall Street queda destruida, la economía de los pueblos más pequeños sufrirá.

“Más allá de eso, el amor de Nueva York a la libertad intelectual y religiosa y su diversidad cultural nos hacen verdaderamente la Segunda casa de todos.  Somos un imán para las personas con talento y ambición de todas las partes del orbe.  En resumen, encarnamos la fuerza de la libertad de Estados Unidos — y eso nos hace un blanco inevitable para aquellos que odian nuestro país y nuestros principios.

“Los terroristas ya han apuntado sus armas hacia la Ciudad de Nueva York en seis ocasiones desde 1993.  No obstante, inexplicablemente, hoy el Estado de Nueva York figura en el puesto número 49 entre los 50 estados en recibir subvenciones per cápita del Departamento de Seguridad Nacional (USDHS, en inglés).

“Durante el año fiscal 2004, el Estado de Nueva York recibió $5.47 per cápita en subsidios de Seguridad Nacional.  Nebraska consiguió $14.33 per cápita; Dakota del Norte, $30.42; Wyoming, $38.31; y la Samoa Americana $101.43.

“El mismo problema afecta la distribución de subvenciones proporcionadas por el Departamento [federal] de Salud y Servicios Humanos a los hospitales y sistemas de salud pública locales.  En el año fiscal 2003, la Ciudad de Nueva York recibió $4.19 per cápita y el Estado de Nueva York, $4.16 per cápita, colocándolos respectivamente como los números 45 y 46 entre los 50 estados y cuatro jurisdicciones locales que calificaban para subvenciones.  En comparación, Nebraska recibió $7.03 per cápita y Wyoming $15.69.

“¿Y qué deja dicho esto de nuestra determinación nacional de combatir el terrorismo que después de lo que esta Comisión se ha enterado durante el año transcurrido, a nuestra Ciudad se le ha advertido de que el Congreso ha reducido a la mitad nuestra propuesta subvención de Seguridad Nacional para el año fiscal  2004 — de $188 millones a $96 millones?

“Esta es política de clientelismo político de la peor especie.  Es el tipo de sinrazón corta de vista de “primero yo” que le da a Washington mala fama. También, desafortunadamente, tiene el efecto da ayudar y estimular a aquellos que nos odian y que conspiran contra nosotros.

“En el presupuesto del año fiscal 2005 sometido al Congreso, el Presidente Bush y el secretario [Tom] Ridge tomaron medidas para lograr que el Departamento Seguridad Nacional se estableciera en una base justa y racional, descartando la distribución per cápita a favor de asignaciones basadas en riesgos y amenazas reales.  Además, ese presupuesto propuesto aumentaría en 54%  el porcentaje de fondos de Seguridad Nacional distribuidos a base de altos riesgos.  Pero aún el sistema de distribución basado en el análisis de amenazas se está socavando a medida que se agregan más áreas y más ciudades.  Hasta ahora, el número de áreas de alto riesgo ha crecido astronómicamente de siete a 80.  No podemos permitir que esto continúe o vamos a encontrarnos empezando de nuevo.

“Esta Comisión tiene que retar al Congreso a que siga la dirección de la Administración de Bush, y que se dejen de tratar los subsidios de Seguridad Nacional y preparación para un ataque terrorista biológico como si fuera politiquería de distribuir injustamente los fondos.  Estos deben ser adjudicados a base de los verdaderos riesgos que encaramos.  Insto a esta Comisión a que recomiende eso de la manera más enérgica posible. Cualquier otra fórmula es un reto a la lógica y socava la seriedad de las gestiones contraterroristas del país.

“Washington tiene a todo el Gobierno federal que lo está protegiendo.  Tenemos que asegurarnos de que la Ciudad de Nueva York, la máquina económica que dirige la región entera, y posiblemente al país, tenga los recursos que necesita para protegerse a sí misma.  Como una nación, tenemos que ayudarnos mutuamente de tal manera que se nos proteja a todos.

“Los atentados del 11 de Septiembre causaron muchas pérdidas económicas a Nueva York y los neoyorquinos.  Contribuyeron a una caída en ingresos por concepto de impuestos de la Ciudad que llegó a un total de casi $3 mil millones en los años fiscales 2002 y 2003.  La Administración de Bush y el Congreso respondieron con garantías de unos $20 mil millones en ayuda para ayudarnos en la reconstrucción.  Debido a esa ayuda, y a la resistencia y el espíritu intrépido de los ocho millones de habitantes de Nueva York, nuestra economía está volviendo a crecer.

“Los neoyorquinos agradecemos de la ayuda federal que hemos recibido.  Nunca olvidaremos cómo el resto del país nos acompañó. Sin embargo, queda mucho por hacer.  Así que, además de revisar la adjudicación de Seguridad Nacional y la subvención para nuestra preparación contra el bioterrorismo, hay varias recomendaciones adicionales.  Estas beneficiarían a cualquier ciudad que sufra un atentado terrorista.  Me gustaría resumirlas rápidamente al Comité. Sé que ya se le ha dado información a su equipo sobre estos particulares, pero creo que la importancia de los mismos requiere que los repase ahora.

“Se debe hacer enmiendas a la Ley federal Stafford, que gobierna la capacidad de la Agencia federal de Manejo de Emergencias (FEMA, en inglés) para reembolsar a las localidades, para ayudar a ciudades que pueden encarar las consecuencias fiscales de atentados terroristas en el futuro.  Las enmiendas que hemos sugerido permitirían el reembolso de gastos locales asociados con una reacción a actividades terroristas, lo cual no es lo que existe bajo la ley actual.  Estas incluyen gastos de tiempo extra para los socorristas que no están en el lugar mismo de un atentado, incluso los que proporcionan seguridad aumentada en los aeropuertos, puentes, túneles y vías de trenes. El proceso para que los ciudadanos obtengan varias formas de ayuda financiera tiene que ser simplificado a fin de evitar las largas esperas que ocurrieron después del 11 de Septiembre.  Se deben aumentar las subvenciones sobre un período más largo de tiempo para el tratamiento médico local de la salud mental.

“Según aprendimos en Nueva York, también pueden haber gastos astronómicos de litigios asociados con la reacción a un atentado terrorista.  Afortunadamente para Nueva York y los contratistas privados que nos ayudaron, el Gobierno federal al fin subvencionó un programa de seguros que proporcionaba cobertura a reclamos presentados por trabajadores en la Zona Cero que no cualificaban para el Fondo de Compensación a las Víctimas.

“Ese tipo de protección debe ser formalizado en vez de hacerse de modo ad hoc.  El Congreso debe aprobar leyes ahora que creen seguros que protejan tanto a los empleadores como a los empleados que algún día pueda pedírseles que proporcionen su ayuda como reacción a un atentado terrorista.  Una extraordinaria asociación entre el sector público y el privado en la Zona Cero hizo posible que se hicieran muchas cosas muy bien y con mucha rapidez. No podemos impedir una reacción similar en el futuro.  Eso significa garantizar que a aquellos que se presentan abnegadamente a proporcionar su ayuda después de atentados de esa índole se les debe informar que estarán adecuadamente protegidos por seguros.

“Quiero elogiar a la Comisión por sus esfuerzos diligentes en analizar lo que condujo a los atentados del 11 de Septiembre, la reacción a esos ataques, y qué es necesario hacer en vista de los mismos.  Sé que su equipo ha empleado miles de horas en entrevistar a más de cien miembros de nuestros departamentos de Bomberos y Policía y de la Oficina  de Manejo de Emergencias (OEM, en inglés) en un esfuerzo para establecer una imagen completa de los eventos del día, y de nuestras necesidades actuales.

“Como ustedes, la Ciudad de Nueva York ha aprendido, y continúa aprendiendo, las lecciones del 11 de Septiembre.  Para protegernos, evidentemente necesitamos servicios uniformados bien entrenados y equipados, dirigidos por líderes con experiencia, inteligencia y capacidad de innovación.  Tenemos que planificar, entrenar, estudiar y aprender.

“Pero también tenemos que reconocer que no importa cuan exhaustivos sean nuestros esfuerzos, cuan realistas sean nuestros simulacros, la dinámica que afecte el próximo incidente verdadero mundial — la hora del día o de la noche, los extremos de las condiciones del clima, y un sinnúmero de otros factores — será diferente de lo que hemos visto pasar anteriormente.

“Mediante el uso de la retrospección — los supuestos expertos siempre podrán decir que debimos haber hecho las cosas de modo diferente.  Pero en el mundo de verdad, uno vive la “niebla de la guerra” — con las sirenas gritando, los sistemas de comunicaciones sobrecargados, y rumores de todo tipo corriendo por todas partes.  Es fácil tomar decisiones cuando se saben todos los detalles; el reto es tomarlas cuando no se tienen todos los detalles.  Esa es la dinámica que tengo en mente cuando concluyo que en el 11 de Septiembre, es asombroso lo bien que todos funcionaron.

El mundo es un lugar mucho más peligroso de lo que nos creíamos el 10 de septiembre del 2001.  Pero no estábamos indefensos en ese entonces.  Desde el alcalde Giuliani abajo, los que estaban a cargo de nuestra ciudad el 11 de septiembre demostraron lo que se tiene que hacer.  Seguir sus ejemplos — y mostrar la voluntad en el plano local y en el nacional de echar a un lado intereses de miras estrechas para servir al bien común — puede mantenernos y nos mantedrá a salvo y libres.

Me complacería responder a cualquier pregunta que me quieran hacer.







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